Comparación de industrias

Está viendo información sobre las siguientes industrias:

  • Materiales de construcción Las empresas de materiales de construcción operan a nivel global y producen materiales de construcción para su venta a empresas del sector o distribuidores mayoristas. Principalmente se trata de empresas de cemento y áridos, pero también de vidrio, material plástico, aislantes, ladrillos y material para tejados. Los productores de materiales explotan sus propias canteras y extraen piedra o arena molidas y grava. También pueden adquirir materias primas de los sectores minero y petrolero.
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  • Tabaco El sector tabacalero está compuesto por compañías que fabrican productos de tabaco, como cigarrillos, cigarros y productos de tabaco sin humo. Muchas grandes compañías tabacaleras realizan sus actividades a nivel mundial. Las compañías pueden obtener o vender derechos exclusivos para vender ciertas marcas de cigarrillos en diversos mercados. La mayor parte del tabaco es cultivado por cultivadores de tabaco independientes, que suelen vender sus cosechas a comerciantes de tabaco o a fabricantes contratados.
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Cuestiones relevantes para ambos Industrias (11 de 26)

¿Por qué algunas cuestiones se muestran atenuadas? Las normas SASB varían según la industria, en función de los diferentes riesgos y oportunidades de sostenibilidad de cada industria. Las cuestiones atenuadas no se identificaron durante el proceso de elaboración de normas como aquellas que pueden afectar al valor de la empresa con mayor probabilidad, por lo que no se incluyen en la norma. Con el tiempo, a medida que el Consejo de Normas SASB siga recibiendo las opiniones del mercado, es posible que se añadan o eliminen algunas cuestiones de la norma. Cada empresa determina por sí misma si una cuestión de sostenibilidad puede afectar a su capacidad de crear valor empresarial. La norma está diseñada para la empresa típica de una industria, pero las empresas individuales pueden optar por informar sobre diferentes cuestiones de sostenibilidad en función de su modelo de negocio único.

Temas de divulgación

¿Cuál es la relación entre la categoría de cuestiones generales y los temas de divulgación? La categoría de cuestiones generales es una versión independiente de la industria de los temas de divulgación que aparecen en cada norma del SASB. Los temas de divulgación representan los impactos específicos de la industria en las categorías de cuestiones generales. Los temas de divulgación específicos de la industria garantizan que cada norma del SASB se adapte a la industria, mientras que las categorías de cuestiones generales permiten la comparación entre industrias. Por ejemplo, Salud y nutrición es un tema de divulgación en la industria de las bebidas sin alcohol, que representa una medida específica de la industria de la cuestión general Bienestar del cliente. Sin embargo, la cuestión Bienestar del cliente se manifiesta como el tema de la divulgación Medicamentos falsificados en la industria Biotecnología y productos farmacéuticos.
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    • Emisiones de GEI Esta categoría se refiere a las emisiones directas (alcance 1) de gases de efecto invernadero (GEI) que una empresa genera a través de sus operaciones. Esto incluye las emisiones de GEI procedentes de fuentes estacionarias (por ejemplo, fábricas, centrales eléctricas) y móviles (por ejemplo, camiones, vehículos de reparto, aviones), bien sea como resultado de la combustión de combustible o de liberaciones directas sin combustión durante actividades como la extracción de recursos naturales, la generación de energía, el uso de la tierra o los procesos biogénicos. La categoría incluye además la gestión de los riesgos normativos, el cumplimiento de la normativa medioambiental y los riesgos y oportunidades para la reputación, ya que están relacionados con las emisiones directas de GEI. Los siete GEI contemplados en el Protocolo de Kioto están incluidos en esta categoría: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC), hexafluoruro de azufre (SF6) y trifluoruro de nitrógeno (NF3).
      • Emisión de gases de efecto invernadero La producción de materiales de construcción, sobre todo de cemento, genera importantes emisiones directas de gases de efecto invernadero (GEI) a partir de la combustión y los procesos químicos in situ. La industria ha logrado una mayor eficiencia para reducir las emisiones por tonelada de material producido. Al mismo tiempo, el aumento de la producción se asocia con un aumento de las emisiones absolutas generadas por la producción de cemento. La producción de materiales de construcción sigue siendo intensiva en carbono en relación con otros sectores, lo que expone a las empresas a mayores gastos operativos y de capital a causa de las regulaciones sobre emisiones. Las estrategias para reducir las emisiones de GEI incluyen: la eficiencia energética, el uso de combustibles alternativos y renovables, la captura de carbono y la sustitución de la escoria. La eficiencia operativa puede lograrse mediante la reducción rentable de las emisiones de GEI. Esa eficiencia puede mitigar el posible impacto financiero del aumento de los costes de los combustibles, así como de los reglamentos que tratan de limitar o poner un precio a las emisiones de GEI.
    • Calidad del aire Esta categoría aborda la gestión de los efectos en la calidad del aire resultantes de fuentes fijas (por ejemplo, fábricas, centrales eléctricas) y móviles (por ejemplo, camiones, vehículos de reparto, aviones), así como de las emisiones industriales. Los contaminantes atmosféricos relevantes incluyen, entre otros, los óxidos de nitrógeno (NOx), los óxidos de azufre (SOx), los compuestos orgánicos volátiles (COV), los metales pesados, las partículas y los clorofluorocarbonos. La categoría no incluye las emisiones de GEI, que se abordan en una categoría independiente.
      • Calidad del aire Los procesos de combustión y de producción in situ en el sector de los materiales de construcción emiten contaminantes del aire definidos y sustancias químicas peligrosas, como pequeñas cantidades de compuestos orgánicos y metales pesados. Entre las emisiones que suscitan especial preocupación figuran los óxidos de nitrógeno, los dióxidos de azufre, las partículas, los metales pesados (por ejemplo, el mercurio), las dioxinas y los compuestos orgánicos volátiles, entre otros. Estas emisiones atmosféricas pueden tener importantes repercusiones localizadas en la salud humana y el medioambiente. Los impactos financieros derivados de las emisiones atmosféricas variarán dependiendo de la ubicación específica de las operaciones y de las regulaciones aplicables, pero podrían suponer mayores gastos operativos o de capital y sanciones regulatorias o administrativas. La gestión activa en este campo (mediante mejoras tecnológicas y de procesos) podría permitir a las empresas limitar el impacto de los reglamentos y beneficiarse de una eficiencia operativa que, a la larga, generaría una menor estructura de costes.
    • Gestión de la energía La categoría aborda los impactos ambientales asociados al consumo de energía. Aborda la gestión de la energía por parte de la empresa en la fabricación y/o para el suministro de productos y servicios derivados de proveedores de servicios públicos (red eléctrica) que no son propiedad de la empresa ni están controlados por ella. Más concretamente, incluye la gestión de la eficiencia e intensidad energética, la combinación de energías y la dependencia de la red. El uso de la energía en las fases anteriores (por ejemplo, los proveedores) y posteriores (por ejemplo, el uso de los productos) no está incluido en el ámbito de aplicación.
      • Gestión de la energía La producción de materiales de construcción requiere una cantidad importante de energía que se obtiene principalmente de la combustión directa de combustibles fósiles, así como de la electricidad comprada. La producción con uso intensivo de energía tiene consecuencias para el cambio climático, y la compra de electricidad de la red puede generar emisiones indirectas de alcance 2. Las empresas de materiales de construcción también utilizan combustibles alternativos para sus hornos, como neumáticos usados y aceites residuales, a menudo generados por otros sectores. Si se gestionan adecuadamente, pueden reducir los costes de la energía y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Sin embargo, podría haber impactos potencialmente negativos, como la liberación de contaminantes del aire nocivos que las empresas deben minimizar para obtener beneficios netos del uso de esos combustibles. Las decisiones sobre el uso de combustibles alternativos, energías renovables y generación de electricidad in situ (frente a la comprada de la red) pueden influir mucho tanto en los costes como en la fiabilidad del suministro de energía. La energía asequible, fiable y de fácil acceso es un importante factor competitivo en este sector, y los combustibles y la electricidad comprados representan una proporción significativa de los costes totales de producción. La forma en que una empresa de materiales de construcción gestiona su eficiencia energética general, su dependencia de diferentes tipos de energía y los riesgos de sostenibilidad asociados, y su capacidad para acceder a fuentes de energía alternativas, puede influir en su rentabilidad.
    • Gestión del agua y las aguas residuales Esta categoría aborda el uso del agua por parte de la empresa, el consumo de agua, la generación de aguas residuales y otros efectos de las operaciones en los recursos hídricos, que pueden verse influidos por las diferencias regionales en la disponibilidad y calidad de los recursos hídricos y la competencia por ellos. Más concretamente, aborda estrategias de gestión que incluyen, entre otras, la eficiencia, la intensidad y el reciclaje del agua. Por último, la categoría también aborda la gestión del tratamiento y el vertido de las aguas residuales, incluida la contaminación de las aguas subterráneas y los acuíferos.
      • Gestión del agua La producción de materiales de construcción requiere importantes cantidades de agua. Las empresas se enfrentan a riesgos operativos, regulatorios y de reputación debido a la escasez de agua, los costes de su adquisición, las regulaciones sobre los efluentes o la cantidad de agua utilizada y la competencia con las comunidades locales y otros sectores por los limitados recursos hídricos. Es probable que los riesgos sean mayores en regiones donde hay escasez de agua, debido a las posibles limitaciones en la disponibilidad de agua y a la volatilidad de los precios. Las empresas que no puedan garantizarse un suministro estable de agua podrían sufrir interrupciones en la producción, mientras que el aumento de los precios del agua podría incrementar directamente los costes de producción. Por consiguiente, la adopción de tecnologías y procesos que reduzcan el consumo de agua podría reducir los riesgos y los costes de explotación al reducir al mínimo el impacto de la regulación, la escasez de agua y las interrupciones relacionadas con la comunidad durante las operaciones.
    • Gestión de residuos y materiales peligrosos Esta categoría se ocupa de las cuestiones medioambientales relacionadas con los residuos peligrosos y no peligrosos generados por las empresas. Aborda la gestión de los residuos sólidos de una empresa en la fabricación, la agricultura y otros procesos industriales. Abarca el tratamiento, la manipulación, el almacenamiento, la eliminación y el cumplimiento de la normativa. Esta categoría no incluye las emisiones a la atmósfera ni a las aguas residuales, ni tampoco los residuos del final de la vida útil de los productos, que se tratan en categorías distintas.
      • Gestión de residuos Los índices de reciclaje en la producción de materiales de construcción son altos. Sin embargo, los residuos de los procesos de producción, los dispositivos de control de la contaminación y las actividades de gestión de residuos peligrosos suponen un riesgo regulatorio y pueden aumentar los costes de explotación. El polvo de los hornos de cemento (CKD) (consistente en residuos de grano fino, sólidos y altamente alcalinos que se eliminan con los gases de escape de los hornos de cemento mediante dispositivos de control de la contaminación del aire) es el residuo más importante del sector. Sigue habiendo un riesgo regulatorio derivado de la evolución de las leyes ambientales locales y nacionales y de otros flujos de residuos. Las empresas que reducen los flujos de residuos (sobre todo los peligrosos) y reciclan los subproductos pueden, por tanto, reducir los riesgos y los costes regulatorios y de litigio.
    • Impactos ecológicos Esta categoría aborda la gestión de los impactos de la empresa en los ecosistemas y la biodiversidad a través de actividades que incluyen, entre otras, el uso de la tierra para la exploración, la extracción de recursos naturales y el cultivo, así como el desarrollo, la construcción y el emplazamiento de proyectos. Los impactos incluyen, entre otros, la pérdida de biodiversidad, la destrucción de hábitats y la deforestación en todas las fases: planificación, adquisición de terrenos, obtención de permisos, desarrollo, operaciones y rehabilitación de emplazamientos. La categoría no cubre los impactos del cambio climático en los ecosistemas y la biodiversidad.
      • Efectos en la biodiversidad Las empresas de materiales de construcción suelen explotar sus propias canteras cerca de las instalaciones de procesamiento. La explotación de canteras requiere la eliminación de la vegetación y la capa superior del suelo. También requiere volar y triturar los depósitos de piedra subyacentes. El proceso puede alterar permanentemente el paisaje, con los consiguientes efectos sobre la biodiversidad. Las características ambientales de los terrenos donde hay canteras podrían aumentar los costes de extracción, debido a la mayor conciencia y protección de los ecosistemas. Las empresas también podrían enfrentarse a barreras regulatorias o de reputación que les impidan acceder a zonas ecológicamente sensibles. Por ejemplo, un nuevo estado de protección de zonas donde se encuentran las reservas. Las operaciones de extracción en curso también podrían estar sujetas a leyes que protejan especies en peligro de extinción. Las empresas que tengan un plan eficaz de ordenación ambiental para las diferentes etapas del ciclo de vida del proyecto (incluida la restauración del lugar tras el cierre) podrían reducir al mínimo sus costes de cumplimiento y sus responsabilidades legales. Se enfrentarían a una menor resistencia por parte de la comunidad para la explotación de canteras en sitios nuevos, tendrían menos dificultades para obtener permisos y sufrirían menos retrasos en la finalización de proyectos.
    • Bienestar del cliente La categoría aborda las preocupaciones del bienestar de los clientes sobre cuestiones que incluyen, entre otras, la salud y la nutrición de los alimentos y las bebidas, el uso de antibióticos en la producción animal y la gestión de sustancias controladas. Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para ofrecer a los consumidores productos y servicios manufacturados que se ajusten a las expectativas de la sociedad. No incluye cuestiones directamente relacionadas con la calidad y los fallos de seguridad de los productos y servicios fabricados, sino que aborda cualidades inherentes al diseño y la prestación de productos y servicios en los que el bienestar del cliente puede estar en entredicho. El alcance de la categoría también capta la capacidad de las empresas para evitar los productos falsificados.
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    • Prácticas de venta y etiquetado de productos Esta categoría aborda los problemas sociales que pueden surgir por no gestionar la transparencia, la exactitud y la comprensibilidad de las declaraciones de marketing, la publicidad y el etiquetado de los productos y servicios. Incluye, por ejemplo, las normas y reglamentos de publicidad, las prácticas de marketing éticas y responsables, el etiquetado engañoso o confuso, así como las prácticas de venta y préstamo discriminatorias o predatorias. Esto puede incluir prácticas de venta engañosas o agresivas en las que las estructuras de incentivos para los empleados podrían fomentar la venta de productos o servicios que no son del interés de los clientes.
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    • Salud y seguridad de los empleados Esta categoría se refiere a la capacidad de una empresa para crear y mantener un entorno de trabajo seguro y saludable, libre de lesiones, muertes y enfermedades (tanto crónicas como graves). Tradicionalmente se consigue mediante la aplicación de planes de gestión de la seguridad, el desarrollo de requisitos de formación para empleados y contratistas, y la realización de auditorías periódicas de sus propias prácticas y de las de sus subcontratistas. La categoría también recoge cómo las empresas garantizan la salud física y mental de los trabajadores a través de la tecnología, la formación, la cultura corporativa, el cumplimiento de la normativa, la supervisión y las pruebas, y los equipos de protección personal.
      • Salud y seguridad de la fuerza laboral Los empleados y contratistas de las empresas de materiales de construcción se enfrentan a importantes riesgos para la salud y la seguridad. Los riesgos en este sector incluyen los derivados del uso de equipo pesado y de las operaciones de extracción. Además de los impactos agudos, los trabajadores pueden desarrollar enfermedades crónicas por inhalación de polvo de sílice, entre otros factores. Debido a estos peligros, el sector tiene tasas de mortalidad relativamente altas, y muchas empresas han puesto en práctica una sólida cultura de seguridad y políticas de salud y seguridad para mitigar los riesgos que conllevan. Las lesiones, enfermedades y muertes de trabajadores pueden acarrear sanciones regulatorias, publicidad negativa, descenso en la moral y la productividad de los trabajadores y aumento de los costes en atención médica e indemnizaciones.
    • Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos La categoría aborda la incorporación de consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza en las características de los productos y servicios proporcionados o vendidos por la empresa. Incluye, entre otras cosas, la gestión de los impactos del ciclo de vida de los productos y servicios, como los relacionados con el envasado, la distribución, la intensidad de los recursos en la fase de uso y otras externalidades medioambientales y sociales que pueden producirse durante su fase de uso o al final de su vida. Esta categoría refleja la capacidad de una empresa para responder a la demanda de los clientes y de la sociedad de productos y servicios más sostenibles, así como para cumplir la normativa medioambiental y social en evolución. No aborda las repercusiones medioambientales o sociales directas de las operaciones de la empresa ni los riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores derivados del uso de los productos, que se tratan en otras categorías.
      • Innovación de productos Las innovaciones en los materiales de construcción son un componente fundamental en el crecimiento de la construcción sostenible. Las tendencias de los consumidores y las regulaciones están impulsando en gran medida la adopción de materiales y procesos de construcción sostenibles que son más eficientes en cuanto a recursos y pueden reducir los efectos de los edificios en la salud a lo largo de su ciclo de vida. Esto a su vez crea nuevos horizontes comerciales para las empresas de materiales de construcción, que tienen la oportunidad de aumentar sus ingresos. Además, algunos nuevos productos requieren menos energía para su producción o utilizan en gran medida insumos reciclados, lo que reduce los costes de producción. Por tanto, los materiales de construcción sostenibles pueden contribuir al crecimiento y la competitividad de una empresa a largo plazo.
    • Comportamiento competitivo Esta categoría abarca los problemas sociales asociados a la existencia de monopolios, que pueden incluir, entre otros, precios excesivos, mala calidad del servicio e ineficiencias. Aborda la gestión de una empresa de las expectativas legales y sociales en torno a las prácticas monopolísticas y anticompetitivas, incluidas las cuestiones relacionadas con el poder de negociación, la colusión, la fijación o manipulación de precios y la protección de las patentes y la propiedad intelectual.
      • Transparencia e integridad de los precios En el mercado de materiales de construcción se han dado casos de competencia desleal, como el mantenimiento artificial de precios altos a través de la actividad de cártel. La mayoría de los países tienen leyes bien establecidas sobre prácticas comerciales justas para impedir tales comportamientos. Las actividades comerciales encaminadas a la fijación de precios u otro tipo de manipulación de los precios puede dar lugar a sanciones administrativas sustanciales o a la interrupción de las operaciones. La gestión de la competencia desleal dentro de una organización puede mitigar eficazmente los riesgos regulatorios, incluidos los relacionados con las investigaciones de fusiones y adquisiciones o los costes de cumplimiento.
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    • Emisiones de GEI Esta categoría se refiere a las emisiones directas (alcance 1) de gases de efecto invernadero (GEI) que una empresa genera a través de sus operaciones. Esto incluye las emisiones de GEI procedentes de fuentes estacionarias (por ejemplo, fábricas, centrales eléctricas) y móviles (por ejemplo, camiones, vehículos de reparto, aviones), bien sea como resultado de la combustión de combustible o de liberaciones directas sin combustión durante actividades como la extracción de recursos naturales, la generación de energía, el uso de la tierra o los procesos biogénicos. La categoría incluye además la gestión de los riesgos normativos, el cumplimiento de la normativa medioambiental y los riesgos y oportunidades para la reputación, ya que están relacionados con las emisiones directas de GEI. Los siete GEI contemplados en el Protocolo de Kioto están incluidos en esta categoría: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC), hexafluoruro de azufre (SF6) y trifluoruro de nitrógeno (NF3).
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    • Calidad del aire Esta categoría aborda la gestión de los efectos en la calidad del aire resultantes de fuentes fijas (por ejemplo, fábricas, centrales eléctricas) y móviles (por ejemplo, camiones, vehículos de reparto, aviones), así como de las emisiones industriales. Los contaminantes atmosféricos relevantes incluyen, entre otros, los óxidos de nitrógeno (NOx), los óxidos de azufre (SOx), los compuestos orgánicos volátiles (COV), los metales pesados, las partículas y los clorofluorocarbonos. La categoría no incluye las emisiones de GEI, que se abordan en una categoría independiente.
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    • Gestión de la energía La categoría aborda los impactos ambientales asociados al consumo de energía. Aborda la gestión de la energía por parte de la empresa en la fabricación y/o para el suministro de productos y servicios derivados de proveedores de servicios públicos (red eléctrica) que no son propiedad de la empresa ni están controlados por ella. Más concretamente, incluye la gestión de la eficiencia e intensidad energética, la combinación de energías y la dependencia de la red. El uso de la energía en las fases anteriores (por ejemplo, los proveedores) y posteriores (por ejemplo, el uso de los productos) no está incluido en el ámbito de aplicación.
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    • Gestión del agua y las aguas residuales Esta categoría aborda el uso del agua por parte de la empresa, el consumo de agua, la generación de aguas residuales y otros efectos de las operaciones en los recursos hídricos, que pueden verse influidos por las diferencias regionales en la disponibilidad y calidad de los recursos hídricos y la competencia por ellos. Más concretamente, aborda estrategias de gestión que incluyen, entre otras, la eficiencia, la intensidad y el reciclaje del agua. Por último, la categoría también aborda la gestión del tratamiento y el vertido de las aguas residuales, incluida la contaminación de las aguas subterráneas y los acuíferos.
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    • Gestión de residuos y materiales peligrosos Esta categoría se ocupa de las cuestiones medioambientales relacionadas con los residuos peligrosos y no peligrosos generados por las empresas. Aborda la gestión de los residuos sólidos de una empresa en la fabricación, la agricultura y otros procesos industriales. Abarca el tratamiento, la manipulación, el almacenamiento, la eliminación y el cumplimiento de la normativa. Esta categoría no incluye las emisiones a la atmósfera ni a las aguas residuales, ni tampoco los residuos del final de la vida útil de los productos, que se tratan en categorías distintas.
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    • Impactos ecológicos Esta categoría aborda la gestión de los impactos de la empresa en los ecosistemas y la biodiversidad a través de actividades que incluyen, entre otras, el uso de la tierra para la exploración, la extracción de recursos naturales y el cultivo, así como el desarrollo, la construcción y el emplazamiento de proyectos. Los impactos incluyen, entre otros, la pérdida de biodiversidad, la destrucción de hábitats y la deforestación en todas las fases: planificación, adquisición de terrenos, obtención de permisos, desarrollo, operaciones y rehabilitación de emplazamientos. La categoría no cubre los impactos del cambio climático en los ecosistemas y la biodiversidad.
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    • Bienestar del cliente La categoría aborda las preocupaciones del bienestar de los clientes sobre cuestiones que incluyen, entre otras, la salud y la nutrición de los alimentos y las bebidas, el uso de antibióticos en la producción animal y la gestión de sustancias controladas. Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para ofrecer a los consumidores productos y servicios manufacturados que se ajusten a las expectativas de la sociedad. No incluye cuestiones directamente relacionadas con la calidad y los fallos de seguridad de los productos y servicios fabricados, sino que aborda cualidades inherentes al diseño y la prestación de productos y servicios en los que el bienestar del cliente puede estar en entredicho. El alcance de la categoría también capta la capacidad de las empresas para evitar los productos falsificados.
      • Salud pública El consumo de tabaco puede entrañar graves riesgos para la salud, como se ha establecido en numerosos estudios científicos realizados en las últimas décadas. Los problemas de salud asociados al tabaco incluyen enfermedades pulmonares, cáncer y enfermedades cardíacas. Los fabricantes de productos de tabaco se han enfrentado a demandas de particulares, gobiernos, corporaciones y otros grupos. En algunos casos, estas han dado lugar a acuerdos multimillonarios. La creciente conciencia pública de los riesgos para la salud asociados al tabaco ha provocado que el consumo de tabaco disminuya drásticamente en muchos países. Los fabricantes de productos de tabaco están introduciendo una serie de productos que tienen un riesgo reducido, como los productos no derivados del tabaco que contienen nicotina y los productos de tabaco calentado, con el fin de reducir al mínimo los efectos del consumo de tabaco sobre la salud, al tiempo que acceden a nuevos mercados. Los futuros estudios científicos podrían alcanzar nuevas conclusiones sobre estas afirmaciones acerca de la reducción del daño, lo que generará efectos continuos en los ingresos y el potencial de crecimiento de las compañías.
    • Prácticas de venta y etiquetado de productos Esta categoría aborda los problemas sociales que pueden surgir por no gestionar la transparencia, la exactitud y la comprensibilidad de las declaraciones de marketing, la publicidad y el etiquetado de los productos y servicios. Incluye, por ejemplo, las normas y reglamentos de publicidad, las prácticas de marketing éticas y responsables, el etiquetado engañoso o confuso, así como las prácticas de venta y préstamo discriminatorias o predatorias. Esto puede incluir prácticas de venta engañosas o agresivas en las que las estructuras de incentivos para los empleados podrían fomentar la venta de productos o servicios que no son del interés de los clientes.
      • Prácticas de marketing El etiquetado y el marketing de los productos de tabaco están fuertemente regulados a nivel internacional. El Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco ha llevado a muchos países a introducir nuevos enfoques reglamentarios más estrictos, para evitar que las personas comiencen a consumir tabaco a una edad temprana, mediante una publicidad transparente sobre los riesgos del tabaco para la salud. El sector se ha enfrentado a costosas batallas legales relacionadas con el marketing y la publicidad de sus productos. El marketing de los productos combustibles y de los nuevos productos no combustibles tiene que equilibrar los requisitos reglamentarios con la necesidad de llegar a nuevos mercados. Si no se gestionan adecuadamente las externalidades sociales, la reglamentación podría resultar aún más desfavorable y erosionar la licencia social del sector para llevar a cabo su actividad. Las compañías que gestionen eficazmente este problema podrán disminuir la probabilidad de que se generen gastos extraordinarios, mejorar la cuota de mercado y reducir las responsabilidades.
    • Salud y seguridad de los empleados Esta categoría se refiere a la capacidad de una empresa para crear y mantener un entorno de trabajo seguro y saludable, libre de lesiones, muertes y enfermedades (tanto crónicas como graves). Tradicionalmente se consigue mediante la aplicación de planes de gestión de la seguridad, el desarrollo de requisitos de formación para empleados y contratistas, y la realización de auditorías periódicas de sus propias prácticas y de las de sus subcontratistas. La categoría también recoge cómo las empresas garantizan la salud física y mental de los trabajadores a través de la tecnología, la formación, la cultura corporativa, el cumplimiento de la normativa, la supervisión y las pruebas, y los equipos de protección personal.
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    • Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos La categoría aborda la incorporación de consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza en las características de los productos y servicios proporcionados o vendidos por la empresa. Incluye, entre otras cosas, la gestión de los impactos del ciclo de vida de los productos y servicios, como los relacionados con el envasado, la distribución, la intensidad de los recursos en la fase de uso y otras externalidades medioambientales y sociales que pueden producirse durante su fase de uso o al final de su vida. Esta categoría refleja la capacidad de una empresa para responder a la demanda de los clientes y de la sociedad de productos y servicios más sostenibles, así como para cumplir la normativa medioambiental y social en evolución. No aborda las repercusiones medioambientales o sociales directas de las operaciones de la empresa ni los riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores derivados del uso de los productos, que se tratan en otras categorías.
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    • Comportamiento competitivo Esta categoría abarca los problemas sociales asociados a la existencia de monopolios, que pueden incluir, entre otros, precios excesivos, mala calidad del servicio e ineficiencias. Aborda la gestión de una empresa de las expectativas legales y sociales en torno a las prácticas monopolísticas y anticompetitivas, incluidas las cuestiones relacionadas con el poder de negociación, la colusión, la fijación o manipulación de precios y la protección de las patentes y la propiedad intelectual.
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