Comparación de industrias
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Current language: Español (2018)
Está viendo información sobre las siguientes industrias:
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Alimentos procesados
El sector de los alimentos procesados incluye compañías que procesan y envasan alimentos como el pan, los alimentos congelados, los tentempiés, los alimentos para mascotas y los condimentos para el consumo minorista. Normalmente, estos productos se preparan para el consumo, se comercializan para los consumidores minoristas y pueden encontrarse en los estantes de tiendas de alimentación. El sector se caracteriza por las grandes y complejas cadenas de suministro de los ingredientes, ya que muchas compañías se abastecen de ingredientes procedentes de todo el mundo. Las grandes compañías trabajan a nivel mundial, y las oportunidades internacionales están impulsando el crecimiento. -
Bienes inmuebles
El sector inmobiliario está compuesto por compañías que poseen, desarrollan y generalmente manejan activos inmobiliarios que generan ingresos. Las compañías de este sector suelen estructurarse como fondos de inversión inmobiliaria (FII) y operan en una amplia gama de segmentos dentro del sector inmobiliario, que incluyen viviendas, comercios, oficinas, centros sanitarios, industrias y hoteles. Los FII se centran normalmente en la propiedad directa de los activos inmobiliarios, proporcionando así a los inversores la oportunidad de obtener una exposición inmobiliaria sin tener la propiedad de los activos ni gestionarlos directamente. Aunque los FII suelen concentrarse en un segmento del sector inmobiliario, muchos FII se diversifican invirtiendo en varios tipos de inmueble.
Cuestiones relevantes para ambos Industrias (9 de 26)
¿Por qué algunas cuestiones se muestran atenuadas?
Las normas SASB varían según la industria, en función de los diferentes riesgos y oportunidades de sostenibilidad de cada industria. Las cuestiones atenuadas no se identificaron durante el proceso de elaboración de normas como aquellas que pueden afectar al valor de la empresa con mayor probabilidad, por lo que no se incluyen en la norma. Con el tiempo, a medida que el Consejo de Normas SASB siga recibiendo las opiniones del mercado, es posible que se añadan o eliminen algunas cuestiones de la norma. Cada empresa determina por sí misma si una cuestión de sostenibilidad puede afectar a su capacidad de crear valor empresarial. La norma está diseñada para la empresa típica de una industria, pero las empresas individuales pueden optar por informar sobre diferentes cuestiones de sostenibilidad en función de su modelo de negocio único.-
Medio ambiente
- Emisiones de GEI
- Calidad del aire
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Gestión de la energía
La categoría aborda los impactos ambientales asociados al consumo de energía. Aborda la gestión de la energía por parte de la empresa en la fabricación y/o para el suministro de productos y servicios derivados de proveedores de servicios públicos (red eléctrica) que no son propiedad de la empresa ni están controlados por ella. Más concretamente, incluye la gestión de la eficiencia e intensidad energética, la combinación de energías y la dependencia de la red. El uso de la energía en las fases anteriores (por ejemplo, los proveedores) y posteriores (por ejemplo, el uso de los productos) no está incluido en el ámbito de aplicación. -
Gestión del agua y las aguas residuales
Esta categoría aborda el uso del agua por parte de la empresa, el consumo de agua, la generación de aguas residuales y otros efectos de las operaciones en los recursos hídricos, que pueden verse influidos por las diferencias regionales en la disponibilidad y calidad de los recursos hídricos y la competencia por ellos. Más concretamente, aborda estrategias de gestión que incluyen, entre otras, la eficiencia, la intensidad y el reciclaje del agua. Por último, la categoría también aborda la gestión del tratamiento y el vertido de las aguas residuales, incluida la contaminación de las aguas subterráneas y los acuíferos. - Gestión de residuos y materiales peligrosos
- Impactos ecológicos
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Capital social
- Derechos humanos y relaciones comunitarias
- Privacidad del cliente
- Seguridad de los datos
- Acceso y asequibilidad
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Calidad y seguridad de los productos
Esta categoría aborda cuestiones relacionadas con las características no deseadas de los productos vendidos o los servicios prestados que pueden crear riesgos para la salud o la seguridad de los usuarios finales. Se refiere a la capacidad de una empresa para ofrecer productos y/o servicios manufacturados que cumplan las expectativas de los clientes con respecto a sus características de salud y seguridad. Incluye, entre otras, cuestiones relacionadas con la responsabilidad, la gestión de las retiradas del mercado, las pruebas de los productos y la gestión de las sustancias químicas/contenidos/ingredientes de los productos. -
Bienestar del cliente
La categoría aborda las preocupaciones del bienestar de los clientes sobre cuestiones que incluyen, entre otras, la salud y la nutrición de los alimentos y las bebidas, el uso de antibióticos en la producción animal y la gestión de sustancias controladas. Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para ofrecer a los consumidores productos y servicios manufacturados que se ajusten a las expectativas de la sociedad. No incluye cuestiones directamente relacionadas con la calidad y los fallos de seguridad de los productos y servicios fabricados, sino que aborda cualidades inherentes al diseño y la prestación de productos y servicios en los que el bienestar del cliente puede estar en entredicho. El alcance de la categoría también capta la capacidad de las empresas para evitar los productos falsificados. -
Prácticas de venta y etiquetado de productos
Esta categoría aborda los problemas sociales que pueden surgir por no gestionar la transparencia, la exactitud y la comprensibilidad de las declaraciones de marketing, la publicidad y el etiquetado de los productos y servicios. Incluye, por ejemplo, las normas y reglamentos de publicidad, las prácticas de marketing éticas y responsables, el etiquetado engañoso o confuso, así como las prácticas de venta y préstamo discriminatorias o predatorias. Esto puede incluir prácticas de venta engañosas o agresivas en las que las estructuras de incentivos para los empleados podrían fomentar la venta de productos o servicios que no son del interés de los clientes.
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Capital humano
- Prácticas laborales
- Salud y seguridad de los empleados
- Compromiso de los empleados, diversidad e inclusión
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Modelo de negocio e innovación
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Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos
La categoría aborda la incorporación de consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza en las características de los productos y servicios proporcionados o vendidos por la empresa. Incluye, entre otras cosas, la gestión de los impactos del ciclo de vida de los productos y servicios, como los relacionados con el envasado, la distribución, la intensidad de los recursos en la fase de uso y otras externalidades medioambientales y sociales que pueden producirse durante su fase de uso o al final de su vida. Esta categoría refleja la capacidad de una empresa para responder a la demanda de los clientes y de la sociedad de productos y servicios más sostenibles, así como para cumplir la normativa medioambiental y social en evolución. No aborda las repercusiones medioambientales o sociales directas de las operaciones de la empresa ni los riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores derivados del uso de los productos, que se tratan en otras categorías. - Resiliencia del modelo de negocio
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Gestión de la cadena de suministro
Esta categoría aborda la gestión de los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza dentro de la cadena de suministro de una empresa. Aborda las cuestiones relacionadas con las externalidades medioambientales y sociales creadas por los proveedores a través de sus actividades operativas. Estas cuestiones incluyen, entre otras, la responsabilidad medioambiental, los derechos humanos, las prácticas laborales y la ética y la corrupción. La gestión puede implicar el cribado, la selección, el seguimiento y el compromiso con los proveedores sobre sus impactos ambientales y sociales. Esta categoría no aborda las repercusiones de los factores externos, tales como el cambio climático y otros factores medioambientales y sociales, en las operaciones de los proveedores y/o en la disponibilidad y el precio de los recursos clave, que se tratan en una categoría aparte. -
Abastecimiento y eficiencia de los materiales
Esta categoría aborda cuestiones relacionadas con la resistencia de las cadenas de suministro de materiales a los impactos del cambio climático y otros factores ambientales y sociales externos. Plasma las repercusiones de estos factores externos en la actividad operativa de los proveedores, que pueden afectar además a la disponibilidad y el precio de los recursos clave. Aborda la capacidad de una empresa para gestionar estos riesgos a través del diseño, la fabricación y la gestión del final de la vida útil del producto, por ejemplo, mediante el uso de materiales reciclados y renovables, la reducción del uso de materiales clave (desmaterialización), la maximización de la eficiencia de los recursos en la fabricación y la realización de inversiones en I+D en materiales sustitutivos. Además, las empresas pueden gestionar estas cuestiones mediante la selección, el seguimiento y el compromiso con los proveedores para garantizar su resistencia a los riesgos externos. No aborda las cuestiones relacionadas con las externalidades medioambientales y sociales creadas por la actividad operativa de los proveedores individuales, que se tratan en una categoría aparte. -
Impactos físicos del cambio climático
Esta categoría aborda la capacidad de la empresa para gestionar los riesgos y las oportunidades asociados a la exposición directa de los activos y operaciones que posee o controla a los impactos físicos reales o potenciales del cambio climático. Recoge los problemas medioambientales y sociales que pueden surgir de las interrupciones operativas debidas a los impactos físicos del cambio climático. Además, recoge los problemas socioeconómicos derivados de que las empresas no incorporen la consideración del cambio climático en los productos y servicios que venden, como el caso de las pólizas de seguros y las hipotecas. Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para adaptarse a la mayor frecuencia y gravedad de los fenómenos meteorológicos extremos, los cambios climáticos, el riesgo del nivel del mar y otros impactos físicos previstos del cambio climático. La gestión puede implicar la mejora de la resiliencia de los activos físicos y/o de las infraestructuras circundantes, así como la incorporación de consideraciones relacionadas con el cambio climático en las principales actividades empresariales (por ejemplo, la suscripción de hipotecas y seguros, la planificación y el desarrollo de proyectos inmobiliarios).
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Liderazgo y gobernanza
- Ética empresarial
- Comportamiento competitivo
- Gestión del entorno jurídico y reglamentario
- Gestión del riesgo de incidentes críticos
- Gestión del riesgo sistémico
Temas de divulgación
¿Cuál es la relación entre la categoría de cuestiones generales y los temas de divulgación?
La categoría de cuestiones generales es una versión independiente de la industria de los temas de divulgación que aparecen en cada norma del SASB. Los temas de divulgación representan los impactos específicos de la industria en las categorías de cuestiones generales. Los temas de divulgación específicos de la industria garantizan que cada norma del SASB se adapte a la industria, mientras que las categorías de cuestiones generales permiten la comparación entre industrias. Por ejemplo, Salud y nutrición es un tema de divulgación en la industria de las bebidas sin alcohol, que representa una medida específica de la industria de la cuestión general Bienestar del cliente. Sin embargo, la cuestión Bienestar del cliente se manifiesta como el tema de la divulgación Medicamentos falsificados en la industria Biotecnología y productos farmacéuticos.-
Access Standard
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Gestión de la energía
La categoría aborda los impactos ambientales asociados al consumo de energía. Aborda la gestión de la energía por parte de la empresa en la fabricación y/o para el suministro de productos y servicios derivados de proveedores de servicios públicos (red eléctrica) que no son propiedad de la empresa ni están controlados por ella. Más concretamente, incluye la gestión de la eficiencia e intensidad energética, la combinación de energías y la dependencia de la red. El uso de la energía en las fases anteriores (por ejemplo, los proveedores) y posteriores (por ejemplo, el uso de los productos) no está incluido en el ámbito de aplicación.-
Gestión de la energía
El sector de los alimentos procesados depende, en gran medida, de la energía y el combustible como principales insumos para crear valor durante la fabricación de productos alimenticios. La energía es necesaria para hacer funcionar grandes instalaciones de fabricación para la cocción, la refrigeración y el envasado. La producción y el consumo energéticos provocan importantes efectos medioambientales, como el cambio climático y la contaminación, que pueden repercutir indirectamente, aunque sustancialmente, sobre los resultados de explotación de las compañías procesadoras de alimentos. La eficiencia energética durante la producción y la distribución podrá mitigar la exposición a la volatilidad de los costes energéticos y limitar la contribución de las compañías a las emisiones directas e indirectas de gases de efecto invernadero (GEI). Los productores podrán reducir aún más el riesgo que suponen los costes volátiles de la energía procedente de los combustibles fósiles (en particular, el gas natural, que se utiliza mucho en el sector) diversificando su cartera energética entre distintas fuentes. Las decisiones relativas al uso de combustibles alternativos, energías renovables y generación de electricidad in situ frente a la compra a la red, podrán desempeñar un papel importante que influya tanto en los costes como en la fiabilidad del suministro de energía.
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Gestión del agua y las aguas residuales
Esta categoría aborda el uso del agua por parte de la empresa, el consumo de agua, la generación de aguas residuales y otros efectos de las operaciones en los recursos hídricos, que pueden verse influidos por las diferencias regionales en la disponibilidad y calidad de los recursos hídricos y la competencia por ellos. Más concretamente, aborda estrategias de gestión que incluyen, entre otras, la eficiencia, la intensidad y el reciclaje del agua. Por último, la categoría también aborda la gestión del tratamiento y el vertido de las aguas residuales, incluida la contaminación de las aguas subterráneas y los acuíferos.-
Gestión del agua
Las compañías procesadoras de alimentos dependen de un gran suministro de agua para cocinar, procesar y limpiar los productos acabados. Además, las compañías del sector generan y deben gestionar sus descargas de aguas residuales procedentes de las actividades de procesamiento. A medida que la escasez de agua se convierte en un tema de creciente importancia, las compañías procesadoras de alimentos, especialmente las que trabajan en regiones en las que hay estrés hídrico, podrían enfrentarse a riesgos operativos cada vez mayores. Las compañías del sector podrían afrontar superiores costes operativos así como la escasez de agua, debido a la disponibilidad física o a los reglamentos. Las compañías podrán gestionar los riesgos y las oportunidades relacionados con el agua mediante inversiones de capital y evaluando la ubicación de las instalaciones en cuanto a los riesgos de escasez de agua, las mejoras de la eficiencia operativa y las asociaciones con los organismos reguladores y las comunidades en cuestiones relacionadas con el acceso al agua y los efluentes.
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Calidad y seguridad de los productos
Esta categoría aborda cuestiones relacionadas con las características no deseadas de los productos vendidos o los servicios prestados que pueden crear riesgos para la salud o la seguridad de los usuarios finales. Se refiere a la capacidad de una empresa para ofrecer productos y/o servicios manufacturados que cumplan las expectativas de los clientes con respecto a sus características de salud y seguridad. Incluye, entre otras, cuestiones relacionadas con la responsabilidad, la gestión de las retiradas del mercado, las pruebas de los productos y la gestión de las sustancias químicas/contenidos/ingredientes de los productos.-
Seguridad alimentaria
La seguridad alimentaria, en lo que respecta a la calidad de la producción, los desperdicios, la contaminación, la trazabilidad de la cadena de suministro y el etiquetado de las alergias, puede afectar sustancialmente a las compañías procesadoras de alimentos. Las retiradas del mercado por seguridad alimentaria pueden producirse por numerosas razones, entre ellas, los defectos del envasado, la contaminación de los alimentos, los desperdicios y el etiquetado erróneo. Los problemas de seguridad alimentaria que surgen en la cadena de suministro de una compañía suelen dar lugar a retiradas de productos finales y también pueden influir en la reputación de la marca, las operaciones y los ingresos de las compañías procesadoras de alimentos. La trazabilidad de la cadena de suministro es una gran preocupación para las compañías del sector, en particular, a raíz de las nuevas reglamentaciones. Una gestión deficiente de la calidad y la seguridad de los alimentos puede perjudicar el valor de la marca, disminuir los ingresos y aumentar los costes asociados a las retiradas de los productos, las multas, las pérdidas de inventario o los litigios. Obtener certificaciones de seguridad alimentaria o garantizar que los proveedores cumplan las directrices de seguridad alimentaria podrá ayudar a las compañías del sector a salvaguardar la seguridad de los productos y a comunicar la calidad de sus productos a los minoristas y los consumidores.
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Bienestar del cliente
La categoría aborda las preocupaciones del bienestar de los clientes sobre cuestiones que incluyen, entre otras, la salud y la nutrición de los alimentos y las bebidas, el uso de antibióticos en la producción animal y la gestión de sustancias controladas. Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para ofrecer a los consumidores productos y servicios manufacturados que se ajusten a las expectativas de la sociedad. No incluye cuestiones directamente relacionadas con la calidad y los fallos de seguridad de los productos y servicios fabricados, sino que aborda cualidades inherentes al diseño y la prestación de productos y servicios en los que el bienestar del cliente puede estar en entredicho. El alcance de la categoría también capta la capacidad de las empresas para evitar los productos falsificados.-
Salud y nutrición
Los problemas nutricionales y sanitarios importantes, como la obesidad, la seguridad de los ingredientes y el valor nutricional están conformando el panorama competitivo del sector de los alimentos procesados. Las características sanitarias y nutricionales de los productos e ingredientes del sector son motivo de creciente preocupación tanto para los consumidores como para los organismos reguladores, lo que crea la posibilidad de que estas cuestiones afecten a la reputación de una compañía procesadora de alimentos y a su licencia de explotación. Las nuevas reglamentaciones, incluidos los impuestos sobre los alimentos procesados, pueden afectar a la rentabilidad del sector y plantear riesgos a largo plazo en forma de reducción de la demanda de los productos del sector. Las compañías que se adapten a las cambiantes preferencias de los consumidores para promover ofertas más saludables y nutritivas podrán estar mejor posicionadas para ganar cuota de mercado en un segmento cada vez más amplio, lo que evitará, al mismo tiempo, los riesgos asociados a la posible reglamentación y a las fluctuaciones de la demanda.
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Prácticas de venta y etiquetado de productos
Esta categoría aborda los problemas sociales que pueden surgir por no gestionar la transparencia, la exactitud y la comprensibilidad de las declaraciones de marketing, la publicidad y el etiquetado de los productos y servicios. Incluye, por ejemplo, las normas y reglamentos de publicidad, las prácticas de marketing éticas y responsables, el etiquetado engañoso o confuso, así como las prácticas de venta y préstamo discriminatorias o predatorias. Esto puede incluir prácticas de venta engañosas o agresivas en las que las estructuras de incentivos para los empleados podrían fomentar la venta de productos o servicios que no son del interés de los clientes.-
Etiquetado y marketing de productos
La comunicación con los consumidores mediante el etiquetado y la comercialización de los productos es una faceta importante de las compañías procesadoras de alimentos. La exactitud y la profundidad de la información presentada en el etiquetado de los alimentos es importante para los reguladores y los consumidores. Las reglamentaciones sobre el etiquetado obligan a proporcionar una información específica y detallada del producto, para garantizar la seguridad alimentaria e informar a los consumidores sobre el contenido nutricional. Además, para ayudarse a tomar decisiones de compra, los consumidores están cada vez más interesados en obtener más información sobre los ingredientes utilizados en los alimentos procesados, como el contenido de organismos modificados genéticamente (OMG), así como los métodos de producción que se han utilizado. Otra esfera de preocupación pública son las prácticas de marketing de las compañías procesadoras de alimentos, especialmente las dirigidas a los niños o las que se refieren a las alegaciones nutricionales, y si ofrecen información potencialmente falsa o engañosa. Las cuestiones relativas al etiquetado y el marketing de los productos pueden afectar al panorama competitivo del sector, ya que las compañías pueden ser objeto de litigios o críticas a causa de declaraciones engañosas o por no adaptarse a la demanda de los consumidores de una mayor transparencia en el etiquetado. Además, los reglamentos sobre el etiquetado y el marketing de productos introducen costes a corto plazo para su cumplimiento y entrañan el riesgo de sanciones o litigios. Todos estos factores pueden repercutir en el valor de la marca de una compañía, los costes de explotación y el crecimiento de los ingresos.
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Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos
La categoría aborda la incorporación de consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza en las características de los productos y servicios proporcionados o vendidos por la empresa. Incluye, entre otras cosas, la gestión de los impactos del ciclo de vida de los productos y servicios, como los relacionados con el envasado, la distribución, la intensidad de los recursos en la fase de uso y otras externalidades medioambientales y sociales que pueden producirse durante su fase de uso o al final de su vida. Esta categoría refleja la capacidad de una empresa para responder a la demanda de los clientes y de la sociedad de productos y servicios más sostenibles, así como para cumplir la normativa medioambiental y social en evolución. No aborda las repercusiones medioambientales o sociales directas de las operaciones de la empresa ni los riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores derivados del uso de los productos, que se tratan en otras categorías.-
Gestión del ciclo de vida de los envases
Los materiales de embalaje representan un importante coste comercial e intervienen en la huella ambiental de las compañías procesadoras de alimentos. Cada etapa del ciclo de vida de un paquete, como el diseño, el transporte y la eliminación, plantea sus propios y únicos desafíos y oportunidades medioambientales. Las empresas pueden verse afectadas por las reglamentaciones sobre los materiales de envasado permitidos o la gestión del final de la vida útil de los envases. Las compañías procesadoras de alimentos pueden trabajar con los fabricantes de envases en el diseño de los mismos para ahorrar costes, mejorar la reputación de la marca y reducir el impacto medioambiental. Innovaciones como los materiales ligeros también pueden generar beneficios en el coste del transporte de mercancías. Otras innovaciones pueden mejorar la gestión de los productos al final de su vida útil, por ejemplo, mediante el uso de materiales reciclables o compostables, que pueden mitigar los posibles riesgos relacionados con los costes y el cumplimiento.
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Gestión de la cadena de suministro
Esta categoría aborda la gestión de los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza dentro de la cadena de suministro de una empresa. Aborda las cuestiones relacionadas con las externalidades medioambientales y sociales creadas por los proveedores a través de sus actividades operativas. Estas cuestiones incluyen, entre otras, la responsabilidad medioambiental, los derechos humanos, las prácticas laborales y la ética y la corrupción. La gestión puede implicar el cribado, la selección, el seguimiento y el compromiso con los proveedores sobre sus impactos ambientales y sociales. Esta categoría no aborda las repercusiones de los factores externos, tales como el cambio climático y otros factores medioambientales y sociales, en las operaciones de los proveedores y/o en la disponibilidad y el precio de los recursos clave, que se tratan en una categoría aparte.-
Impactos ambientales y sociales de la cadena de suministro de ingredientes
Las compañías del sector de los alimentos procesados gestionan las cadenas de suministro mundiales para abastecerse de una amplia gama de insumos de ingredientes. La forma en que las compañías seleccionan, supervisan y se comprometen con los proveedores en temas medioambientales y sociales afecta a la capacidad de las compañías para mantener un suministro constante y gestionar las fluctuaciones de los precios. Los problemas de gestión de la cadena de suministro relacionados con las prácticas laborales y medioambientales, la ética o la corrupción también pueden derivar en multas reglamentarias o en el aumento de los costes de explotación a largo plazo para las compañías. La naturaleza del sector, orientada al consumidor, aumenta los riesgos de reputación asociados al la actuación de los proveedores. Las compañías podrán colaborar con los proveedores clave para gestionar los riesgos medioambientales y sociales, para mejorar la resistencia de la cadena de suministro, mitigar los riesgos de reputación y aumentar potencialmente la demanda de los consumidores o captar nuevas oportunidades de mercado.
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Abastecimiento y eficiencia de los materiales
Esta categoría aborda cuestiones relacionadas con la resistencia de las cadenas de suministro de materiales a los impactos del cambio climático y otros factores ambientales y sociales externos. Plasma las repercusiones de estos factores externos en la actividad operativa de los proveedores, que pueden afectar además a la disponibilidad y el precio de los recursos clave. Aborda la capacidad de una empresa para gestionar estos riesgos a través del diseño, la fabricación y la gestión del final de la vida útil del producto, por ejemplo, mediante el uso de materiales reciclados y renovables, la reducción del uso de materiales clave (desmaterialización), la maximización de la eficiencia de los recursos en la fabricación y la realización de inversiones en I+D en materiales sustitutivos. Además, las empresas pueden gestionar estas cuestiones mediante la selección, el seguimiento y el compromiso con los proveedores para garantizar su resistencia a los riesgos externos. No aborda las cuestiones relacionadas con las externalidades medioambientales y sociales creadas por la actividad operativa de los proveedores individuales, que se tratan en una categoría aparte.-
Suministro de ingredientes
Las compañías del sector de los alimentos procesados se abastecen de una amplia gama de ingredientes, en gran parte insumos agrícolas, suministrados por proveedores mundiales. La capacidad del sector para abastecerse de ingredientes y a ciertos niveles de precios fluctúa con la disponibilidad de la oferta, que puede verse afectada por el cambio climático, la escasez de agua, la ordenación de la tierra y otras consideraciones relativas a la escasez de recursos. Esta exposición puede dar lugar a una volatilidad de los precios que a su vez afecta a la rentabilidad de las compañías. El cambio climático, la escasez de agua y las restricciones para el uso de la tierra presentan riesgos para la capacidad a largo plazo de una compañía de abastecerse de materiales e ingredientes esenciales. Las compañías que se abastezcan de ingredientes que sean más productivos y menos intensivos en recursos, o que trabajen en estrecha colaboración con los proveedores para aumentar su adaptabilidad al cambio climático y a otros riesgos de escasez de recursos, estarán mejor protegidas contra la volatilidad de los precios o las interrupciones del suministro.
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Impactos físicos del cambio climático
Esta categoría aborda la capacidad de la empresa para gestionar los riesgos y las oportunidades asociados a la exposición directa de los activos y operaciones que posee o controla a los impactos físicos reales o potenciales del cambio climático. Recoge los problemas medioambientales y sociales que pueden surgir de las interrupciones operativas debidas a los impactos físicos del cambio climático. Además, recoge los problemas socioeconómicos derivados de que las empresas no incorporen la consideración del cambio climático en los productos y servicios que venden, como el caso de las pólizas de seguros y las hipotecas. Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para adaptarse a la mayor frecuencia y gravedad de los fenómenos meteorológicos extremos, los cambios climáticos, el riesgo del nivel del mar y otros impactos físicos previstos del cambio climático. La gestión puede implicar la mejora de la resiliencia de los activos físicos y/o de las infraestructuras circundantes, así como la incorporación de consideraciones relacionadas con el cambio climático en las principales actividades empresariales (por ejemplo, la suscripción de hipotecas y seguros, la planificación y el desarrollo de proyectos inmobiliarios).None
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Access Standard
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Gestión de la energía
La categoría aborda los impactos ambientales asociados al consumo de energía. Aborda la gestión de la energía por parte de la empresa en la fabricación y/o para el suministro de productos y servicios derivados de proveedores de servicios públicos (red eléctrica) que no son propiedad de la empresa ni están controlados por ella. Más concretamente, incluye la gestión de la eficiencia e intensidad energética, la combinación de energías y la dependencia de la red. El uso de la energía en las fases anteriores (por ejemplo, los proveedores) y posteriores (por ejemplo, el uso de los productos) no está incluido en el ámbito de aplicación.-
Gestión de la energía
Los activos inmobiliarios consumen cantidades notables de energía, principalmente por el calentamiento de espacios, la ventilación, el aire acondicionado, el calentamiento del agua, la iluminación y el uso de maquinaria y aparatos. El tipo de energía utilizada, la magnitud del consumo y las estrategias de gestión energética dependen, en gran medida, de la clase de activo inmobiliario, entre otros factores. En general, el consumo de electricidad de la red es la forma predominante de energía consumida, aunque la quema de combustible in situ y la producción de energía renovable también cumplen una función importante. Los costes energéticos pueden ser sufragados por las compañías del sector o los ocupantes de los inmuebles; en cualquier caso, la gestión energética es una cuestión importante para el sector. En la medida en que el propietario del inmueble asume la responsabilidad directa de los costes energéticos, esos costes suelen representar importantes gastos operativos, lo que indica intrínsecamente la importancia de la gestión energética. La volatilidad de los precios de la energía y la tendencia general al aumento de los precios de la electricidad, las reglamentaciones relacionadas con la energía, las amplias variaciones de la eficiencia energética de los edificios existentes y las oportunidades de mejorar la eficiencia mediante inversiones de capital económicamente atractivas son otros tantos indicios de la importancia de la gestión energética. No obstante, es probable que los costes energéticos asumidos por los ocupantes, ya sea en su totalidad o en parte, tengan una repercusión significativa sobre las compañías del sector, aunque a través de canales diferentes. La eficiencia energética de los edificios es un motor notable de la demanda de alquileres, ya que les permite controlar los costes de explotación, mitigar los efectos medioambientales de las actividades y, a menudo igualmente importante, mantener la reputación de conservar los recursos. Además, los propietarios de bienes inmuebles podrían exponerse a reglamentos relacionados con la energía, incluso cuando los costes energéticos fueran responsabilidad de los ocupantes. En general, las compañías del sector que gestionen eficazmente la eficiencia energética de sus inmuebles podrán ver reducidos los costes de explotación y los riesgos de incumplimiento normativo, así como aumentar la demanda de alquileres, los precios de los alquileres y las tasas de ocupación, todo lo cual impulsará la apreciación de los ingresos y el valor de los inmuebles. La mejora de la eficiencia energética de los inmuebles depende en gran medida del tipo de inmueble y de su ubicación, el mercado del alquiler al que se destina, los códigos de construcción locales, las oportunidades físicas y jurídicas para instalar energía renovable distribuida, la capacidad de medir el consumo y la eficiencia del parque de edificios existentes, entre otros factores.
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Gestión del agua y las aguas residuales
Esta categoría aborda el uso del agua por parte de la empresa, el consumo de agua, la generación de aguas residuales y otros efectos de las operaciones en los recursos hídricos, que pueden verse influidos por las diferencias regionales en la disponibilidad y calidad de los recursos hídricos y la competencia por ellos. Más concretamente, aborda estrategias de gestión que incluyen, entre otras, la eficiencia, la intensidad y el reciclaje del agua. Por último, la categoría también aborda la gestión del tratamiento y el vertido de las aguas residuales, incluida la contaminación de las aguas subterráneas y los acuíferos.-
Gestión del agua
Los edificios consumen cantidades importantes de agua en sus servicios, a través de las instalaciones de agua, la maquinaria de construcción, los electrodomésticos y el riego. Los gastos de explotación resultantes del consumo de agua pueden representar costes notables en función del tipo de inmueble, los usos de los arrendatarios, la ubicación geográfica y otros factores. Las compañías del sector pueden ser responsables de los costes de agua de un edificio o de los costes de agua de las zonas comunes, aunque es habitual asignar la totalidad o una parte de esos costes a los ocupantes. En estos acuerdos, la gestión de los recursos hídricos sigue desempeñando un papel importante a través de la demanda de alquileres y la exposición a las reglamentaciones. Los arrendatarios pueden evaluar la eficiencia del uso del agua de los activos inmobiliarios en un esfuerzo por controlar los costes operativos, mitigar los efectos medioambientales de los usos y, a menudo igualmente importante, mantener la reputación de conservar los recursos. Además, los propietarios de los inmuebles pueden estar expuestos a los reglamentos relacionados con el agua incluso cuando los costes del agua sean responsabilidad de los ocupantes. En general, las compañías del sector que gestionan eficazmente la eficiencia del uso del agua de los inmuebles, incluso cuando no están expuestas directamente a los costes del agua, podrán ver reducidos los costes de explotación y la exposición a las reglamentaciones, así como el aumento de la demanda de alquileres, los precios de los alquileres y las tasas de ocupación, todo lo cual impulsará la apreciación de los ingresos y el valor de los inmuebles. Los aumentos históricos a largo plazo de los costes del agua (y las expectativas de que sigan aumentando debido al consumo excesivo y a la limitación de los suministros como consecuencia del crecimiento y los desplazamientos de la población, la contaminación y el cambio climático) indican la elevada importancia de la gestión de los recursos hídricos. La capacidad de mejorar la eficiencia de los recursos hídricos depende, en gran medida, del tipo de inmueble, la disponibilidad de agua en la zona, el mercado del alquiler al que se destina, los códigos de construcción locales, la capacidad de medir el consumo y el nivel de eficiencia actual de los edificios existentes, entre otros factores.
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Calidad y seguridad de los productos
Esta categoría aborda cuestiones relacionadas con las características no deseadas de los productos vendidos o los servicios prestados que pueden crear riesgos para la salud o la seguridad de los usuarios finales. Se refiere a la capacidad de una empresa para ofrecer productos y/o servicios manufacturados que cumplan las expectativas de los clientes con respecto a sus características de salud y seguridad. Incluye, entre otras, cuestiones relacionadas con la responsabilidad, la gestión de las retiradas del mercado, las pruebas de los productos y la gestión de las sustancias químicas/contenidos/ingredientes de los productos.None -
Bienestar del cliente
La categoría aborda las preocupaciones del bienestar de los clientes sobre cuestiones que incluyen, entre otras, la salud y la nutrición de los alimentos y las bebidas, el uso de antibióticos en la producción animal y la gestión de sustancias controladas. Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para ofrecer a los consumidores productos y servicios manufacturados que se ajusten a las expectativas de la sociedad. No incluye cuestiones directamente relacionadas con la calidad y los fallos de seguridad de los productos y servicios fabricados, sino que aborda cualidades inherentes al diseño y la prestación de productos y servicios en los que el bienestar del cliente puede estar en entredicho. El alcance de la categoría también capta la capacidad de las empresas para evitar los productos falsificados.None -
Prácticas de venta y etiquetado de productos
Esta categoría aborda los problemas sociales que pueden surgir por no gestionar la transparencia, la exactitud y la comprensibilidad de las declaraciones de marketing, la publicidad y el etiquetado de los productos y servicios. Incluye, por ejemplo, las normas y reglamentos de publicidad, las prácticas de marketing éticas y responsables, el etiquetado engañoso o confuso, así como las prácticas de venta y préstamo discriminatorias o predatorias. Esto puede incluir prácticas de venta engañosas o agresivas en las que las estructuras de incentivos para los empleados podrían fomentar la venta de productos o servicios que no son del interés de los clientes.None -
Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos
La categoría aborda la incorporación de consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza en las características de los productos y servicios proporcionados o vendidos por la empresa. Incluye, entre otras cosas, la gestión de los impactos del ciclo de vida de los productos y servicios, como los relacionados con el envasado, la distribución, la intensidad de los recursos en la fase de uso y otras externalidades medioambientales y sociales que pueden producirse durante su fase de uso o al final de su vida. Esta categoría refleja la capacidad de una empresa para responder a la demanda de los clientes y de la sociedad de productos y servicios más sostenibles, así como para cumplir la normativa medioambiental y social en evolución. No aborda las repercusiones medioambientales o sociales directas de las operaciones de la empresa ni los riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores derivados del uso de los productos, que se tratan en otras categorías.-
Gestión de los efectos de los arrendatarios sobre la sostenibilidad
Los activos inmobiliarios generan importantes efectos sobre la sostenibilidad, incluido el consumo de los recursos, es decir, la generación de residuos energéticos e hídricos, y los efectos sobre la salud de los ocupantes a través de la calidad del medioambiente en el interior del inmueble. Si bien las compañías del sector son propietarias de activos inmobiliarios, son las operaciones de arrendamiento de esos inmuebles las que constituyen el motor dominante de los efectos sobre la sostenibilidad producidos por el entorno construido. Los arrendatarios pueden diseñar y construir espacios arrendados de acuerdo con sus necesidades de uso. A su vez, este uso consume importantes cantidades de energía y agua, genera residuos y afecta a la salud de quienes viven, trabajan, compran o visitan los inmuebles. Si bien esos efectos sobre la sostenibilidad suelen generarse por el uso y las actividades de los arrendatarios, los propietarios de los inmuebles tienen un papel importante en la influencia de los efectos sobre la sostenibilidad por parte de los arrendatarios. La manera en que las compañías del sector estructuren sus acuerdos, contratos y relaciones con los arrendatarios será decisiva para gestionar eficazmente los efectos sobre la sostenibilidad por parte de sus arrendatarios y, en última instancia, los impactos de sus inmuebles. La gestión de los efectos sobre la sostenibilidad por parte de los arrendatarios podría incluir la mitigación del problema de los incentivos en pugna mediante la armonización de los intereses financieros de ambas partes con los resultados de la sostenibilidad, el establecimiento de una medición y comunicación sistemáticas de los datos sobre el consumo de recursos, la creación de objetivos de eficiencia compartidos y el establecimiento de requisitos mínimos de eficiencia o diseño de la sostenibilidad, entre otras estrategias. La gestión eficaz de las repercusiones sobre la sostenibilidad por parte de los arrendatarios, en particular, en lo que respecta a la energía, el agua y la calidad medioambiental en el interior del inmueble, podría impulsar la apreciación del valor de los inmuebles, aumentar la demanda de alquileres y la satisfacción de los arrendatarios, reducir los costes directos de explotación o disminuir los riesgos relacionados con los códigos y reglamentos de construcción.
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Gestión de la cadena de suministro
Esta categoría aborda la gestión de los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza dentro de la cadena de suministro de una empresa. Aborda las cuestiones relacionadas con las externalidades medioambientales y sociales creadas por los proveedores a través de sus actividades operativas. Estas cuestiones incluyen, entre otras, la responsabilidad medioambiental, los derechos humanos, las prácticas laborales y la ética y la corrupción. La gestión puede implicar el cribado, la selección, el seguimiento y el compromiso con los proveedores sobre sus impactos ambientales y sociales. Esta categoría no aborda las repercusiones de los factores externos, tales como el cambio climático y otros factores medioambientales y sociales, en las operaciones de los proveedores y/o en la disponibilidad y el precio de los recursos clave, que se tratan en una categoría aparte.None -
Abastecimiento y eficiencia de los materiales
Esta categoría aborda cuestiones relacionadas con la resistencia de las cadenas de suministro de materiales a los impactos del cambio climático y otros factores ambientales y sociales externos. Plasma las repercusiones de estos factores externos en la actividad operativa de los proveedores, que pueden afectar además a la disponibilidad y el precio de los recursos clave. Aborda la capacidad de una empresa para gestionar estos riesgos a través del diseño, la fabricación y la gestión del final de la vida útil del producto, por ejemplo, mediante el uso de materiales reciclados y renovables, la reducción del uso de materiales clave (desmaterialización), la maximización de la eficiencia de los recursos en la fabricación y la realización de inversiones en I+D en materiales sustitutivos. Además, las empresas pueden gestionar estas cuestiones mediante la selección, el seguimiento y el compromiso con los proveedores para garantizar su resistencia a los riesgos externos. No aborda las cuestiones relacionadas con las externalidades medioambientales y sociales creadas por la actividad operativa de los proveedores individuales, que se tratan en una categoría aparte.None -
Impactos físicos del cambio climático
Esta categoría aborda la capacidad de la empresa para gestionar los riesgos y las oportunidades asociados a la exposición directa de los activos y operaciones que posee o controla a los impactos físicos reales o potenciales del cambio climático. Recoge los problemas medioambientales y sociales que pueden surgir de las interrupciones operativas debidas a los impactos físicos del cambio climático. Además, recoge los problemas socioeconómicos derivados de que las empresas no incorporen la consideración del cambio climático en los productos y servicios que venden, como el caso de las pólizas de seguros y las hipotecas. Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para adaptarse a la mayor frecuencia y gravedad de los fenómenos meteorológicos extremos, los cambios climáticos, el riesgo del nivel del mar y otros impactos físicos previstos del cambio climático. La gestión puede implicar la mejora de la resiliencia de los activos físicos y/o de las infraestructuras circundantes, así como la incorporación de consideraciones relacionadas con el cambio climático en las principales actividades empresariales (por ejemplo, la suscripción de hipotecas y seguros, la planificación y el desarrollo de proyectos inmobiliarios).-
Adaptación al cambio climático
El cambio climático afecta a las compañías del sector a través de fenómenos meteorológicos extremos frecuentes o de gran impacto y de la modificación de los patrones climáticos. Es probable que la manera en que el modelo comercial de una compañía se estructure para incorporar evaluaciones continuas de los riesgos del cambio climático, y la adaptación a esos riesgos, esté cada vez más relacionada con el valor de la compañía a largo plazo. Más concretamente, las estrategias de inversión en inmuebles situados en llanuras inundables y regiones costeras expuestas a las inclemencias del tiempo pueden tener mayores necesidades en cuanto a la mitigación de los riesgos y la adaptación del modelo empresarial al cambio climático a largo plazo. Estas estrategias son especialmente importantes a la luz de los desafíos a largo plazo asociados a las tarifas de seguro de inundación, la estabilidad financiera de los programas de seguros contra inundaciones subvencionados por el gobierno y las estipulaciones de financiación u otras inquietudes de los acreedores. Además de los seguros, otras medidas de mitigación de los riesgos incluyen las mejoras de la resistencia física de los inmuebles y de las condiciones de arrendamiento que transfieren el riesgo a los arrendatarios, aunque estas medidas pueden crear sus propios costes y riesgos para las compañías inmobiliarias. Para garantizar el crecimiento a largo plazo y la protección del valor accionarial, las compañías deberán aplicar estrategias de adaptación al cambio climático que sean integrales, tengan en cuenta las compensaciones entre las diversas estrategias de mitigación de los riesgos e incluyan la ponderación de todos los costes y beneficios proyectados a largo plazo.
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Categoría de cuestiones generales
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Alimentos procesados
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Bienes inmuebles
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Gestión de la energía
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Gestión de la energía
El sector de los alimentos procesados depende, en gran medida, de la energía y el combustible como principales insumos para crear valor durante la fabricación de productos alimenticios. La energía es necesaria para hacer funcionar grandes instalaciones de fabricación para la cocción, la refrigeración y el envasado. La producción y el consumo energéticos provocan importantes efectos medioambientales, como el cambio climático y la contaminación, que pueden repercutir indirectamente, aunque sustancialmente, sobre los resultados de explotación de las compañías procesadoras de alimentos. La eficiencia energética durante la producción y la distribución podrá mitigar la exposición a la volatilidad de los costes energéticos y limitar la contribución de las compañías a las emisiones directas e indirectas de gases de efecto invernadero (GEI). Los productores podrán reducir aún más el riesgo que suponen los costes volátiles de la energía procedente de los combustibles fósiles (en particular, el gas natural, que se utiliza mucho en el sector) diversificando su cartera energética entre distintas fuentes. Las decisiones relativas al uso de combustibles alternativos, energías renovables y generación de electricidad in situ frente a la compra a la red, podrán desempeñar un papel importante que influya tanto en los costes como en la fiabilidad del suministro de energía.
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Gestión de la energía
Los activos inmobiliarios consumen cantidades notables de energía, principalmente por el calentamiento de espacios, la ventilación, el aire acondicionado, el calentamiento del agua, la iluminación y el uso de maquinaria y aparatos. El tipo de energía utilizada, la magnitud del consumo y las estrategias de gestión energética dependen, en gran medida, de la clase de activo inmobiliario, entre otros factores. En general, el consumo de electricidad de la red es la forma predominante de energía consumida, aunque la quema de combustible in situ y la producción de energía renovable también cumplen una función importante. Los costes energéticos pueden ser sufragados por las compañías del sector o los ocupantes de los inmuebles; en cualquier caso, la gestión energética es una cuestión importante para el sector. En la medida en que el propietario del inmueble asume la responsabilidad directa de los costes energéticos, esos costes suelen representar importantes gastos operativos, lo que indica intrínsecamente la importancia de la gestión energética. La volatilidad de los precios de la energía y la tendencia general al aumento de los precios de la electricidad, las reglamentaciones relacionadas con la energía, las amplias variaciones de la eficiencia energética de los edificios existentes y las oportunidades de mejorar la eficiencia mediante inversiones de capital económicamente atractivas son otros tantos indicios de la importancia de la gestión energética. No obstante, es probable que los costes energéticos asumidos por los ocupantes, ya sea en su totalidad o en parte, tengan una repercusión significativa sobre las compañías del sector, aunque a través de canales diferentes. La eficiencia energética de los edificios es un motor notable de la demanda de alquileres, ya que les permite controlar los costes de explotación, mitigar los efectos medioambientales de las actividades y, a menudo igualmente importante, mantener la reputación de conservar los recursos. Además, los propietarios de bienes inmuebles podrían exponerse a reglamentos relacionados con la energía, incluso cuando los costes energéticos fueran responsabilidad de los ocupantes. En general, las compañías del sector que gestionen eficazmente la eficiencia energética de sus inmuebles podrán ver reducidos los costes de explotación y los riesgos de incumplimiento normativo, así como aumentar la demanda de alquileres, los precios de los alquileres y las tasas de ocupación, todo lo cual impulsará la apreciación de los ingresos y el valor de los inmuebles. La mejora de la eficiencia energética de los inmuebles depende en gran medida del tipo de inmueble y de su ubicación, el mercado del alquiler al que se destina, los códigos de construcción locales, las oportunidades físicas y jurídicas para instalar energía renovable distribuida, la capacidad de medir el consumo y la eficiencia del parque de edificios existentes, entre otros factores.
Gestión del agua y las aguas residuales
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Gestión del agua
Las compañías procesadoras de alimentos dependen de un gran suministro de agua para cocinar, procesar y limpiar los productos acabados. Además, las compañías del sector generan y deben gestionar sus descargas de aguas residuales procedentes de las actividades de procesamiento. A medida que la escasez de agua se convierte en un tema de creciente importancia, las compañías procesadoras de alimentos, especialmente las que trabajan en regiones en las que hay estrés hídrico, podrían enfrentarse a riesgos operativos cada vez mayores. Las compañías del sector podrían afrontar superiores costes operativos así como la escasez de agua, debido a la disponibilidad física o a los reglamentos. Las compañías podrán gestionar los riesgos y las oportunidades relacionados con el agua mediante inversiones de capital y evaluando la ubicación de las instalaciones en cuanto a los riesgos de escasez de agua, las mejoras de la eficiencia operativa y las asociaciones con los organismos reguladores y las comunidades en cuestiones relacionadas con el acceso al agua y los efluentes.
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Gestión del agua
Los edificios consumen cantidades importantes de agua en sus servicios, a través de las instalaciones de agua, la maquinaria de construcción, los electrodomésticos y el riego. Los gastos de explotación resultantes del consumo de agua pueden representar costes notables en función del tipo de inmueble, los usos de los arrendatarios, la ubicación geográfica y otros factores. Las compañías del sector pueden ser responsables de los costes de agua de un edificio o de los costes de agua de las zonas comunes, aunque es habitual asignar la totalidad o una parte de esos costes a los ocupantes. En estos acuerdos, la gestión de los recursos hídricos sigue desempeñando un papel importante a través de la demanda de alquileres y la exposición a las reglamentaciones. Los arrendatarios pueden evaluar la eficiencia del uso del agua de los activos inmobiliarios en un esfuerzo por controlar los costes operativos, mitigar los efectos medioambientales de los usos y, a menudo igualmente importante, mantener la reputación de conservar los recursos. Además, los propietarios de los inmuebles pueden estar expuestos a los reglamentos relacionados con el agua incluso cuando los costes del agua sean responsabilidad de los ocupantes. En general, las compañías del sector que gestionan eficazmente la eficiencia del uso del agua de los inmuebles, incluso cuando no están expuestas directamente a los costes del agua, podrán ver reducidos los costes de explotación y la exposición a las reglamentaciones, así como el aumento de la demanda de alquileres, los precios de los alquileres y las tasas de ocupación, todo lo cual impulsará la apreciación de los ingresos y el valor de los inmuebles. Los aumentos históricos a largo plazo de los costes del agua (y las expectativas de que sigan aumentando debido al consumo excesivo y a la limitación de los suministros como consecuencia del crecimiento y los desplazamientos de la población, la contaminación y el cambio climático) indican la elevada importancia de la gestión de los recursos hídricos. La capacidad de mejorar la eficiencia de los recursos hídricos depende, en gran medida, del tipo de inmueble, la disponibilidad de agua en la zona, el mercado del alquiler al que se destina, los códigos de construcción locales, la capacidad de medir el consumo y el nivel de eficiencia actual de los edificios existentes, entre otros factores.
Calidad y seguridad de los productos
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Seguridad alimentaria
La seguridad alimentaria, en lo que respecta a la calidad de la producción, los desperdicios, la contaminación, la trazabilidad de la cadena de suministro y el etiquetado de las alergias, puede afectar sustancialmente a las compañías procesadoras de alimentos. Las retiradas del mercado por seguridad alimentaria pueden producirse por numerosas razones, entre ellas, los defectos del envasado, la contaminación de los alimentos, los desperdicios y el etiquetado erróneo. Los problemas de seguridad alimentaria que surgen en la cadena de suministro de una compañía suelen dar lugar a retiradas de productos finales y también pueden influir en la reputación de la marca, las operaciones y los ingresos de las compañías procesadoras de alimentos. La trazabilidad de la cadena de suministro es una gran preocupación para las compañías del sector, en particular, a raíz de las nuevas reglamentaciones. Una gestión deficiente de la calidad y la seguridad de los alimentos puede perjudicar el valor de la marca, disminuir los ingresos y aumentar los costes asociados a las retiradas de los productos, las multas, las pérdidas de inventario o los litigios. Obtener certificaciones de seguridad alimentaria o garantizar que los proveedores cumplan las directrices de seguridad alimentaria podrá ayudar a las compañías del sector a salvaguardar la seguridad de los productos y a comunicar la calidad de sus productos a los minoristas y los consumidores.
Bienestar del cliente
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Salud y nutrición
Los problemas nutricionales y sanitarios importantes, como la obesidad, la seguridad de los ingredientes y el valor nutricional están conformando el panorama competitivo del sector de los alimentos procesados. Las características sanitarias y nutricionales de los productos e ingredientes del sector son motivo de creciente preocupación tanto para los consumidores como para los organismos reguladores, lo que crea la posibilidad de que estas cuestiones afecten a la reputación de una compañía procesadora de alimentos y a su licencia de explotación. Las nuevas reglamentaciones, incluidos los impuestos sobre los alimentos procesados, pueden afectar a la rentabilidad del sector y plantear riesgos a largo plazo en forma de reducción de la demanda de los productos del sector. Las compañías que se adapten a las cambiantes preferencias de los consumidores para promover ofertas más saludables y nutritivas podrán estar mejor posicionadas para ganar cuota de mercado en un segmento cada vez más amplio, lo que evitará, al mismo tiempo, los riesgos asociados a la posible reglamentación y a las fluctuaciones de la demanda.
Prácticas de venta y etiquetado de productos
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Etiquetado y marketing de productos
La comunicación con los consumidores mediante el etiquetado y la comercialización de los productos es una faceta importante de las compañías procesadoras de alimentos. La exactitud y la profundidad de la información presentada en el etiquetado de los alimentos es importante para los reguladores y los consumidores. Las reglamentaciones sobre el etiquetado obligan a proporcionar una información específica y detallada del producto, para garantizar la seguridad alimentaria e informar a los consumidores sobre el contenido nutricional. Además, para ayudarse a tomar decisiones de compra, los consumidores están cada vez más interesados en obtener más información sobre los ingredientes utilizados en los alimentos procesados, como el contenido de organismos modificados genéticamente (OMG), así como los métodos de producción que se han utilizado. Otra esfera de preocupación pública son las prácticas de marketing de las compañías procesadoras de alimentos, especialmente las dirigidas a los niños o las que se refieren a las alegaciones nutricionales, y si ofrecen información potencialmente falsa o engañosa. Las cuestiones relativas al etiquetado y el marketing de los productos pueden afectar al panorama competitivo del sector, ya que las compañías pueden ser objeto de litigios o críticas a causa de declaraciones engañosas o por no adaptarse a la demanda de los consumidores de una mayor transparencia en el etiquetado. Además, los reglamentos sobre el etiquetado y el marketing de productos introducen costes a corto plazo para su cumplimiento y entrañan el riesgo de sanciones o litigios. Todos estos factores pueden repercutir en el valor de la marca de una compañía, los costes de explotación y el crecimiento de los ingresos.
Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos
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Gestión del ciclo de vida de los envases
Los materiales de embalaje representan un importante coste comercial e intervienen en la huella ambiental de las compañías procesadoras de alimentos. Cada etapa del ciclo de vida de un paquete, como el diseño, el transporte y la eliminación, plantea sus propios y únicos desafíos y oportunidades medioambientales. Las empresas pueden verse afectadas por las reglamentaciones sobre los materiales de envasado permitidos o la gestión del final de la vida útil de los envases. Las compañías procesadoras de alimentos pueden trabajar con los fabricantes de envases en el diseño de los mismos para ahorrar costes, mejorar la reputación de la marca y reducir el impacto medioambiental. Innovaciones como los materiales ligeros también pueden generar beneficios en el coste del transporte de mercancías. Otras innovaciones pueden mejorar la gestión de los productos al final de su vida útil, por ejemplo, mediante el uso de materiales reciclables o compostables, que pueden mitigar los posibles riesgos relacionados con los costes y el cumplimiento.
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Gestión de los efectos de los arrendatarios sobre la sostenibilidad
Los activos inmobiliarios generan importantes efectos sobre la sostenibilidad, incluido el consumo de los recursos, es decir, la generación de residuos energéticos e hídricos, y los efectos sobre la salud de los ocupantes a través de la calidad del medioambiente en el interior del inmueble. Si bien las compañías del sector son propietarias de activos inmobiliarios, son las operaciones de arrendamiento de esos inmuebles las que constituyen el motor dominante de los efectos sobre la sostenibilidad producidos por el entorno construido. Los arrendatarios pueden diseñar y construir espacios arrendados de acuerdo con sus necesidades de uso. A su vez, este uso consume importantes cantidades de energía y agua, genera residuos y afecta a la salud de quienes viven, trabajan, compran o visitan los inmuebles. Si bien esos efectos sobre la sostenibilidad suelen generarse por el uso y las actividades de los arrendatarios, los propietarios de los inmuebles tienen un papel importante en la influencia de los efectos sobre la sostenibilidad por parte de los arrendatarios. La manera en que las compañías del sector estructuren sus acuerdos, contratos y relaciones con los arrendatarios será decisiva para gestionar eficazmente los efectos sobre la sostenibilidad por parte de sus arrendatarios y, en última instancia, los impactos de sus inmuebles. La gestión de los efectos sobre la sostenibilidad por parte de los arrendatarios podría incluir la mitigación del problema de los incentivos en pugna mediante la armonización de los intereses financieros de ambas partes con los resultados de la sostenibilidad, el establecimiento de una medición y comunicación sistemáticas de los datos sobre el consumo de recursos, la creación de objetivos de eficiencia compartidos y el establecimiento de requisitos mínimos de eficiencia o diseño de la sostenibilidad, entre otras estrategias. La gestión eficaz de las repercusiones sobre la sostenibilidad por parte de los arrendatarios, en particular, en lo que respecta a la energía, el agua y la calidad medioambiental en el interior del inmueble, podría impulsar la apreciación del valor de los inmuebles, aumentar la demanda de alquileres y la satisfacción de los arrendatarios, reducir los costes directos de explotación o disminuir los riesgos relacionados con los códigos y reglamentos de construcción.
Gestión de la cadena de suministro
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Impactos ambientales y sociales de la cadena de suministro de ingredientes
Las compañías del sector de los alimentos procesados gestionan las cadenas de suministro mundiales para abastecerse de una amplia gama de insumos de ingredientes. La forma en que las compañías seleccionan, supervisan y se comprometen con los proveedores en temas medioambientales y sociales afecta a la capacidad de las compañías para mantener un suministro constante y gestionar las fluctuaciones de los precios. Los problemas de gestión de la cadena de suministro relacionados con las prácticas laborales y medioambientales, la ética o la corrupción también pueden derivar en multas reglamentarias o en el aumento de los costes de explotación a largo plazo para las compañías. La naturaleza del sector, orientada al consumidor, aumenta los riesgos de reputación asociados al la actuación de los proveedores. Las compañías podrán colaborar con los proveedores clave para gestionar los riesgos medioambientales y sociales, para mejorar la resistencia de la cadena de suministro, mitigar los riesgos de reputación y aumentar potencialmente la demanda de los consumidores o captar nuevas oportunidades de mercado.
Abastecimiento y eficiencia de los materiales
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Suministro de ingredientes
Las compañías del sector de los alimentos procesados se abastecen de una amplia gama de ingredientes, en gran parte insumos agrícolas, suministrados por proveedores mundiales. La capacidad del sector para abastecerse de ingredientes y a ciertos niveles de precios fluctúa con la disponibilidad de la oferta, que puede verse afectada por el cambio climático, la escasez de agua, la ordenación de la tierra y otras consideraciones relativas a la escasez de recursos. Esta exposición puede dar lugar a una volatilidad de los precios que a su vez afecta a la rentabilidad de las compañías. El cambio climático, la escasez de agua y las restricciones para el uso de la tierra presentan riesgos para la capacidad a largo plazo de una compañía de abastecerse de materiales e ingredientes esenciales. Las compañías que se abastezcan de ingredientes que sean más productivos y menos intensivos en recursos, o que trabajen en estrecha colaboración con los proveedores para aumentar su adaptabilidad al cambio climático y a otros riesgos de escasez de recursos, estarán mejor protegidas contra la volatilidad de los precios o las interrupciones del suministro.
Impactos físicos del cambio climático
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Adaptación al cambio climático
El cambio climático afecta a las compañías del sector a través de fenómenos meteorológicos extremos frecuentes o de gran impacto y de la modificación de los patrones climáticos. Es probable que la manera en que el modelo comercial de una compañía se estructure para incorporar evaluaciones continuas de los riesgos del cambio climático, y la adaptación a esos riesgos, esté cada vez más relacionada con el valor de la compañía a largo plazo. Más concretamente, las estrategias de inversión en inmuebles situados en llanuras inundables y regiones costeras expuestas a las inclemencias del tiempo pueden tener mayores necesidades en cuanto a la mitigación de los riesgos y la adaptación del modelo empresarial al cambio climático a largo plazo. Estas estrategias son especialmente importantes a la luz de los desafíos a largo plazo asociados a las tarifas de seguro de inundación, la estabilidad financiera de los programas de seguros contra inundaciones subvencionados por el gobierno y las estipulaciones de financiación u otras inquietudes de los acreedores. Además de los seguros, otras medidas de mitigación de los riesgos incluyen las mejoras de la resistencia física de los inmuebles y de las condiciones de arrendamiento que transfieren el riesgo a los arrendatarios, aunque estas medidas pueden crear sus propios costes y riesgos para las compañías inmobiliarias. Para garantizar el crecimiento a largo plazo y la protección del valor accionarial, las compañías deberán aplicar estrategias de adaptación al cambio climático que sean integrales, tengan en cuenta las compensaciones entre las diversas estrategias de mitigación de los riesgos e incluyan la ponderación de todos los costes y beneficios proyectados a largo plazo.