Comparación de industrias
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Está viendo información sobre las siguientes industrias:
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Actividades de gestión y custodia de activos
El sector de actividades de gestión y custodia de activos está formado por empresas que gestionan carteras de inversiones a comisión o en base a honorarios para inversores institucionales, minoristas y de alto valor neto. Además, las empresas de este sector prestan servicios de gestión del patrimonio, banca privada, planificación financiera y asesoramiento de inversiones y corretaje de valores al por menor. Las carteras y estrategias de inversión pueden diversificarse en múltiples clases de activos, que incluyen, entre otros, acciones, renta fija e inversiones en fondos de cobertura. Algunas empresas específicas se dedican a inversiones de capital de riesgo y de capital privado. La industria proporciona un servicio esencial para ayudar a una serie de clientes, desde inversores minoristas individuales hasta grandes propietarios de activos institucionales, a cumplir con objetivos de inversión específicos. Las empresas del sector van desde grandes gestores de activos multinacionales con una amplia gama de productos, estrategias y clases de activos en los que se puede invertir hasta pequeñas empresas boutique que prestan servicios a un nicho de mercado muy específico. Mientras que las grandes empresas generalmente compiten sobre la base de los honorarios de gestión que cobran por sus servicios, así como su potencial para generar un rendimiento superior de las inversiones, las empresas más pequeñas generalmente compiten en su capacidad para proporcionar productos y servicios orientados a clientes individuales para satisfacer sus necesidades de diversificación. La crisis financiera de 2008 y los acontecimientos reglamentarios posteriores ponen de relieve el impacto social del sector en lo que respecta a la prestación de un asesoramiento justo a los clientes y a la gestión de los riesgos a nivel de entidad, de cartera y de toda la economía. Además, el impacto colectivo de la industria en la asignación de capital crea una responsabilidad de integrar los factores de sostenibilidad en las decisiones de inversión y en la gestión. -
Sustancias químicas
Las compañías del sector químico transforman las materias primas orgánicas e inorgánicas en más de 70 000 productos diversos con una gama de aplicaciones industriales, farmacéuticas, agrícolas, de vivienda, automotrices y de consumo. El sector se suele segmentar en sustancias químicas básicas (productos básicos), sustancias químicas agrícolas y sustancias químicas especializadas. Las sustancias químicas básicas, el mayor segmento por volumen producido, incluyen: polímeros a granel, sustancias petroquímicas, sustancias químicas inorgánicas y otras sustancias químicas industriales. Las sustancias químicas agrícolas incluyen: fertilizantes, sustancias químicas para cultivos y biotecnología agrícola. Las sustancias químicas especializadas incluyen: pinturas y revestimientos, sustancia agroquímicas, selladores, adhesivos, tintes, gases industriales, resinas y catalizadores. Las compañías de mayor tamaño pueden fabricarsimultáneamente sustancias químicas básicas, agrícolas y especializadas, mientras que la mayoría de las compañías se especializan en alguno de los productos. Las compañías químicas suelen fabricar y vender productos a nivel mundial.
Cuestiones relevantes para ambos Industrias (13 de 26)
¿Por qué algunas cuestiones se muestran atenuadas?
Las normas SASB varían según la industria, en función de los diferentes riesgos y oportunidades de sostenibilidad de cada industria. Las cuestiones atenuadas no se identificaron durante el proceso de elaboración de normas como aquellas que pueden afectar al valor de la empresa con mayor probabilidad, por lo que no se incluyen en la norma. Con el tiempo, a medida que el Consejo de Normas SASB siga recibiendo las opiniones del mercado, es posible que se añadan o eliminen algunas cuestiones de la norma. Cada empresa determina por sí misma si una cuestión de sostenibilidad puede afectar a su capacidad de crear valor empresarial. La norma está diseñada para la empresa típica de una industria, pero las empresas individuales pueden optar por informar sobre diferentes cuestiones de sostenibilidad en función de su modelo de negocio único.-
Medio ambiente
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Emisiones de GEI
Esta categoría se refiere a las emisiones directas (alcance 1) de gases de efecto invernadero (GEI) que una empresa genera a través de sus operaciones. Esto incluye las emisiones de GEI procedentes de fuentes estacionarias (por ejemplo, fábricas, centrales eléctricas) y móviles (por ejemplo, camiones, vehículos de reparto, aviones), bien sea como resultado de la combustión de combustible o de liberaciones directas sin combustión durante actividades como la extracción de recursos naturales, la generación de energía, el uso de la tierra o los procesos biogénicos. La categoría incluye además la gestión de los riesgos normativos, el cumplimiento de la normativa medioambiental y los riesgos y oportunidades para la reputación, ya que están relacionados con las emisiones directas de GEI. Los siete GEI contemplados en el Protocolo de Kioto están incluidos en esta categoría: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC), hexafluoruro de azufre (SF6) y trifluoruro de nitrógeno (NF3). -
Calidad del aire
Esta categoría aborda la gestión de los efectos en la calidad del aire resultantes de fuentes fijas (por ejemplo, fábricas, centrales eléctricas) y móviles (por ejemplo, camiones, vehículos de reparto, aviones), así como de las emisiones industriales. Los contaminantes atmosféricos relevantes incluyen, entre otros, los óxidos de nitrógeno (NOx), los óxidos de azufre (SOx), los compuestos orgánicos volátiles (COV), los metales pesados, las partículas y los clorofluorocarbonos. La categoría no incluye las emisiones de GEI, que se abordan en una categoría independiente. -
Gestión de la energía
La categoría aborda los impactos ambientales asociados al consumo de energía. Aborda la gestión de la energía por parte de la empresa en la fabricación y/o para el suministro de productos y servicios derivados de proveedores de servicios públicos (red eléctrica) que no son propiedad de la empresa ni están controlados por ella. Más concretamente, incluye la gestión de la eficiencia e intensidad energética, la combinación de energías y la dependencia de la red. El uso de la energía en las fases anteriores (por ejemplo, los proveedores) y posteriores (por ejemplo, el uso de los productos) no está incluido en el ámbito de aplicación. -
Gestión del agua y las aguas residuales
Esta categoría aborda el uso del agua por parte de la empresa, el consumo de agua, la generación de aguas residuales y otros efectos de las operaciones en los recursos hídricos, que pueden verse influidos por las diferencias regionales en la disponibilidad y calidad de los recursos hídricos y la competencia por ellos. Más concretamente, aborda estrategias de gestión que incluyen, entre otras, la eficiencia, la intensidad y el reciclaje del agua. Por último, la categoría también aborda la gestión del tratamiento y el vertido de las aguas residuales, incluida la contaminación de las aguas subterráneas y los acuíferos. -
Gestión de residuos y materiales peligrosos
Esta categoría se ocupa de las cuestiones medioambientales relacionadas con los residuos peligrosos y no peligrosos generados por las empresas. Aborda la gestión de los residuos sólidos de una empresa en la fabricación, la agricultura y otros procesos industriales. Abarca el tratamiento, la manipulación, el almacenamiento, la eliminación y el cumplimiento de la normativa. Esta categoría no incluye las emisiones a la atmósfera ni a las aguas residuales, ni tampoco los residuos del final de la vida útil de los productos, que se tratan en categorías distintas. - Impactos ecológicos
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Capital social
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Derechos humanos y relaciones comunitarias
Esta categoría aborda la gestión de la relación entre las empresas y las comunidades en las que operan, incluidas, entre otras, la gestión de los impactos directos e indirectos sobre los derechos humanos fundamentales y el tratamiento de los pueblos indígenas. Más concretamente, dicha gestión puede abarcar los impactos socioeconómicos en la comunidad, el compromiso de la comunidad, la justicia medioambiental, el cultivo de la mano de obra local, el impacto en las empresas locales, la licencia para operar y las evaluaciones de impacto medioambiental/social. La categoría no incluye impactos ambientales tales como la contaminación atmosférica o los residuos que, aunque pueden afectar a la salud y la seguridad de los miembros de las comunidades locales, se tratan en categorías separadas. - Privacidad del cliente
- Seguridad de los datos
- Acceso y asequibilidad
- Calidad y seguridad de los productos
- Bienestar del cliente
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Prácticas de venta y etiquetado de productos
Esta categoría aborda los problemas sociales que pueden surgir por no gestionar la transparencia, la exactitud y la comprensibilidad de las declaraciones de marketing, la publicidad y el etiquetado de los productos y servicios. Incluye, por ejemplo, las normas y reglamentos de publicidad, las prácticas de marketing éticas y responsables, el etiquetado engañoso o confuso, así como las prácticas de venta y préstamo discriminatorias o predatorias. Esto puede incluir prácticas de venta engañosas o agresivas en las que las estructuras de incentivos para los empleados podrían fomentar la venta de productos o servicios que no son del interés de los clientes.
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Capital humano
- Prácticas laborales
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Salud y seguridad de los empleados
Esta categoría se refiere a la capacidad de una empresa para crear y mantener un entorno de trabajo seguro y saludable, libre de lesiones, muertes y enfermedades (tanto crónicas como graves). Tradicionalmente se consigue mediante la aplicación de planes de gestión de la seguridad, el desarrollo de requisitos de formación para empleados y contratistas, y la realización de auditorías periódicas de sus propias prácticas y de las de sus subcontratistas. La categoría también recoge cómo las empresas garantizan la salud física y mental de los trabajadores a través de la tecnología, la formación, la cultura corporativa, el cumplimiento de la normativa, la supervisión y las pruebas, y los equipos de protección personal. -
Compromiso de los empleados, diversidad e inclusión
Esta categoría se refiere a la capacidad de una empresa para garantizar que su cultura y sus prácticas de contratación y promoción promuevan la creación de una plantilla diversa e inclusiva que refleje la composición de las reservas de talento locales y su base de clientes. Aborda los problemas de las prácticas discriminatorias por motivos de raza, género, etnia, religión, orientación sexual y otros factores.
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Modelo de negocio e innovación
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Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos
La categoría aborda la incorporación de consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza en las características de los productos y servicios proporcionados o vendidos por la empresa. Incluye, entre otras cosas, la gestión de los impactos del ciclo de vida de los productos y servicios, como los relacionados con el envasado, la distribución, la intensidad de los recursos en la fase de uso y otras externalidades medioambientales y sociales que pueden producirse durante su fase de uso o al final de su vida. Esta categoría refleja la capacidad de una empresa para responder a la demanda de los clientes y de la sociedad de productos y servicios más sostenibles, así como para cumplir la normativa medioambiental y social en evolución. No aborda las repercusiones medioambientales o sociales directas de las operaciones de la empresa ni los riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores derivados del uso de los productos, que se tratan en otras categorías. - Resiliencia del modelo de negocio
- Gestión de la cadena de suministro
- Abastecimiento y eficiencia de los materiales
- Impactos físicos del cambio climático
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Liderazgo y gobernanza
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Ética empresarial
Esta categoría aborda el enfoque de la empresa para gestionar los riesgos y las oportunidades que rodean la conducta ética en los negocios, incluido el fraude, la corrupción, el soborno y los pagos de facilitación, las responsabilidades fiduciarias y otros comportamientos que pueden tener un componente ético. Esto incluye la sensibilidad a las normas y estándares empresariales, ya que cambian con el tiempo, la jurisdicción y la cultura. Aborda la capacidad de la empresa para prestar servicios que satisfagan las normas profesionales y éticas más estrictas del sector, lo que significa evitar los conflictos de intereses, la tergiversación, la parcialidad y la negligencia mediante la formación adecuada de los empleados y la aplicación de políticas y procedimientos que garanticen que los empleados prestan servicios libres de prejuicios y errores. - Comportamiento competitivo
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Gestión del entorno jurídico y reglamentario
Esta categoría aborda el enfoque de una empresa para relacionarse con los reguladores en los casos en los que los intereses corporativos y públicos en conflicto pueden tener un potencial impacto medioambiental y social adverso a largo plazo, directo o indirecto. La categoría aborda el nivel de dependencia de una empresa de la política reguladora o de los incentivos económicos (como las subvenciones y los impuestos), las acciones para influir en la política del sector (como a través de los grupos de presión), la dependencia general de un entorno regulador favorable para la competitividad de la empresa y la capacidad para cumplir la normativa pertinente. Puede estar relacionado con la alineación de los puntos de vista de la dirección y de los inversores sobre el compromiso normativo y el cumplimiento en general. -
Gestión del riesgo de incidentes críticos
Esta categoría se refiere a la utilización por parte de la empresa de sistemas de gestión y planificación de escenarios para identificar, comprender y prevenir o minimizar la ocurrencia de accidentes y emergencias de baja probabilidad y alto impacto con potenciales externalidades ambientales y sociales significativas. Se refiere a la cultura de seguridad de una empresa, a sus sistemas de gestión de la seguridad y controles tecnológicos pertinentes, a las posibles implicaciones humanas, medioambientales y sociales de la ocurrencia de estos sucesos y a los efectos a largo plazo para una organización, sus trabajadores y la sociedad en caso de que se produzcan. - Gestión del riesgo sistémico
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Temas de divulgación
¿Cuál es la relación entre la categoría de cuestiones generales y los temas de divulgación?
La categoría de cuestiones generales es una versión independiente de la industria de los temas de divulgación que aparecen en cada norma del SASB. Los temas de divulgación representan los impactos específicos de la industria en las categorías de cuestiones generales. Los temas de divulgación específicos de la industria garantizan que cada norma del SASB se adapte a la industria, mientras que las categorías de cuestiones generales permiten la comparación entre industrias. Por ejemplo, Salud y nutrición es un tema de divulgación en la industria de las bebidas sin alcohol, que representa una medida específica de la industria de la cuestión general Bienestar del cliente. Sin embargo, la cuestión Bienestar del cliente se manifiesta como el tema de la divulgación Medicamentos falsificados en la industria Biotecnología y productos farmacéuticos.-
Access Standard
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Emisiones de GEI
Esta categoría se refiere a las emisiones directas (alcance 1) de gases de efecto invernadero (GEI) que una empresa genera a través de sus operaciones. Esto incluye las emisiones de GEI procedentes de fuentes estacionarias (por ejemplo, fábricas, centrales eléctricas) y móviles (por ejemplo, camiones, vehículos de reparto, aviones), bien sea como resultado de la combustión de combustible o de liberaciones directas sin combustión durante actividades como la extracción de recursos naturales, la generación de energía, el uso de la tierra o los procesos biogénicos. La categoría incluye además la gestión de los riesgos normativos, el cumplimiento de la normativa medioambiental y los riesgos y oportunidades para la reputación, ya que están relacionados con las emisiones directas de GEI. Los siete GEI contemplados en el Protocolo de Kioto están incluidos en esta categoría: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC), hexafluoruro de azufre (SF6) y trifluoruro de nitrógeno (NF3).None -
Calidad del aire
Esta categoría aborda la gestión de los efectos en la calidad del aire resultantes de fuentes fijas (por ejemplo, fábricas, centrales eléctricas) y móviles (por ejemplo, camiones, vehículos de reparto, aviones), así como de las emisiones industriales. Los contaminantes atmosféricos relevantes incluyen, entre otros, los óxidos de nitrógeno (NOx), los óxidos de azufre (SOx), los compuestos orgánicos volátiles (COV), los metales pesados, las partículas y los clorofluorocarbonos. La categoría no incluye las emisiones de GEI, que se abordan en una categoría independiente.None -
Gestión de la energía
La categoría aborda los impactos ambientales asociados al consumo de energía. Aborda la gestión de la energía por parte de la empresa en la fabricación y/o para el suministro de productos y servicios derivados de proveedores de servicios públicos (red eléctrica) que no son propiedad de la empresa ni están controlados por ella. Más concretamente, incluye la gestión de la eficiencia e intensidad energética, la combinación de energías y la dependencia de la red. El uso de la energía en las fases anteriores (por ejemplo, los proveedores) y posteriores (por ejemplo, el uso de los productos) no está incluido en el ámbito de aplicación.None -
Gestión del agua y las aguas residuales
Esta categoría aborda el uso del agua por parte de la empresa, el consumo de agua, la generación de aguas residuales y otros efectos de las operaciones en los recursos hídricos, que pueden verse influidos por las diferencias regionales en la disponibilidad y calidad de los recursos hídricos y la competencia por ellos. Más concretamente, aborda estrategias de gestión que incluyen, entre otras, la eficiencia, la intensidad y el reciclaje del agua. Por último, la categoría también aborda la gestión del tratamiento y el vertido de las aguas residuales, incluida la contaminación de las aguas subterráneas y los acuíferos.None -
Gestión de residuos y materiales peligrosos
Esta categoría se ocupa de las cuestiones medioambientales relacionadas con los residuos peligrosos y no peligrosos generados por las empresas. Aborda la gestión de los residuos sólidos de una empresa en la fabricación, la agricultura y otros procesos industriales. Abarca el tratamiento, la manipulación, el almacenamiento, la eliminación y el cumplimiento de la normativa. Esta categoría no incluye las emisiones a la atmósfera ni a las aguas residuales, ni tampoco los residuos del final de la vida útil de los productos, que se tratan en categorías distintas.None -
Derechos humanos y relaciones comunitarias
Esta categoría aborda la gestión de la relación entre las empresas y las comunidades en las que operan, incluidas, entre otras, la gestión de los impactos directos e indirectos sobre los derechos humanos fundamentales y el tratamiento de los pueblos indígenas. Más concretamente, dicha gestión puede abarcar los impactos socioeconómicos en la comunidad, el compromiso de la comunidad, la justicia medioambiental, el cultivo de la mano de obra local, el impacto en las empresas locales, la licencia para operar y las evaluaciones de impacto medioambiental/social. La categoría no incluye impactos ambientales tales como la contaminación atmosférica o los residuos que, aunque pueden afectar a la salud y la seguridad de los miembros de las comunidades locales, se tratan en categorías separadas.None -
Prácticas de venta y etiquetado de productos
Esta categoría aborda los problemas sociales que pueden surgir por no gestionar la transparencia, la exactitud y la comprensibilidad de las declaraciones de marketing, la publicidad y el etiquetado de los productos y servicios. Incluye, por ejemplo, las normas y reglamentos de publicidad, las prácticas de marketing éticas y responsables, el etiquetado engañoso o confuso, así como las prácticas de venta y préstamo discriminatorias o predatorias. Esto puede incluir prácticas de venta engañosas o agresivas en las que las estructuras de incentivos para los empleados podrían fomentar la venta de productos o servicios que no son del interés de los clientes.-
Información transparente y asesoramiento justo para los clientes
Los administradores de activos tienen obligaciones legales y deberes fiduciarios relacionados con el mantenimiento de registros, el funcionamiento y la comercialización, los requisitos de divulgación y la prohibición de actividades fraudulentas. Los reglamentos que rodean al sector de las actividades de gestión y custodia de activos tienen por objeto armonizar los intereses de las empresas y sus clientes y limitar los conflictos de intereses. Esta alineación, junto con el hecho de que la mayoría de los administradores de activos ganan honorarios basados en la cantidad de los activos administrados, supone un importante incentivo para que las empresas proporcionen a sus clientes estrategias que se ajusten a sus perfiles de riesgo y rendimiento. A pesar de la obligación de divulgar información, las empresas siguen enfrentándose a importantes problemas para garantizar que los clientes comprendan la naturaleza de los riesgos asumidos en las estrategias de inversión. Si no se prestan servicios que satisfagan las expectativas de los clientes se pueden producir litigios prolongados y costosos, una disminución de la confianza con los clientes y, como consecuencia, una reducción de las ventas. La mejora de la divulgación de los procedimientos o programas para proporcionar información adecuada, clara y transparente sobre los productos y servicios, el registro de las infracciones reglamentarias de los empleados y el importe de las sanciones y los acuerdos asociados a la integridad profesional proporcionará a los inversores una comprensión avanzada de la forma en que las empresas gestionan los riesgos asociados a esta cuestión y si son capaces de preservar el valor a largo plazo para los accionistas.
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Salud y seguridad de los empleados
Esta categoría se refiere a la capacidad de una empresa para crear y mantener un entorno de trabajo seguro y saludable, libre de lesiones, muertes y enfermedades (tanto crónicas como graves). Tradicionalmente se consigue mediante la aplicación de planes de gestión de la seguridad, el desarrollo de requisitos de formación para empleados y contratistas, y la realización de auditorías periódicas de sus propias prácticas y de las de sus subcontratistas. La categoría también recoge cómo las empresas garantizan la salud física y mental de los trabajadores a través de la tecnología, la formación, la cultura corporativa, el cumplimiento de la normativa, la supervisión y las pruebas, y los equipos de protección personal.None -
Compromiso de los empleados, diversidad e inclusión
Esta categoría se refiere a la capacidad de una empresa para garantizar que su cultura y sus prácticas de contratación y promoción promuevan la creación de una plantilla diversa e inclusiva que refleje la composición de las reservas de talento locales y su base de clientes. Aborda los problemas de las prácticas discriminatorias por motivos de raza, género, etnia, religión, orientación sexual y otros factores.-
Diversidad e inclusión entre los empleados
Las empresas de actividades de gestión y custodia de activos se enfrentan a un alto grado de competencia para contratar a empleados cualificados. Al mismo tiempo, la industria tiene un bajo nivel de diversidad, especialmente entre los puestos directivos. En los últimos años, los medios de comunicación han prestado considerable atención a los casos de discriminación por motivos de género que afectan a las empresas del sector que cotizan en bolsa. A medida que el sector sigue experimentando una rápida innovación mediante la introducción de productos financieros más complejos y el comercio informatizado algorítmico y de alta frecuencia, es probable que la capacidad de las empresas para atraer y retener empleados calificados sea cada vez más importante. Al garantizar la diversidad de género y raza en toda la organización, es probable que las empresas amplíen sus reservas de candidatos, lo que podría reducir los costes de contratación y mejorar la eficiencia operativa. Además, las pruebas indican que los diversos grupos de empleados de las empresas de gestión de activos pueden mejorar las características de riesgo-rendimiento de las carteras de inversión. Una mayor divulgación de la información relativa al género y la diversidad racial/étnica de los empleados, especialmente cuando se facilita por categoría de empleados, permitirá a los accionistas evaluar la forma en que las empresas de esta industria están gestionando las oportunidades y los riesgos asociados.
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Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos
La categoría aborda la incorporación de consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza en las características de los productos y servicios proporcionados o vendidos por la empresa. Incluye, entre otras cosas, la gestión de los impactos del ciclo de vida de los productos y servicios, como los relacionados con el envasado, la distribución, la intensidad de los recursos en la fase de uso y otras externalidades medioambientales y sociales que pueden producirse durante su fase de uso o al final de su vida. Esta categoría refleja la capacidad de una empresa para responder a la demanda de los clientes y de la sociedad de productos y servicios más sostenibles, así como para cumplir la normativa medioambiental y social en evolución. No aborda las repercusiones medioambientales o sociales directas de las operaciones de la empresa ni los riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores derivados del uso de los productos, que se tratan en otras categorías.-
Incorporación de factores ambientales, sociales y de gestión corporativa en el asesoramiento y la gestión de inversiones
Las empresas de actividades de gestión y custodia de activos mantienen una responsabilidad fiduciaria con sus clientes. Por lo tanto, estas empresas deben considerar e incorporar un análisis de toda la información material en las decisiones de inversión, incluidos los factores ambientales, sociales y de gestión corporativa (ESG). El proceso de incorporación de los factores ESG implica la consideración de los factores ESG en la valoración, la creación de modelos, la construcción de la cartera, el voto por poder y la participación en las empresas en las que se invierte y, por consiguiente, en la toma de decisiones de inversión por parte de los gestores de activos y patrimonios. A medida que la gestión y el uso de formas de capital no financieras contribuyen cada vez más al valor de mercado, la incorporación de los factores ESG en el análisis de las empresas en las que se invierte ha cobrado mayor relevancia. Las investigaciones han demostrado que la gestión por parte de una empresa de determinados factores ESG puede tener repercusiones importantes tanto en su contabilidad como en los rendimientos del mercado. Por lo tanto, la comprensión profunda de los resultados de las empresas participadas en materia de ESG, la integración de los factores ESG en la valoración y la creación de modelos, así como la participación en las empresas participadas en cuestiones de sostenibilidad, permite a los administradores de activos generar rendimientos superiores. Por otra parte, las empresas de gestión y custodia de activos que no tienen en cuenta estos riesgos y oportunidades en sus actividades de gestión de inversiones podrían ver disminuidos los rendimientos de las inversiones en sus carteras, lo que daría lugar a una reducción de las comisiones por rendimiento. A largo plazo, podría dar lugar a la salida de los activos gestionados (AUM), lo que daría lugar a la pérdida de cuota de mercado y a la reducción de las comisiones de gestión. -
Emisiones financiadas
Las entidades que participan en actividades de gestión de activos enfrentan riesgos y oportunidades relacionados con las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con esas actividades. Las contrapartes, los prestatarios o los inversores con mayores emisiones pueden ser más susceptibles a los riesgos asociados con los cambios tecnológicos, los cambios en la oferta y la demanda y el cambio de políticas que, a su vez, pueden afectar las perspectivas de una institución financiera que brinda servicios financieros a estas entidades. Estos riesgos y oportunidades pueden surgir en forma de riesgo de crédito, riesgo de mercado, riesgo de reputación y otros riesgos financieros y operativos. Por ejemplo, el riesgo crediticio podría surgir en relación con el financiamiento de clientes afectados por impuestos al carbono, regulaciones de eficiencia de combustible u otras políticas cada vez más estrictas; el riesgo crediticio también podría surgir a través de cambios tecnológicos relacionados. El riesgo reputacional puede surgir del financiamiento de proyectos de combustibles fósiles. Las entidades que participan en actividades de gestión de activos monitorean y gestionan cada vez más dichos riesgos midiendo sus emisiones financiadas. Esta medición sirve como indicador de la exposición de una entidad a los riesgos y oportunidades relacionados con el clima y cómo podría necesitar adaptar sus estrategias de inversión a lo largo del tiempo.
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Ética empresarial
Esta categoría aborda el enfoque de la empresa para gestionar los riesgos y las oportunidades que rodean la conducta ética en los negocios, incluido el fraude, la corrupción, el soborno y los pagos de facilitación, las responsabilidades fiduciarias y otros comportamientos que pueden tener un componente ético. Esto incluye la sensibilidad a las normas y estándares empresariales, ya que cambian con el tiempo, la jurisdicción y la cultura. Aborda la capacidad de la empresa para prestar servicios que satisfagan las normas profesionales y éticas más estrictas del sector, lo que significa evitar los conflictos de intereses, la tergiversación, la parcialidad y la negligencia mediante la formación adecuada de los empleados y la aplicación de políticas y procedimientos que garanticen que los empleados prestan servicios libres de prejuicios y errores.-
Ética empresarial
El entorno normativo que rodea al sector de las actividades de gestión y custodia de activos sigue evolucionando tanto a nivel nacional como internacional. Se exige a las empresas que se adhieran a un conjunto complejo y a menudo incoherente de normas relativas al desempeño y la conducta, así como a la divulgación de información sobre cuestiones como el uso de información privilegiada, los requisitos de compensación en los mercados de derivados extrabursátiles y la evasión fiscal. Las empresas que se dedican a actividades de gestión y custodia de activos también están sujetas a estrictos requisitos legales como fiduciarias o custodias de sus clientes. Por último, en algunas jurisdicciones, la mejora de las recompensas para los denunciantes puede dar lugar a un aumento del número de denuncias presentadas a los organismos reguladores. Las empresas que puedan garantizar el cumplimiento de la reglamentación mediante sólidos controles internos estarán en mejores condiciones de fomentar la confianza con los clientes, lo que dará lugar a un aumento de los ingresos, y de proteger el valor para los accionistas reduciendo al mínimo las pérdidas ocasionadas por los procedimientos judiciales.
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Gestión del entorno jurídico y reglamentario
Esta categoría aborda el enfoque de una empresa para relacionarse con los reguladores en los casos en los que los intereses corporativos y públicos en conflicto pueden tener un potencial impacto medioambiental y social adverso a largo plazo, directo o indirecto. La categoría aborda el nivel de dependencia de una empresa de la política reguladora o de los incentivos económicos (como las subvenciones y los impuestos), las acciones para influir en la política del sector (como a través de los grupos de presión), la dependencia general de un entorno regulador favorable para la competitividad de la empresa y la capacidad para cumplir la normativa pertinente. Puede estar relacionado con la alineación de los puntos de vista de la dirección y de los inversores sobre el compromiso normativo y el cumplimiento en general.None -
Gestión del riesgo de incidentes críticos
Esta categoría se refiere a la utilización por parte de la empresa de sistemas de gestión y planificación de escenarios para identificar, comprender y prevenir o minimizar la ocurrencia de accidentes y emergencias de baja probabilidad y alto impacto con potenciales externalidades ambientales y sociales significativas. Se refiere a la cultura de seguridad de una empresa, a sus sistemas de gestión de la seguridad y controles tecnológicos pertinentes, a las posibles implicaciones humanas, medioambientales y sociales de la ocurrencia de estos sucesos y a los efectos a largo plazo para una organización, sus trabajadores y la sociedad en caso de que se produzcan.None
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Access Standard
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Emisiones de GEI
Esta categoría se refiere a las emisiones directas (alcance 1) de gases de efecto invernadero (GEI) que una empresa genera a través de sus operaciones. Esto incluye las emisiones de GEI procedentes de fuentes estacionarias (por ejemplo, fábricas, centrales eléctricas) y móviles (por ejemplo, camiones, vehículos de reparto, aviones), bien sea como resultado de la combustión de combustible o de liberaciones directas sin combustión durante actividades como la extracción de recursos naturales, la generación de energía, el uso de la tierra o los procesos biogénicos. La categoría incluye además la gestión de los riesgos normativos, el cumplimiento de la normativa medioambiental y los riesgos y oportunidades para la reputación, ya que están relacionados con las emisiones directas de GEI. Los siete GEI contemplados en el Protocolo de Kioto están incluidos en esta categoría: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC), hexafluoruro de azufre (SF6) y trifluoruro de nitrógeno (NF3).-
Emisión de gases de efecto invernadero
La fabricación de productos químicos genera emisiones directas (Alcance 1) de gases de efecto invernadero (GEI) procedentes de la quema de combustibles fósiles durante los procesos de fabricación y cogeneración, así como emisiones generadas durante el procesamiento y que proceden de la transformación química de las materias primas. Las emisiones de GEI pueden crear costes para cumplir la normativa o sanciones y riesgos operativos para las compañías químicas. Sin embargo, las repercusiones financieras resultantes variarán en función de la magnitud de las emisiones y de la normativa vigente en materia de emisiones. Puede que el sector esté sujeto a reglamentos cada vez más estrictos, a medida que las naciones tratan de limitar o reducir las emisiones. Las compañías que gestionen de manera rentable las emisiones de GEI a través de una mayor eficiencia energética, el uso de combustibles alternativos o los avances en los procesos de fabricación podrán beneficiarse de una mayor eficiencia operativa y de la reducción del riesgo de incumplimiento de la normativa, entre otros beneficios financieros.
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Calidad del aire
Esta categoría aborda la gestión de los efectos en la calidad del aire resultantes de fuentes fijas (por ejemplo, fábricas, centrales eléctricas) y móviles (por ejemplo, camiones, vehículos de reparto, aviones), así como de las emisiones industriales. Los contaminantes atmosféricos relevantes incluyen, entre otros, los óxidos de nitrógeno (NOx), los óxidos de azufre (SOx), los compuestos orgánicos volátiles (COV), los metales pesados, las partículas y los clorofluorocarbonos. La categoría no incluye las emisiones de GEI, que se abordan en una categoría independiente.-
Calidad del aire
Además de los gases de efecto invernadero (GEI), la fabricación de sustancias químicas puede generar emisiones a la atmósfera de, por ejemplo, dióxidos de azufre (SOx), óxidos de nitrógeno (NOx) y contaminantes atmosféricos peligrosos (CAP). Como en el caso de los GEI, estas emisiones suelen provenir de la quema de combustibles y el procesamiento de materias primas. En relación con otros sectores, el sector químico es una fuente más destacada de algunas de estas emisiones. Las compañías se enfrentan a costes operativos, costes de cumplimiento de la normativa, sanciones reglamentarias en caso de incumplimiento y gastos de capital relacionados con la gestión de las emisiones, mientras que las repercusiones financieras vinculadas variarán en función de la magnitud de las emisiones y de la normativa vigente. Por ello, la gestión activa del problema a través de las mejoras de los procesos tecnológicos u otras estrategias podrá mitigar esas repercusiones, lo que mejorará los resultados financieros y incrementará el valor de la marca.
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Gestión de la energía
La categoría aborda los impactos ambientales asociados al consumo de energía. Aborda la gestión de la energía por parte de la empresa en la fabricación y/o para el suministro de productos y servicios derivados de proveedores de servicios públicos (red eléctrica) que no son propiedad de la empresa ni están controlados por ella. Más concretamente, incluye la gestión de la eficiencia e intensidad energética, la combinación de energías y la dependencia de la red. El uso de la energía en las fases anteriores (por ejemplo, los proveedores) y posteriores (por ejemplo, el uso de los productos) no está incluido en el ámbito de aplicación.-
Gestión de la energía
La fabricación de sustancias químicas suele requerir mucha energía, que se utiliza para alimentar las unidades de procesamiento, las plantas de cogeneración, la maquinaria y las instalaciones no manufactureras. El tipo de energía utilizada, la magnitud del consumo y las estrategias de gestión de la energía dependen del tipo de productos fabricados. Por lo general, los combustibles fósiles, como el gas natural y los líquidos de gas natural, son la forma predominante de energía que no procede de las materias primas utilizadas, mientras que la compra de electricidad también puede representar una parte considerable. Por lo tanto, las compras de energía pueden representar una parte destacada de los costes de producción. La combinación energética de una compañía puede incluir la energía generada in situ, la compra de la electricidad de la red y los combustibles fósiles, y la energías renovables y alternativas. Las ventajas y desventajas del uso de esas fuentes de energía incluyen el coste, la fiabilidad del suministro, el uso de agua y las emisiones a la atmósfera conexas, y el cumplimiento y los riesgos reglamentarios. Como tal, la intensidad energética de una compañía y las decisiones de aprovisionamiento de energía podrán afectar a su eficiencia operativa y a su perfil de riesgo a lo largo del tiempo.
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Gestión del agua y las aguas residuales
Esta categoría aborda el uso del agua por parte de la empresa, el consumo de agua, la generación de aguas residuales y otros efectos de las operaciones en los recursos hídricos, que pueden verse influidos por las diferencias regionales en la disponibilidad y calidad de los recursos hídricos y la competencia por ellos. Más concretamente, aborda estrategias de gestión que incluyen, entre otras, la eficiencia, la intensidad y el reciclaje del agua. Por último, la categoría también aborda la gestión del tratamiento y el vertido de las aguas residuales, incluida la contaminación de las aguas subterráneas y los acuíferos.-
Gestión del agua
El agua es un insumo esencial en la producción de sustancias químicas y se utiliza principalmente para el enfriamiento, la generación de vapor y el procesamiento de materias primas. Los aumentos históricos a largo plazo de la escasez y el coste del agua, y las expectativas de aumentos continuos (debido al consumo excesivo y a la limitación de los suministros, como resultado del crecimiento y los desplazamientos de la población, la contaminación y el cambio climático) indican la mayor importancia de la gestión de los recursos hídricos. La escasez de agua puede incrementar el riesgo de perturbación de las actividades empresariales que consumen agua de forma intensiva y también puede aumentar los costes de la compra de agua y los gastos de capital. Mientras tanto, la fabricación de sustancias químicas puede generar aguas residuales derivadas de los procesos, que deberán ser tratadas antes de ser eliminadas. El incumplimiento de las normas sobre la calidad del agua podrá generar costes de cumplimiento de la normativa y de mitigación, o gastos jurídicos derivados de los litigios. La reducción del uso y el consumo de agua mediante el aumento de la eficiencia y otras estrategias de gestión hídrica podrá reducir los costes de explotación a lo largo del tiempo y podrá mitigar las repercusiones financieras de los reglamentos, la escasez del suministro de agua y las perturbaciones de las actividades relacionadas con la comunidad.
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Gestión de residuos y materiales peligrosos
Esta categoría se ocupa de las cuestiones medioambientales relacionadas con los residuos peligrosos y no peligrosos generados por las empresas. Aborda la gestión de los residuos sólidos de una empresa en la fabricación, la agricultura y otros procesos industriales. Abarca el tratamiento, la manipulación, el almacenamiento, la eliminación y el cumplimiento de la normativa. Esta categoría no incluye las emisiones a la atmósfera ni a las aguas residuales, ni tampoco los residuos del final de la vida útil de los productos, que se tratan en categorías distintas.-
Gestión de residuos peligrosos
La fabricación de sustancias químicas puede generar residuos peligrosos derivados de los procesos, entre otros, metales pesados, ácidos gastados, catalizadores y lodos para el tratamiento de las aguas residuales. Las empresas se enfrentan a problemas normativos y operativos en la gestión de los residuos, ya que algunos de ellos están sujetos a reglamentos relativos al transporte, el tratamiento, el almacenamiento y la eliminación. Las estrategias de gestión de los residuos incluyen la reducción de la generación, el tratamiento y la eliminación eficaces, y el reciclado y la recuperación, siempre que sea posible. Esas actividades, si bien requieren una inversión inicial o gastos de explotación, podrán reducir la estructura de costes a largo plazo de las compañías y mitigar el riesgo de incurrir en responsabilidades de reparación o en sanciones reglamentarias.
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Derechos humanos y relaciones comunitarias
Esta categoría aborda la gestión de la relación entre las empresas y las comunidades en las que operan, incluidas, entre otras, la gestión de los impactos directos e indirectos sobre los derechos humanos fundamentales y el tratamiento de los pueblos indígenas. Más concretamente, dicha gestión puede abarcar los impactos socioeconómicos en la comunidad, el compromiso de la comunidad, la justicia medioambiental, el cultivo de la mano de obra local, el impacto en las empresas locales, la licencia para operar y las evaluaciones de impacto medioambiental/social. La categoría no incluye impactos ambientales tales como la contaminación atmosférica o los residuos que, aunque pueden afectar a la salud y la seguridad de los miembros de las comunidades locales, se tratan en categorías separadas.-
Relaciones con la comunidad
Las compañías químicas son importantes contribuyentes económicos de muchas comunidades, ya que proporcionan oportunidades de empleo y desarrollo comunitario a través de los impuestos y la generación de capital. Mientras tanto, cuestiones como la política medioambiental, la salud de la comunidad y la seguridad de los procesos son asuntos cruciales que tienen importantes implicaciones reglamentarias, operativas, financieras y de reputación para las compañías. Las externalidades medioambientales, como las emisiones a la atmósfera y el uso del agua, pueden afectar, a largo plazo, a la salud humana de quienes viven cerca de las plantas químicas. Mientras tanto, los incidentes de seguridad de los procesos pueden poner en peligro la salud y la seguridad de la comunidad, lo que conlleva sanciones reglamentarias, acciones legales y costes de mitigación. Por consiguiente, las compañías químicas pueden beneficiarse de la creación de relaciones sólidas con las comunidades para mitigar las posibles interrupciones de las actividades, reducir el riesgo de incumplimiento de la normativa, retener a los empleados de más alto nivel, reducir el riesgo de gastos generados por los litigios en caso de producirse incidentes de seguridad en los procesos y garantizar una sólida licencia social para realizar sus actividades. Las compañías pueden adoptar diversas estrategias de participación comunitaria, como la elaboración de planes de participación comunitaria, el establecimiento de códigos y directrices que garanticen la coincidencia entre los intereses de la organización y los de las comunidades circundantes, o la realización de evaluaciones de las repercusiones que examinen los proyectos y mitiguen los posibles efectos adversos.
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Prácticas de venta y etiquetado de productos
Esta categoría aborda los problemas sociales que pueden surgir por no gestionar la transparencia, la exactitud y la comprensibilidad de las declaraciones de marketing, la publicidad y el etiquetado de los productos y servicios. Incluye, por ejemplo, las normas y reglamentos de publicidad, las prácticas de marketing éticas y responsables, el etiquetado engañoso o confuso, así como las prácticas de venta y préstamo discriminatorias o predatorias. Esto puede incluir prácticas de venta engañosas o agresivas en las que las estructuras de incentivos para los empleados podrían fomentar la venta de productos o servicios que no son del interés de los clientes.None -
Salud y seguridad de los empleados
Esta categoría se refiere a la capacidad de una empresa para crear y mantener un entorno de trabajo seguro y saludable, libre de lesiones, muertes y enfermedades (tanto crónicas como graves). Tradicionalmente se consigue mediante la aplicación de planes de gestión de la seguridad, el desarrollo de requisitos de formación para empleados y contratistas, y la realización de auditorías periódicas de sus propias prácticas y de las de sus subcontratistas. La categoría también recoge cómo las empresas garantizan la salud física y mental de los trabajadores a través de la tecnología, la formación, la cultura corporativa, el cumplimiento de la normativa, la supervisión y las pruebas, y los equipos de protección personal.-
Salud y seguridad de la fuerza laboral
Los empleados de las plantas de fabricación de sustancias químicas se enfrentan a riesgos para la salud y la seguridad por la exposición a maquinaria pesada, sustancias nocivas, altas temperaturas y presiones, y a peligros eléctricos, entre otros. La creación de una eficaz cultura de la seguridad es fundamental para mitigar de forma proactiva los efectos sobre la seguridad, que podrían tener consecuencias financieras, como el aumento de los costes de la atención sanitaria, los litigios y la interrupción del trabajo. Manteniendo un entorno de trabajo seguro y promoviendo una cultura de la seguridad, las compañías podrán reducir al mínimo los gastos relacionados con la seguridad y mejorar potencialmente la productividad.
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Compromiso de los empleados, diversidad e inclusión
Esta categoría se refiere a la capacidad de una empresa para garantizar que su cultura y sus prácticas de contratación y promoción promuevan la creación de una plantilla diversa e inclusiva que refleje la composición de las reservas de talento locales y su base de clientes. Aborda los problemas de las prácticas discriminatorias por motivos de raza, género, etnia, religión, orientación sexual y otros factores.None -
Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos
La categoría aborda la incorporación de consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza en las características de los productos y servicios proporcionados o vendidos por la empresa. Incluye, entre otras cosas, la gestión de los impactos del ciclo de vida de los productos y servicios, como los relacionados con el envasado, la distribución, la intensidad de los recursos en la fase de uso y otras externalidades medioambientales y sociales que pueden producirse durante su fase de uso o al final de su vida. Esta categoría refleja la capacidad de una empresa para responder a la demanda de los clientes y de la sociedad de productos y servicios más sostenibles, así como para cumplir la normativa medioambiental y social en evolución. No aborda las repercusiones medioambientales o sociales directas de las operaciones de la empresa ni los riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores derivados del uso de los productos, que se tratan en otras categorías.-
Diseño de productos para conseguir la eficiencia en la fase de uso
A medida que la creciente escasez de recursos y las normativas impulsan la necesidad de una mayor eficiencia de los materiales y un menor consumo de energía y emisiones, el sector químico se beneficiará del desarrollo de productos que mejoren la eficiencia de los clientes. Desde la reducción de las emisiones de los automóviles, pasando por la optimización de los materiales, hasta la mejora del rendimiento del aislamiento de los edificios, los productos del sector químico podrán mejorar la eficiencia en multitud de aplicaciones. Por lo tanto, las compañías que desarrollen soluciones rentables que satisfagan las necesidades de los clientes en cuanto a una mayor eficiencia podrán beneficiarse del incremento de los ingresos y la cuota de mercado, de un posicionamiento competitivo más fuerte y de un mayor valor de la marca. -
Gestión de las sustancias químicas para proteger la seguridad y el medioambiente
La seguridad y la gestión de los productos es una cuestión fundamental para las compañías del sector químico. El potencial de los efectos de los productos químicos sobre la salud humana o el medioambiente durante la fase de utilización puede influir en la demanda de los productos y en el riesgo de incumplimiento de la normativa, lo que a su vez puede afectar a los ingresos e incrementar los gastos de explotación, los costes de cumplimiento normativo y de mitigación. Por consiguiente, el sector podrá mitigar el riesgo de incumplimiento normativo y aumentar la cuota de mercado elaborando innovadores métodos de gestión de los posibles efectos de los productos durante la fase de utilización, incluida la elaboración de productos alternativos que tengan una toxicidad reducida. Esto podría aportar valor accionarial al mejorar el posicionamiento competitivo, incrementar la cuota de mercado, reducir los riesgos de incumplimiento normativo y aumentar el valor de la marca. -
Organismos modificados genéticamente
Algunas compañías químicas producen semillas para cultivos desarrolladas con tecnología de organismos modificados genéticamente (OGM). La tecnología de los OMG ha mejorado el rendimiento de determinados cultivos, como el maíz y la soja, al alterar la resistencia del cultivo a los pesticidas y herbicidas y mejorar la tolerancia a las sequías, entre otros factores. Al mismo tiempo, los consumidores y los organismos reguladores de algunas zonas han expresado su preocupación por el uso de la tecnología de los OMG, debido a los efectos percibidos del cultivo y el consumo de OMG sobre la salud, el medioambiente y la sociedad. Así pues, las compañías que emplean esa tecnología se enfrentan tanto a las oportunidades de mercado como a los riesgos relacionados con su uso. La adopción de la tecnología de cultivo de OMG es importante en los Estados Unidos, mientras que en otras regiones, como la Unión Europea y China, los organismos reguladores han aplicado prohibiciones, cuotas o requisitos de etiquetado a los productos obtenidos a partir de OMG. Puede que esas prohibiciones de productos o requisitos de etiquetado reduzcan los ingresos o aumenten los costes de los fabricantes, mientras que puede que la percepción reglamentaria y pública afecten al riesgo para la reputación. Por ello, las compañías que respondan eficazmente a los factores del mercado relacionados con los productos obtenidos a partir de OGM podrán mitigar los riesgos y aprovechar las oportunidades.
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Ética empresarial
Esta categoría aborda el enfoque de la empresa para gestionar los riesgos y las oportunidades que rodean la conducta ética en los negocios, incluido el fraude, la corrupción, el soborno y los pagos de facilitación, las responsabilidades fiduciarias y otros comportamientos que pueden tener un componente ético. Esto incluye la sensibilidad a las normas y estándares empresariales, ya que cambian con el tiempo, la jurisdicción y la cultura. Aborda la capacidad de la empresa para prestar servicios que satisfagan las normas profesionales y éticas más estrictas del sector, lo que significa evitar los conflictos de intereses, la tergiversación, la parcialidad y la negligencia mediante la formación adecuada de los empleados y la aplicación de políticas y procedimientos que garanticen que los empleados prestan servicios libres de prejuicios y errores.None -
Gestión del entorno jurídico y reglamentario
Esta categoría aborda el enfoque de una empresa para relacionarse con los reguladores en los casos en los que los intereses corporativos y públicos en conflicto pueden tener un potencial impacto medioambiental y social adverso a largo plazo, directo o indirecto. La categoría aborda el nivel de dependencia de una empresa de la política reguladora o de los incentivos económicos (como las subvenciones y los impuestos), las acciones para influir en la política del sector (como a través de los grupos de presión), la dependencia general de un entorno regulador favorable para la competitividad de la empresa y la capacidad para cumplir la normativa pertinente. Puede estar relacionado con la alineación de los puntos de vista de la dirección y de los inversores sobre el compromiso normativo y el cumplimiento en general.-
Gestión del entorno jurídico y reglamentario
El sector químico se enfrenta a una estricta normativa que regula las emisiones a la atmósfera, el vertido de aguas, la seguridad química y la seguridad de los procesos, entre otras cuestiones. Anticiparse y adaptarse a los avances normativos, tanto a corto como a largo plazo, es una cuestión fundamental para el sector, ya que los avances normativos pueden afectar significativamente a la demanda de productos, los costes de fabricación y el valor de la marca. Por lo tanto, las compañías que cuenten con una clara estrategia de gestión del entorno normativo que armonice el desempeño empresarial con los resultados medioambientales sostenibles y que tenga en cuenta las externalidades sociales podrían beneficiarse de la reducción de la incertidumbre normativa, con un mayor valor de marca y una mejor posición competitiva.
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Gestión del riesgo de incidentes críticos
Esta categoría se refiere a la utilización por parte de la empresa de sistemas de gestión y planificación de escenarios para identificar, comprender y prevenir o minimizar la ocurrencia de accidentes y emergencias de baja probabilidad y alto impacto con potenciales externalidades ambientales y sociales significativas. Se refiere a la cultura de seguridad de una empresa, a sus sistemas de gestión de la seguridad y controles tecnológicos pertinentes, a las posibles implicaciones humanas, medioambientales y sociales de la ocurrencia de estos sucesos y a los efectos a largo plazo para una organización, sus trabajadores y la sociedad en caso de que se produzcan.-
Seguridad operativa, preparación y respuesta ante emergencias
La gestión de la salud, la seguridad y las emergencias es una cuestión fundamental para las compañías del sector químico. Los fallos técnicos, los errores humanos o los factores externos, como las condiciones meteorológicas, pueden liberar de forma accidental sustancias químicas hacia el medioambiente en las plantas de procesamiento o durante el almacenamiento y el transporte. Además, la naturaleza combustible de las sustancias químicas, combinada con las altas temperaturas y presiones de las operaciones que intervienen en la fabricación, eleva el riesgo de explosiones, vertidos peligrosos u otras situaciones de emergencia. Estos sucesos pueden perjudicar a los trabajadores o a las personas de las comunidades cercanas mediante la liberación de emisiones a la atmósfera y de sustancias químicas nocivas, y también pueden tener repercusiones negativas sobre el medioambiente. Puede que las compañías tengan que hacer frente a interrupciones operativas, daños a las instalaciones, daños a la reputación y al aumento de los costes de cumplimiento de la normativa y de reparación, en caso de producirse un incidente durante el procesamiento. Por ello, la gestión sólida de la seguridad de los procesos podrá reducir el tiempo de inactividad operativa, mitigar los costes y el riesgo de incumplimiento de la normativa y garantizar la productividad de la fuerza laboral.
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Categoría de cuestiones generales
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Actividades de gestión y custodia de activos
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Sustancias químicas
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Emisiones de GEI
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Emisión de gases de efecto invernadero
La fabricación de productos químicos genera emisiones directas (Alcance 1) de gases de efecto invernadero (GEI) procedentes de la quema de combustibles fósiles durante los procesos de fabricación y cogeneración, así como emisiones generadas durante el procesamiento y que proceden de la transformación química de las materias primas. Las emisiones de GEI pueden crear costes para cumplir la normativa o sanciones y riesgos operativos para las compañías químicas. Sin embargo, las repercusiones financieras resultantes variarán en función de la magnitud de las emisiones y de la normativa vigente en materia de emisiones. Puede que el sector esté sujeto a reglamentos cada vez más estrictos, a medida que las naciones tratan de limitar o reducir las emisiones. Las compañías que gestionen de manera rentable las emisiones de GEI a través de una mayor eficiencia energética, el uso de combustibles alternativos o los avances en los procesos de fabricación podrán beneficiarse de una mayor eficiencia operativa y de la reducción del riesgo de incumplimiento de la normativa, entre otros beneficios financieros.
Calidad del aire
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Calidad del aire
Además de los gases de efecto invernadero (GEI), la fabricación de sustancias químicas puede generar emisiones a la atmósfera de, por ejemplo, dióxidos de azufre (SOx), óxidos de nitrógeno (NOx) y contaminantes atmosféricos peligrosos (CAP). Como en el caso de los GEI, estas emisiones suelen provenir de la quema de combustibles y el procesamiento de materias primas. En relación con otros sectores, el sector químico es una fuente más destacada de algunas de estas emisiones. Las compañías se enfrentan a costes operativos, costes de cumplimiento de la normativa, sanciones reglamentarias en caso de incumplimiento y gastos de capital relacionados con la gestión de las emisiones, mientras que las repercusiones financieras vinculadas variarán en función de la magnitud de las emisiones y de la normativa vigente. Por ello, la gestión activa del problema a través de las mejoras de los procesos tecnológicos u otras estrategias podrá mitigar esas repercusiones, lo que mejorará los resultados financieros y incrementará el valor de la marca.
Gestión de la energía
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Gestión de la energía
La fabricación de sustancias químicas suele requerir mucha energía, que se utiliza para alimentar las unidades de procesamiento, las plantas de cogeneración, la maquinaria y las instalaciones no manufactureras. El tipo de energía utilizada, la magnitud del consumo y las estrategias de gestión de la energía dependen del tipo de productos fabricados. Por lo general, los combustibles fósiles, como el gas natural y los líquidos de gas natural, son la forma predominante de energía que no procede de las materias primas utilizadas, mientras que la compra de electricidad también puede representar una parte considerable. Por lo tanto, las compras de energía pueden representar una parte destacada de los costes de producción. La combinación energética de una compañía puede incluir la energía generada in situ, la compra de la electricidad de la red y los combustibles fósiles, y la energías renovables y alternativas. Las ventajas y desventajas del uso de esas fuentes de energía incluyen el coste, la fiabilidad del suministro, el uso de agua y las emisiones a la atmósfera conexas, y el cumplimiento y los riesgos reglamentarios. Como tal, la intensidad energética de una compañía y las decisiones de aprovisionamiento de energía podrán afectar a su eficiencia operativa y a su perfil de riesgo a lo largo del tiempo.
Gestión del agua y las aguas residuales
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Gestión del agua
El agua es un insumo esencial en la producción de sustancias químicas y se utiliza principalmente para el enfriamiento, la generación de vapor y el procesamiento de materias primas. Los aumentos históricos a largo plazo de la escasez y el coste del agua, y las expectativas de aumentos continuos (debido al consumo excesivo y a la limitación de los suministros, como resultado del crecimiento y los desplazamientos de la población, la contaminación y el cambio climático) indican la mayor importancia de la gestión de los recursos hídricos. La escasez de agua puede incrementar el riesgo de perturbación de las actividades empresariales que consumen agua de forma intensiva y también puede aumentar los costes de la compra de agua y los gastos de capital. Mientras tanto, la fabricación de sustancias químicas puede generar aguas residuales derivadas de los procesos, que deberán ser tratadas antes de ser eliminadas. El incumplimiento de las normas sobre la calidad del agua podrá generar costes de cumplimiento de la normativa y de mitigación, o gastos jurídicos derivados de los litigios. La reducción del uso y el consumo de agua mediante el aumento de la eficiencia y otras estrategias de gestión hídrica podrá reducir los costes de explotación a lo largo del tiempo y podrá mitigar las repercusiones financieras de los reglamentos, la escasez del suministro de agua y las perturbaciones de las actividades relacionadas con la comunidad.
Gestión de residuos y materiales peligrosos
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Gestión de residuos peligrosos
La fabricación de sustancias químicas puede generar residuos peligrosos derivados de los procesos, entre otros, metales pesados, ácidos gastados, catalizadores y lodos para el tratamiento de las aguas residuales. Las empresas se enfrentan a problemas normativos y operativos en la gestión de los residuos, ya que algunos de ellos están sujetos a reglamentos relativos al transporte, el tratamiento, el almacenamiento y la eliminación. Las estrategias de gestión de los residuos incluyen la reducción de la generación, el tratamiento y la eliminación eficaces, y el reciclado y la recuperación, siempre que sea posible. Esas actividades, si bien requieren una inversión inicial o gastos de explotación, podrán reducir la estructura de costes a largo plazo de las compañías y mitigar el riesgo de incurrir en responsabilidades de reparación o en sanciones reglamentarias.
Derechos humanos y relaciones comunitarias
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Relaciones con la comunidad
Las compañías químicas son importantes contribuyentes económicos de muchas comunidades, ya que proporcionan oportunidades de empleo y desarrollo comunitario a través de los impuestos y la generación de capital. Mientras tanto, cuestiones como la política medioambiental, la salud de la comunidad y la seguridad de los procesos son asuntos cruciales que tienen importantes implicaciones reglamentarias, operativas, financieras y de reputación para las compañías. Las externalidades medioambientales, como las emisiones a la atmósfera y el uso del agua, pueden afectar, a largo plazo, a la salud humana de quienes viven cerca de las plantas químicas. Mientras tanto, los incidentes de seguridad de los procesos pueden poner en peligro la salud y la seguridad de la comunidad, lo que conlleva sanciones reglamentarias, acciones legales y costes de mitigación. Por consiguiente, las compañías químicas pueden beneficiarse de la creación de relaciones sólidas con las comunidades para mitigar las posibles interrupciones de las actividades, reducir el riesgo de incumplimiento de la normativa, retener a los empleados de más alto nivel, reducir el riesgo de gastos generados por los litigios en caso de producirse incidentes de seguridad en los procesos y garantizar una sólida licencia social para realizar sus actividades. Las compañías pueden adoptar diversas estrategias de participación comunitaria, como la elaboración de planes de participación comunitaria, el establecimiento de códigos y directrices que garanticen la coincidencia entre los intereses de la organización y los de las comunidades circundantes, o la realización de evaluaciones de las repercusiones que examinen los proyectos y mitiguen los posibles efectos adversos.
Prácticas de venta y etiquetado de productos
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Información transparente y asesoramiento justo para los clientes
Los administradores de activos tienen obligaciones legales y deberes fiduciarios relacionados con el mantenimiento de registros, el funcionamiento y la comercialización, los requisitos de divulgación y la prohibición de actividades fraudulentas. Los reglamentos que rodean al sector de las actividades de gestión y custodia de activos tienen por objeto armonizar los intereses de las empresas y sus clientes y limitar los conflictos de intereses. Esta alineación, junto con el hecho de que la mayoría de los administradores de activos ganan honorarios basados en la cantidad de los activos administrados, supone un importante incentivo para que las empresas proporcionen a sus clientes estrategias que se ajusten a sus perfiles de riesgo y rendimiento. A pesar de la obligación de divulgar información, las empresas siguen enfrentándose a importantes problemas para garantizar que los clientes comprendan la naturaleza de los riesgos asumidos en las estrategias de inversión. Si no se prestan servicios que satisfagan las expectativas de los clientes se pueden producir litigios prolongados y costosos, una disminución de la confianza con los clientes y, como consecuencia, una reducción de las ventas. La mejora de la divulgación de los procedimientos o programas para proporcionar información adecuada, clara y transparente sobre los productos y servicios, el registro de las infracciones reglamentarias de los empleados y el importe de las sanciones y los acuerdos asociados a la integridad profesional proporcionará a los inversores una comprensión avanzada de la forma en que las empresas gestionan los riesgos asociados a esta cuestión y si son capaces de preservar el valor a largo plazo para los accionistas.
Salud y seguridad de los empleados
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Salud y seguridad de la fuerza laboral
Los empleados de las plantas de fabricación de sustancias químicas se enfrentan a riesgos para la salud y la seguridad por la exposición a maquinaria pesada, sustancias nocivas, altas temperaturas y presiones, y a peligros eléctricos, entre otros. La creación de una eficaz cultura de la seguridad es fundamental para mitigar de forma proactiva los efectos sobre la seguridad, que podrían tener consecuencias financieras, como el aumento de los costes de la atención sanitaria, los litigios y la interrupción del trabajo. Manteniendo un entorno de trabajo seguro y promoviendo una cultura de la seguridad, las compañías podrán reducir al mínimo los gastos relacionados con la seguridad y mejorar potencialmente la productividad.
Compromiso de los empleados, diversidad e inclusión
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Diversidad e inclusión entre los empleados
Las empresas de actividades de gestión y custodia de activos se enfrentan a un alto grado de competencia para contratar a empleados cualificados. Al mismo tiempo, la industria tiene un bajo nivel de diversidad, especialmente entre los puestos directivos. En los últimos años, los medios de comunicación han prestado considerable atención a los casos de discriminación por motivos de género que afectan a las empresas del sector que cotizan en bolsa. A medida que el sector sigue experimentando una rápida innovación mediante la introducción de productos financieros más complejos y el comercio informatizado algorítmico y de alta frecuencia, es probable que la capacidad de las empresas para atraer y retener empleados calificados sea cada vez más importante. Al garantizar la diversidad de género y raza en toda la organización, es probable que las empresas amplíen sus reservas de candidatos, lo que podría reducir los costes de contratación y mejorar la eficiencia operativa. Además, las pruebas indican que los diversos grupos de empleados de las empresas de gestión de activos pueden mejorar las características de riesgo-rendimiento de las carteras de inversión. Una mayor divulgación de la información relativa al género y la diversidad racial/étnica de los empleados, especialmente cuando se facilita por categoría de empleados, permitirá a los accionistas evaluar la forma en que las empresas de esta industria están gestionando las oportunidades y los riesgos asociados.
Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos
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Incorporación de factores ambientales, sociales y de gestión corporativa en el asesoramiento y la gestión de inversiones
Las empresas de actividades de gestión y custodia de activos mantienen una responsabilidad fiduciaria con sus clientes. Por lo tanto, estas empresas deben considerar e incorporar un análisis de toda la información material en las decisiones de inversión, incluidos los factores ambientales, sociales y de gestión corporativa (ESG). El proceso de incorporación de los factores ESG implica la consideración de los factores ESG en la valoración, la creación de modelos, la construcción de la cartera, el voto por poder y la participación en las empresas en las que se invierte y, por consiguiente, en la toma de decisiones de inversión por parte de los gestores de activos y patrimonios. A medida que la gestión y el uso de formas de capital no financieras contribuyen cada vez más al valor de mercado, la incorporación de los factores ESG en el análisis de las empresas en las que se invierte ha cobrado mayor relevancia. Las investigaciones han demostrado que la gestión por parte de una empresa de determinados factores ESG puede tener repercusiones importantes tanto en su contabilidad como en los rendimientos del mercado. Por lo tanto, la comprensión profunda de los resultados de las empresas participadas en materia de ESG, la integración de los factores ESG en la valoración y la creación de modelos, así como la participación en las empresas participadas en cuestiones de sostenibilidad, permite a los administradores de activos generar rendimientos superiores. Por otra parte, las empresas de gestión y custodia de activos que no tienen en cuenta estos riesgos y oportunidades en sus actividades de gestión de inversiones podrían ver disminuidos los rendimientos de las inversiones en sus carteras, lo que daría lugar a una reducción de las comisiones por rendimiento. A largo plazo, podría dar lugar a la salida de los activos gestionados (AUM), lo que daría lugar a la pérdida de cuota de mercado y a la reducción de las comisiones de gestión. -
Emisiones financiadas
Las entidades que participan en actividades de gestión de activos enfrentan riesgos y oportunidades relacionados con las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con esas actividades. Las contrapartes, los prestatarios o los inversores con mayores emisiones pueden ser más susceptibles a los riesgos asociados con los cambios tecnológicos, los cambios en la oferta y la demanda y el cambio de políticas que, a su vez, pueden afectar las perspectivas de una institución financiera que brinda servicios financieros a estas entidades. Estos riesgos y oportunidades pueden surgir en forma de riesgo de crédito, riesgo de mercado, riesgo de reputación y otros riesgos financieros y operativos. Por ejemplo, el riesgo crediticio podría surgir en relación con el financiamiento de clientes afectados por impuestos al carbono, regulaciones de eficiencia de combustible u otras políticas cada vez más estrictas; el riesgo crediticio también podría surgir a través de cambios tecnológicos relacionados. El riesgo reputacional puede surgir del financiamiento de proyectos de combustibles fósiles. Las entidades que participan en actividades de gestión de activos monitorean y gestionan cada vez más dichos riesgos midiendo sus emisiones financiadas. Esta medición sirve como indicador de la exposición de una entidad a los riesgos y oportunidades relacionados con el clima y cómo podría necesitar adaptar sus estrategias de inversión a lo largo del tiempo.
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Diseño de productos para conseguir la eficiencia en la fase de uso
A medida que la creciente escasez de recursos y las normativas impulsan la necesidad de una mayor eficiencia de los materiales y un menor consumo de energía y emisiones, el sector químico se beneficiará del desarrollo de productos que mejoren la eficiencia de los clientes. Desde la reducción de las emisiones de los automóviles, pasando por la optimización de los materiales, hasta la mejora del rendimiento del aislamiento de los edificios, los productos del sector químico podrán mejorar la eficiencia en multitud de aplicaciones. Por lo tanto, las compañías que desarrollen soluciones rentables que satisfagan las necesidades de los clientes en cuanto a una mayor eficiencia podrán beneficiarse del incremento de los ingresos y la cuota de mercado, de un posicionamiento competitivo más fuerte y de un mayor valor de la marca. -
Gestión de las sustancias químicas para proteger la seguridad y el medioambiente
La seguridad y la gestión de los productos es una cuestión fundamental para las compañías del sector químico. El potencial de los efectos de los productos químicos sobre la salud humana o el medioambiente durante la fase de utilización puede influir en la demanda de los productos y en el riesgo de incumplimiento de la normativa, lo que a su vez puede afectar a los ingresos e incrementar los gastos de explotación, los costes de cumplimiento normativo y de mitigación. Por consiguiente, el sector podrá mitigar el riesgo de incumplimiento normativo y aumentar la cuota de mercado elaborando innovadores métodos de gestión de los posibles efectos de los productos durante la fase de utilización, incluida la elaboración de productos alternativos que tengan una toxicidad reducida. Esto podría aportar valor accionarial al mejorar el posicionamiento competitivo, incrementar la cuota de mercado, reducir los riesgos de incumplimiento normativo y aumentar el valor de la marca. -
Organismos modificados genéticamente
Algunas compañías químicas producen semillas para cultivos desarrolladas con tecnología de organismos modificados genéticamente (OGM). La tecnología de los OMG ha mejorado el rendimiento de determinados cultivos, como el maíz y la soja, al alterar la resistencia del cultivo a los pesticidas y herbicidas y mejorar la tolerancia a las sequías, entre otros factores. Al mismo tiempo, los consumidores y los organismos reguladores de algunas zonas han expresado su preocupación por el uso de la tecnología de los OMG, debido a los efectos percibidos del cultivo y el consumo de OMG sobre la salud, el medioambiente y la sociedad. Así pues, las compañías que emplean esa tecnología se enfrentan tanto a las oportunidades de mercado como a los riesgos relacionados con su uso. La adopción de la tecnología de cultivo de OMG es importante en los Estados Unidos, mientras que en otras regiones, como la Unión Europea y China, los organismos reguladores han aplicado prohibiciones, cuotas o requisitos de etiquetado a los productos obtenidos a partir de OMG. Puede que esas prohibiciones de productos o requisitos de etiquetado reduzcan los ingresos o aumenten los costes de los fabricantes, mientras que puede que la percepción reglamentaria y pública afecten al riesgo para la reputación. Por ello, las compañías que respondan eficazmente a los factores del mercado relacionados con los productos obtenidos a partir de OGM podrán mitigar los riesgos y aprovechar las oportunidades.
Ética empresarial
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Ética empresarial
El entorno normativo que rodea al sector de las actividades de gestión y custodia de activos sigue evolucionando tanto a nivel nacional como internacional. Se exige a las empresas que se adhieran a un conjunto complejo y a menudo incoherente de normas relativas al desempeño y la conducta, así como a la divulgación de información sobre cuestiones como el uso de información privilegiada, los requisitos de compensación en los mercados de derivados extrabursátiles y la evasión fiscal. Las empresas que se dedican a actividades de gestión y custodia de activos también están sujetas a estrictos requisitos legales como fiduciarias o custodias de sus clientes. Por último, en algunas jurisdicciones, la mejora de las recompensas para los denunciantes puede dar lugar a un aumento del número de denuncias presentadas a los organismos reguladores. Las empresas que puedan garantizar el cumplimiento de la reglamentación mediante sólidos controles internos estarán en mejores condiciones de fomentar la confianza con los clientes, lo que dará lugar a un aumento de los ingresos, y de proteger el valor para los accionistas reduciendo al mínimo las pérdidas ocasionadas por los procedimientos judiciales.
Gestión del entorno jurídico y reglamentario
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Gestión del entorno jurídico y reglamentario
El sector químico se enfrenta a una estricta normativa que regula las emisiones a la atmósfera, el vertido de aguas, la seguridad química y la seguridad de los procesos, entre otras cuestiones. Anticiparse y adaptarse a los avances normativos, tanto a corto como a largo plazo, es una cuestión fundamental para el sector, ya que los avances normativos pueden afectar significativamente a la demanda de productos, los costes de fabricación y el valor de la marca. Por lo tanto, las compañías que cuenten con una clara estrategia de gestión del entorno normativo que armonice el desempeño empresarial con los resultados medioambientales sostenibles y que tenga en cuenta las externalidades sociales podrían beneficiarse de la reducción de la incertidumbre normativa, con un mayor valor de marca y una mejor posición competitiva.
Gestión del riesgo de incidentes críticos
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Seguridad operativa, preparación y respuesta ante emergencias
La gestión de la salud, la seguridad y las emergencias es una cuestión fundamental para las compañías del sector químico. Los fallos técnicos, los errores humanos o los factores externos, como las condiciones meteorológicas, pueden liberar de forma accidental sustancias químicas hacia el medioambiente en las plantas de procesamiento o durante el almacenamiento y el transporte. Además, la naturaleza combustible de las sustancias químicas, combinada con las altas temperaturas y presiones de las operaciones que intervienen en la fabricación, eleva el riesgo de explosiones, vertidos peligrosos u otras situaciones de emergencia. Estos sucesos pueden perjudicar a los trabajadores o a las personas de las comunidades cercanas mediante la liberación de emisiones a la atmósfera y de sustancias químicas nocivas, y también pueden tener repercusiones negativas sobre el medioambiente. Puede que las compañías tengan que hacer frente a interrupciones operativas, daños a las instalaciones, daños a la reputación y al aumento de los costes de cumplimiento de la normativa y de reparación, en caso de producirse un incidente durante el procesamiento. Por ello, la gestión sólida de la seguridad de los procesos podrá reducir el tiempo de inactividad operativa, mitigar los costes y el riesgo de incumplimiento de la normativa y garantizar la productividad de la fuerza laboral.