Comparación de industrias

Está viendo información sobre las siguientes industrias:

  • Seguro El sector de los seguros ofrece productos relacionados con los seguros tradicionales y no tradicionales. Las líneas de póliza tradicionales son las de propiedad, de vida, de accidentes y de reaseguro. Los productos no tradicionales incluyen rentas vitalicias, transferencias alternativas de riesgos y garantías financieras. Las empresas del sector de los seguros también realizan inversiones en valores. Suelen operar dentro de un solo segmento del sector, por ejemplo, el de propiedad y accidentes, aunque hay algunas compañías grandes con operaciones diversificadas. Del mismo modo, las empresas pueden variar en función del nivel de su segmentación geográfica. Mientras las grandes empresas pueden suscribir primas en numerosos países, las más pequeñas suelen operar a nivel nacional o incluso local. Los ingresos del sector provienen de las primas, los ingresos por suscripciones y los ingresos por inversiones, mientras que los gastos más importantes se deben al pago de las reclamaciones, que también es una fuente de incertidumbre para los beneficios. Las empresas aseguradoras proporcionan productos y servicios que permiten transferir, agrupar y repartir los riesgos necesarios para el buen funcionamiento de la economía. Mediante sus productos, también pueden crear una forma de riesgo moral, reduciendo los incentivos para mejorar las conductas y rendimientos subyacentes y contribuyendo así a los impactos en la sostenibilidad. Al igual que otras instituciones financieras, las empresas aseguradoras se enfrentan a los riesgos asociados a los mercados crediticios y financieros. Dentro del sector, las empresas que realizan actividades no tradicionales o no relacionadas con los seguros, como los canjes contra el impago de deuda (CDS) y los seguros de títulos de deuda, han sido identificadas por los reguladores como más vulnerables ante la evolución de los mercados financieros y, por consiguiente, más propensas a amplificar o contribuir al riesgo sistémico. En consecuencia, esa clase de aseguradoras se enfrentan a la posibilidad de ser designadas como instituciones financieras de importancia sistémica, lo que las expone a una mayor regulación y supervisión.
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  • Bebidas alcohólicas El sector de las bebidas alcohólicas incluye compañías que elaboran, destilan y manufacturan diferentes bebidas alcohólicas, incluyendo cerveza, vino y licores. Las empresas de esta industria transforman productos agrícolas, incluyendo azúcar, cebada y maíz, en bebidas alcohólicas terminadas. Las empresas más grandes operan a nivel mundial y cuentan con numerosos productos de marca en su oferta. Debido a la regulación en los diferentes mercados, los niveles de integración vertical dentro del sector varían. Las cerveceras suelen tener múltiples instalaciones de fabricación que les proporcionan acceso a diferentes mercados, mientras que los vinicultores y las destilerías suelen estar situados en lugares que cuentan con una tradición de dichas producciones.
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Cuestiones relevantes para ambos Industrias (8 de 26)

¿Por qué algunas cuestiones se muestran atenuadas? Las normas SASB varían según la industria, en función de los diferentes riesgos y oportunidades de sostenibilidad de cada industria. Las cuestiones atenuadas no se identificaron durante el proceso de elaboración de normas como aquellas que pueden afectar al valor de la empresa con mayor probabilidad, por lo que no se incluyen en la norma. Con el tiempo, a medida que el Consejo de Normas SASB siga recibiendo las opiniones del mercado, es posible que se añadan o eliminen algunas cuestiones de la norma. Cada empresa determina por sí misma si una cuestión de sostenibilidad puede afectar a su capacidad de crear valor empresarial. La norma está diseñada para la empresa típica de una industria, pero las empresas individuales pueden optar por informar sobre diferentes cuestiones de sostenibilidad en función de su modelo de negocio único.

Temas de divulgación

¿Cuál es la relación entre la categoría de cuestiones generales y los temas de divulgación? La categoría de cuestiones generales es una versión independiente de la industria de los temas de divulgación que aparecen en cada norma del SASB. Los temas de divulgación representan los impactos específicos de la industria en las categorías de cuestiones generales. Los temas de divulgación específicos de la industria garantizan que cada norma del SASB se adapte a la industria, mientras que las categorías de cuestiones generales permiten la comparación entre industrias. Por ejemplo, Salud y nutrición es un tema de divulgación en la industria de las bebidas sin alcohol, que representa una medida específica de la industria de la cuestión general Bienestar del cliente. Sin embargo, la cuestión Bienestar del cliente se manifiesta como el tema de la divulgación Medicamentos falsificados en la industria Biotecnología y productos farmacéuticos.
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    • Gestión de la energía La categoría aborda los impactos ambientales asociados al consumo de energía. Aborda la gestión de la energía por parte de la empresa en la fabricación y/o para el suministro de productos y servicios derivados de proveedores de servicios públicos (red eléctrica) que no son propiedad de la empresa ni están controlados por ella. Más concretamente, incluye la gestión de la eficiencia e intensidad energética, la combinación de energías y la dependencia de la red. El uso de la energía en las fases anteriores (por ejemplo, los proveedores) y posteriores (por ejemplo, el uso de los productos) no está incluido en el ámbito de aplicación.
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    • Gestión del agua y las aguas residuales Esta categoría aborda el uso del agua por parte de la empresa, el consumo de agua, la generación de aguas residuales y otros efectos de las operaciones en los recursos hídricos, que pueden verse influidos por las diferencias regionales en la disponibilidad y calidad de los recursos hídricos y la competencia por ellos. Más concretamente, aborda estrategias de gestión que incluyen, entre otras, la eficiencia, la intensidad y el reciclaje del agua. Por último, la categoría también aborda la gestión del tratamiento y el vertido de las aguas residuales, incluida la contaminación de las aguas subterráneas y los acuíferos.
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    • Prácticas de venta y etiquetado de productos Esta categoría aborda los problemas sociales que pueden surgir por no gestionar la transparencia, la exactitud y la comprensibilidad de las declaraciones de marketing, la publicidad y el etiquetado de los productos y servicios. Incluye, por ejemplo, las normas y reglamentos de publicidad, las prácticas de marketing éticas y responsables, el etiquetado engañoso o confuso, así como las prácticas de venta y préstamo discriminatorias o predatorias. Esto puede incluir prácticas de venta engañosas o agresivas en las que las estructuras de incentivos para los empleados podrían fomentar la venta de productos o servicios que no son del interés de los clientes.
      • Información transparente y asesoramiento justo para los clientes Los productos de seguro cumplen una función social importante para mitigar el impacto de las crisis económicas imprevistas, permitiendo a los titulares de las pólizas reducir al mínimo las repercusiones financieras de acontecimientos como enfermedades, accidentes y muertes. Sin embargo, los riesgos que implican las pólizas de seguro poco claras, los términos ambiguos de los productos y las tácticas de venta potencialmente engañosas, pueden erosionar la reputación de la marca, generar disputas legales y reducir el número de servicios y productos ofrecidos. Ello ocurre sobre todo si los reguladores consideran que ciertas pólizas son demasiado complejas e inadecuadas para los clientes. Además, las empresas aseguradoras compiten sobre la base de la solidez financiera, el precio, la reputación de la marca, los servicios ofrecidos y las relaciones con los clientes. La insatisfacción de los clientes puede reducir la suscripción de seguros, lo que puede dar lugar a resultados financieros extremadamente negativos para las personas y las familias, como quiebras personales. Dada la preocupación constante de los reguladores financieros por la responsabilidad y la protección al consumidor, las empresas que mantengan la transparencia en los términos de las pólizas y ofrezcan a los clientes los productos que mejor se adapten a ellos, estarán mejor posicionadas para mantener su reputación de marca, evitar el escrutinio regulador y proteger el valor para los accionistas. Si no se informa a los clientes sobre los productos de manera clara y transparente, puede aumentar el número de quejas, la rotación de clientes y, en algunos casos, las sanciones regulatorias y la necesidad de acuerdos.
    • Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos La categoría aborda la incorporación de consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza en las características de los productos y servicios proporcionados o vendidos por la empresa. Incluye, entre otras cosas, la gestión de los impactos del ciclo de vida de los productos y servicios, como los relacionados con el envasado, la distribución, la intensidad de los recursos en la fase de uso y otras externalidades medioambientales y sociales que pueden producirse durante su fase de uso o al final de su vida. Esta categoría refleja la capacidad de una empresa para responder a la demanda de los clientes y de la sociedad de productos y servicios más sostenibles, así como para cumplir la normativa medioambiental y social en evolución. No aborda las repercusiones medioambientales o sociales directas de las operaciones de la empresa ni los riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores derivados del uso de los productos, que se tratan en otras categorías.
      • Incorporación de factores ambientales, sociales y de gestión en la gestión de inversiones Las empresas aseguradoras deben invertir capital para mantener los ingresos por primas a la altura de los pagos previstos por siniestros y deben ser capaces de mantener esta paridad de activos y pasivos a largo plazo. Como cada vez está más demostrado el impacto sustancial de los factores ambientales, sociales y de gestión (ESG) en el rendimiento de las empresas y otros activos, las empresas aseguradoras necesitan incorporarlos en la gestión de sus inversiones. De lo contrario, podrían ver una disminución en el rendimiento de sus carteras ajustadas al riesgo y una limitación de su capacidad para pagar las reclamaciones. Por tanto, las empresas deben divulgar mejor su forma de incorporar los factores ESG, incluidos el cambio climático y las limitaciones de recursos naturales, a la inversión de las primas de las pólizas y cómo afectan al riesgo de su cartera.
      • Políticas diseñadas para incentivar la conducta responsable Los avances tecnológicos y el desarrollo de nuevas pólizas han permitido a las aseguradoras limitar el pago por siniestros y fomentar un comportamiento responsable. El sector está, por tanto, en una posición ideal para generar externalidades sociales y ambientales positivas. Las aseguradoras tienen la capacidad de incentivar estilos de vida saludables y conductas seguras, así como de desarrollar proyectos y tecnologías relacionados con la sostenibilidad, como los orientados a la energía renovable, la eficiencia energética y la captación de carbono. Con el crecimiento del sector de las energías renovables, las aseguradoras pueden buscar oportunidades de crecimiento en ese campo mediante la suscripción de seguros. Además, las cláusulas de pólizas que ofrecen incentivos mediante la incorporación de factores ambientales, sociales y de gestión (ESG), pueden utilizarse como herramientas para mitigar el riesgo general de la cartera de pólizas, lo que puede reducir los pagos a largo plazo. Por tanto, la divulgación de las primas suscritas que tienen relación con la eficiencia energética y la tecnología de baja emisión de carbono, así como el análisis sobre el modo en que la empresa incentiva las acciones o conductas responsables en materia de salud, seguridad y medioambiente, permitiría a los inversores evaluar el tipo de gestión que hace la aseguradora en este campo.
      • Emisiones financiadas Las entidades que participan en actividades de seguros enfrentan riesgos y oportunidades relacionados con las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con esas actividades. Las contrapartes, los prestatarios o los inversores con mayores emisiones pueden ser más susceptibles a los riesgos asociados con los cambios tecnológicos, los cambios en la oferta y la demanda y el cambio de políticas que, a su vez, pueden afectar las perspectivas de una institución financiera que brinda servicios financieros a estas entidades. Estos riesgos y oportunidades pueden surgir en forma de riesgo de crédito, riesgo de mercado, riesgo de reputación y otros riesgos financieros y operativos. Por ejemplo, el riesgo crediticio podría surgir en relación con el financiamiento de clientes afectados por impuestos al carbono, regulaciones de eficiencia de combustible u otras políticas cada vez más estrictas; el riesgo crediticio también podría surgir a través de cambios tecnológicos relacionados. El riesgo reputacional puede surgir del financiamiento de proyectos de combustibles fósiles. Las entidades que participan en actividades de seguros controlan y gestionan cada vez más dichos riesgos midiendo sus emisiones financiadas. Esta medición sirve como indicador de la exposición de una entidad a los riesgos y oportunidades relacionados con el clima y cómo podría necesitar adaptar sus actividades financieras a lo largo del tiempo.
    • Gestión de la cadena de suministro Esta categoría aborda la gestión de los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza dentro de la cadena de suministro de una empresa. Aborda las cuestiones relacionadas con las externalidades medioambientales y sociales creadas por los proveedores a través de sus actividades operativas. Estas cuestiones incluyen, entre otras, la responsabilidad medioambiental, los derechos humanos, las prácticas laborales y la ética y la corrupción. La gestión puede implicar el cribado, la selección, el seguimiento y el compromiso con los proveedores sobre sus impactos ambientales y sociales. Esta categoría no aborda las repercusiones de los factores externos, tales como el cambio climático y otros factores medioambientales y sociales, en las operaciones de los proveedores y/o en la disponibilidad y el precio de los recursos clave, que se tratan en una categoría aparte.
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    • Abastecimiento y eficiencia de los materiales Esta categoría aborda cuestiones relacionadas con la resistencia de las cadenas de suministro de materiales a los impactos del cambio climático y otros factores ambientales y sociales externos. Plasma las repercusiones de estos factores externos en la actividad operativa de los proveedores, que pueden afectar además a la disponibilidad y el precio de los recursos clave. Aborda la capacidad de una empresa para gestionar estos riesgos a través del diseño, la fabricación y la gestión del final de la vida útil del producto, por ejemplo, mediante el uso de materiales reciclados y renovables, la reducción del uso de materiales clave (desmaterialización), la maximización de la eficiencia de los recursos en la fabricación y la realización de inversiones en I+D en materiales sustitutivos. Además, las empresas pueden gestionar estas cuestiones mediante la selección, el seguimiento y el compromiso con los proveedores para garantizar su resistencia a los riesgos externos. No aborda las cuestiones relacionadas con las externalidades medioambientales y sociales creadas por la actividad operativa de los proveedores individuales, que se tratan en una categoría aparte.
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    • Impactos físicos del cambio climático Esta categoría aborda la capacidad de la empresa para gestionar los riesgos y las oportunidades asociados a la exposición directa de los activos y operaciones que posee o controla a los impactos físicos reales o potenciales del cambio climático. Recoge los problemas medioambientales y sociales que pueden surgir de las interrupciones operativas debidas a los impactos físicos del cambio climático. Además, recoge los problemas socioeconómicos derivados de que las empresas no incorporen la consideración del cambio climático en los productos y servicios que venden, como el caso de las pólizas de seguros y las hipotecas. Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para adaptarse a la mayor frecuencia y gravedad de los fenómenos meteorológicos extremos, los cambios climáticos, el riesgo del nivel del mar y otros impactos físicos previstos del cambio climático. La gestión puede implicar la mejora de la resiliencia de los activos físicos y/o de las infraestructuras circundantes, así como la incorporación de consideraciones relacionadas con el cambio climático en las principales actividades empresariales (por ejemplo, la suscripción de hipotecas y seguros, la planificación y el desarrollo de proyectos inmobiliarios).
      • Exposición al riesgo ambiental Las pérdidas catastróficas asociadas a fenómenos meteorológicos extremos seguirán teniendo un impacto adverso sustancial en el sector de los seguros. Es probable que el alcance de este impacto evolucione a medida que el cambio climático aumente la frecuencia y gravedad de las catástrofes naturales modelizadas y no modelizadas, como los huracanes, las inundaciones y las sequías. Si no se comprenden bien los riesgos ambientales y no se incluyen en la suscripción de productos de seguro suscritos, los siniestros pueden superar las previsiones. Por tanto, las empresas aseguradoras que incorporen consideraciones relativas al cambio climático en su proceso de suscripción de contratos individuales y en la gestión de los riesgos a nivel de empresa y la adecuación del capital, estarán en mejores condiciones de proteger el valor para los accionistas. Una mayor divulgación del enfoque de la empresa sobre la incorporación de estos factores, junto con datos cuantitativos como la pérdida máxima probable y las pérdidas totales atribuibles a los pagos por reclamaciones, proporcionará a los inversores la información necesaria para evaluar los resultados actuales y futuros en este aspecto.
    • Gestión del riesgo sistémico Esta categoría aborda las contribuciones de la empresa a los riesgos sistémicos, o su gestión, resultantes del debilitamiento o el colapso a gran escala de los sistemas de los que dependen la economía y la sociedad. Esto incluye los sistemas financieros, los sistemas de recursos naturales y los sistemas tecnológicos. Aborda los mecanismos que tiene una empresa para reducir sus contribuciones a los riesgos sistémicos y para mejorar las salvaguardas que pueden mitigar los impactos del fracaso sistémico. En el caso de las instituciones financieras, la categoría también capta la capacidad de la empresa para absorber las perturbaciones derivadas de las tensiones financieras y económicas y cumplir los requisitos reglamentarios más estrictos relacionados con la complejidad y la interconexión de las empresas del sector.
      • Gestión del riesgo sistémico Las empresas aseguradoras tienen el potencial de generar, amplificar o transmitir amenazas al sistema financiero. El tamaño, la interconexión y la complejidad de las aseguradoras son factores que ponen de relieve la exposición al riesgo sistémico del sector. Los organismos reguladores han determinado que las aseguradoras que realizan actividades no tradicionales o no relacionadas con los seguros son más vulnerables a la evolución de los mercados financieros y, por tanto, tienen más probabilidad de amplificar o contribuir al riesgo sistémico. En consecuencia, se enfrentan a la posibilidad de ser designadas como instituciones financieras de importancia sistémica. Estas empresas están sujetas a una supervisión y unos estándares de prudencia más estrictas por parte de los sistemas bancarios centrales de diversas jurisdicciones. Concretamente, es probable que sufran limitaciones relacionadas con el capital basado en el riesgo, el apalancamiento, la liquidez y la exposición crediticia. También se les exigirá que tengan un plan para una disolución rápida y ordenada en caso de dificultades financieras. El cumplimiento de las regulaciones puede ser muy costoso, y el incumplimiento de los umbrales cualitativos y cuantitativos regulatorios de rendimiento podría dar lugar a sanciones importantes. Para mostrar cómo gestionan esos riesgos, las empresas aseguradoras deben mejorar su divulgación de los aspectos fundamentales de la gestión del riesgo sistémico y su capacidad para cumplir requisitos regulatorios más estrictos.
  • Bebidas alcohólicas Remove
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    • Gestión de la energía La categoría aborda los impactos ambientales asociados al consumo de energía. Aborda la gestión de la energía por parte de la empresa en la fabricación y/o para el suministro de productos y servicios derivados de proveedores de servicios públicos (red eléctrica) que no son propiedad de la empresa ni están controlados por ella. Más concretamente, incluye la gestión de la eficiencia e intensidad energética, la combinación de energías y la dependencia de la red. El uso de la energía en las fases anteriores (por ejemplo, los proveedores) y posteriores (por ejemplo, el uso de los productos) no está incluido en el ámbito de aplicación.
      • Gestión de la energía Las empresas del sector de bebidas alcohólicas dependen tanto de la electricidad adquirida como del combustible a modo de insumos fundamentales para la creación de valor. El consumo de combustible fósil y energía eléctrica puede tener consecuencias ambientales, contribuyendo al cambio climático y la contaminación. Estos efectos pueden afectar al valor de las empresas de la industria, ya que las regulaciones de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y los nuevos incentivos para la eficiencia energética y las energías renovables podrían provocar una mayor volatilidad de los precios de los combustibles fósiles y la electricidad convencional y, al mismo tiempo, favorecer la competitividad de los costes de las fuentes alternativas. Las empresas que gestionan su uso general de la energía mediante el aumento de la eficiencia y el uso de fuentes de energía alternativas pueden mejorar la rentabilidad reduciendo los gastos y mitigando los riesgos.
    • Gestión del agua y las aguas residuales Esta categoría aborda el uso del agua por parte de la empresa, el consumo de agua, la generación de aguas residuales y otros efectos de las operaciones en los recursos hídricos, que pueden verse influidos por las diferencias regionales en la disponibilidad y calidad de los recursos hídricos y la competencia por ellos. Más concretamente, aborda estrategias de gestión que incluyen, entre otras, la eficiencia, la intensidad y el reciclaje del agua. Por último, la categoría también aborda la gestión del tratamiento y el vertido de las aguas residuales, incluida la contaminación de las aguas subterráneas y los acuíferos.
      • Gestión del agua La gestión del agua está relacionada con el uso directo que una empresa hace del agua, si sus operaciones se realizan en regiones con escasez de agua y con su gestión de las aguas residuales. Las empresas del sector de bebidas alcohólicas utilizan una gran cantidad de agua en sus operaciones, ya que el agua es un insumo clave para sus productos acabados. Dada la gran dependencia de las empresas de bebidas alcohólicas de grandes volúmenes de agua salubre y el hecho de que la escasez de agua está aumentando en diferentes regiones del mundo, las empresas podrían estar expuestas a interrupciones del suministro que podrían afectar significativamente a las operaciones y aumentar los costes. Las empresas que operan en regiones con estrés hídrico y que no atienden a las preocupaciones locales al respecto pueden correr un mayor riesgo de perder su licencia social para operar. La mejora de la gestión del agua mediante el aumento de la eficiencia y el reciclaje, en particular en las regiones con niveles de estrés hídrico inicial, puede dar lugar a una reducción de los costes operativos, la reducción de los riesgos y un mayor valor de los activos intangibles.
    • Prácticas de venta y etiquetado de productos Esta categoría aborda los problemas sociales que pueden surgir por no gestionar la transparencia, la exactitud y la comprensibilidad de las declaraciones de marketing, la publicidad y el etiquetado de los productos y servicios. Incluye, por ejemplo, las normas y reglamentos de publicidad, las prácticas de marketing éticas y responsables, el etiquetado engañoso o confuso, así como las prácticas de venta y préstamo discriminatorias o predatorias. Esto puede incluir prácticas de venta engañosas o agresivas en las que las estructuras de incentivos para los empleados podrían fomentar la venta de productos o servicios que no son del interés de los clientes.
      • Consumo de alcohol y marketing responsables El consumo irresponsable de bebidas alcohólicas puede provocar externalidades negativas, como la conducción bajo los efectos del alcohol, la adicción, problemas de salud pública, consumo de alcohol por parte de menores de edad e incluso la muerte. Cada año, el consumo irresponsable de alcohol contribuye a que se produzcan millones de muertes en todo el mundo, buena parte de las cuales se trata de menores de edad y jóvenes. El uso nocivo del alcohol es tema de creciente preocupación, en particular en los países en vías de desarrollo, que no cuentan con leyes que luchen contra sus efectos perjudiciales. Las empresas de bebidas alcohólicas pueden verse obligadas a asumir los costes de esos factores sociales exógenos a través de impuestos, demandas judiciales o daños a la reputación, lo que puede tener importantes repercusiones en las operaciones y los resultados financieros. No gestionar adecuadamente los factores sociales exógenos puede propiciar la aplicación de regulaciones aún más desfavorable y socavar la licencia social del sector para operar. Mediante los programas educativos y de implicación, la cooperación con la comunidad y el marketing responsable, especialmente en lo tocante a los menores de edad, las empresas pueden abordar y mitigar muchos de los factores sociales exógenos asociados con el abuso de alcohol. Las empresas que gestionan eficazmente esta cuestión pueden reducir las probabilidades de incurrir en gastos extraordinarios, mejorar la cuota de mercado y reducir las responsabilidades.
    • Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos La categoría aborda la incorporación de consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza en las características de los productos y servicios proporcionados o vendidos por la empresa. Incluye, entre otras cosas, la gestión de los impactos del ciclo de vida de los productos y servicios, como los relacionados con el envasado, la distribución, la intensidad de los recursos en la fase de uso y otras externalidades medioambientales y sociales que pueden producirse durante su fase de uso o al final de su vida. Esta categoría refleja la capacidad de una empresa para responder a la demanda de los clientes y de la sociedad de productos y servicios más sostenibles, así como para cumplir la normativa medioambiental y social en evolución. No aborda las repercusiones medioambientales o sociales directas de las operaciones de la empresa ni los riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores derivados del uso de los productos, que se tratan en otras categorías.
      • Gestión del ciclo de vida de los envases Los materiales de embalaje representan un coste significativo para las empresas del sector de las bebidas alcohólicas. Aunque muchas empresas de bebidas alcohólicas no fabrican sus propias botellas y envases, se arriesgan a que su reputación se vea afectada como resultado de los factores exógenos negativos que los envases de sus productos puedan crear a lo largo de su ciclo de vida. También se ven directamente afectadas por la legislación relativa a la gestión de los envases de bebidas al final de su vida útil. Las empresas de bebidas alcohólicas pueden trabajar junto con los fabricantes en el diseño de los embalajes con la finalidad de ahorrar costes, mejorar la reputación de la marca y reducir los efectos ambientales. Los esfuerzos para reducir la cantidad de materiales utilizados en los envases pueden disminuir los costes de transporte, la exposición a la volatilidad de la oferta y los precios y la cantidad de materiales vírgenes extraídos. En la fase final de la vida útil, los programas y colaboraciones para la recuperación y reciclaje pueden anticiparse a las regulaciones aplicables, contribuir a ahorrar costes y mitigar los efectos sobre el medioambiente. Las empresas que gestionan eficazmente esta cuestión pueden mejorar la rentabilidad y reducir el coste de capital.
    • Gestión de la cadena de suministro Esta categoría aborda la gestión de los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza dentro de la cadena de suministro de una empresa. Aborda las cuestiones relacionadas con las externalidades medioambientales y sociales creadas por los proveedores a través de sus actividades operativas. Estas cuestiones incluyen, entre otras, la responsabilidad medioambiental, los derechos humanos, las prácticas laborales y la ética y la corrupción. La gestión puede implicar el cribado, la selección, el seguimiento y el compromiso con los proveedores sobre sus impactos ambientales y sociales. Esta categoría no aborda las repercusiones de los factores externos, tales como el cambio climático y otros factores medioambientales y sociales, en las operaciones de los proveedores y/o en la disponibilidad y el precio de los recursos clave, que se tratan en una categoría aparte.
      • Impactos ambientales y sociales de la cadena de suministro de ingredientes Las empresas del sector de las bebidas alcohólicas gestionan cadenas de suministro a nivel mundial para abastecerse de una amplia gama de insumos de ingredientes. La forma en que las empresas seleccionan, supervisan y se implican con los proveedores en temas ambientales y sociales afecta a su capacidad para garantizar el suministro y manejar las fluctuaciones en los precios. En caso de que las empresas no sean capaces de encontrar alternativas para los proveedores clave o se provean de ingredientes a un precio más elevado, la interrupción de la cadena de suministro puede causar la pérdida de ingresos y afectar de forma negativa a la cuota de mercado. Los problemas en la gestión de la cadena de suministro relacionados con las prácticas laborales, la responsabilidad ambiental, la ética o la corrupción también pueden dar lugar a multas reglamentarias o al aumento de los costes operativos a largo plazo. El hecho de que la industria se dirija al consumidor aumenta los riesgos para la reputación relacionados con la forma de actuar de los proveedores. Ocuparse de la exposición de una empresa a los riesgos ambientales y sociales puede motivar una mayor resiliencia de la cadena de suministro y una reputación mejor. Las empresas pueden colaborar con los principales proveedores para gestionar los riesgos ambientales y sociales a fin de mejorar la resiliencia de la cadena de suministro, mitigar los riesgos para la reputación y aumentar potencialmente la demanda de los consumidores o captar nuevas oportunidades comerciales.
    • Abastecimiento y eficiencia de los materiales Esta categoría aborda cuestiones relacionadas con la resistencia de las cadenas de suministro de materiales a los impactos del cambio climático y otros factores ambientales y sociales externos. Plasma las repercusiones de estos factores externos en la actividad operativa de los proveedores, que pueden afectar además a la disponibilidad y el precio de los recursos clave. Aborda la capacidad de una empresa para gestionar estos riesgos a través del diseño, la fabricación y la gestión del final de la vida útil del producto, por ejemplo, mediante el uso de materiales reciclados y renovables, la reducción del uso de materiales clave (desmaterialización), la maximización de la eficiencia de los recursos en la fabricación y la realización de inversiones en I+D en materiales sustitutivos. Además, las empresas pueden gestionar estas cuestiones mediante la selección, el seguimiento y el compromiso con los proveedores para garantizar su resistencia a los riesgos externos. No aborda las cuestiones relacionadas con las externalidades medioambientales y sociales creadas por la actividad operativa de los proveedores individuales, que se tratan en una categoría aparte.
      • Suministro de ingredientes Las empresas del sector de bebidas alcohólicas se abastecen de una amplia gama de ingredientes, en gran parte insumos agrícolas, de proveedores de todo el mundo. La capacidad de la industria para proveerse de ingredientes y de hacerlo a determinados precios depende de la oferta disponible, que puede verse afectada por el cambio climático, la escasez de agua, la ordenación de las tierras y otras consideraciones relativas a la escasez de recursos. Esta exposición puede ocasionar la volatilidad de los precios y afectar a la rentabilidad de las empresas. En última instancia, el cambio climático, la escasez de agua y las restricciones en la utilización del suelo presentan riesgos para la capacidad a largo plazo de las empresas para abastecerse de materiales e ingredientes clave. Las empresas que se abastecen de ingredientes más productivos, cultivados con mayor eficacia y con un consumo de recursos menor o que trabajan en estrecha colaboración con los proveedores para aumentar su adaptabilidad al cambio climático y gestionar la exposición a otros riesgos de escasez de recursos estarán mejor protegidas contra la volatilidad de los precios o las interrupciones del suministro.
    • Impactos físicos del cambio climático Esta categoría aborda la capacidad de la empresa para gestionar los riesgos y las oportunidades asociados a la exposición directa de los activos y operaciones que posee o controla a los impactos físicos reales o potenciales del cambio climático. Recoge los problemas medioambientales y sociales que pueden surgir de las interrupciones operativas debidas a los impactos físicos del cambio climático. Además, recoge los problemas socioeconómicos derivados de que las empresas no incorporen la consideración del cambio climático en los productos y servicios que venden, como el caso de las pólizas de seguros y las hipotecas. Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para adaptarse a la mayor frecuencia y gravedad de los fenómenos meteorológicos extremos, los cambios climáticos, el riesgo del nivel del mar y otros impactos físicos previstos del cambio climático. La gestión puede implicar la mejora de la resiliencia de los activos físicos y/o de las infraestructuras circundantes, así como la incorporación de consideraciones relacionadas con el cambio climático en las principales actividades empresariales (por ejemplo, la suscripción de hipotecas y seguros, la planificación y el desarrollo de proyectos inmobiliarios).
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    • Gestión del riesgo sistémico Esta categoría aborda las contribuciones de la empresa a los riesgos sistémicos, o su gestión, resultantes del debilitamiento o el colapso a gran escala de los sistemas de los que dependen la economía y la sociedad. Esto incluye los sistemas financieros, los sistemas de recursos naturales y los sistemas tecnológicos. Aborda los mecanismos que tiene una empresa para reducir sus contribuciones a los riesgos sistémicos y para mejorar las salvaguardas que pueden mitigar los impactos del fracaso sistémico. En el caso de las instituciones financieras, la categoría también capta la capacidad de la empresa para absorber las perturbaciones derivadas de las tensiones financieras y económicas y cumplir los requisitos reglamentarios más estrictos relacionados con la complejidad y la interconexión de las empresas del sector.
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