Comparación de industrias
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Está viendo información sobre las siguientes industrias:
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Seguro
El sector de los seguros ofrece productos relacionados con los seguros tradicionales y no tradicionales. Las líneas de póliza tradicionales son las de propiedad, de vida, de accidentes y de reaseguro. Los productos no tradicionales incluyen rentas vitalicias, transferencias alternativas de riesgos y garantías financieras. Las empresas del sector de los seguros también realizan inversiones en valores. Suelen operar dentro de un solo segmento del sector, por ejemplo, el de propiedad y accidentes, aunque hay algunas compañías grandes con operaciones diversificadas. Del mismo modo, las empresas pueden variar en función del nivel de su segmentación geográfica. Mientras las grandes empresas pueden suscribir primas en numerosos países, las más pequeñas suelen operar a nivel nacional o incluso local. Los ingresos del sector provienen de las primas, los ingresos por suscripciones y los ingresos por inversiones, mientras que los gastos más importantes se deben al pago de las reclamaciones, que también es una fuente de incertidumbre para los beneficios. Las empresas aseguradoras proporcionan productos y servicios que permiten transferir, agrupar y repartir los riesgos necesarios para el buen funcionamiento de la economía. Mediante sus productos, también pueden crear una forma de riesgo moral, reduciendo los incentivos para mejorar las conductas y rendimientos subyacentes y contribuyendo así a los impactos en la sostenibilidad. Al igual que otras instituciones financieras, las empresas aseguradoras se enfrentan a los riesgos asociados a los mercados crediticios y financieros. Dentro del sector, las empresas que realizan actividades no tradicionales o no relacionadas con los seguros, como los canjes contra el impago de deuda (CDS) y los seguros de títulos de deuda, han sido identificadas por los reguladores como más vulnerables ante la evolución de los mercados financieros y, por consiguiente, más propensas a amplificar o contribuir al riesgo sistémico. En consecuencia, esa clase de aseguradoras se enfrentan a la posibilidad de ser designadas como instituciones financieras de importancia sistémica, lo que las expone a una mayor regulación y supervisión. -
Operaciones con carbón
El sector de operaciones con carbón incluye las empresas que extraen carbón y las que fabrican productos de carbón. La actividad minera cubre tanto la minería en el subsuelo como a cielo abierto y el carbón termal y metalúrgico.
Cuestiones relevantes para ambos Industrias (12 de 26)
¿Por qué algunas cuestiones se muestran atenuadas?
Las normas SASB varían según la industria, en función de los diferentes riesgos y oportunidades de sostenibilidad de cada industria. Las cuestiones atenuadas no se identificaron durante el proceso de elaboración de normas como aquellas que pueden afectar al valor de la empresa con mayor probabilidad, por lo que no se incluyen en la norma. Con el tiempo, a medida que el Consejo de Normas SASB siga recibiendo las opiniones del mercado, es posible que se añadan o eliminen algunas cuestiones de la norma. Cada empresa determina por sí misma si una cuestión de sostenibilidad puede afectar a su capacidad de crear valor empresarial. La norma está diseñada para la empresa típica de una industria, pero las empresas individuales pueden optar por informar sobre diferentes cuestiones de sostenibilidad en función de su modelo de negocio único.-
Medio ambiente
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Emisiones de GEI
Esta categoría se refiere a las emisiones directas (alcance 1) de gases de efecto invernadero (GEI) que una empresa genera a través de sus operaciones. Esto incluye las emisiones de GEI procedentes de fuentes estacionarias (por ejemplo, fábricas, centrales eléctricas) y móviles (por ejemplo, camiones, vehículos de reparto, aviones), bien sea como resultado de la combustión de combustible o de liberaciones directas sin combustión durante actividades como la extracción de recursos naturales, la generación de energía, el uso de la tierra o los procesos biogénicos. La categoría incluye además la gestión de los riesgos normativos, el cumplimiento de la normativa medioambiental y los riesgos y oportunidades para la reputación, ya que están relacionados con las emisiones directas de GEI. Los siete GEI contemplados en el Protocolo de Kioto están incluidos en esta categoría: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC), hexafluoruro de azufre (SF6) y trifluoruro de nitrógeno (NF3). - Calidad del aire
- Gestión de la energía
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Gestión del agua y las aguas residuales
Esta categoría aborda el uso del agua por parte de la empresa, el consumo de agua, la generación de aguas residuales y otros efectos de las operaciones en los recursos hídricos, que pueden verse influidos por las diferencias regionales en la disponibilidad y calidad de los recursos hídricos y la competencia por ellos. Más concretamente, aborda estrategias de gestión que incluyen, entre otras, la eficiencia, la intensidad y el reciclaje del agua. Por último, la categoría también aborda la gestión del tratamiento y el vertido de las aguas residuales, incluida la contaminación de las aguas subterráneas y los acuíferos. -
Gestión de residuos y materiales peligrosos
Esta categoría se ocupa de las cuestiones medioambientales relacionadas con los residuos peligrosos y no peligrosos generados por las empresas. Aborda la gestión de los residuos sólidos de una empresa en la fabricación, la agricultura y otros procesos industriales. Abarca el tratamiento, la manipulación, el almacenamiento, la eliminación y el cumplimiento de la normativa. Esta categoría no incluye las emisiones a la atmósfera ni a las aguas residuales, ni tampoco los residuos del final de la vida útil de los productos, que se tratan en categorías distintas. -
Impactos ecológicos
Esta categoría aborda la gestión de los impactos de la empresa en los ecosistemas y la biodiversidad a través de actividades que incluyen, entre otras, el uso de la tierra para la exploración, la extracción de recursos naturales y el cultivo, así como el desarrollo, la construcción y el emplazamiento de proyectos. Los impactos incluyen, entre otros, la pérdida de biodiversidad, la destrucción de hábitats y la deforestación en todas las fases: planificación, adquisición de terrenos, obtención de permisos, desarrollo, operaciones y rehabilitación de emplazamientos. La categoría no cubre los impactos del cambio climático en los ecosistemas y la biodiversidad.
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Capital social
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Derechos humanos y relaciones comunitarias
Esta categoría aborda la gestión de la relación entre las empresas y las comunidades en las que operan, incluidas, entre otras, la gestión de los impactos directos e indirectos sobre los derechos humanos fundamentales y el tratamiento de los pueblos indígenas. Más concretamente, dicha gestión puede abarcar los impactos socioeconómicos en la comunidad, el compromiso de la comunidad, la justicia medioambiental, el cultivo de la mano de obra local, el impacto en las empresas locales, la licencia para operar y las evaluaciones de impacto medioambiental/social. La categoría no incluye impactos ambientales tales como la contaminación atmosférica o los residuos que, aunque pueden afectar a la salud y la seguridad de los miembros de las comunidades locales, se tratan en categorías separadas. - Privacidad del cliente
- Seguridad de los datos
- Acceso y asequibilidad
- Calidad y seguridad de los productos
- Bienestar del cliente
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Prácticas de venta y etiquetado de productos
Esta categoría aborda los problemas sociales que pueden surgir por no gestionar la transparencia, la exactitud y la comprensibilidad de las declaraciones de marketing, la publicidad y el etiquetado de los productos y servicios. Incluye, por ejemplo, las normas y reglamentos de publicidad, las prácticas de marketing éticas y responsables, el etiquetado engañoso o confuso, así como las prácticas de venta y préstamo discriminatorias o predatorias. Esto puede incluir prácticas de venta engañosas o agresivas en las que las estructuras de incentivos para los empleados podrían fomentar la venta de productos o servicios que no son del interés de los clientes.
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Capital humano
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Prácticas laborales
Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para mantener las normas laborales comúnmente aceptadas en el lugar de trabajo, incluido el cumplimiento de la legislación laboral y de las normas internacionalmente aceptadas. Esto incluye, entre otras cosas, garantizar los derechos humanos básicos relacionados con el trabajo infantil, el trabajo forzoso o en régimen de servidumbre, la explotación laboral, los salarios justos y el pago de horas extras, y otros derechos básicos de los trabajadores. También incluye las políticas de salario mínimo y la provisión de beneficios, que pueden influir en la forma de atraer, retener y motivar a la mano de obra. La categoría también aborda la relación de la empresa con el trabajo organizado y la libertad de asociación. -
Salud y seguridad de los empleados
Esta categoría se refiere a la capacidad de una empresa para crear y mantener un entorno de trabajo seguro y saludable, libre de lesiones, muertes y enfermedades (tanto crónicas como graves). Tradicionalmente se consigue mediante la aplicación de planes de gestión de la seguridad, el desarrollo de requisitos de formación para empleados y contratistas, y la realización de auditorías periódicas de sus propias prácticas y de las de sus subcontratistas. La categoría también recoge cómo las empresas garantizan la salud física y mental de los trabajadores a través de la tecnología, la formación, la cultura corporativa, el cumplimiento de la normativa, la supervisión y las pruebas, y los equipos de protección personal. - Compromiso de los empleados, diversidad e inclusión
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Modelo de negocio e innovación
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Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos
La categoría aborda la incorporación de consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza en las características de los productos y servicios proporcionados o vendidos por la empresa. Incluye, entre otras cosas, la gestión de los impactos del ciclo de vida de los productos y servicios, como los relacionados con el envasado, la distribución, la intensidad de los recursos en la fase de uso y otras externalidades medioambientales y sociales que pueden producirse durante su fase de uso o al final de su vida. Esta categoría refleja la capacidad de una empresa para responder a la demanda de los clientes y de la sociedad de productos y servicios más sostenibles, así como para cumplir la normativa medioambiental y social en evolución. No aborda las repercusiones medioambientales o sociales directas de las operaciones de la empresa ni los riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores derivados del uso de los productos, que se tratan en otras categorías. -
Resiliencia del modelo de negocio
La categoría aborda la capacidad de una industria para gestionar los riesgos y oportunidades asociados a la incorporación de las transiciones sociales, medioambientales y políticas en la planificación del modelo de negocio a largo plazo. Esto incluye la respuesta a la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono y con limitaciones climáticas, así como el crecimiento y la creación de nuevos mercados entre las poblaciones socioeconómicas desatendidas y subatendidas. La categoría destaca los sectores en los que la evolución de las realidades medioambientales y sociales puede obligar a las empresas a adaptarse fundamentalmente o puede poner en peligro sus modelos de negocio. - Gestión de la cadena de suministro
- Abastecimiento y eficiencia de los materiales
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Impactos físicos del cambio climático
Esta categoría aborda la capacidad de la empresa para gestionar los riesgos y las oportunidades asociados a la exposición directa de los activos y operaciones que posee o controla a los impactos físicos reales o potenciales del cambio climático. Recoge los problemas medioambientales y sociales que pueden surgir de las interrupciones operativas debidas a los impactos físicos del cambio climático. Además, recoge los problemas socioeconómicos derivados de que las empresas no incorporen la consideración del cambio climático en los productos y servicios que venden, como el caso de las pólizas de seguros y las hipotecas. Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para adaptarse a la mayor frecuencia y gravedad de los fenómenos meteorológicos extremos, los cambios climáticos, el riesgo del nivel del mar y otros impactos físicos previstos del cambio climático. La gestión puede implicar la mejora de la resiliencia de los activos físicos y/o de las infraestructuras circundantes, así como la incorporación de consideraciones relacionadas con el cambio climático en las principales actividades empresariales (por ejemplo, la suscripción de hipotecas y seguros, la planificación y el desarrollo de proyectos inmobiliarios).
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Liderazgo y gobernanza
- Ética empresarial
- Comportamiento competitivo
- Gestión del entorno jurídico y reglamentario
- Gestión del riesgo de incidentes críticos
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Gestión del riesgo sistémico
Esta categoría aborda las contribuciones de la empresa a los riesgos sistémicos, o su gestión, resultantes del debilitamiento o el colapso a gran escala de los sistemas de los que dependen la economía y la sociedad. Esto incluye los sistemas financieros, los sistemas de recursos naturales y los sistemas tecnológicos. Aborda los mecanismos que tiene una empresa para reducir sus contribuciones a los riesgos sistémicos y para mejorar las salvaguardas que pueden mitigar los impactos del fracaso sistémico. En el caso de las instituciones financieras, la categoría también capta la capacidad de la empresa para absorber las perturbaciones derivadas de las tensiones financieras y económicas y cumplir los requisitos reglamentarios más estrictos relacionados con la complejidad y la interconexión de las empresas del sector.
Temas de divulgación
¿Cuál es la relación entre la categoría de cuestiones generales y los temas de divulgación?
La categoría de cuestiones generales es una versión independiente de la industria de los temas de divulgación que aparecen en cada norma del SASB. Los temas de divulgación representan los impactos específicos de la industria en las categorías de cuestiones generales. Los temas de divulgación específicos de la industria garantizan que cada norma del SASB se adapte a la industria, mientras que las categorías de cuestiones generales permiten la comparación entre industrias. Por ejemplo, Salud y nutrición es un tema de divulgación en la industria de las bebidas sin alcohol, que representa una medida específica de la industria de la cuestión general Bienestar del cliente. Sin embargo, la cuestión Bienestar del cliente se manifiesta como el tema de la divulgación Medicamentos falsificados en la industria Biotecnología y productos farmacéuticos.-
Access Standard
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Emisiones de GEI
Esta categoría se refiere a las emisiones directas (alcance 1) de gases de efecto invernadero (GEI) que una empresa genera a través de sus operaciones. Esto incluye las emisiones de GEI procedentes de fuentes estacionarias (por ejemplo, fábricas, centrales eléctricas) y móviles (por ejemplo, camiones, vehículos de reparto, aviones), bien sea como resultado de la combustión de combustible o de liberaciones directas sin combustión durante actividades como la extracción de recursos naturales, la generación de energía, el uso de la tierra o los procesos biogénicos. La categoría incluye además la gestión de los riesgos normativos, el cumplimiento de la normativa medioambiental y los riesgos y oportunidades para la reputación, ya que están relacionados con las emisiones directas de GEI. Los siete GEI contemplados en el Protocolo de Kioto están incluidos en esta categoría: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC), hexafluoruro de azufre (SF6) y trifluoruro de nitrógeno (NF3).None -
Gestión del agua y las aguas residuales
Esta categoría aborda el uso del agua por parte de la empresa, el consumo de agua, la generación de aguas residuales y otros efectos de las operaciones en los recursos hídricos, que pueden verse influidos por las diferencias regionales en la disponibilidad y calidad de los recursos hídricos y la competencia por ellos. Más concretamente, aborda estrategias de gestión que incluyen, entre otras, la eficiencia, la intensidad y el reciclaje del agua. Por último, la categoría también aborda la gestión del tratamiento y el vertido de las aguas residuales, incluida la contaminación de las aguas subterráneas y los acuíferos.None -
Gestión de residuos y materiales peligrosos
Esta categoría se ocupa de las cuestiones medioambientales relacionadas con los residuos peligrosos y no peligrosos generados por las empresas. Aborda la gestión de los residuos sólidos de una empresa en la fabricación, la agricultura y otros procesos industriales. Abarca el tratamiento, la manipulación, el almacenamiento, la eliminación y el cumplimiento de la normativa. Esta categoría no incluye las emisiones a la atmósfera ni a las aguas residuales, ni tampoco los residuos del final de la vida útil de los productos, que se tratan en categorías distintas.None -
Impactos ecológicos
Esta categoría aborda la gestión de los impactos de la empresa en los ecosistemas y la biodiversidad a través de actividades que incluyen, entre otras, el uso de la tierra para la exploración, la extracción de recursos naturales y el cultivo, así como el desarrollo, la construcción y el emplazamiento de proyectos. Los impactos incluyen, entre otros, la pérdida de biodiversidad, la destrucción de hábitats y la deforestación en todas las fases: planificación, adquisición de terrenos, obtención de permisos, desarrollo, operaciones y rehabilitación de emplazamientos. La categoría no cubre los impactos del cambio climático en los ecosistemas y la biodiversidad.None -
Derechos humanos y relaciones comunitarias
Esta categoría aborda la gestión de la relación entre las empresas y las comunidades en las que operan, incluidas, entre otras, la gestión de los impactos directos e indirectos sobre los derechos humanos fundamentales y el tratamiento de los pueblos indígenas. Más concretamente, dicha gestión puede abarcar los impactos socioeconómicos en la comunidad, el compromiso de la comunidad, la justicia medioambiental, el cultivo de la mano de obra local, el impacto en las empresas locales, la licencia para operar y las evaluaciones de impacto medioambiental/social. La categoría no incluye impactos ambientales tales como la contaminación atmosférica o los residuos que, aunque pueden afectar a la salud y la seguridad de los miembros de las comunidades locales, se tratan en categorías separadas.None -
Prácticas de venta y etiquetado de productos
Esta categoría aborda los problemas sociales que pueden surgir por no gestionar la transparencia, la exactitud y la comprensibilidad de las declaraciones de marketing, la publicidad y el etiquetado de los productos y servicios. Incluye, por ejemplo, las normas y reglamentos de publicidad, las prácticas de marketing éticas y responsables, el etiquetado engañoso o confuso, así como las prácticas de venta y préstamo discriminatorias o predatorias. Esto puede incluir prácticas de venta engañosas o agresivas en las que las estructuras de incentivos para los empleados podrían fomentar la venta de productos o servicios que no son del interés de los clientes.-
Información transparente y asesoramiento justo para los clientes
Los productos de seguro cumplen una función social importante para mitigar el impacto de las crisis económicas imprevistas, permitiendo a los titulares de las pólizas reducir al mínimo las repercusiones financieras de acontecimientos como enfermedades, accidentes y muertes. Sin embargo, los riesgos que implican las pólizas de seguro poco claras, los términos ambiguos de los productos y las tácticas de venta potencialmente engañosas, pueden erosionar la reputación de la marca, generar disputas legales y reducir el número de servicios y productos ofrecidos. Ello ocurre sobre todo si los reguladores consideran que ciertas pólizas son demasiado complejas e inadecuadas para los clientes. Además, las empresas aseguradoras compiten sobre la base de la solidez financiera, el precio, la reputación de la marca, los servicios ofrecidos y las relaciones con los clientes. La insatisfacción de los clientes puede reducir la suscripción de seguros, lo que puede dar lugar a resultados financieros extremadamente negativos para las personas y las familias, como quiebras personales. Dada la preocupación constante de los reguladores financieros por la responsabilidad y la protección al consumidor, las empresas que mantengan la transparencia en los términos de las pólizas y ofrezcan a los clientes los productos que mejor se adapten a ellos, estarán mejor posicionadas para mantener su reputación de marca, evitar el escrutinio regulador y proteger el valor para los accionistas. Si no se informa a los clientes sobre los productos de manera clara y transparente, puede aumentar el número de quejas, la rotación de clientes y, en algunos casos, las sanciones regulatorias y la necesidad de acuerdos.
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Prácticas laborales
Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para mantener las normas laborales comúnmente aceptadas en el lugar de trabajo, incluido el cumplimiento de la legislación laboral y de las normas internacionalmente aceptadas. Esto incluye, entre otras cosas, garantizar los derechos humanos básicos relacionados con el trabajo infantil, el trabajo forzoso o en régimen de servidumbre, la explotación laboral, los salarios justos y el pago de horas extras, y otros derechos básicos de los trabajadores. También incluye las políticas de salario mínimo y la provisión de beneficios, que pueden influir en la forma de atraer, retener y motivar a la mano de obra. La categoría también aborda la relación de la empresa con el trabajo organizado y la libertad de asociación.None -
Salud y seguridad de los empleados
Esta categoría se refiere a la capacidad de una empresa para crear y mantener un entorno de trabajo seguro y saludable, libre de lesiones, muertes y enfermedades (tanto crónicas como graves). Tradicionalmente se consigue mediante la aplicación de planes de gestión de la seguridad, el desarrollo de requisitos de formación para empleados y contratistas, y la realización de auditorías periódicas de sus propias prácticas y de las de sus subcontratistas. La categoría también recoge cómo las empresas garantizan la salud física y mental de los trabajadores a través de la tecnología, la formación, la cultura corporativa, el cumplimiento de la normativa, la supervisión y las pruebas, y los equipos de protección personal.None -
Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos
La categoría aborda la incorporación de consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza en las características de los productos y servicios proporcionados o vendidos por la empresa. Incluye, entre otras cosas, la gestión de los impactos del ciclo de vida de los productos y servicios, como los relacionados con el envasado, la distribución, la intensidad de los recursos en la fase de uso y otras externalidades medioambientales y sociales que pueden producirse durante su fase de uso o al final de su vida. Esta categoría refleja la capacidad de una empresa para responder a la demanda de los clientes y de la sociedad de productos y servicios más sostenibles, así como para cumplir la normativa medioambiental y social en evolución. No aborda las repercusiones medioambientales o sociales directas de las operaciones de la empresa ni los riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores derivados del uso de los productos, que se tratan en otras categorías.-
Incorporación de factores ambientales, sociales y de gestión en la gestión de inversiones
Las empresas aseguradoras deben invertir capital para mantener los ingresos por primas a la altura de los pagos previstos por siniestros y deben ser capaces de mantener esta paridad de activos y pasivos a largo plazo. Como cada vez está más demostrado el impacto sustancial de los factores ambientales, sociales y de gestión (ESG) en el rendimiento de las empresas y otros activos, las empresas aseguradoras necesitan incorporarlos en la gestión de sus inversiones. De lo contrario, podrían ver una disminución en el rendimiento de sus carteras ajustadas al riesgo y una limitación de su capacidad para pagar las reclamaciones. Por tanto, las empresas deben divulgar mejor su forma de incorporar los factores ESG, incluidos el cambio climático y las limitaciones de recursos naturales, a la inversión de las primas de las pólizas y cómo afectan al riesgo de su cartera. -
Políticas diseñadas para incentivar la conducta responsable
Los avances tecnológicos y el desarrollo de nuevas pólizas han permitido a las aseguradoras limitar el pago por siniestros y fomentar un comportamiento responsable. El sector está, por tanto, en una posición ideal para generar externalidades sociales y ambientales positivas. Las aseguradoras tienen la capacidad de incentivar estilos de vida saludables y conductas seguras, así como de desarrollar proyectos y tecnologías relacionados con la sostenibilidad, como los orientados a la energía renovable, la eficiencia energética y la captación de carbono. Con el crecimiento del sector de las energías renovables, las aseguradoras pueden buscar oportunidades de crecimiento en ese campo mediante la suscripción de seguros. Además, las cláusulas de pólizas que ofrecen incentivos mediante la incorporación de factores ambientales, sociales y de gestión (ESG), pueden utilizarse como herramientas para mitigar el riesgo general de la cartera de pólizas, lo que puede reducir los pagos a largo plazo. Por tanto, la divulgación de las primas suscritas que tienen relación con la eficiencia energética y la tecnología de baja emisión de carbono, así como el análisis sobre el modo en que la empresa incentiva las acciones o conductas responsables en materia de salud, seguridad y medioambiente, permitiría a los inversores evaluar el tipo de gestión que hace la aseguradora en este campo. -
Emisiones financiadas
Las entidades que participan en actividades de seguros enfrentan riesgos y oportunidades relacionados con las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con esas actividades. Las contrapartes, los prestatarios o los inversores con mayores emisiones pueden ser más susceptibles a los riesgos asociados con los cambios tecnológicos, los cambios en la oferta y la demanda y el cambio de políticas que, a su vez, pueden afectar las perspectivas de una institución financiera que brinda servicios financieros a estas entidades. Estos riesgos y oportunidades pueden surgir en forma de riesgo de crédito, riesgo de mercado, riesgo de reputación y otros riesgos financieros y operativos. Por ejemplo, el riesgo crediticio podría surgir en relación con el financiamiento de clientes afectados por impuestos al carbono, regulaciones de eficiencia de combustible u otras políticas cada vez más estrictas; el riesgo crediticio también podría surgir a través de cambios tecnológicos relacionados. El riesgo reputacional puede surgir del financiamiento de proyectos de combustibles fósiles. Las entidades que participan en actividades de seguros controlan y gestionan cada vez más dichos riesgos midiendo sus emisiones financiadas. Esta medición sirve como indicador de la exposición de una entidad a los riesgos y oportunidades relacionados con el clima y cómo podría necesitar adaptar sus actividades financieras a lo largo del tiempo.
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Resiliencia del modelo de negocio
La categoría aborda la capacidad de una industria para gestionar los riesgos y oportunidades asociados a la incorporación de las transiciones sociales, medioambientales y políticas en la planificación del modelo de negocio a largo plazo. Esto incluye la respuesta a la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono y con limitaciones climáticas, así como el crecimiento y la creación de nuevos mercados entre las poblaciones socioeconómicas desatendidas y subatendidas. La categoría destaca los sectores en los que la evolución de las realidades medioambientales y sociales puede obligar a las empresas a adaptarse fundamentalmente o puede poner en peligro sus modelos de negocio.None -
Impactos físicos del cambio climático
Esta categoría aborda la capacidad de la empresa para gestionar los riesgos y las oportunidades asociados a la exposición directa de los activos y operaciones que posee o controla a los impactos físicos reales o potenciales del cambio climático. Recoge los problemas medioambientales y sociales que pueden surgir de las interrupciones operativas debidas a los impactos físicos del cambio climático. Además, recoge los problemas socioeconómicos derivados de que las empresas no incorporen la consideración del cambio climático en los productos y servicios que venden, como el caso de las pólizas de seguros y las hipotecas. Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para adaptarse a la mayor frecuencia y gravedad de los fenómenos meteorológicos extremos, los cambios climáticos, el riesgo del nivel del mar y otros impactos físicos previstos del cambio climático. La gestión puede implicar la mejora de la resiliencia de los activos físicos y/o de las infraestructuras circundantes, así como la incorporación de consideraciones relacionadas con el cambio climático en las principales actividades empresariales (por ejemplo, la suscripción de hipotecas y seguros, la planificación y el desarrollo de proyectos inmobiliarios).-
Exposición al riesgo ambiental
Las pérdidas catastróficas asociadas a fenómenos meteorológicos extremos seguirán teniendo un impacto adverso sustancial en el sector de los seguros. Es probable que el alcance de este impacto evolucione a medida que el cambio climático aumente la frecuencia y gravedad de las catástrofes naturales modelizadas y no modelizadas, como los huracanes, las inundaciones y las sequías. Si no se comprenden bien los riesgos ambientales y no se incluyen en la suscripción de productos de seguro suscritos, los siniestros pueden superar las previsiones. Por tanto, las empresas aseguradoras que incorporen consideraciones relativas al cambio climático en su proceso de suscripción de contratos individuales y en la gestión de los riesgos a nivel de empresa y la adecuación del capital, estarán en mejores condiciones de proteger el valor para los accionistas. Una mayor divulgación del enfoque de la empresa sobre la incorporación de estos factores, junto con datos cuantitativos como la pérdida máxima probable y las pérdidas totales atribuibles a los pagos por reclamaciones, proporcionará a los inversores la información necesaria para evaluar los resultados actuales y futuros en este aspecto.
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Gestión del riesgo sistémico
Esta categoría aborda las contribuciones de la empresa a los riesgos sistémicos, o su gestión, resultantes del debilitamiento o el colapso a gran escala de los sistemas de los que dependen la economía y la sociedad. Esto incluye los sistemas financieros, los sistemas de recursos naturales y los sistemas tecnológicos. Aborda los mecanismos que tiene una empresa para reducir sus contribuciones a los riesgos sistémicos y para mejorar las salvaguardas que pueden mitigar los impactos del fracaso sistémico. En el caso de las instituciones financieras, la categoría también capta la capacidad de la empresa para absorber las perturbaciones derivadas de las tensiones financieras y económicas y cumplir los requisitos reglamentarios más estrictos relacionados con la complejidad y la interconexión de las empresas del sector.-
Gestión del riesgo sistémico
Las empresas aseguradoras tienen el potencial de generar, amplificar o transmitir amenazas al sistema financiero. El tamaño, la interconexión y la complejidad de las aseguradoras son factores que ponen de relieve la exposición al riesgo sistémico del sector. Los organismos reguladores han determinado que las aseguradoras que realizan actividades no tradicionales o no relacionadas con los seguros son más vulnerables a la evolución de los mercados financieros y, por tanto, tienen más probabilidad de amplificar o contribuir al riesgo sistémico. En consecuencia, se enfrentan a la posibilidad de ser designadas como instituciones financieras de importancia sistémica. Estas empresas están sujetas a una supervisión y unos estándares de prudencia más estrictas por parte de los sistemas bancarios centrales de diversas jurisdicciones. Concretamente, es probable que sufran limitaciones relacionadas con el capital basado en el riesgo, el apalancamiento, la liquidez y la exposición crediticia. También se les exigirá que tengan un plan para una disolución rápida y ordenada en caso de dificultades financieras. El cumplimiento de las regulaciones puede ser muy costoso, y el incumplimiento de los umbrales cualitativos y cuantitativos regulatorios de rendimiento podría dar lugar a sanciones importantes. Para mostrar cómo gestionan esos riesgos, las empresas aseguradoras deben mejorar su divulgación de los aspectos fundamentales de la gestión del riesgo sistémico y su capacidad para cumplir requisitos regulatorios más estrictos.
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Access Standard
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Emisiones de GEI
Esta categoría se refiere a las emisiones directas (alcance 1) de gases de efecto invernadero (GEI) que una empresa genera a través de sus operaciones. Esto incluye las emisiones de GEI procedentes de fuentes estacionarias (por ejemplo, fábricas, centrales eléctricas) y móviles (por ejemplo, camiones, vehículos de reparto, aviones), bien sea como resultado de la combustión de combustible o de liberaciones directas sin combustión durante actividades como la extracción de recursos naturales, la generación de energía, el uso de la tierra o los procesos biogénicos. La categoría incluye además la gestión de los riesgos normativos, el cumplimiento de la normativa medioambiental y los riesgos y oportunidades para la reputación, ya que están relacionados con las emisiones directas de GEI. Los siete GEI contemplados en el Protocolo de Kioto están incluidos en esta categoría: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC), hexafluoruro de azufre (SF6) y trifluoruro de nitrógeno (NF3).-
Emisión de gases de efecto invernadero
Las operaciones con carbón son intensivas en energía y generan importantes emisiones directas de gases de efecto invernadero (GEI), incluido el dióxido de carbono por el uso de combustible y el metano liberado de los lechos de carbón durante las actividades de extracción y las posteriores a ellas. Los esfuerzos regulatorios para reducir las emisiones de GEI en la lucha contra el cambio climático pueden aumentar los costes operativos y de capital en función de la magnitud de las emisiones directas. Se puede lograr una eficiencia operativa reduciendo las emisiones de GEI. Dicha eficiencia puede mitigar el posible impacto financiero del aumento de los costes de combustible ocasionado por las regulaciones que pretenden limitar las emisiones de GEI (o fijarles un precio).
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Gestión del agua y las aguas residuales
Esta categoría aborda el uso del agua por parte de la empresa, el consumo de agua, la generación de aguas residuales y otros efectos de las operaciones en los recursos hídricos, que pueden verse influidos por las diferencias regionales en la disponibilidad y calidad de los recursos hídricos y la competencia por ellos. Más concretamente, aborda estrategias de gestión que incluyen, entre otras, la eficiencia, la intensidad y el reciclaje del agua. Por último, la categoría también aborda la gestión del tratamiento y el vertido de las aguas residuales, incluida la contaminación de las aguas subterráneas y los acuíferos.-
Gestión del agua
Las operaciones con carbón tienen un impacto tanto en la calidad como en la cantidad de los recursos hídricos locales. Son intensivas en uso de agua para lavar el carbón y eliminar el azufre, para refrigerar el equipo de perforación y para transportar el carbón en tuberías de lodo. La gravedad del impacto puede variar en función de la disponibilidad de agua en la región y el entorno regulatorio. Reducir el uso y la contaminación del agua también puede generar eficiencias operativas para las empresas y disminuir sus costes operativos. El tratamiento y los vertidos de aguas residuales suelen estar regulados por organismos locales o nacionales. Superar los límites de selenio, sulfato y sólidos disueltos puede afectar a las operaciones de la empresas, que pueden sufrir sanciones importantes, costes de cumplimiento, retrasos en la producción o aumento de costes por el cierre de minas.
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Gestión de residuos y materiales peligrosos
Esta categoría se ocupa de las cuestiones medioambientales relacionadas con los residuos peligrosos y no peligrosos generados por las empresas. Aborda la gestión de los residuos sólidos de una empresa en la fabricación, la agricultura y otros procesos industriales. Abarca el tratamiento, la manipulación, el almacenamiento, la eliminación y el cumplimiento de la normativa. Esta categoría no incluye las emisiones a la atmósfera ni a las aguas residuales, ni tampoco los residuos del final de la vida útil de los productos, que se tratan en categorías distintas.-
Gestión de residuos
El manejo de residuos de roca y arcilla, la eliminación de residuos y los residuos de carbón líquido que contienen sustancias peligrosas como mercurio, arsénico y cadmio, supone desafíos operativos y regulatorios para las empresas de operaciones con carbón. El lodo de carbón y las balsas de estériles pueden suponer una amenaza importante si los diques estallan, se derrumban o tienen fugas, lo que puede destruir vidas, bienes y ecosistemas con sus consiguientes impactos financieros, como sanciones reglamentarias, indemnizaciones y obligación de reparaciones y cumplimiento. El permiso para las operaciones mineras puede verse afectado, lo que disminuiría los ingresos de la empresa o le obligaría a gastar más para obtener la aprobación. La capacidad de las empresas para reducir el número y el tamaño de las balsas de estériles y garantizar la integridad estructural de los diques puede servir para minimizar estos impactos.
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Impactos ecológicos
Esta categoría aborda la gestión de los impactos de la empresa en los ecosistemas y la biodiversidad a través de actividades que incluyen, entre otras, el uso de la tierra para la exploración, la extracción de recursos naturales y el cultivo, así como el desarrollo, la construcción y el emplazamiento de proyectos. Los impactos incluyen, entre otros, la pérdida de biodiversidad, la destrucción de hábitats y la deforestación en todas las fases: planificación, adquisición de terrenos, obtención de permisos, desarrollo, operaciones y rehabilitación de emplazamientos. La categoría no cubre los impactos del cambio climático en los ecosistemas y la biodiversidad.-
Efectos en la biodiversidad
Las operaciones con carbón pueden tener diversos impactos en la biodiversidad. La minería a cielo abierto y la remoción de montañas puede alterar el paisaje, eliminando hábitats de fauna y flora. El drenaje ácido de minas es especialmente importante: es muy alto en agua ácida y rico en metales pesados, se forma cuando el agua de la superficie y la capa exterior superficial entran en contacto por una sobreexplotación del carbón, y puede tener efectos dañinos en personas, animales y plantas. Los impactos en la biodiversidad de las operaciones de carbón pueden afectar a la tasación de las reservas y generar riesgos operativos. Las características del entorno del terreno donde se ubican las reservas pueden aumentar los costes de la extracción a consecuencia de la mayor concienciación y protección de ecosistemas. Las empresas también podrían enfrentarse a barreras regulatorias e impactos en la reputación para acceder a las reservas en áreas ecológicamente sensibles, como las que se designen como áreas protegidas. Las empresas de operaciones con carbón se enfrentan a riesgos regulatorios por reclamaciones cuando se cierra la mina, por los requisitos regulatorios aplicables según un plan de reclamaciones aprobado previamente. Pueden surgir costes sustanciales por la retirada o cubrimiento de vertederos, el cumplimiento de las obligaciones de tratamiento de aguas y el desmantelamiento de la infraestructura al final de su vida. Además, las operaciones con carbón en curso están sometidas a leyes que protegen las especies en peligro de extinción. Las empresas que tengan un plan de gestión ambiental efectivo para las distintas etapas del ciclo de vida pueden minimizar sus costes de cumplimiento y responsabilidades jurídicas, encontrar menos resistencia para el desarrollo de nuevas minas, evitar retrasos en la finalización de proyectos y evitar dificultades en la obtención de permisos y el acceso a las reservas.
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Derechos humanos y relaciones comunitarias
Esta categoría aborda la gestión de la relación entre las empresas y las comunidades en las que operan, incluidas, entre otras, la gestión de los impactos directos e indirectos sobre los derechos humanos fundamentales y el tratamiento de los pueblos indígenas. Más concretamente, dicha gestión puede abarcar los impactos socioeconómicos en la comunidad, el compromiso de la comunidad, la justicia medioambiental, el cultivo de la mano de obra local, el impacto en las empresas locales, la licencia para operar y las evaluaciones de impacto medioambiental/social. La categoría no incluye impactos ambientales tales como la contaminación atmosférica o los residuos que, aunque pueden afectar a la salud y la seguridad de los miembros de las comunidades locales, se tratan en categorías separadas.-
Derechos de los pueblos indígenas
Las empresas del sector de las operaciones con carbón pueden explotar y mantener activos en áreas ocupadas por pueblos indígenas. Aquellas que tienen reputación de contribuir a la violación de los derechos humanos o ignorar los derechos de estos pueblos se pueden ver afectadas por protestas, disturbios o suspensión de permisos. Se podrían enfrentar a costes sustanciales por indemnizaciones de pagos de liquidación y la amortización del valor de sus reservas en dichas zonas. Aunque el país no tenga leyes sobre estos asuntos, han surgido varios instrumentos internacionales para orientar a las empresas. Estos instrumentos incluyen la obtención de un consentimiento previo libre y fundamentado de los pueblos indígenas para las decisiones que les afecten. Con una mayor concienciación, varios países también están empezando a aplicar leyes concretas para proteger los derechos de los pueblos indígenas, lo que genera más riesgos regulatorios para las empresas. Además, los pueblos indígenas suelen ser sectores vulnerables de la población, con capacidad limitada para defender sus derechos e intereses particulares. -
Relaciones con la comunidad
Las operaciones con carbón se desarrollan a lo largo de varios años y pueden tener diversos impactos en la comunidad. Los derechos e intereses de la comunidad pueden verse afectados por los impactos sociales y ambientales de las operaciones, las emisiones atmosféricas, la generación de residuos, los vertidos de aguas residuales y el cierre de actividades. Las empresas de operaciones con carbón a menudo necesitan el apoyo de las comunidades locales para obtener permisos y arrendamientos y poder realizar sus actividades sin interrupciones. El valor previsto de las reservas puede verse afectado si la comunidad interfiere o presiona al gobierno para que interfiera con los derechos de una empresa de carbón respecto a esas reservas. Además de las preocupaciones de la comunidad sobre el impacto directo de los proyectos, la presencia de actividades de minería de carbón puede provocar otras preocupaciones socioeconómicas relacionadas con la educación, la salud y los medios de vida. Las empresas de carbón con reputación de depredar y explotar los recursos de la comunidad sin proporcionar ningún beneficio socioeconómico a cambio pueden exponerse al riesgo de sufrir acciones nacionalistas sobre los recursos por los gobiernos y comunidades locales, restringiendo sus actividades o imponiéndoles costes adicionales. Las empresas del sector de la extracción pueden adoptar diversas estrategias de compromiso con la comunidad en sus operaciones globales, como integrar a la comunidad en cada fase del ciclo del proyecto. Las que adoptan un enfoque de «valor compartido» pueden proporcionar beneficios socioeconómicos fundamentales a las comunidades manteniendo a la vez la rentabilidad de sus operaciones.
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Prácticas de venta y etiquetado de productos
Esta categoría aborda los problemas sociales que pueden surgir por no gestionar la transparencia, la exactitud y la comprensibilidad de las declaraciones de marketing, la publicidad y el etiquetado de los productos y servicios. Incluye, por ejemplo, las normas y reglamentos de publicidad, las prácticas de marketing éticas y responsables, el etiquetado engañoso o confuso, así como las prácticas de venta y préstamo discriminatorias o predatorias. Esto puede incluir prácticas de venta engañosas o agresivas en las que las estructuras de incentivos para los empleados podrían fomentar la venta de productos o servicios que no son del interés de los clientes.None -
Prácticas laborales
Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para mantener las normas laborales comúnmente aceptadas en el lugar de trabajo, incluido el cumplimiento de la legislación laboral y de las normas internacionalmente aceptadas. Esto incluye, entre otras cosas, garantizar los derechos humanos básicos relacionados con el trabajo infantil, el trabajo forzoso o en régimen de servidumbre, la explotación laboral, los salarios justos y el pago de horas extras, y otros derechos básicos de los trabajadores. También incluye las políticas de salario mínimo y la provisión de beneficios, que pueden influir en la forma de atraer, retener y motivar a la mano de obra. La categoría también aborda la relación de la empresa con el trabajo organizado y la libertad de asociación.-
Relaciones laborales
Las empresas de la minería de carbón se enfrentan a la tensión inherente entre la necesidad de reducir los costes laborales para mantener precios competitivos y la de gestionar los recursos humanos para garantizar un desempeño a largo plazo. Las condiciones de trabajo de las operaciones con carbón suelen ser peligrosas y muy exigentes físicamente. Los sindicatos juegan un papel clave en la representación de los intereses de los trabajadores y la gestión de convenios colectivos para mejorar los salarios y las condiciones de trabajo. Esto hace que la gestión de las relaciones laborales sea esencial, ya que un conflicto con los trabajadores puede dar lugar a huelgas y otras interrupciones que a su vez pueden retrasar o detener la producción, lo que implica un importante descenso de ingresos y un daño a la reputación. Los problemas laborales continuados pueden tener un impacto a largo plazo en la rentabilidad de la entidad. Por otro lado, los resultados positivos de un compromiso laboral efectivo pueden mejorar las prácticas laborales y el uso de la fuerza de trabajo y reducir los incidentes de seguridad, los accidentes y las muertes.
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Salud y seguridad de los empleados
Esta categoría se refiere a la capacidad de una empresa para crear y mantener un entorno de trabajo seguro y saludable, libre de lesiones, muertes y enfermedades (tanto crónicas como graves). Tradicionalmente se consigue mediante la aplicación de planes de gestión de la seguridad, el desarrollo de requisitos de formación para empleados y contratistas, y la realización de auditorías periódicas de sus propias prácticas y de las de sus subcontratistas. La categoría también recoge cómo las empresas garantizan la salud física y mental de los trabajadores a través de la tecnología, la formación, la cultura corporativa, el cumplimiento de la normativa, la supervisión y las pruebas, y los equipos de protección personal.-
Salud y seguridad de la fuerza laboral
La seguridad es esencial en las operaciones de la minería de carbón dada la frecuente peligrosidad de las condiciones de trabajo. Se pueden producir muertes o lesiones por diversos motivos, como accidentes, derrumbamientos, explosiones o inundaciones. Debido a estos peligros, el sector se caracteriza por unas tasas de mortalidad y lesiones superiores a la media. Los mineros del carbón también se ven expuestos a riesgos sanitarios a largo plazo, como enfermedades pulmonares crónicas, como la conocida como enfermedad del «pulmón negro», así como problemas mentales. Hay leyes federales concretas sobre salud y seguridad que protegen a los mineros del carbón y establecen indemnizaciones por esta enfermedad del pulmón negro. Pueden imponer costes adicionales a las empresas o dar lugar a sanciones reglamentarias. Los cambios en la legislación pueden conllevar más responsabilidades. La capacidad de una empresa para proteger la salud y seguridad de los empleados y crear una cultura de seguridad y bienestar entre el personal a todos los niveles puede ayudar a evitar accidentes, mitigar los costes y el tiempo de inactividad operativos y mejorar la productividad de la fuerza laboral.
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Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos
La categoría aborda la incorporación de consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza en las características de los productos y servicios proporcionados o vendidos por la empresa. Incluye, entre otras cosas, la gestión de los impactos del ciclo de vida de los productos y servicios, como los relacionados con el envasado, la distribución, la intensidad de los recursos en la fase de uso y otras externalidades medioambientales y sociales que pueden producirse durante su fase de uso o al final de su vida. Esta categoría refleja la capacidad de una empresa para responder a la demanda de los clientes y de la sociedad de productos y servicios más sostenibles, así como para cumplir la normativa medioambiental y social en evolución. No aborda las repercusiones medioambientales o sociales directas de las operaciones de la empresa ni los riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores derivados del uso de los productos, que se tratan en otras categorías.None -
Resiliencia del modelo de negocio
La categoría aborda la capacidad de una industria para gestionar los riesgos y oportunidades asociados a la incorporación de las transiciones sociales, medioambientales y políticas en la planificación del modelo de negocio a largo plazo. Esto incluye la respuesta a la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono y con limitaciones climáticas, así como el crecimiento y la creación de nuevos mercados entre las poblaciones socioeconómicas desatendidas y subatendidas. La categoría destaca los sectores en los que la evolución de las realidades medioambientales y sociales puede obligar a las empresas a adaptarse fundamentalmente o puede poner en peligro sus modelos de negocio.-
Valoración de las reservas e inversiones de capital
Las estimaciones sugieren que las empresas de carbón pueden ser incapaces de extraer una proporción significativa de sus reservas de carbón si se ven obligadas a controlar sus emisiones de gas de efecto invernadero (GEI) para limitar los aumentos globales de temperatura en 2 °C según el Acuerdo de París. La administración de recursos de capital teniendo en cuenta las tendencias a medio y largo plazo, sobre todo las relacionadas con las acciones para la mitigación del cambio climático, es esencial para evitar el deterioro de los activos y mantener la rentabilidad y la credibilidad. A nivel global, se podrían aplicar regulaciones y políticas para limitar las emisiones de GEI de las centrales energéticas alimentadas con carbón (los clientes de las empresas de carbón), disminuyendo así su demanda y, por tanto, sus precios. La demanda de carbón también se ve afectada por las normas que regulan otras emisiones atmosféricas que se aplican a las centrales alimentadas con carbón. Una expansión de las normas que mitigan los GEI puede aumentar la magnitud de los impactos financieros a medio y largo plazo. Esto, junto con la mejora en la competitividad de tecnologías alternativas de energía, supone un riesgo a largo plazo para las reservas y un gasto en capital para las empresas de operaciones con carbón.
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Impactos físicos del cambio climático
Esta categoría aborda la capacidad de la empresa para gestionar los riesgos y las oportunidades asociados a la exposición directa de los activos y operaciones que posee o controla a los impactos físicos reales o potenciales del cambio climático. Recoge los problemas medioambientales y sociales que pueden surgir de las interrupciones operativas debidas a los impactos físicos del cambio climático. Además, recoge los problemas socioeconómicos derivados de que las empresas no incorporen la consideración del cambio climático en los productos y servicios que venden, como el caso de las pólizas de seguros y las hipotecas. Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para adaptarse a la mayor frecuencia y gravedad de los fenómenos meteorológicos extremos, los cambios climáticos, el riesgo del nivel del mar y otros impactos físicos previstos del cambio climático. La gestión puede implicar la mejora de la resiliencia de los activos físicos y/o de las infraestructuras circundantes, así como la incorporación de consideraciones relacionadas con el cambio climático en las principales actividades empresariales (por ejemplo, la suscripción de hipotecas y seguros, la planificación y el desarrollo de proyectos inmobiliarios).None -
Gestión del riesgo sistémico
Esta categoría aborda las contribuciones de la empresa a los riesgos sistémicos, o su gestión, resultantes del debilitamiento o el colapso a gran escala de los sistemas de los que dependen la economía y la sociedad. Esto incluye los sistemas financieros, los sistemas de recursos naturales y los sistemas tecnológicos. Aborda los mecanismos que tiene una empresa para reducir sus contribuciones a los riesgos sistémicos y para mejorar las salvaguardas que pueden mitigar los impactos del fracaso sistémico. En el caso de las instituciones financieras, la categoría también capta la capacidad de la empresa para absorber las perturbaciones derivadas de las tensiones financieras y económicas y cumplir los requisitos reglamentarios más estrictos relacionados con la complejidad y la interconexión de las empresas del sector.None
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Categoría de cuestiones generales
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Seguro
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Operaciones con carbón
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Emisiones de GEI
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Emisión de gases de efecto invernadero
Las operaciones con carbón son intensivas en energía y generan importantes emisiones directas de gases de efecto invernadero (GEI), incluido el dióxido de carbono por el uso de combustible y el metano liberado de los lechos de carbón durante las actividades de extracción y las posteriores a ellas. Los esfuerzos regulatorios para reducir las emisiones de GEI en la lucha contra el cambio climático pueden aumentar los costes operativos y de capital en función de la magnitud de las emisiones directas. Se puede lograr una eficiencia operativa reduciendo las emisiones de GEI. Dicha eficiencia puede mitigar el posible impacto financiero del aumento de los costes de combustible ocasionado por las regulaciones que pretenden limitar las emisiones de GEI (o fijarles un precio).
Gestión del agua y las aguas residuales
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Gestión del agua
Las operaciones con carbón tienen un impacto tanto en la calidad como en la cantidad de los recursos hídricos locales. Son intensivas en uso de agua para lavar el carbón y eliminar el azufre, para refrigerar el equipo de perforación y para transportar el carbón en tuberías de lodo. La gravedad del impacto puede variar en función de la disponibilidad de agua en la región y el entorno regulatorio. Reducir el uso y la contaminación del agua también puede generar eficiencias operativas para las empresas y disminuir sus costes operativos. El tratamiento y los vertidos de aguas residuales suelen estar regulados por organismos locales o nacionales. Superar los límites de selenio, sulfato y sólidos disueltos puede afectar a las operaciones de la empresas, que pueden sufrir sanciones importantes, costes de cumplimiento, retrasos en la producción o aumento de costes por el cierre de minas.
Gestión de residuos y materiales peligrosos
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Gestión de residuos
El manejo de residuos de roca y arcilla, la eliminación de residuos y los residuos de carbón líquido que contienen sustancias peligrosas como mercurio, arsénico y cadmio, supone desafíos operativos y regulatorios para las empresas de operaciones con carbón. El lodo de carbón y las balsas de estériles pueden suponer una amenaza importante si los diques estallan, se derrumban o tienen fugas, lo que puede destruir vidas, bienes y ecosistemas con sus consiguientes impactos financieros, como sanciones reglamentarias, indemnizaciones y obligación de reparaciones y cumplimiento. El permiso para las operaciones mineras puede verse afectado, lo que disminuiría los ingresos de la empresa o le obligaría a gastar más para obtener la aprobación. La capacidad de las empresas para reducir el número y el tamaño de las balsas de estériles y garantizar la integridad estructural de los diques puede servir para minimizar estos impactos.
Impactos ecológicos
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Efectos en la biodiversidad
Las operaciones con carbón pueden tener diversos impactos en la biodiversidad. La minería a cielo abierto y la remoción de montañas puede alterar el paisaje, eliminando hábitats de fauna y flora. El drenaje ácido de minas es especialmente importante: es muy alto en agua ácida y rico en metales pesados, se forma cuando el agua de la superficie y la capa exterior superficial entran en contacto por una sobreexplotación del carbón, y puede tener efectos dañinos en personas, animales y plantas. Los impactos en la biodiversidad de las operaciones de carbón pueden afectar a la tasación de las reservas y generar riesgos operativos. Las características del entorno del terreno donde se ubican las reservas pueden aumentar los costes de la extracción a consecuencia de la mayor concienciación y protección de ecosistemas. Las empresas también podrían enfrentarse a barreras regulatorias e impactos en la reputación para acceder a las reservas en áreas ecológicamente sensibles, como las que se designen como áreas protegidas. Las empresas de operaciones con carbón se enfrentan a riesgos regulatorios por reclamaciones cuando se cierra la mina, por los requisitos regulatorios aplicables según un plan de reclamaciones aprobado previamente. Pueden surgir costes sustanciales por la retirada o cubrimiento de vertederos, el cumplimiento de las obligaciones de tratamiento de aguas y el desmantelamiento de la infraestructura al final de su vida. Además, las operaciones con carbón en curso están sometidas a leyes que protegen las especies en peligro de extinción. Las empresas que tengan un plan de gestión ambiental efectivo para las distintas etapas del ciclo de vida pueden minimizar sus costes de cumplimiento y responsabilidades jurídicas, encontrar menos resistencia para el desarrollo de nuevas minas, evitar retrasos en la finalización de proyectos y evitar dificultades en la obtención de permisos y el acceso a las reservas.
Derechos humanos y relaciones comunitarias
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Derechos de los pueblos indígenas
Las empresas del sector de las operaciones con carbón pueden explotar y mantener activos en áreas ocupadas por pueblos indígenas. Aquellas que tienen reputación de contribuir a la violación de los derechos humanos o ignorar los derechos de estos pueblos se pueden ver afectadas por protestas, disturbios o suspensión de permisos. Se podrían enfrentar a costes sustanciales por indemnizaciones de pagos de liquidación y la amortización del valor de sus reservas en dichas zonas. Aunque el país no tenga leyes sobre estos asuntos, han surgido varios instrumentos internacionales para orientar a las empresas. Estos instrumentos incluyen la obtención de un consentimiento previo libre y fundamentado de los pueblos indígenas para las decisiones que les afecten. Con una mayor concienciación, varios países también están empezando a aplicar leyes concretas para proteger los derechos de los pueblos indígenas, lo que genera más riesgos regulatorios para las empresas. Además, los pueblos indígenas suelen ser sectores vulnerables de la población, con capacidad limitada para defender sus derechos e intereses particulares. -
Relaciones con la comunidad
Las operaciones con carbón se desarrollan a lo largo de varios años y pueden tener diversos impactos en la comunidad. Los derechos e intereses de la comunidad pueden verse afectados por los impactos sociales y ambientales de las operaciones, las emisiones atmosféricas, la generación de residuos, los vertidos de aguas residuales y el cierre de actividades. Las empresas de operaciones con carbón a menudo necesitan el apoyo de las comunidades locales para obtener permisos y arrendamientos y poder realizar sus actividades sin interrupciones. El valor previsto de las reservas puede verse afectado si la comunidad interfiere o presiona al gobierno para que interfiera con los derechos de una empresa de carbón respecto a esas reservas. Además de las preocupaciones de la comunidad sobre el impacto directo de los proyectos, la presencia de actividades de minería de carbón puede provocar otras preocupaciones socioeconómicas relacionadas con la educación, la salud y los medios de vida. Las empresas de carbón con reputación de depredar y explotar los recursos de la comunidad sin proporcionar ningún beneficio socioeconómico a cambio pueden exponerse al riesgo de sufrir acciones nacionalistas sobre los recursos por los gobiernos y comunidades locales, restringiendo sus actividades o imponiéndoles costes adicionales. Las empresas del sector de la extracción pueden adoptar diversas estrategias de compromiso con la comunidad en sus operaciones globales, como integrar a la comunidad en cada fase del ciclo del proyecto. Las que adoptan un enfoque de «valor compartido» pueden proporcionar beneficios socioeconómicos fundamentales a las comunidades manteniendo a la vez la rentabilidad de sus operaciones.
Prácticas de venta y etiquetado de productos
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Información transparente y asesoramiento justo para los clientes
Los productos de seguro cumplen una función social importante para mitigar el impacto de las crisis económicas imprevistas, permitiendo a los titulares de las pólizas reducir al mínimo las repercusiones financieras de acontecimientos como enfermedades, accidentes y muertes. Sin embargo, los riesgos que implican las pólizas de seguro poco claras, los términos ambiguos de los productos y las tácticas de venta potencialmente engañosas, pueden erosionar la reputación de la marca, generar disputas legales y reducir el número de servicios y productos ofrecidos. Ello ocurre sobre todo si los reguladores consideran que ciertas pólizas son demasiado complejas e inadecuadas para los clientes. Además, las empresas aseguradoras compiten sobre la base de la solidez financiera, el precio, la reputación de la marca, los servicios ofrecidos y las relaciones con los clientes. La insatisfacción de los clientes puede reducir la suscripción de seguros, lo que puede dar lugar a resultados financieros extremadamente negativos para las personas y las familias, como quiebras personales. Dada la preocupación constante de los reguladores financieros por la responsabilidad y la protección al consumidor, las empresas que mantengan la transparencia en los términos de las pólizas y ofrezcan a los clientes los productos que mejor se adapten a ellos, estarán mejor posicionadas para mantener su reputación de marca, evitar el escrutinio regulador y proteger el valor para los accionistas. Si no se informa a los clientes sobre los productos de manera clara y transparente, puede aumentar el número de quejas, la rotación de clientes y, en algunos casos, las sanciones regulatorias y la necesidad de acuerdos.
Prácticas laborales
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Relaciones laborales
Las empresas de la minería de carbón se enfrentan a la tensión inherente entre la necesidad de reducir los costes laborales para mantener precios competitivos y la de gestionar los recursos humanos para garantizar un desempeño a largo plazo. Las condiciones de trabajo de las operaciones con carbón suelen ser peligrosas y muy exigentes físicamente. Los sindicatos juegan un papel clave en la representación de los intereses de los trabajadores y la gestión de convenios colectivos para mejorar los salarios y las condiciones de trabajo. Esto hace que la gestión de las relaciones laborales sea esencial, ya que un conflicto con los trabajadores puede dar lugar a huelgas y otras interrupciones que a su vez pueden retrasar o detener la producción, lo que implica un importante descenso de ingresos y un daño a la reputación. Los problemas laborales continuados pueden tener un impacto a largo plazo en la rentabilidad de la entidad. Por otro lado, los resultados positivos de un compromiso laboral efectivo pueden mejorar las prácticas laborales y el uso de la fuerza de trabajo y reducir los incidentes de seguridad, los accidentes y las muertes.
Salud y seguridad de los empleados
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Salud y seguridad de la fuerza laboral
La seguridad es esencial en las operaciones de la minería de carbón dada la frecuente peligrosidad de las condiciones de trabajo. Se pueden producir muertes o lesiones por diversos motivos, como accidentes, derrumbamientos, explosiones o inundaciones. Debido a estos peligros, el sector se caracteriza por unas tasas de mortalidad y lesiones superiores a la media. Los mineros del carbón también se ven expuestos a riesgos sanitarios a largo plazo, como enfermedades pulmonares crónicas, como la conocida como enfermedad del «pulmón negro», así como problemas mentales. Hay leyes federales concretas sobre salud y seguridad que protegen a los mineros del carbón y establecen indemnizaciones por esta enfermedad del pulmón negro. Pueden imponer costes adicionales a las empresas o dar lugar a sanciones reglamentarias. Los cambios en la legislación pueden conllevar más responsabilidades. La capacidad de una empresa para proteger la salud y seguridad de los empleados y crear una cultura de seguridad y bienestar entre el personal a todos los niveles puede ayudar a evitar accidentes, mitigar los costes y el tiempo de inactividad operativos y mejorar la productividad de la fuerza laboral.
Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos
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Incorporación de factores ambientales, sociales y de gestión en la gestión de inversiones
Las empresas aseguradoras deben invertir capital para mantener los ingresos por primas a la altura de los pagos previstos por siniestros y deben ser capaces de mantener esta paridad de activos y pasivos a largo plazo. Como cada vez está más demostrado el impacto sustancial de los factores ambientales, sociales y de gestión (ESG) en el rendimiento de las empresas y otros activos, las empresas aseguradoras necesitan incorporarlos en la gestión de sus inversiones. De lo contrario, podrían ver una disminución en el rendimiento de sus carteras ajustadas al riesgo y una limitación de su capacidad para pagar las reclamaciones. Por tanto, las empresas deben divulgar mejor su forma de incorporar los factores ESG, incluidos el cambio climático y las limitaciones de recursos naturales, a la inversión de las primas de las pólizas y cómo afectan al riesgo de su cartera. -
Políticas diseñadas para incentivar la conducta responsable
Los avances tecnológicos y el desarrollo de nuevas pólizas han permitido a las aseguradoras limitar el pago por siniestros y fomentar un comportamiento responsable. El sector está, por tanto, en una posición ideal para generar externalidades sociales y ambientales positivas. Las aseguradoras tienen la capacidad de incentivar estilos de vida saludables y conductas seguras, así como de desarrollar proyectos y tecnologías relacionados con la sostenibilidad, como los orientados a la energía renovable, la eficiencia energética y la captación de carbono. Con el crecimiento del sector de las energías renovables, las aseguradoras pueden buscar oportunidades de crecimiento en ese campo mediante la suscripción de seguros. Además, las cláusulas de pólizas que ofrecen incentivos mediante la incorporación de factores ambientales, sociales y de gestión (ESG), pueden utilizarse como herramientas para mitigar el riesgo general de la cartera de pólizas, lo que puede reducir los pagos a largo plazo. Por tanto, la divulgación de las primas suscritas que tienen relación con la eficiencia energética y la tecnología de baja emisión de carbono, así como el análisis sobre el modo en que la empresa incentiva las acciones o conductas responsables en materia de salud, seguridad y medioambiente, permitiría a los inversores evaluar el tipo de gestión que hace la aseguradora en este campo. -
Emisiones financiadas
Las entidades que participan en actividades de seguros enfrentan riesgos y oportunidades relacionados con las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con esas actividades. Las contrapartes, los prestatarios o los inversores con mayores emisiones pueden ser más susceptibles a los riesgos asociados con los cambios tecnológicos, los cambios en la oferta y la demanda y el cambio de políticas que, a su vez, pueden afectar las perspectivas de una institución financiera que brinda servicios financieros a estas entidades. Estos riesgos y oportunidades pueden surgir en forma de riesgo de crédito, riesgo de mercado, riesgo de reputación y otros riesgos financieros y operativos. Por ejemplo, el riesgo crediticio podría surgir en relación con el financiamiento de clientes afectados por impuestos al carbono, regulaciones de eficiencia de combustible u otras políticas cada vez más estrictas; el riesgo crediticio también podría surgir a través de cambios tecnológicos relacionados. El riesgo reputacional puede surgir del financiamiento de proyectos de combustibles fósiles. Las entidades que participan en actividades de seguros controlan y gestionan cada vez más dichos riesgos midiendo sus emisiones financiadas. Esta medición sirve como indicador de la exposición de una entidad a los riesgos y oportunidades relacionados con el clima y cómo podría necesitar adaptar sus actividades financieras a lo largo del tiempo.
Resiliencia del modelo de negocio
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Valoración de las reservas e inversiones de capital
Las estimaciones sugieren que las empresas de carbón pueden ser incapaces de extraer una proporción significativa de sus reservas de carbón si se ven obligadas a controlar sus emisiones de gas de efecto invernadero (GEI) para limitar los aumentos globales de temperatura en 2 °C según el Acuerdo de París. La administración de recursos de capital teniendo en cuenta las tendencias a medio y largo plazo, sobre todo las relacionadas con las acciones para la mitigación del cambio climático, es esencial para evitar el deterioro de los activos y mantener la rentabilidad y la credibilidad. A nivel global, se podrían aplicar regulaciones y políticas para limitar las emisiones de GEI de las centrales energéticas alimentadas con carbón (los clientes de las empresas de carbón), disminuyendo así su demanda y, por tanto, sus precios. La demanda de carbón también se ve afectada por las normas que regulan otras emisiones atmosféricas que se aplican a las centrales alimentadas con carbón. Una expansión de las normas que mitigan los GEI puede aumentar la magnitud de los impactos financieros a medio y largo plazo. Esto, junto con la mejora en la competitividad de tecnologías alternativas de energía, supone un riesgo a largo plazo para las reservas y un gasto en capital para las empresas de operaciones con carbón.
Impactos físicos del cambio climático
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Exposición al riesgo ambiental
Las pérdidas catastróficas asociadas a fenómenos meteorológicos extremos seguirán teniendo un impacto adverso sustancial en el sector de los seguros. Es probable que el alcance de este impacto evolucione a medida que el cambio climático aumente la frecuencia y gravedad de las catástrofes naturales modelizadas y no modelizadas, como los huracanes, las inundaciones y las sequías. Si no se comprenden bien los riesgos ambientales y no se incluyen en la suscripción de productos de seguro suscritos, los siniestros pueden superar las previsiones. Por tanto, las empresas aseguradoras que incorporen consideraciones relativas al cambio climático en su proceso de suscripción de contratos individuales y en la gestión de los riesgos a nivel de empresa y la adecuación del capital, estarán en mejores condiciones de proteger el valor para los accionistas. Una mayor divulgación del enfoque de la empresa sobre la incorporación de estos factores, junto con datos cuantitativos como la pérdida máxima probable y las pérdidas totales atribuibles a los pagos por reclamaciones, proporcionará a los inversores la información necesaria para evaluar los resultados actuales y futuros en este aspecto.
Gestión del riesgo sistémico
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Gestión del riesgo sistémico
Las empresas aseguradoras tienen el potencial de generar, amplificar o transmitir amenazas al sistema financiero. El tamaño, la interconexión y la complejidad de las aseguradoras son factores que ponen de relieve la exposición al riesgo sistémico del sector. Los organismos reguladores han determinado que las aseguradoras que realizan actividades no tradicionales o no relacionadas con los seguros son más vulnerables a la evolución de los mercados financieros y, por tanto, tienen más probabilidad de amplificar o contribuir al riesgo sistémico. En consecuencia, se enfrentan a la posibilidad de ser designadas como instituciones financieras de importancia sistémica. Estas empresas están sujetas a una supervisión y unos estándares de prudencia más estrictas por parte de los sistemas bancarios centrales de diversas jurisdicciones. Concretamente, es probable que sufran limitaciones relacionadas con el capital basado en el riesgo, el apalancamiento, la liquidez y la exposición crediticia. También se les exigirá que tengan un plan para una disolución rápida y ordenada en caso de dificultades financieras. El cumplimiento de las regulaciones puede ser muy costoso, y el incumplimiento de los umbrales cualitativos y cuantitativos regulatorios de rendimiento podría dar lugar a sanciones importantes. Para mostrar cómo gestionan esos riesgos, las empresas aseguradoras deben mejorar su divulgación de los aspectos fundamentales de la gestión del riesgo sistémico y su capacidad para cumplir requisitos regulatorios más estrictos.