Comparación de industrias

Está viendo información sobre las siguientes industrias:

  • Distribuidores y minoristas especializados y multilínea El sector de los distribuidores y minoristas especializados y multilínea abarca una variedad de categorías de venta minorista, como grandes almacenes, grandes comerciantes, tiendas de productos para el hogar y clubes de almacenes, así como un segmento más pequeño de distribuidores como mayoristas de productos electrónicos y automóviles. Lo que tienen en común estas empresas (excepto el segmento de la distribución) es que gestionan las cadenas de suministro globales para anticiparse a la demanda del consumidor, mantener los costes bajos y conservar los productos almacenados en sus tiendas físicas. Se trata de un sector con mucha competencia donde cada categoría empresarial suele tener un número reducido de actores clave y se caracteriza por márgenes normalmente bajos. La naturaleza relativamente sustituible de la venta al por menor hace que las empresas de este sector sean especialmente susceptibles a los riesgos de reputación.
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  • Petróleo y gas – Midstream La industria del petróleo y el gas - Midstream consiste en empresas que se dedican al transporte o el almacenamiento de gas natural, petróleo crudo y productos petrolíferos refinados. Las actividades de midstream (actividades intermedias) de gas natural implican la recolección, el transporte y el procesamiento de gas natural desde la boca del pozo, así como la eliminación de impurezas, la producción de líquidos de gas natural, el almacenamiento, el transporte por gasoducto y el transporte por otros medios, licuación o regasificación de gas natural licuado. Las actividades petrolíferas del midstream (actividades intermedias) implican principalmente el transporte de petróleo crudo y productos refinados por tierra, utilizando una red de tuberías y estaciones de bombeo, así como camiones y vagones de ferrocarril, y por mar y ríos mediante buques cisterna o barcazas. También forman parte de esta industria las empresas que explotan estaciones y terminales de carga a granel, así como las que fabrican e instalan tanques de almacenamiento y tuberías.
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Cuestiones relevantes para ambos Industrias (10 de 26)

¿Por qué algunas cuestiones se muestran atenuadas? Las normas SASB varían según la industria, en función de los diferentes riesgos y oportunidades de sostenibilidad de cada industria. Las cuestiones atenuadas no se identificaron durante el proceso de elaboración de normas como aquellas que pueden afectar al valor de la empresa con mayor probabilidad, por lo que no se incluyen en la norma. Con el tiempo, a medida que el Consejo de Normas SASB siga recibiendo las opiniones del mercado, es posible que se añadan o eliminen algunas cuestiones de la norma. Cada empresa determina por sí misma si una cuestión de sostenibilidad puede afectar a su capacidad de crear valor empresarial. La norma está diseñada para la empresa típica de una industria, pero las empresas individuales pueden optar por informar sobre diferentes cuestiones de sostenibilidad en función de su modelo de negocio único.

Temas de divulgación

¿Cuál es la relación entre la categoría de cuestiones generales y los temas de divulgación? La categoría de cuestiones generales es una versión independiente de la industria de los temas de divulgación que aparecen en cada norma del SASB. Los temas de divulgación representan los impactos específicos de la industria en las categorías de cuestiones generales. Los temas de divulgación específicos de la industria garantizan que cada norma del SASB se adapte a la industria, mientras que las categorías de cuestiones generales permiten la comparación entre industrias. Por ejemplo, Salud y nutrición es un tema de divulgación en la industria de las bebidas sin alcohol, que representa una medida específica de la industria de la cuestión general Bienestar del cliente. Sin embargo, la cuestión Bienestar del cliente se manifiesta como el tema de la divulgación Medicamentos falsificados en la industria Biotecnología y productos farmacéuticos.
  • Distribuidores y minoristas especializados y multilínea Remove
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    • Emisiones de GEI Esta categoría se refiere a las emisiones directas (alcance 1) de gases de efecto invernadero (GEI) que una empresa genera a través de sus operaciones. Esto incluye las emisiones de GEI procedentes de fuentes estacionarias (por ejemplo, fábricas, centrales eléctricas) y móviles (por ejemplo, camiones, vehículos de reparto, aviones), bien sea como resultado de la combustión de combustible o de liberaciones directas sin combustión durante actividades como la extracción de recursos naturales, la generación de energía, el uso de la tierra o los procesos biogénicos. La categoría incluye además la gestión de los riesgos normativos, el cumplimiento de la normativa medioambiental y los riesgos y oportunidades para la reputación, ya que están relacionados con las emisiones directas de GEI. Los siete GEI contemplados en el Protocolo de Kioto están incluidos en esta categoría: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC), hexafluoruro de azufre (SF6) y trifluoruro de nitrógeno (NF3).
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    • Calidad del aire Esta categoría aborda la gestión de los efectos en la calidad del aire resultantes de fuentes fijas (por ejemplo, fábricas, centrales eléctricas) y móviles (por ejemplo, camiones, vehículos de reparto, aviones), así como de las emisiones industriales. Los contaminantes atmosféricos relevantes incluyen, entre otros, los óxidos de nitrógeno (NOx), los óxidos de azufre (SOx), los compuestos orgánicos volátiles (COV), los metales pesados, las partículas y los clorofluorocarbonos. La categoría no incluye las emisiones de GEI, que se abordan en una categoría independiente.
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    • Gestión de la energía La categoría aborda los impactos ambientales asociados al consumo de energía. Aborda la gestión de la energía por parte de la empresa en la fabricación y/o para el suministro de productos y servicios derivados de proveedores de servicios públicos (red eléctrica) que no son propiedad de la empresa ni están controlados por ella. Más concretamente, incluye la gestión de la eficiencia e intensidad energética, la combinación de energías y la dependencia de la red. El uso de la energía en las fases anteriores (por ejemplo, los proveedores) y posteriores (por ejemplo, el uso de los productos) no está incluido en el ámbito de aplicación.
      • Gestión de la energía en el comercio minorista y la distribución Las empresas de este sector requieren cantidades importantes de energía para sus almacenes e instalaciones de venta al por menor. Los factores de sostenibilidad (como el creciente número de regulaciones sobre emisiones de GEI o los incentivos para la eficiencia energética y el uso de energía renovable) están aumentando los precios de las fuentes de electricidad convencionales y reduciendo el de las fuentes alternativas. La producción y el consumo de energía procedente de combustibles fósiles tienen un impacto ambiental importante, como en el cambio climático y la contaminación. Las decisiones sobre la fuente y el tipo de energía, así como el uso de energías alternativas, pueden crear un equilibrio entre el coste del suministro de energía y la fiabilidad de las operaciones. Cada vez es más importante que las empresas gestionen su eficiencia energética general y su acceso a fuentes de energía alternativas. La eficiencia en este campo puede conllevar ventajas financieras, como el ahorro en costes directos, lo que es especialmente beneficioso para este sector de márgenes bajos.
    • Impactos ecológicos Esta categoría aborda la gestión de los impactos de la empresa en los ecosistemas y la biodiversidad a través de actividades que incluyen, entre otras, el uso de la tierra para la exploración, la extracción de recursos naturales y el cultivo, así como el desarrollo, la construcción y el emplazamiento de proyectos. Los impactos incluyen, entre otros, la pérdida de biodiversidad, la destrucción de hábitats y la deforestación en todas las fases: planificación, adquisición de terrenos, obtención de permisos, desarrollo, operaciones y rehabilitación de emplazamientos. La categoría no cubre los impactos del cambio climático en los ecosistemas y la biodiversidad.
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    • Seguridad de los datos Esta categoría aborda la gestión de los riesgos relacionados con la recopilación, retención y uso de datos sensibles, confidenciales y/o de propiedad de los clientes o usuarios. Incluye los problemas sociales que pueden surgir de incidentes como las violaciones de datos en las que la información personal identificable (IPI) y otros datos de los usuarios o clientes pueden estar expuestos. Aborda la estrategia, las políticas y las prácticas de una empresa relacionadas con la infraestructura informática, la formación del personal, el mantenimiento de registros, la cooperación con las fuerzas del orden y otros mecanismos utilizados para garantizar la seguridad de los datos de los clientes o usuarios.
      • Seguridad de los datos Los consumidores confían a las empresas minoristas sus datos financieros y personales cada vez que realizan una transacción no monetaria. Las tarjetas de crédito y de débito han ido sustituyendo al dinero en efectivo y los cheques como método de pago preferido. En estas transacciones no monetarias, los minoristas establecen una relación de confianza con los consumidores, garantizándoles la seguridad de su información personal. La filtración de datos puede producirse tanto en las tecnologías de pago físico, lo que se denomina filtración en el punto de venta, como por ataques cibernéticos. A medida que los consumidores se van informando sobre las amenazas de la ciberdelincuencia, sobre todo a consecuencia de los continuos ataques de alto perfil, aumenta la importancia de mantener una reputación de empresa segura para ganar cuota de mercado. Los minoristas que impiden la filtración de datos también pueden evitar el daño al valor de la marca y reducir pérdidas.
    • Prácticas laborales Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para mantener las normas laborales comúnmente aceptadas en el lugar de trabajo, incluido el cumplimiento de la legislación laboral y de las normas internacionalmente aceptadas. Esto incluye, entre otras cosas, garantizar los derechos humanos básicos relacionados con el trabajo infantil, el trabajo forzoso o en régimen de servidumbre, la explotación laboral, los salarios justos y el pago de horas extras, y otros derechos básicos de los trabajadores. También incluye las políticas de salario mínimo y la provisión de beneficios, que pueden influir en la forma de atraer, retener y motivar a la mano de obra. La categoría también aborda la relación de la empresa con el trabajo organizado y la libertad de asociación.
      • Prácticas laborales La importancia del comercio minorista para la economía de EE. UU. como gran empleador con frecuencia sitúa al país en el centro de las discusiones públicas sobre prácticas laborales. Esto puede tener serias implicaciones para la reputación de las empresas con malas condiciones laborales. Los bajos salarios medios del sector, que ayudan a las empresas a mantener bajos los precios de los productos, pueden aumentar estos riesgos relacionados con el trabajo. Dado que los clientes interactúan regularmente de forma directa con los empleados, las empresas pueden enfrentarse a una disminución de la cuota de mercado y de los ingresos por el sentimiento negativo de los consumidores debido al desacuerdo público entre las empresas y sus trabajadores. Las empresas pueden mejorar su productividad laboral y el compromiso de sus empleados adoptando un enfoque a largo plazo para la gestión de asuntos como las indemnizaciones y los derechos de los trabajadores. Además de mitigar los riesgos, las mejoras en la productividad laboral pueden ayudar a fortalecer la reputación de una empresa y reducir su coste de capital.
    • Compromiso de los empleados, diversidad e inclusión Esta categoría se refiere a la capacidad de una empresa para garantizar que su cultura y sus prácticas de contratación y promoción promuevan la creación de una plantilla diversa e inclusiva que refleje la composición de las reservas de talento locales y su base de clientes. Aborda los problemas de las prácticas discriminatorias por motivos de raza, género, etnia, religión, orientación sexual y otros factores.
      • Diversidad e inclusión en la fuerza laboral El sector de distribuidores y minoristas especializados y multilínea está orientado al consumidor y se basa en la capacidad de comunicarse eficazmente con los clientes durante el proceso de venta y de adaptarse a los cambios en la demanda de productos. Las empresas de este sector pueden beneficiarse de los importantes cambios demográficos en muchos mercados desarrollados, como el aumento de poblaciones minoritarias, orientando su cultura y sus prácticas de contratación y promoción hacia una fuerza laboral diversa tanto en los puestos directivos como de nivel inferior. Los minoristas que respondan a este cambio demográfico y contraten personal que sepa reconocer las necesidades de las diversas comunidades pueden estar mejor situadas para captar la demanda de los segmentos que tradicionalmente se han pasado por alto, lo que puede proporcionar una ventaja competitiva. Además, estas empresas pueden beneficiarse de la disminución de los riesgos jurídicos y regulatorios y mejorar el valor de su reputación.
    • Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos La categoría aborda la incorporación de consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza en las características de los productos y servicios proporcionados o vendidos por la empresa. Incluye, entre otras cosas, la gestión de los impactos del ciclo de vida de los productos y servicios, como los relacionados con el envasado, la distribución, la intensidad de los recursos en la fase de uso y otras externalidades medioambientales y sociales que pueden producirse durante su fase de uso o al final de su vida. Esta categoría refleja la capacidad de una empresa para responder a la demanda de los clientes y de la sociedad de productos y servicios más sostenibles, así como para cumplir la normativa medioambiental y social en evolución. No aborda las repercusiones medioambientales o sociales directas de las operaciones de la empresa ni los riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores derivados del uso de los productos, que se tratan en otras categorías.
      • Abastecimiento, embalaje y marketing de productos Las empresas del sector de distribuidores y minoristas especializados y multilínea venden una amplia gama de artículos, como productos electrónicos, ropa, muebles o cosméticos, que tienen diversos impactos ambientales y sociales a lo largo de sus ciclos de vida. El tamaño y el consiguiente poder de adquisición de muchas empresas de este sector les permite colaborar con sus proveedores para obtener productos y embalajes con un menor impacto ambiental y social a lo largo del ciclo de vida. Las empresas con buena gestión en este sentido pueden beneficiarse del aumento de la demanda de los clientes y la mejora de márgenes. La adopción de un enfoque proactivo para involucrar a los proveedores, el uso de estándares de certificación y la reducción del impacto ambiental de los embalajes, son estrategias que las empresas de este sector emplean habitualmente.
    • Comportamiento competitivo Esta categoría abarca los problemas sociales asociados a la existencia de monopolios, que pueden incluir, entre otros, precios excesivos, mala calidad del servicio e ineficiencias. Aborda la gestión de una empresa de las expectativas legales y sociales en torno a las prácticas monopolísticas y anticompetitivas, incluidas las cuestiones relacionadas con el poder de negociación, la colusión, la fijación o manipulación de precios y la protección de las patentes y la propiedad intelectual.
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    • Gestión del riesgo de incidentes críticos Esta categoría se refiere a la utilización por parte de la empresa de sistemas de gestión y planificación de escenarios para identificar, comprender y prevenir o minimizar la ocurrencia de accidentes y emergencias de baja probabilidad y alto impacto con potenciales externalidades ambientales y sociales significativas. Se refiere a la cultura de seguridad de una empresa, a sus sistemas de gestión de la seguridad y controles tecnológicos pertinentes, a las posibles implicaciones humanas, medioambientales y sociales de la ocurrencia de estos sucesos y a los efectos a largo plazo para una organización, sus trabajadores y la sociedad en caso de que se produzcan.
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  • Petróleo y gas – Midstream Remove
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    • Emisiones de GEI Esta categoría se refiere a las emisiones directas (alcance 1) de gases de efecto invernadero (GEI) que una empresa genera a través de sus operaciones. Esto incluye las emisiones de GEI procedentes de fuentes estacionarias (por ejemplo, fábricas, centrales eléctricas) y móviles (por ejemplo, camiones, vehículos de reparto, aviones), bien sea como resultado de la combustión de combustible o de liberaciones directas sin combustión durante actividades como la extracción de recursos naturales, la generación de energía, el uso de la tierra o los procesos biogénicos. La categoría incluye además la gestión de los riesgos normativos, el cumplimiento de la normativa medioambiental y los riesgos y oportunidades para la reputación, ya que están relacionados con las emisiones directas de GEI. Los siete GEI contemplados en el Protocolo de Kioto están incluidos en esta categoría: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC), hexafluoruro de azufre (SF6) y trifluoruro de nitrógeno (NF3).
      • Emisión de gases de efecto invernadero La industria midstream genera cantidades importantes de gases de efecto invernadero y otras emisiones atmosféricas procedentes de los gases de escape de los motores de los compresores, los respiraderos de los tanques de aceite y condensado, el procesamiento de gas natural y las emisiones fugitivas, además de las emisiones de fuentes móviles. Las emisiones de GEI contribuyen al cambio climático y generan costes y riesgos de cumplimiento normativo adicionales para las empresas midstream debido a las políticas de mitigación del cambio climático. Al mismo tiempo, la gestión de las emisiones fugitivas de metano, un potente gas de efecto invernadero, se ha convertido en un importante riesgo operativo, de reputación y normativo. Las repercusiones financieras para las empresas variarán en función de la ubicación concreta de las operaciones y de las normas vigentes sobre emisiones, e incluirán mayores gastos de explotación o de capital así como sanciones reglamentarias o legales. Las empresas que capturan y monetizan, o que reducen las emisiones de manera rentable mediante la aplicación de medidas innovadoras de vigilancia y mitigación y medidas de eficiencia en el uso de combustible podrían disfrutar de varios beneficios. Estas empresas tienen la oportunidad de reducir los riesgos reglamentarios y de lograr eficiencias operacionales en un entorno de crecientes preocupaciones reglamentarias y públicas sobre la calidad del aire y el cambio climático.
    • Calidad del aire Esta categoría aborda la gestión de los efectos en la calidad del aire resultantes de fuentes fijas (por ejemplo, fábricas, centrales eléctricas) y móviles (por ejemplo, camiones, vehículos de reparto, aviones), así como de las emisiones industriales. Los contaminantes atmosféricos relevantes incluyen, entre otros, los óxidos de nitrógeno (NOx), los óxidos de azufre (SOx), los compuestos orgánicos volátiles (COV), los metales pesados, las partículas y los clorofluorocarbonos. La categoría no incluye las emisiones de GEI, que se abordan en una categoría independiente.
      • Calidad del aire Las emisiones atmosféricas de las empresas midstream incluyen contaminantes atmosféricos peligrosos, contaminantes atmosféricos de criterio y compuestos orgánicos volátiles (COV), que pueden tener impactos significativos y localizados en la salud humana y el medioambiente. Son especialmente preocupantes las emisiones de dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno y COV. Los impactos financieros de las emisiones atmosféricas en las empresas variarán dependiendo de las ubicaciones específicas de las operaciones y de las normativas vigentes sobre emisiones atmosféricas. La gestión activa del tema, mediante mejoras tecnológicas y de procesos, podría permitir a las empresas limitar el impacto de los reglamentos en un entorno de crecientes preocupaciones reglamentarias y públicas sobre la calidad del aire. Las empresas podrían beneficiarse de eficiencias operativas que podrían conducir a una estructura de costes más bajos a lo largo del tiempo.
    • Gestión de la energía La categoría aborda los impactos ambientales asociados al consumo de energía. Aborda la gestión de la energía por parte de la empresa en la fabricación y/o para el suministro de productos y servicios derivados de proveedores de servicios públicos (red eléctrica) que no son propiedad de la empresa ni están controlados por ella. Más concretamente, incluye la gestión de la eficiencia e intensidad energética, la combinación de energías y la dependencia de la red. El uso de la energía en las fases anteriores (por ejemplo, los proveedores) y posteriores (por ejemplo, el uso de los productos) no está incluido en el ámbito de aplicación.
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    • Impactos ecológicos Esta categoría aborda la gestión de los impactos de la empresa en los ecosistemas y la biodiversidad a través de actividades que incluyen, entre otras, el uso de la tierra para la exploración, la extracción de recursos naturales y el cultivo, así como el desarrollo, la construcción y el emplazamiento de proyectos. Los impactos incluyen, entre otros, la pérdida de biodiversidad, la destrucción de hábitats y la deforestación en todas las fases: planificación, adquisición de terrenos, obtención de permisos, desarrollo, operaciones y rehabilitación de emplazamientos. La categoría no cubre los impactos del cambio climático en los ecosistemas y la biodiversidad.
      • Impactos ecológicos El almacenamiento y el transporte de petróleo crudo, gas natural y productos conexos a través de un vasto sistema de vehículos de transporte marítimo, oleoductos, trenes y camiones presenta un riesgo considerable para el medioambiente y las comunidades locales. Las fugas, las emisiones accidentales, los derechos de paso de los oleoductos y las servidumbres de paso abiertas sobre tierras ecológicamente sensibles podrían afectar a los ecosistemas de varias maneras, entre ellas la pérdida de hábitats naturales y los cambios en el movimiento de las especies. Los organismos reguladores, apoyados por una legislación que protege las especies en peligro y las zonas ecológicamente sensibles, exigen planes para mitigar o remediar los impactos ecológicos negativos antes de la aprobación del proyecto. Junto con los costes de cumplimiento de la reglamentación, estos pueden requerir importantes gastos de capital y operativos. A medida que aumenta la preocupación por los impactos ecológicos, las empresas podrían correr el riesgo de que se designen zonas adicionales como zonas protegidas en virtud de leyes nuevas o existentes. Las empresas que previenen y gestionan proactivamente los impactos ecológicos pueden evitar retrasos en los proyectos, descontaminación y responsabilidades por litigios, y obtener un acceso más fácil a nuevos proyectos y fuentes de ingresos.
    • Seguridad de los datos Esta categoría aborda la gestión de los riesgos relacionados con la recopilación, retención y uso de datos sensibles, confidenciales y/o de propiedad de los clientes o usuarios. Incluye los problemas sociales que pueden surgir de incidentes como las violaciones de datos en las que la información personal identificable (IPI) y otros datos de los usuarios o clientes pueden estar expuestos. Aborda la estrategia, las políticas y las prácticas de una empresa relacionadas con la infraestructura informática, la formación del personal, el mantenimiento de registros, la cooperación con las fuerzas del orden y otros mecanismos utilizados para garantizar la seguridad de los datos de los clientes o usuarios.
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    • Prácticas laborales Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para mantener las normas laborales comúnmente aceptadas en el lugar de trabajo, incluido el cumplimiento de la legislación laboral y de las normas internacionalmente aceptadas. Esto incluye, entre otras cosas, garantizar los derechos humanos básicos relacionados con el trabajo infantil, el trabajo forzoso o en régimen de servidumbre, la explotación laboral, los salarios justos y el pago de horas extras, y otros derechos básicos de los trabajadores. También incluye las políticas de salario mínimo y la provisión de beneficios, que pueden influir en la forma de atraer, retener y motivar a la mano de obra. La categoría también aborda la relación de la empresa con el trabajo organizado y la libertad de asociación.
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    • Compromiso de los empleados, diversidad e inclusión Esta categoría se refiere a la capacidad de una empresa para garantizar que su cultura y sus prácticas de contratación y promoción promuevan la creación de una plantilla diversa e inclusiva que refleje la composición de las reservas de talento locales y su base de clientes. Aborda los problemas de las prácticas discriminatorias por motivos de raza, género, etnia, religión, orientación sexual y otros factores.
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    • Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos La categoría aborda la incorporación de consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza en las características de los productos y servicios proporcionados o vendidos por la empresa. Incluye, entre otras cosas, la gestión de los impactos del ciclo de vida de los productos y servicios, como los relacionados con el envasado, la distribución, la intensidad de los recursos en la fase de uso y otras externalidades medioambientales y sociales que pueden producirse durante su fase de uso o al final de su vida. Esta categoría refleja la capacidad de una empresa para responder a la demanda de los clientes y de la sociedad de productos y servicios más sostenibles, así como para cumplir la normativa medioambiental y social en evolución. No aborda las repercusiones medioambientales o sociales directas de las operaciones de la empresa ni los riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores derivados del uso de los productos, que se tratan en otras categorías.
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    • Comportamiento competitivo Esta categoría abarca los problemas sociales asociados a la existencia de monopolios, que pueden incluir, entre otros, precios excesivos, mala calidad del servicio e ineficiencias. Aborda la gestión de una empresa de las expectativas legales y sociales en torno a las prácticas monopolísticas y anticompetitivas, incluidas las cuestiones relacionadas con el poder de negociación, la colusión, la fijación o manipulación de precios y la protección de las patentes y la propiedad intelectual.
      • Comportamiento competitivo Las empresas que poseen gasoductos e instalaciones de almacenamiento de gas natural se enfrentan a numerosos y cambiantes reglamentos de la Comisión Federal Reguladora de la Energía (FERC) en todos los aspectos de sus operaciones, incluyendo las tarifas que se cobran, el acceso que se ofrece a los gasoductos y la ubicación y construcción de nuevas instalaciones. Las empresas de gasoductos disfrutan de un monopolio natural, y los reglamentos de la FERC garantizan que las empresas no abusen de esta posición a través de precios injustos, servicios discriminatorios o por otros medios. Debido a la preocupación por los impactos de las distorsiones del mercado del petróleo y el gas en los consumidores y las empresas estadounidenses, las nuevas regulaciones de manipulación del mercado emitidas por la Comisión Federal de Comercio o la Comisión de Negociación de Futuros de Productos Básicos también podrían afectar a la industria midstream. Las empresas podrían verse afectadas por posibles cambios de tarifas, pagos de compensación o sanciones reglamentarias por violar las normas que rigen el comportamiento competitivo. Las compañías midstream se enfrentan a la incertidumbre en relación con su capacidad de cambiar las tasas cobradas, lo que podría afectar a su capacidad de recuperar costes más altos.
    • Gestión del riesgo de incidentes críticos Esta categoría se refiere a la utilización por parte de la empresa de sistemas de gestión y planificación de escenarios para identificar, comprender y prevenir o minimizar la ocurrencia de accidentes y emergencias de baja probabilidad y alto impacto con potenciales externalidades ambientales y sociales significativas. Se refiere a la cultura de seguridad de una empresa, a sus sistemas de gestión de la seguridad y controles tecnológicos pertinentes, a las posibles implicaciones humanas, medioambientales y sociales de la ocurrencia de estos sucesos y a los efectos a largo plazo para una organización, sus trabajadores y la sociedad en caso de que se produzcan.
      • Seguridad operativa, preparación y respuesta ante emergencias Las empresas midstream operan una vasta red de activos que se enfrentan a riesgos de derrames y accidentes. Cualquier incidente que resulte en la liberación no intencional de hidrocarburos podría tener un gran impacto en el medio ambiente, los empleados y las comunidades locales. Como resultado de estas preocupaciones, están surgiendo nuevas regulaciones de seguridad relacionadas con las operaciones de oleoductos y ferrocarriles. Los acontecimientos importantes podrían crear costes únicos por multas y medidas correctivas y responsabilidades contingentes para la reparación o los daños en los juicios. Estos factores también podrían erosionar la licencia social de una empresa para operar. A fin de evitar o minimizar esos riesgos, las investigaciones de incidentes pasados muestran que es sumamente importante desarrollar una sólida cultura de seguridad y establecer un enfoque exhaustivo y sistemático de la seguridad y la gestión de riesgos. Esto incluye la preparación y respuesta ante emergencias y la integridad operativa en toda la empresa y en las relaciones con los contratistas.

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