Comparación de industrias

Está viendo información sobre las siguientes industrias:

  • Minoristas de medicamentos El sector de los minoristas de medicamentos se compone de empresas que operan farmacias y centros de distribución que abastecen a las tiendas minoristas. Dichos establecimientos pueden ser propiedad de la compañía o franquiciados. Las grandes empresas desarrollan sus actividades principalmente en los Estados Unidos, y se abastecen de medicamentos y otras mercancías a través de mayoristas y distribuidores. La mayoría de los ingresos de la industria proceden de la venta al consumidor de productos farmacéuticos de venta con o sin receta. Otras de las mercancías que se venden incluyen artículos para el hogar, productos de cuidado personal y una selección limitada de comestibles. Además, el segmento de minoristas de medicamentos está ampliando sus servicios centrados en la salud mediante la incorporación de clínicas en diversos locales de venta minorista, lo que se suma al cambiante panorama de la sostenibilidad del sector.
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  • Maquinaria y bienes industriales El sector de la maquinaria y los bienes industriales fabrica equipos para una serie de sectores, como la construcción, la agricultura, la energía, los servicios públicos, la minería, la fabricación, la automoción y el transporte. Los productos incluyen motores, maquinaria para el movimiento de tierras, camiones, tractores, barcos, bombas industriales, locomotoras y turbinas. Los fabricantes de maquinaria utilizan para la producción grandes cantidades de materias primas, como acero, plásticos, caucho, pinturas y vidrio. Los fabricantes también pueden mecanizar y fundir las piezas antes del montaje final. La demanda del sector está estrechamente vinculada a la producción industrial, aunque los estándares estatales sobre las emisiones y la demanda de los clientes están impulsando innovaciones para mejorar la eficiencia energética y limitar las emisiones a la atmósfera durante el uso de los productos.
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Cuestiones relevantes para ambos Industrias (7 de 26)

¿Por qué algunas cuestiones se muestran atenuadas? Las normas SASB varían según la industria, en función de los diferentes riesgos y oportunidades de sostenibilidad de cada industria. Las cuestiones atenuadas no se identificaron durante el proceso de elaboración de normas como aquellas que pueden afectar al valor de la empresa con mayor probabilidad, por lo que no se incluyen en la norma. Con el tiempo, a medida que el Consejo de Normas SASB siga recibiendo las opiniones del mercado, es posible que se añadan o eliminen algunas cuestiones de la norma. Cada empresa determina por sí misma si una cuestión de sostenibilidad puede afectar a su capacidad de crear valor empresarial. La norma está diseñada para la empresa típica de una industria, pero las empresas individuales pueden optar por informar sobre diferentes cuestiones de sostenibilidad en función de su modelo de negocio único.

Temas de divulgación

¿Cuál es la relación entre la categoría de cuestiones generales y los temas de divulgación? La categoría de cuestiones generales es una versión independiente de la industria de los temas de divulgación que aparecen en cada norma del SASB. Los temas de divulgación representan los impactos específicos de la industria en las categorías de cuestiones generales. Los temas de divulgación específicos de la industria garantizan que cada norma del SASB se adapte a la industria, mientras que las categorías de cuestiones generales permiten la comparación entre industrias. Por ejemplo, Salud y nutrición es un tema de divulgación en la industria de las bebidas sin alcohol, que representa una medida específica de la industria de la cuestión general Bienestar del cliente. Sin embargo, la cuestión Bienestar del cliente se manifiesta como el tema de la divulgación Medicamentos falsificados en la industria Biotecnología y productos farmacéuticos.
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    • Gestión de la energía La categoría aborda los impactos ambientales asociados al consumo de energía. Aborda la gestión de la energía por parte de la empresa en la fabricación y/o para el suministro de productos y servicios derivados de proveedores de servicios públicos (red eléctrica) que no son propiedad de la empresa ni están controlados por ella. Más concretamente, incluye la gestión de la eficiencia e intensidad energética, la combinación de energías y la dependencia de la red. El uso de la energía en las fases anteriores (por ejemplo, los proveedores) y posteriores (por ejemplo, el uso de los productos) no está incluido en el ámbito de aplicación.
      • Gestión de la energía del comercio minorista Las cadenas minoristas de medicamentos operan en miles de establecimientos que consumen grandes cantidades de energía. La electricidad se utiliza principalmente para la iluminación y la refrigeración. La demanda de energía suele incrementarse debido a que muchos establecimientos minoristas funcionan las 24 horas del día. La eficiencia energética en el funcionamiento y la diversificación de las carteras de energía en toda una gama de fuentes de suministro pueden mitigar la exposición al aumento de los costes de la energía y limitar la medida en que las empresas contribuyen a las emisiones indirectas de gases de efecto invernadero.
    • Seguridad de los datos Esta categoría aborda la gestión de los riesgos relacionados con la recopilación, retención y uso de datos sensibles, confidenciales y/o de propiedad de los clientes o usuarios. Incluye los problemas sociales que pueden surgir de incidentes como las violaciones de datos en las que la información personal identificable (IPI) y otros datos de los usuarios o clientes pueden estar expuestos. Aborda la estrategia, las políticas y las prácticas de una empresa relacionadas con la infraestructura informática, la formación del personal, el mantenimiento de registros, la cooperación con las fuerzas del orden y otros mecanismos utilizados para garantizar la seguridad de los datos de los clientes o usuarios.
      • Seguridad y confidencialidad de los datos Los minoristas de medicamentos, en su calidad de distribuidores de medicamentos con receta y operadores de dispensarios, gestionan y tienen acceso a información médica protegida. Las empresas suelen tener la obligación legal de salvaguardar la información de sus clientes, tarea que incluye un tratamiento adecuado de la información delicada por parte del personal de las farmacias y clínicas, así como el almacenamiento seguro de la misma en medios físicos y electrónicos. Los ataques cibernéticos pueden poner en peligro la información médica que se almacena electrónicamente, junto con los datos financieros y personales de los clientes. Los minoristas de medicamentos que eviten filtraciones graves de datos, incluidas aquellas que se producen en los propios puntos de venta y los ataques cibernéticos, podrán evitar que se deteriore el valor de la marca, reducir las responsabilidades contingentes y mantener la cuota de mercado.
    • Calidad y seguridad de los productos Esta categoría aborda cuestiones relacionadas con las características no deseadas de los productos vendidos o los servicios prestados que pueden crear riesgos para la salud o la seguridad de los usuarios finales. Se refiere a la capacidad de una empresa para ofrecer productos y/o servicios manufacturados que cumplan las expectativas de los clientes con respecto a sus características de salud y seguridad. Incluye, entre otras, cuestiones relacionadas con la responsabilidad, la gestión de las retiradas del mercado, las pruebas de los productos y la gestión de las sustancias químicas/contenidos/ingredientes de los productos.
      • Integridad de la cadena de suministro de medicamentos La cadena de suministro del sector de los minoristas de medicamentos es larga y compleja, y está formada por redes de distribución entre los fabricantes y los minoristas. La capacidad de las empresas para garantizar la calidad y la seguridad de los productos farmacéuticos y sanitarios es fundamental para el valor de la marca. Existen riesgos asociados a los medicamentos falsificados a los que la industria tiene que hacer frente, y la gestión eficaz de la cadena de suministro resulta esencial para mitigar esos desafíos. Los minoristas de medicamentos que no gestionen sus cadenas de suministro pueden incurrir en gastos relacionados con la retirada de productos, y dichos incidentes pueden entrañar riesgos importantes para los clientes. El predominio de productos de marca blanca, que constituyen una porción cada vez mayor de las ventas de las farmacias, hace que esta cuestión sea aún más importante.
    • Bienestar del cliente La categoría aborda las preocupaciones del bienestar de los clientes sobre cuestiones que incluyen, entre otras, la salud y la nutrición de los alimentos y las bebidas, el uso de antibióticos en la producción animal y la gestión de sustancias controladas. Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para ofrecer a los consumidores productos y servicios manufacturados que se ajusten a las expectativas de la sociedad. No incluye cuestiones directamente relacionadas con la calidad y los fallos de seguridad de los productos y servicios fabricados, sino que aborda cualidades inherentes al diseño y la prestación de productos y servicios en los que el bienestar del cliente puede estar en entredicho. El alcance de la categoría también capta la capacidad de las empresas para evitar los productos falsificados.
      • Gestión de sustancias controladas Los minoristas de medicamentos son distribuidores y vendedores de una amplia variedad de sustancias controladas. En los Estados Unidos, la Ley de Sustancias Controladas (CSA) define los requisitos para el mantenimiento de registros, la distribución, la dispensación, la eliminación y la seguridad de las sustancias controladas. Dentro de este sector, los altos volúmenes de medicamentos procesados y dispensados, junto con las extensas redes de venta al por menor y de distribución de las empresas más grandes, aumentan el riesgo de robo, pérdida y dispensación ilegal de fármacos. Dichas acciones pueden dar lugar a factores sociales exógenos negativos, incluidas las consecuencias para la salud pública relacionadas con el uso indebido y el comercio ilícito de medicamentos. Para ayudar a mitigar algunos de los problemas sociales asociados con la dispensación de sustancias controladas, los minoristas de medicamentos participan en programas de vigilancia de fármacos de ámbito estatal. Además, la aplicación reglamentaria de los requisitos de la CSA puede dar lugar a multas y suspensiones de la licencia. Una sólida gestión interna de las sustancias controladas puede paliar estos riesgos y contribuir en la protección del valor a largo plazo para los accionistas.
      • Repercusión sobre la salud del paciente Los minoristas de medicamentos y los farmacéuticos desempeñan un papel importante en el sistema de salud, ya que suministran medicamentos a los pacientes y suelen ser los últimos profesionales sanitarios que interactúan y se relacionan con los pacientes antes de que estos consuman los medicamentos. Al mejorar la comunicación, dichos profesionales pueden mejorar los resultados de los pacientes, evitar errores en la dispensación y aumentar las tasas de adherencia a los medicamentos de los pacientes. Las farmacias tienen la oportunidad de involucrar y educar a los pacientes sobre la importancia de cumplir con las prescripciones, lo que proporciona resultados beneficiosos tanto para los pacientes como para las empresas. Las empresas que se aseguren de gestionar eficazmente esas interacciones y, a un mismo tiempo, se esfuercen por evitar errores de dispensación disfrutarán de una mejor posición para proteger el valor para los accionistas.
    • Salud y seguridad de los empleados Esta categoría se refiere a la capacidad de una empresa para crear y mantener un entorno de trabajo seguro y saludable, libre de lesiones, muertes y enfermedades (tanto crónicas como graves). Tradicionalmente se consigue mediante la aplicación de planes de gestión de la seguridad, el desarrollo de requisitos de formación para empleados y contratistas, y la realización de auditorías periódicas de sus propias prácticas y de las de sus subcontratistas. La categoría también recoge cómo las empresas garantizan la salud física y mental de los trabajadores a través de la tecnología, la formación, la cultura corporativa, el cumplimiento de la normativa, la supervisión y las pruebas, y los equipos de protección personal.
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    • Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos La categoría aborda la incorporación de consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza en las características de los productos y servicios proporcionados o vendidos por la empresa. Incluye, entre otras cosas, la gestión de los impactos del ciclo de vida de los productos y servicios, como los relacionados con el envasado, la distribución, la intensidad de los recursos en la fase de uso y otras externalidades medioambientales y sociales que pueden producirse durante su fase de uso o al final de su vida. Esta categoría refleja la capacidad de una empresa para responder a la demanda de los clientes y de la sociedad de productos y servicios más sostenibles, así como para cumplir la normativa medioambiental y social en evolución. No aborda las repercusiones medioambientales o sociales directas de las operaciones de la empresa ni los riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores derivados del uso de los productos, que se tratan en otras categorías.
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    • Abastecimiento y eficiencia de los materiales Esta categoría aborda cuestiones relacionadas con la resistencia de las cadenas de suministro de materiales a los impactos del cambio climático y otros factores ambientales y sociales externos. Plasma las repercusiones de estos factores externos en la actividad operativa de los proveedores, que pueden afectar además a la disponibilidad y el precio de los recursos clave. Aborda la capacidad de una empresa para gestionar estos riesgos a través del diseño, la fabricación y la gestión del final de la vida útil del producto, por ejemplo, mediante el uso de materiales reciclados y renovables, la reducción del uso de materiales clave (desmaterialización), la maximización de la eficiencia de los recursos en la fabricación y la realización de inversiones en I+D en materiales sustitutivos. Además, las empresas pueden gestionar estas cuestiones mediante la selección, el seguimiento y el compromiso con los proveedores para garantizar su resistencia a los riesgos externos. No aborda las cuestiones relacionadas con las externalidades medioambientales y sociales creadas por la actividad operativa de los proveedores individuales, que se tratan en una categoría aparte.
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    • Gestión de la energía La categoría aborda los impactos ambientales asociados al consumo de energía. Aborda la gestión de la energía por parte de la empresa en la fabricación y/o para el suministro de productos y servicios derivados de proveedores de servicios públicos (red eléctrica) que no son propiedad de la empresa ni están controlados por ella. Más concretamente, incluye la gestión de la eficiencia e intensidad energética, la combinación de energías y la dependencia de la red. El uso de la energía en las fases anteriores (por ejemplo, los proveedores) y posteriores (por ejemplo, el uso de los productos) no está incluido en el ámbito de aplicación.
      • Gestión de la energía La energía es un insumo esencial para la fabricación de maquinaria industrial. La compra de electricidad representa la mayor parte de los gastos energéticos del sector, seguida de la compra de combustibles. El tipo de energía utilizada, la magnitud del consumo y las estrategias de gestión energética dependen del tipo de productos que se fabrica. La combinación energética de una compañía, incluido el uso de la electricidad generada in situ, la electricidad de la red y el uso de energías alternativas, puede desempeñar un papel importante que influya sobre el coste y la fiabilidad del suministro de energía y, en última instancia, afecte a la estructura de costes de la compañía y al riesgo de incumplimiento de la normativa.
    • Seguridad de los datos Esta categoría aborda la gestión de los riesgos relacionados con la recopilación, retención y uso de datos sensibles, confidenciales y/o de propiedad de los clientes o usuarios. Incluye los problemas sociales que pueden surgir de incidentes como las violaciones de datos en las que la información personal identificable (IPI) y otros datos de los usuarios o clientes pueden estar expuestos. Aborda la estrategia, las políticas y las prácticas de una empresa relacionadas con la infraestructura informática, la formación del personal, el mantenimiento de registros, la cooperación con las fuerzas del orden y otros mecanismos utilizados para garantizar la seguridad de los datos de los clientes o usuarios.
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    • Calidad y seguridad de los productos Esta categoría aborda cuestiones relacionadas con las características no deseadas de los productos vendidos o los servicios prestados que pueden crear riesgos para la salud o la seguridad de los usuarios finales. Se refiere a la capacidad de una empresa para ofrecer productos y/o servicios manufacturados que cumplan las expectativas de los clientes con respecto a sus características de salud y seguridad. Incluye, entre otras, cuestiones relacionadas con la responsabilidad, la gestión de las retiradas del mercado, las pruebas de los productos y la gestión de las sustancias químicas/contenidos/ingredientes de los productos.
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    • Bienestar del cliente La categoría aborda las preocupaciones del bienestar de los clientes sobre cuestiones que incluyen, entre otras, la salud y la nutrición de los alimentos y las bebidas, el uso de antibióticos en la producción animal y la gestión de sustancias controladas. Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para ofrecer a los consumidores productos y servicios manufacturados que se ajusten a las expectativas de la sociedad. No incluye cuestiones directamente relacionadas con la calidad y los fallos de seguridad de los productos y servicios fabricados, sino que aborda cualidades inherentes al diseño y la prestación de productos y servicios en los que el bienestar del cliente puede estar en entredicho. El alcance de la categoría también capta la capacidad de las empresas para evitar los productos falsificados.
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    • Salud y seguridad de los empleados Esta categoría se refiere a la capacidad de una empresa para crear y mantener un entorno de trabajo seguro y saludable, libre de lesiones, muertes y enfermedades (tanto crónicas como graves). Tradicionalmente se consigue mediante la aplicación de planes de gestión de la seguridad, el desarrollo de requisitos de formación para empleados y contratistas, y la realización de auditorías periódicas de sus propias prácticas y de las de sus subcontratistas. La categoría también recoge cómo las empresas garantizan la salud física y mental de los trabajadores a través de la tecnología, la formación, la cultura corporativa, el cumplimiento de la normativa, la supervisión y las pruebas, y los equipos de protección personal.
      • Salud y seguridad de los empleados Los empleados de las plantas de fabricación de maquinaria industrial se enfrentan a riesgos para la salud y la seguridad generados por la exposición a maquinaria pesada, maquinaria en movimiento y riesgos eléctricos, entre otros. La creación de una eficaz cultura de la seguridad es fundamental para mitigar de forma proactiva los incidentes de seguridad, que podrían incrementar los costes de la atención médica, los litigios y la interrupción del trabajo. Mediante la aplicación de sólidos protocolos de seguridad, como la notificación e investigación de los incidentes, así como la promoción de una cultura de la seguridad, las compañías podrán minimizar los gastos relacionados con la seguridad y mejorar potencialmente la productividad a largo plazo.
    • Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos La categoría aborda la incorporación de consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza en las características de los productos y servicios proporcionados o vendidos por la empresa. Incluye, entre otras cosas, la gestión de los impactos del ciclo de vida de los productos y servicios, como los relacionados con el envasado, la distribución, la intensidad de los recursos en la fase de uso y otras externalidades medioambientales y sociales que pueden producirse durante su fase de uso o al final de su vida. Esta categoría refleja la capacidad de una empresa para responder a la demanda de los clientes y de la sociedad de productos y servicios más sostenibles, así como para cumplir la normativa medioambiental y social en evolución. No aborda las repercusiones medioambientales o sociales directas de las operaciones de la empresa ni los riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores derivados del uso de los productos, que se tratan en otras categorías.
      • Ahorro de combustible y emisiones en fase de uso Muchos de los productos del sector de la maquinaria y los bienes industriales funcionan con combustibles fósiles y, durante su uso, por lo tanto, liberan gases de efecto invernadero (GEI) y otras emisiones a la atmósfera. Las preferencias de los clientes por un mayor ahorro del combustible, combinadas con las reglamentaciones que abordan las emisiones, están aumentando la demanda de productos de bajo consumo y bajas emisiones en el sector. Por ello, las compañías que fabriquen productos que tengan estas características podrán estar bien posicionadas para captar la creciente cuota de mercado, reducir el riesgo de incumplimiento de la normativa y mejorar el valor de la marca.
    • Abastecimiento y eficiencia de los materiales Esta categoría aborda cuestiones relacionadas con la resistencia de las cadenas de suministro de materiales a los impactos del cambio climático y otros factores ambientales y sociales externos. Plasma las repercusiones de estos factores externos en la actividad operativa de los proveedores, que pueden afectar además a la disponibilidad y el precio de los recursos clave. Aborda la capacidad de una empresa para gestionar estos riesgos a través del diseño, la fabricación y la gestión del final de la vida útil del producto, por ejemplo, mediante el uso de materiales reciclados y renovables, la reducción del uso de materiales clave (desmaterialización), la maximización de la eficiencia de los recursos en la fabricación y la realización de inversiones en I+D en materiales sustitutivos. Además, las empresas pueden gestionar estas cuestiones mediante la selección, el seguimiento y el compromiso con los proveedores para garantizar su resistencia a los riesgos externos. No aborda las cuestiones relacionadas con las externalidades medioambientales y sociales creadas por la actividad operativa de los proveedores individuales, que se tratan en una categoría aparte.
      • Suministro de materiales Las compañías de maquinaria industrial están expuestas a riesgos en la cadena de suministro cuando se utilizan materiales críticos en los productos. Las compañías del sector fabrican productos utilizando materiales críticos con pocos o ningún sustituto disponible, muchos de los cuales proceden de depósitos concentrados en unos pocos países que están sujetos a la incertidumbre geopolítica. Las compañías de este sector también se enfrentan a la competencia, debido a la creciente demanda mundial de estos materiales por parte de otros sectores, lo que puede dar lugar al incremento de los precios y a riesgos de suministro. Las compañías que puedan limitar el uso de materiales críticos utilizando alternativas y garantizarse el suministro, podrán mitigar las posibles repercusiones financieras derivadas de las interrupciones de la oferta y la volatilidad de los precios de los insumos.
      • Diseño y servicios de refabricación La maquinaria industrial y la fabricación de bienes utiliza grandes cantidades de acero, hierro, aluminio, vidrio, plásticos y otros materiales. La refabricación de los sistemas de maquinaria industrial (llamados «núcleos») es una oportunidad para que las compañías de maquinaria industrial limiten la cantidad de materias primas necesarias para fabricar nueva maquinaria, así como el tiempo y otros recursos necesarios para fabricar productos acabados. Los productos refabricados también pueden crear valor a partir de productos que, de otro modo, se destinarían a la eliminación o el reciclaje. Las compañías de maquinaria industrial pueden conseguir ahorrar costes mediante la reutilización de piezas al final de su vida útil para construir máquinas refabricadas que puedan revenderse a los clientes. Así pues, la refabricación, en el proceso y el diseño, puede reducir la demanda de materias primas, reducir los costes de fabricación y crear nuevos canales de venta.

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