Comparación de industrias
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Está viendo información sobre las siguientes industrias:
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Servicios de ingeniería y construcción
El sector de servicios de ingeniería y construcción proporciona servicios de ingeniería, construcción, diseño, consultoría, contratación y otros aspectos relacionados con diversos proyectos de construcción e infraestructuras. Dicho sector se compone fundamentalmente de cuatro segmentos principales: servicios de ingeniería, construcción de infraestructuras, construcción de edificios no residenciales y subcontratistas de construcción y servicios profesionales relacionados con esta. El segmento de la construcción de infraestructuras incluye empresas que diseñan o construyen proyectos de infraestructuras como centrales eléctricas, presas, oleoductos y gasoductos, refinerías, carreteras, puentes, túneles, ferrocarriles, puertos, aeropuertos, plantas de tratamiento de residuos, redes de distribución del agua y estadios. El segmento de construcción de edificios no residenciales incluye empresas que diseñan o construyen instalaciones industriales y comerciales como fábricas, almacenes, centros de datos, oficinas, hoteles, hospitales, universidades, y espacios comerciales como centros comerciales. El segmento de servicios de ingeniería incluye empresas que prestan servicios especializados de arquitectura e ingeniería, como el diseño y el desarrollo de estudios de viabilidad para muchos de los tipos de proyectos mencionados anteriormente. Por último, el segmento de subcontratistas de construcción y otros servicios profesionales relacionados con la construcción incluye empresas más pequeñas que prestan servicios auxiliares como carpintería, electricidad, fontanería, pintura, impermeabilización, paisajismo, diseño interior e inspección de edificios. Entre los clientes de esta industria figuran los propietarios de infraestructuras y los promotores del sector público y del sector privado. Las grandes empresas de esta industria operan y generan ingresos a nivel mundial y suelen especializarse en múltiples segmentos. -
Minoristas y distribuidores de alimentos
El sector de minoristas y distribuidores de alimentos consiste en empresas dedicadas a la venta mayorista y minorista de alimentos, bebidas y productos agrícolas. La venta se produce en supermercados minoristas, tiendas de ultramarinos, supermercados de almacén, tiendas de licores, panaderías, tiendas de alimentos naturales, tiendas de alimentos especializados, pescaderías y centros de distribución. Las empresas pueden especializarse en un tipo de formato de tienda o tener instalaciones de diversos formatos. Los productos suelen proceder de todo el mundo e incluyen carne y productos frescos, alimentos preparados, alimentos precocinados, alimentos procesados, productos de panadería, alimentos congelados y enlatados, bebidas con y sin alcohol y una amplia gama de artículos para el hogar y de cuidado personal.
Cuestiones relevantes para ambos Industrias (13 de 26)
¿Por qué algunas cuestiones se muestran atenuadas?
Las normas SASB varían según la industria, en función de los diferentes riesgos y oportunidades de sostenibilidad de cada industria. Las cuestiones atenuadas no se identificaron durante el proceso de elaboración de normas como aquellas que pueden afectar al valor de la empresa con mayor probabilidad, por lo que no se incluyen en la norma. Con el tiempo, a medida que el Consejo de Normas SASB siga recibiendo las opiniones del mercado, es posible que se añadan o eliminen algunas cuestiones de la norma. Cada empresa determina por sí misma si una cuestión de sostenibilidad puede afectar a su capacidad de crear valor empresarial. La norma está diseñada para la empresa típica de una industria, pero las empresas individuales pueden optar por informar sobre diferentes cuestiones de sostenibilidad en función de su modelo de negocio único.-
Medio ambiente
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Emisiones de GEI
Esta categoría se refiere a las emisiones directas (alcance 1) de gases de efecto invernadero (GEI) que una empresa genera a través de sus operaciones. Esto incluye las emisiones de GEI procedentes de fuentes estacionarias (por ejemplo, fábricas, centrales eléctricas) y móviles (por ejemplo, camiones, vehículos de reparto, aviones), bien sea como resultado de la combustión de combustible o de liberaciones directas sin combustión durante actividades como la extracción de recursos naturales, la generación de energía, el uso de la tierra o los procesos biogénicos. La categoría incluye además la gestión de los riesgos normativos, el cumplimiento de la normativa medioambiental y los riesgos y oportunidades para la reputación, ya que están relacionados con las emisiones directas de GEI. Los siete GEI contemplados en el Protocolo de Kioto están incluidos en esta categoría: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC), hexafluoruro de azufre (SF6) y trifluoruro de nitrógeno (NF3). - Calidad del aire
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Gestión de la energía
La categoría aborda los impactos ambientales asociados al consumo de energía. Aborda la gestión de la energía por parte de la empresa en la fabricación y/o para el suministro de productos y servicios derivados de proveedores de servicios públicos (red eléctrica) que no son propiedad de la empresa ni están controlados por ella. Más concretamente, incluye la gestión de la eficiencia e intensidad energética, la combinación de energías y la dependencia de la red. El uso de la energía en las fases anteriores (por ejemplo, los proveedores) y posteriores (por ejemplo, el uso de los productos) no está incluido en el ámbito de aplicación. - Gestión del agua y las aguas residuales
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Gestión de residuos y materiales peligrosos
Esta categoría se ocupa de las cuestiones medioambientales relacionadas con los residuos peligrosos y no peligrosos generados por las empresas. Aborda la gestión de los residuos sólidos de una empresa en la fabricación, la agricultura y otros procesos industriales. Abarca el tratamiento, la manipulación, el almacenamiento, la eliminación y el cumplimiento de la normativa. Esta categoría no incluye las emisiones a la atmósfera ni a las aguas residuales, ni tampoco los residuos del final de la vida útil de los productos, que se tratan en categorías distintas. -
Impactos ecológicos
Esta categoría aborda la gestión de los impactos de la empresa en los ecosistemas y la biodiversidad a través de actividades que incluyen, entre otras, el uso de la tierra para la exploración, la extracción de recursos naturales y el cultivo, así como el desarrollo, la construcción y el emplazamiento de proyectos. Los impactos incluyen, entre otros, la pérdida de biodiversidad, la destrucción de hábitats y la deforestación en todas las fases: planificación, adquisición de terrenos, obtención de permisos, desarrollo, operaciones y rehabilitación de emplazamientos. La categoría no cubre los impactos del cambio climático en los ecosistemas y la biodiversidad.
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Capital social
- Derechos humanos y relaciones comunitarias
- Privacidad del cliente
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Seguridad de los datos
Esta categoría aborda la gestión de los riesgos relacionados con la recopilación, retención y uso de datos sensibles, confidenciales y/o de propiedad de los clientes o usuarios. Incluye los problemas sociales que pueden surgir de incidentes como las violaciones de datos en las que la información personal identificable (IPI) y otros datos de los usuarios o clientes pueden estar expuestos. Aborda la estrategia, las políticas y las prácticas de una empresa relacionadas con la infraestructura informática, la formación del personal, el mantenimiento de registros, la cooperación con las fuerzas del orden y otros mecanismos utilizados para garantizar la seguridad de los datos de los clientes o usuarios. - Acceso y asequibilidad
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Calidad y seguridad de los productos
Esta categoría aborda cuestiones relacionadas con las características no deseadas de los productos vendidos o los servicios prestados que pueden crear riesgos para la salud o la seguridad de los usuarios finales. Se refiere a la capacidad de una empresa para ofrecer productos y/o servicios manufacturados que cumplan las expectativas de los clientes con respecto a sus características de salud y seguridad. Incluye, entre otras, cuestiones relacionadas con la responsabilidad, la gestión de las retiradas del mercado, las pruebas de los productos y la gestión de las sustancias químicas/contenidos/ingredientes de los productos. -
Bienestar del cliente
La categoría aborda las preocupaciones del bienestar de los clientes sobre cuestiones que incluyen, entre otras, la salud y la nutrición de los alimentos y las bebidas, el uso de antibióticos en la producción animal y la gestión de sustancias controladas. Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para ofrecer a los consumidores productos y servicios manufacturados que se ajusten a las expectativas de la sociedad. No incluye cuestiones directamente relacionadas con la calidad y los fallos de seguridad de los productos y servicios fabricados, sino que aborda cualidades inherentes al diseño y la prestación de productos y servicios en los que el bienestar del cliente puede estar en entredicho. El alcance de la categoría también capta la capacidad de las empresas para evitar los productos falsificados. -
Prácticas de venta y etiquetado de productos
Esta categoría aborda los problemas sociales que pueden surgir por no gestionar la transparencia, la exactitud y la comprensibilidad de las declaraciones de marketing, la publicidad y el etiquetado de los productos y servicios. Incluye, por ejemplo, las normas y reglamentos de publicidad, las prácticas de marketing éticas y responsables, el etiquetado engañoso o confuso, así como las prácticas de venta y préstamo discriminatorias o predatorias. Esto puede incluir prácticas de venta engañosas o agresivas en las que las estructuras de incentivos para los empleados podrían fomentar la venta de productos o servicios que no son del interés de los clientes.
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Capital humano
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Prácticas laborales
Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para mantener las normas laborales comúnmente aceptadas en el lugar de trabajo, incluido el cumplimiento de la legislación laboral y de las normas internacionalmente aceptadas. Esto incluye, entre otras cosas, garantizar los derechos humanos básicos relacionados con el trabajo infantil, el trabajo forzoso o en régimen de servidumbre, la explotación laboral, los salarios justos y el pago de horas extras, y otros derechos básicos de los trabajadores. También incluye las políticas de salario mínimo y la provisión de beneficios, que pueden influir en la forma de atraer, retener y motivar a la mano de obra. La categoría también aborda la relación de la empresa con el trabajo organizado y la libertad de asociación. -
Salud y seguridad de los empleados
Esta categoría se refiere a la capacidad de una empresa para crear y mantener un entorno de trabajo seguro y saludable, libre de lesiones, muertes y enfermedades (tanto crónicas como graves). Tradicionalmente se consigue mediante la aplicación de planes de gestión de la seguridad, el desarrollo de requisitos de formación para empleados y contratistas, y la realización de auditorías periódicas de sus propias prácticas y de las de sus subcontratistas. La categoría también recoge cómo las empresas garantizan la salud física y mental de los trabajadores a través de la tecnología, la formación, la cultura corporativa, el cumplimiento de la normativa, la supervisión y las pruebas, y los equipos de protección personal. - Compromiso de los empleados, diversidad e inclusión
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Modelo de negocio e innovación
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Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos
La categoría aborda la incorporación de consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza en las características de los productos y servicios proporcionados o vendidos por la empresa. Incluye, entre otras cosas, la gestión de los impactos del ciclo de vida de los productos y servicios, como los relacionados con el envasado, la distribución, la intensidad de los recursos en la fase de uso y otras externalidades medioambientales y sociales que pueden producirse durante su fase de uso o al final de su vida. Esta categoría refleja la capacidad de una empresa para responder a la demanda de los clientes y de la sociedad de productos y servicios más sostenibles, así como para cumplir la normativa medioambiental y social en evolución. No aborda las repercusiones medioambientales o sociales directas de las operaciones de la empresa ni los riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores derivados del uso de los productos, que se tratan en otras categorías. - Resiliencia del modelo de negocio
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Gestión de la cadena de suministro
Esta categoría aborda la gestión de los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza dentro de la cadena de suministro de una empresa. Aborda las cuestiones relacionadas con las externalidades medioambientales y sociales creadas por los proveedores a través de sus actividades operativas. Estas cuestiones incluyen, entre otras, la responsabilidad medioambiental, los derechos humanos, las prácticas laborales y la ética y la corrupción. La gestión puede implicar el cribado, la selección, el seguimiento y el compromiso con los proveedores sobre sus impactos ambientales y sociales. Esta categoría no aborda las repercusiones de los factores externos, tales como el cambio climático y otros factores medioambientales y sociales, en las operaciones de los proveedores y/o en la disponibilidad y el precio de los recursos clave, que se tratan en una categoría aparte. - Abastecimiento y eficiencia de los materiales
- Impactos físicos del cambio climático
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Liderazgo y gobernanza
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Ética empresarial
Esta categoría aborda el enfoque de la empresa para gestionar los riesgos y las oportunidades que rodean la conducta ética en los negocios, incluido el fraude, la corrupción, el soborno y los pagos de facilitación, las responsabilidades fiduciarias y otros comportamientos que pueden tener un componente ético. Esto incluye la sensibilidad a las normas y estándares empresariales, ya que cambian con el tiempo, la jurisdicción y la cultura. Aborda la capacidad de la empresa para prestar servicios que satisfagan las normas profesionales y éticas más estrictas del sector, lo que significa evitar los conflictos de intereses, la tergiversación, la parcialidad y la negligencia mediante la formación adecuada de los empleados y la aplicación de políticas y procedimientos que garanticen que los empleados prestan servicios libres de prejuicios y errores. - Comportamiento competitivo
- Gestión del entorno jurídico y reglamentario
- Gestión del riesgo de incidentes críticos
- Gestión del riesgo sistémico
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Temas de divulgación
¿Cuál es la relación entre la categoría de cuestiones generales y los temas de divulgación?
La categoría de cuestiones generales es una versión independiente de la industria de los temas de divulgación que aparecen en cada norma del SASB. Los temas de divulgación representan los impactos específicos de la industria en las categorías de cuestiones generales. Los temas de divulgación específicos de la industria garantizan que cada norma del SASB se adapte a la industria, mientras que las categorías de cuestiones generales permiten la comparación entre industrias. Por ejemplo, Salud y nutrición es un tema de divulgación en la industria de las bebidas sin alcohol, que representa una medida específica de la industria de la cuestión general Bienestar del cliente. Sin embargo, la cuestión Bienestar del cliente se manifiesta como el tema de la divulgación Medicamentos falsificados en la industria Biotecnología y productos farmacéuticos.-
Access Standard
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Emisiones de GEI
Esta categoría se refiere a las emisiones directas (alcance 1) de gases de efecto invernadero (GEI) que una empresa genera a través de sus operaciones. Esto incluye las emisiones de GEI procedentes de fuentes estacionarias (por ejemplo, fábricas, centrales eléctricas) y móviles (por ejemplo, camiones, vehículos de reparto, aviones), bien sea como resultado de la combustión de combustible o de liberaciones directas sin combustión durante actividades como la extracción de recursos naturales, la generación de energía, el uso de la tierra o los procesos biogénicos. La categoría incluye además la gestión de los riesgos normativos, el cumplimiento de la normativa medioambiental y los riesgos y oportunidades para la reputación, ya que están relacionados con las emisiones directas de GEI. Los siete GEI contemplados en el Protocolo de Kioto están incluidos en esta categoría: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC), hexafluoruro de azufre (SF6) y trifluoruro de nitrógeno (NF3).None -
Gestión de la energía
La categoría aborda los impactos ambientales asociados al consumo de energía. Aborda la gestión de la energía por parte de la empresa en la fabricación y/o para el suministro de productos y servicios derivados de proveedores de servicios públicos (red eléctrica) que no son propiedad de la empresa ni están controlados por ella. Más concretamente, incluye la gestión de la eficiencia e intensidad energética, la combinación de energías y la dependencia de la red. El uso de la energía en las fases anteriores (por ejemplo, los proveedores) y posteriores (por ejemplo, el uso de los productos) no está incluido en el ámbito de aplicación.None -
Gestión de residuos y materiales peligrosos
Esta categoría se ocupa de las cuestiones medioambientales relacionadas con los residuos peligrosos y no peligrosos generados por las empresas. Aborda la gestión de los residuos sólidos de una empresa en la fabricación, la agricultura y otros procesos industriales. Abarca el tratamiento, la manipulación, el almacenamiento, la eliminación y el cumplimiento de la normativa. Esta categoría no incluye las emisiones a la atmósfera ni a las aguas residuales, ni tampoco los residuos del final de la vida útil de los productos, que se tratan en categorías distintas.None -
Impactos ecológicos
Esta categoría aborda la gestión de los impactos de la empresa en los ecosistemas y la biodiversidad a través de actividades que incluyen, entre otras, el uso de la tierra para la exploración, la extracción de recursos naturales y el cultivo, así como el desarrollo, la construcción y el emplazamiento de proyectos. Los impactos incluyen, entre otros, la pérdida de biodiversidad, la destrucción de hábitats y la deforestación en todas las fases: planificación, adquisición de terrenos, obtención de permisos, desarrollo, operaciones y rehabilitación de emplazamientos. La categoría no cubre los impactos del cambio climático en los ecosistemas y la biodiversidad.-
Efectos ambientales del desarrollo de proyectos
Los proyectos de construcción de infraestructuras contribuyen a mejorar el desarrollo económico y social; sin embargo, también pueden plantear riesgos para el medioambiente local y las comunidades circundantes. Las actividades del sector pueden alterar los ecosistemas locales debido a los efectos sobre la biodiversidad, las emisiones a la atmósfera, los vertidos al agua, el consumo de recursos naturales, la generación de residuos y el uso de sustancias químicas peligrosas. En particular, las empresas de construcción realizan actividades de limpieza, nivelación y excavación y pueden generar residuos nocivos durante la construcción de los proyectos. Una evaluación eficaz de los efectos ambientales antes de la construcción puede ayudar a mitigar los problemas imprevistos que pueden incrementar los costes operativos y de capital. En algunos casos, las preocupaciones ambientales o las reticencias de la comunidad local pueden ocasionar retrasos en el proyecto y, en el peor de los casos, si cancelación, lo que a su vez puede repercutir en la rentabilidad y las oportunidades de crecimiento de una empresa. El incumplimiento de las regulaciones ambientales durante la construcción puede dar lugar a multas y gastos de reparación altos, y también puede dañar la reputación de una empresa. Las evaluaciones del impacto ambiental pueden proporcionar información sobre los posibles efectos ambientales de un proyecto y las actividades de mitigación que puedan ser necesarias antes de que comience. Del mismo modo, una gestión adecuada de los riesgos ambientales durante la construcción de un proyecto puede paliar la supervisión reglamentaria o las reticencias de la comunidad. Si evalúan las consideraciones ambientales anticipadamente y continúan evaluándolas durante el desarrollo del proyecto, las empresas de ingeniería y construcción pueden estar mejor preparadas para atenuar los posibles problemas ambientales y los riesgos financieros que puedan surgir, al tiempo que establecen una ventaja competitiva para obtener nuevos contratos con posibles clientes.
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Seguridad de los datos
Esta categoría aborda la gestión de los riesgos relacionados con la recopilación, retención y uso de datos sensibles, confidenciales y/o de propiedad de los clientes o usuarios. Incluye los problemas sociales que pueden surgir de incidentes como las violaciones de datos en las que la información personal identificable (IPI) y otros datos de los usuarios o clientes pueden estar expuestos. Aborda la estrategia, las políticas y las prácticas de una empresa relacionadas con la infraestructura informática, la formación del personal, el mantenimiento de registros, la cooperación con las fuerzas del orden y otros mecanismos utilizados para garantizar la seguridad de los datos de los clientes o usuarios.None -
Calidad y seguridad de los productos
Esta categoría aborda cuestiones relacionadas con las características no deseadas de los productos vendidos o los servicios prestados que pueden crear riesgos para la salud o la seguridad de los usuarios finales. Se refiere a la capacidad de una empresa para ofrecer productos y/o servicios manufacturados que cumplan las expectativas de los clientes con respecto a sus características de salud y seguridad. Incluye, entre otras, cuestiones relacionadas con la responsabilidad, la gestión de las retiradas del mercado, las pruebas de los productos y la gestión de las sustancias químicas/contenidos/ingredientes de los productos.-
Integridad estructural y seguridad
Presten servicios de ingeniería, diseño, arquitectura, consultoría, inspección, construcción o mantenimiento, las empresas de este sector tienen la responsabilidad profesional de garantizar la seguridad e integridad de su trabajo. La existencia de errores o una calidad inadecuada en la fase de diseño del proyecto y la construcción de edificios o infraestructuras pueden causar importantes daños personales, pérdida del valor de la propiedad y daños económicos. Por consiguiente, las empresas que actúan de forma negligente en cuanto a la integridad y la seguridad de las estructuras pueden tener que hacer frente a costes potencialmente elevados debido a los trabajos de rediseño o reparación y a las responsabilidades legales, así como a daños a la reputación que podrían menoscabar las perspectivas de crecimiento. Además, al diseñar y construir edificios o infraestructuras, las empresas del sector deben tener cada vez más presentes los posibles efectos del cambio climático, que pueden afectar a la integridad estructural de los proyectos y a la seguridad del público general. En determinadas circunstancias, el cumplimiento de los códigos y estándares mínimos aplicables puede resultar insuficiente para mantener e incrementar la reputación (o incluso mitigar las responsabilidades legales), especialmente si la frecuencia y la gravedad de los acontecimientos relacionados con el cambio climático aumentan tal y como cabe esperar. El cumplimiento o la superación de los nuevos estándares de calidad de la industria y el establecimiento de procedimientos de control interno para abordar posibles problemas de diseño, incluidos los derivados de los riesgos climáticos, son prácticas que pueden ayudar a las empresas a reducir estos riesgos.
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Bienestar del cliente
La categoría aborda las preocupaciones del bienestar de los clientes sobre cuestiones que incluyen, entre otras, la salud y la nutrición de los alimentos y las bebidas, el uso de antibióticos en la producción animal y la gestión de sustancias controladas. Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para ofrecer a los consumidores productos y servicios manufacturados que se ajusten a las expectativas de la sociedad. No incluye cuestiones directamente relacionadas con la calidad y los fallos de seguridad de los productos y servicios fabricados, sino que aborda cualidades inherentes al diseño y la prestación de productos y servicios en los que el bienestar del cliente puede estar en entredicho. El alcance de la categoría también capta la capacidad de las empresas para evitar los productos falsificados.None -
Prácticas de venta y etiquetado de productos
Esta categoría aborda los problemas sociales que pueden surgir por no gestionar la transparencia, la exactitud y la comprensibilidad de las declaraciones de marketing, la publicidad y el etiquetado de los productos y servicios. Incluye, por ejemplo, las normas y reglamentos de publicidad, las prácticas de marketing éticas y responsables, el etiquetado engañoso o confuso, así como las prácticas de venta y préstamo discriminatorias o predatorias. Esto puede incluir prácticas de venta engañosas o agresivas en las que las estructuras de incentivos para los empleados podrían fomentar la venta de productos o servicios que no son del interés de los clientes.None -
Prácticas laborales
Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para mantener las normas laborales comúnmente aceptadas en el lugar de trabajo, incluido el cumplimiento de la legislación laboral y de las normas internacionalmente aceptadas. Esto incluye, entre otras cosas, garantizar los derechos humanos básicos relacionados con el trabajo infantil, el trabajo forzoso o en régimen de servidumbre, la explotación laboral, los salarios justos y el pago de horas extras, y otros derechos básicos de los trabajadores. También incluye las políticas de salario mínimo y la provisión de beneficios, que pueden influir en la forma de atraer, retener y motivar a la mano de obra. La categoría también aborda la relación de la empresa con el trabajo organizado y la libertad de asociación.None -
Salud y seguridad de los empleados
Esta categoría se refiere a la capacidad de una empresa para crear y mantener un entorno de trabajo seguro y saludable, libre de lesiones, muertes y enfermedades (tanto crónicas como graves). Tradicionalmente se consigue mediante la aplicación de planes de gestión de la seguridad, el desarrollo de requisitos de formación para empleados y contratistas, y la realización de auditorías periódicas de sus propias prácticas y de las de sus subcontratistas. La categoría también recoge cómo las empresas garantizan la salud física y mental de los trabajadores a través de la tecnología, la formación, la cultura corporativa, el cumplimiento de la normativa, la supervisión y las pruebas, y los equipos de protección personal.-
Salud y seguridad de la fuerza laboral
La construcción, el mantenimiento y los servicios de reparación, así como otras actividades in situ, requieren una cantidad significativa de trabajo manual. En comparación con los de otros sectores, los índices de lesiones y fallecimientos del sector de servicios de ingeniería y construcción son altos como resultado de la exposición de la fuerza laboral a accidentes relacionados con el transporte motorizado de cargas o con la maquinaria pesada, caídas, exposición a sustancias químicas peligrosas y otras situaciones imprevistas y potencialmente comprometidas. Además, los trabajadores temporales pueden correr un mayor riesgo a causa de la falta de formación o de experiencia en la industria. El hecho de no proteger la salud y la seguridad de los trabajadores puede dar lugar a multas y sanciones; los incidentes graves pueden provocar grandes gastos extraordinarios iniciales y responsabilidades contingentes derivadas de las medidas legales o reglamentarias. Por otro lado, los incidentes relacionados con la salud y la seguridad pueden ocasionar retrasos y períodos de inactividad en los proyectos, lo que eleva los costes y reduce la rentabilidad de los mismos. Las empresas que procuran formar adecuadamente a sus empleados, tanto fijos como temporales, y crear una sólida cultura de la seguridad podrían reducir su perfil de riesgo y, al mismo tiempo, obtener una ventaja competitiva en las licitaciones y propuestas de nuevos proyectos gracias los historiales de salud y seguridad de su fuerza laboral.
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Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos
La categoría aborda la incorporación de consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza en las características de los productos y servicios proporcionados o vendidos por la empresa. Incluye, entre otras cosas, la gestión de los impactos del ciclo de vida de los productos y servicios, como los relacionados con el envasado, la distribución, la intensidad de los recursos en la fase de uso y otras externalidades medioambientales y sociales que pueden producirse durante su fase de uso o al final de su vida. Esta categoría refleja la capacidad de una empresa para responder a la demanda de los clientes y de la sociedad de productos y servicios más sostenibles, así como para cumplir la normativa medioambiental y social en evolución. No aborda las repercusiones medioambientales o sociales directas de las operaciones de la empresa ni los riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores derivados del uso de los productos, que se tratan en otras categorías.-
Efectos del ciclo de vida de los edificios e infraestructuras
Los proyectos de construcción de edificios y grandes infraestructuras figuran entre los mayores consumidores de recursos naturales de la economía: entre los materiales utilizados durante la construcción se incluyen productos de hierro y acero, cemento, hormigón, ladrillos, paneles de yeso, tableros para tabiques, vidrio, aislamiento, accesorios, puertas y carpintería, entre otros. Una vez terminados, y durante su uso diario, estos proyectos suelen consumir cantidades significativas de recursos en forma de energía y agua (para un análisis de los efectos ambientales directos de la construcción de proyectos, véase el tema Efectos ambientales del desarrollo de proyectos). Por lo tanto, el abastecimiento de materiales de construcción y el uso cotidiano de edificios e infraestructuras puede contribuir a las emisiones directas e indirectas de gases de efecto invernadero (GEI), a las limitaciones de recursos mundiales o locales, al estrés hídrico y a que se produzcan resultados negativos para la salud humana. Las presiones de los clientes y de las normativas para desarrollar entornos construidos sostenibles están propiciando el crecimiento de los mercados cuyo objeto es reducir los efectos del ciclo de vida de los edificios y los proyectos de infraestructura. En respuesta a ello, se han elaborado diversos planes internacionales de certificación de edificios e infraestructuras sostenibles para evaluar, entre otros aspectos, la eficiencia energética e hídrica en la fase de utilización de un proyecto, los efectos en la salud humana y el uso de materiales de construcción y edificación sostenibles. Como resultado, se están creando múltiples oportunidades para las industrias de la cadena de valor, desde los proveedores que pueden proporcionar dichos materiales hasta las empresas del sector de servicios de ingeniería y construcción que pueden prestar servicios de diseño, consultoría y construcción de proyectos orientados a la sostenibilidad. A medida que aumente la demanda de proyectos sostenibles rentables por parte de los clientes y evolucionen las correspondientes regulaciones, este tipo de servicios podrán brindar una ventaja competitiva y oportunidades para incrementar los ingresos . A largo plazo, las empresas que no integren eficazmente esas consideraciones en sus servicios se exponen a perder cuota de mercado. -
Efectos climáticos de la combinación de negocios
El sector de servicios de ingeniería y construcción trabaja con clientes que están expuestos a normativas climáticas potencialmente conflictivas y también con otros clientes desempeñan un papel en las medidas relacionadas con el cambio climático. Ciertos tipos de proyectos de construcción contribuyen de manera significativa al cambio climático debido a los gases de efecto invernadero (GEI) emitidos durante su fase de uso. Entre los proyectos que probablemente contribuyan a las emisiones globales de GEI se incluyen aquellos relacionados con el petróleo, el gas y otras industrias extractivas, así como las grandes edificaciones. Si bien algunos proyectos de infraestructura, como los de las energías renovables, están diseñados para reducir las emisiones de GEI, muchos tipos de proyectos presentan compensaciones. Los sistemas de transporte público, por ejemplo, pueden contribuir de forma directa a las emisiones de GEI y, al mismo, tiempo reducir las emisiones netas una vez que se tienen en cuenta los beneficios que ofrecen. Los ingresos y los beneficios de numerosas empresas del sector provienen de clientes pertenecientes a industrias que producen grandes emisiones de carbono y cuyas futuras inversiones de capital pueden verse en riesgo a causa de la evolución de las normativas medioambientales. Los riesgos de impacto negativo pueden manifestarse a través de retrasos en los proyectos, cancelaciones y disminución de las oportunidades de crecimiento de los ingresos a largo plazo. Por otra parte, si continúan centrándose en estos mercados en crecimiento, las empresas que se especialicen en proyectos de infraestructura que contribuyan a la mitigación de los GEI podrían desarrollar ventajas competitivas. Dado que el sector y sus clientes siguen operando en un entorno empresarial incierto y se enfrentan a requisitos ambientales y normativos cada vez más estrictos, la evaluación y comunicación de los riesgos y oportunidades derivados del cambio climático incorporados en la cartera de pedidos de una empresa y las perspectivas de negocio futuras pueden resultar útiles para los inversores a la hora de determinar el impacto general del cambio climático en el negocio.
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Gestión de la cadena de suministro
Esta categoría aborda la gestión de los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza dentro de la cadena de suministro de una empresa. Aborda las cuestiones relacionadas con las externalidades medioambientales y sociales creadas por los proveedores a través de sus actividades operativas. Estas cuestiones incluyen, entre otras, la responsabilidad medioambiental, los derechos humanos, las prácticas laborales y la ética y la corrupción. La gestión puede implicar el cribado, la selección, el seguimiento y el compromiso con los proveedores sobre sus impactos ambientales y sociales. Esta categoría no aborda las repercusiones de los factores externos, tales como el cambio climático y otros factores medioambientales y sociales, en las operaciones de los proveedores y/o en la disponibilidad y el precio de los recursos clave, que se tratan en una categoría aparte.None -
Ética empresarial
Esta categoría aborda el enfoque de la empresa para gestionar los riesgos y las oportunidades que rodean la conducta ética en los negocios, incluido el fraude, la corrupción, el soborno y los pagos de facilitación, las responsabilidades fiduciarias y otros comportamientos que pueden tener un componente ético. Esto incluye la sensibilidad a las normas y estándares empresariales, ya que cambian con el tiempo, la jurisdicción y la cultura. Aborda la capacidad de la empresa para prestar servicios que satisfagan las normas profesionales y éticas más estrictas del sector, lo que significa evitar los conflictos de intereses, la tergiversación, la parcialidad y la negligencia mediante la formación adecuada de los empleados y la aplicación de políticas y procedimientos que garanticen que los empleados prestan servicios libres de prejuicios y errores.-
Ética empresarial
Las empresas del sector se enfrentan a riesgos relacionados con los sobornos, la corrupción y las prácticas de competencia desleal. Esto se debe a varios factores, entre los que figuran la naturaleza mundial de las operaciones de muchas empresas, la necesidad de gestionar múltiples agentes y subcontratistas locales, la complejidad de la financiación y la concesión de permisos para los proyectos, la magnitud de los contratos de construcción de grandes proyectos de infraestructura y el proceso competitivo necesario para lograr contratos con entidades privadas y públicas. Las infracciones de carácter ético pueden dar lugar a investigaciones por parte de las autoridades, así como a grandes multas, costes de liquidación y daños a la reputación. Dichas infracciones pueden incluir violaciones de las leyes contra el soborno, como el pago a funcionarios públicos para obtener contratos de proyectos. También pueden comprender prácticas de licitación poco éticas, como las licitaciones complementarias (por ejemplo, presentar una oferta artificialmente alta o inaceptable para un contrato que el licitador no tiene intención de ganar) y la puesta en común de licitaciones (por ejemplo, coordinarse para dividir los contratos y garantizar que a cada licitador se le adjudique una cierta cantidad de trabajo). Además, a las empresas con un historial negativo se les puede impedir trabajar en proyectos futuros, lo que se traduce en una pérdida de ingresos. El desarrollo de una cultura ética mediante la formación de los empleados, estructuras de gestión eficaces y controles internos resulta fundamental para que las empresas puedan mitigar los riesgos relacionados con la ética empresarial.
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Access Standard
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Emisiones de GEI
Esta categoría se refiere a las emisiones directas (alcance 1) de gases de efecto invernadero (GEI) que una empresa genera a través de sus operaciones. Esto incluye las emisiones de GEI procedentes de fuentes estacionarias (por ejemplo, fábricas, centrales eléctricas) y móviles (por ejemplo, camiones, vehículos de reparto, aviones), bien sea como resultado de la combustión de combustible o de liberaciones directas sin combustión durante actividades como la extracción de recursos naturales, la generación de energía, el uso de la tierra o los procesos biogénicos. La categoría incluye además la gestión de los riesgos normativos, el cumplimiento de la normativa medioambiental y los riesgos y oportunidades para la reputación, ya que están relacionados con las emisiones directas de GEI. Los siete GEI contemplados en el Protocolo de Kioto están incluidos en esta categoría: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC), hexafluoruro de azufre (SF6) y trifluoruro de nitrógeno (NF3).-
Gestión del combustible de la flota
Las empresas del sector de minoristas y distribuidores de alimentos poseen y operan flotas de vehículos para transportar los productos desde el punto de distribución al de venta al por menor. El consumo de combustible de dichas flotas supone un gasto importante, tanto en términos de costes operativos como de gastos de capital. El consumo de combustibles fósiles puede provocar impactos ambientales, como el cambio climático y la contaminación. Esos impactos ambientales pueden exponer a minoristas y distribuidores de alimentos al riesgo de las regulaciones. La eficiencia lograda por el uso de combustibles puede reducir los costes, mitigar la exposición a la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles y limitar la huella de carbono asociada al almacenamiento y el transporte. A largo plazo, el ahorro operativo y la menor exposición a los riesgos regulatorios pueden compensar los gastos de capital invertidos a corto plazo en flotas de bajo consumo de combustible y en tecnologías más eficientes desde el punto de vista energético. -
Emisiones atmosféricas por la refrigeración
Las emisiones de las sustancias químicas de refrigeración de los equipos utilizados para almacenar y exhibir alimentos perecederos plantean riesgos regulatorios exclusivos para el sector de los minoristas y distribuidores de alimentos. Las regulaciones internacionales sobre los hidroclorofluorocarbonos (HCFC) tienen por objeto mitigar el daño que causan a la capa de ozono. Además, muchos de los HCFC e hidrofluorocarbonos (HFC) comunes son gases de efecto invernadero (GEI) muy potentes, lo que aumenta la exposición del sector a las regulaciones relacionadas con el cambio climático. Los reguladores pueden considerar la imposición de sanciones a empresas que infrinjan la normativa sobre emisiones y obligarlas a actualizar o sustituir los equipos, lo que supone gastos de capital para reducir sus emisiones o sustituir los refrigerantes existentes con alternativas posiblemente más caras, pero menos perjudiciales para el medioambiente.
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Gestión de la energía
La categoría aborda los impactos ambientales asociados al consumo de energía. Aborda la gestión de la energía por parte de la empresa en la fabricación y/o para el suministro de productos y servicios derivados de proveedores de servicios públicos (red eléctrica) que no son propiedad de la empresa ni están controlados por ella. Más concretamente, incluye la gestión de la eficiencia e intensidad energética, la combinación de energías y la dependencia de la red. El uso de la energía en las fases anteriores (por ejemplo, los proveedores) y posteriores (por ejemplo, el uso de los productos) no está incluido en el ámbito de aplicación.-
Gestión de la energía
Las instalaciones de venta minorista y distribución de alimentos suelen consumir más energía que otros tipos de espacios comerciales. La energía se utiliza sobre todo para la refrigeración, la calefacción, la ventilación y el aire acondicionado (HVAC), así como para la iluminación. Las empresas del sector suelen comprar la mayor parte de la electricidad que consumen, aunque algunas están empezando a generar energía propia o añadir energía renovable a su combinación energética. La producción y el consumo de energía tienen impactos ambientales, como el cambio climático y la contaminación, que pueden repercutir indirecta, pero sustancialmente, en las operaciones de los minoristas y distribuidores de alimentos. Las empresas que gestionan su uso general de energía aumentando la eficiencia y el uso de fuentes de energía alternativas pueden aumentar su rentabilidad reduciendo los gastos y disminuyendo el riesgo.
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Gestión de residuos y materiales peligrosos
Esta categoría se ocupa de las cuestiones medioambientales relacionadas con los residuos peligrosos y no peligrosos generados por las empresas. Aborda la gestión de los residuos sólidos de una empresa en la fabricación, la agricultura y otros procesos industriales. Abarca el tratamiento, la manipulación, el almacenamiento, la eliminación y el cumplimiento de la normativa. Esta categoría no incluye las emisiones a la atmósfera ni a las aguas residuales, ni tampoco los residuos del final de la vida útil de los productos, que se tratan en categorías distintas.-
Gestión de residuos alimentarios
El sector de minoristas y distribuidores de alimentos genera residuos alimentarios en diversas etapas de su actividad. Entre esos residuos están los alimentos comestibles o útiles que no llegan a los consumidores, así como los que se estropean o se dañan durante el transporte o el almacenamiento o en los estantes de las tiendas. La pérdida de alimentos y los residuos alimentarios representan una derroche de mercancías vendibles para las empresas del sector y, en términos más generales, de los recursos utilizados para la producción, como la tierra, el agua, la mano de obra, la energía y las sustancias químicas agrícolas, aparte de contribuir a la inseguridad alimentaria. Además, los residuos de alimentos pueden generar emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) durante su descomposición en los vertederos. La gestión eficaz de los residuos de alimentos puede representar una oportunidad financiera para reducir los costes asociados a la pérdida de existencias, así como ayudar a mejorar la seguridad alimentaria desviando con mayor eficacia los recursos alimentarios hacia fines benéficos.
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Impactos ecológicos
Esta categoría aborda la gestión de los impactos de la empresa en los ecosistemas y la biodiversidad a través de actividades que incluyen, entre otras, el uso de la tierra para la exploración, la extracción de recursos naturales y el cultivo, así como el desarrollo, la construcción y el emplazamiento de proyectos. Los impactos incluyen, entre otros, la pérdida de biodiversidad, la destrucción de hábitats y la deforestación en todas las fases: planificación, adquisición de terrenos, obtención de permisos, desarrollo, operaciones y rehabilitación de emplazamientos. La categoría no cubre los impactos del cambio climático en los ecosistemas y la biodiversidad.None -
Seguridad de los datos
Esta categoría aborda la gestión de los riesgos relacionados con la recopilación, retención y uso de datos sensibles, confidenciales y/o de propiedad de los clientes o usuarios. Incluye los problemas sociales que pueden surgir de incidentes como las violaciones de datos en las que la información personal identificable (IPI) y otros datos de los usuarios o clientes pueden estar expuestos. Aborda la estrategia, las políticas y las prácticas de una empresa relacionadas con la infraestructura informática, la formación del personal, el mantenimiento de registros, la cooperación con las fuerzas del orden y otros mecanismos utilizados para garantizar la seguridad de los datos de los clientes o usuarios.-
Seguridad de los datos
Mediante las transacciones de pago electrónico y el intercambio de datos financieros personales, los minoristas de alimentos establecen una relación de confianza con los consumidores. Se pueden producir filtraciones de datos mediante infracciones en la tecnología de pago físico, denominadas infracciones de los puntos de venta, o mediante ataques a la ciberseguridad. Las filtraciones de datos que ocasionan el robo o la pérdida de los datos privados de los clientes pueden socavar su confianza en la capacidad de una empresa para gestionar con seguridad su información privada. Esta pérdida de confianza podría dar lugar a una reducción del número de visitas de clientes, de ingresos y del valor de la marca. Los minoristas que cuentan con sistemas tecnológicos y de gestión sólidos para evitar o responder a las filtraciones de datos pueden posicionarse favorablemente respecto a los clientes y reducir los posibles litigios y costes consiguientes.
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Calidad y seguridad de los productos
Esta categoría aborda cuestiones relacionadas con las características no deseadas de los productos vendidos o los servicios prestados que pueden crear riesgos para la salud o la seguridad de los usuarios finales. Se refiere a la capacidad de una empresa para ofrecer productos y/o servicios manufacturados que cumplan las expectativas de los clientes con respecto a sus características de salud y seguridad. Incluye, entre otras, cuestiones relacionadas con la responsabilidad, la gestión de las retiradas del mercado, las pruebas de los productos y la gestión de las sustancias químicas/contenidos/ingredientes de los productos.-
Seguridad alimentaria
Mantener la calidad y la seguridad de los productos es crucial para el sector de la venta de minoristas y distribuidores de alimentos, ya que la contaminación por agentes patógenos, sustancias peligrosas o el deterioro, puede suponer riesgos para la salud humana. La contaminación puede suceder en cualquier etapa de la cadena de valor de los alimentos, como la producción, el procesamiento, el transporte, la distribución y la venta al por menor. Aunque es posible que las empresas de venta de alimentos al por menor no sean directamente responsables de todos los incidentes relacionados con la seguridad alimentaria y la retirada de productos, participan en el proceso y pueden sufrir ramificaciones financieras, daños al valor de la marca, reducción de ingresos y aumento de costes por retiradas de productos, pérdidas de existencias o litigios. Las medidas para evitar el deterioro y la contaminación incluyen el control de la temperatura, la inspección frecuente de los alimentos y la selección de proveedores.
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Bienestar del cliente
La categoría aborda las preocupaciones del bienestar de los clientes sobre cuestiones que incluyen, entre otras, la salud y la nutrición de los alimentos y las bebidas, el uso de antibióticos en la producción animal y la gestión de sustancias controladas. Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para ofrecer a los consumidores productos y servicios manufacturados que se ajusten a las expectativas de la sociedad. No incluye cuestiones directamente relacionadas con la calidad y los fallos de seguridad de los productos y servicios fabricados, sino que aborda cualidades inherentes al diseño y la prestación de productos y servicios en los que el bienestar del cliente puede estar en entredicho. El alcance de la categoría también capta la capacidad de las empresas para evitar los productos falsificados.-
Salud y nutrición de los productos
La mayor concienciación de los consumidores sobre el contenido y valor nutricional de alimentos y su posible impacto en la salud está conformando el panorama competitivo del sector de minoristas y distribuidores de alimentos. La demanda de productos alimenticios que se elaboran con ingredientes naturales o que están certificados como ecológicos, con bajo contenido en grasa y azúcar, o elaborados sin organismos genéticamente modificados (OGM), ha impulsado el crecimiento del sector en los últimos años. Aunque los vínculos entre la salud de los consumidores y ciertos alimentos no están bien establecidos, los consumidores muestran preferencia por categorías de alimentos que perciben como más saludables. Los minoristas de alimentos que reconocen los riesgos y oportunidades que representa este cambio en las preferencias y se adaptan a la demanda están en mejores condiciones de aprovechar la oportunidad de obtener ingresos y cuotas de mercado adicionales.
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Prácticas de venta y etiquetado de productos
Esta categoría aborda los problemas sociales que pueden surgir por no gestionar la transparencia, la exactitud y la comprensibilidad de las declaraciones de marketing, la publicidad y el etiquetado de los productos y servicios. Incluye, por ejemplo, las normas y reglamentos de publicidad, las prácticas de marketing éticas y responsables, el etiquetado engañoso o confuso, así como las prácticas de venta y préstamo discriminatorias o predatorias. Esto puede incluir prácticas de venta engañosas o agresivas en las que las estructuras de incentivos para los empleados podrían fomentar la venta de productos o servicios que no son del interés de los clientes.-
Etiquetado y marketing de productos
La comunicación con los consumidores mediante el etiquetado y el marketing de los productos es una faceta importante de la venta al por menor de alimentos. La exactitud y minuciosidad de la información presentada en el etiquetado de los alimentos cada vez tiene más importancia tanto para los compradores como para los reguladores. Sobre todo para la venta de productos de marca propia fabricados para minoristas de alimentos, habida cuenta de las repercusiones directas en la reputación de la marca. Para fundamentar las decisiones de compra, los consumidores buscan hoy en día información adicional sobre los ingredientes de los productos, como el contenido de organismos genéticamente modificados (OGM) y las repercusiones en la salud y la nutrición. Estas cuestiones pueden afectar al panorama competitivo del sector, ya que las empresas pueden enfrentarse a litigios o críticas por formular con declaraciones engañosas o no adaptarse a la exigencia de los consumidores de una mayor transparencia en el etiquetado. Estos factores pueden repercutir en el valor de la marca y el crecimiento de los ingresos de los minoristas. Además, las regulaciones sobre al etiquetado preciso de los productos y sus ingredientes suponen un riesgo de sanciones o litigios para las empresas de venta de alimentos al por menor.
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Prácticas laborales
Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para mantener las normas laborales comúnmente aceptadas en el lugar de trabajo, incluido el cumplimiento de la legislación laboral y de las normas internacionalmente aceptadas. Esto incluye, entre otras cosas, garantizar los derechos humanos básicos relacionados con el trabajo infantil, el trabajo forzoso o en régimen de servidumbre, la explotación laboral, los salarios justos y el pago de horas extras, y otros derechos básicos de los trabajadores. También incluye las políticas de salario mínimo y la provisión de beneficios, que pueden influir en la forma de atraer, retener y motivar a la mano de obra. La categoría también aborda la relación de la empresa con el trabajo organizado y la libertad de asociación.-
Prácticas laborales
El sector de minoristas y distribuidores de alimentos tiene muchos empleados que trabajan por horas. Los bajos salarios medios del sector, que ayudan a las empresas a mantener bajos los precios de los productos, pueden ocasionar riesgos laborales. La insatisfacción de los trabajadores respecto a los salarios y ventajas, junto con las altas tasas de sindicalización, han provocado huelgas en las principales empresas de venta de alimentos al por menor, lo que ocasiona interrupciones del negocio y daños a la reputación. Además, las empresas se han visto involucradas en casos de discriminación racial y de género, lo que a veces ha dado lugar a costosos acuerdos financieros. Las empresas pueden beneficiarse de la adopción de una perspectiva a largo plazo en la gestión de los trabajadores, incluida su remuneración y prestaciones, para proteger así los derechos de los trabajadores y aumentar su productividad, al tiempo que fortalecen su reputación y su valor de marca.
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Salud y seguridad de los empleados
Esta categoría se refiere a la capacidad de una empresa para crear y mantener un entorno de trabajo seguro y saludable, libre de lesiones, muertes y enfermedades (tanto crónicas como graves). Tradicionalmente se consigue mediante la aplicación de planes de gestión de la seguridad, el desarrollo de requisitos de formación para empleados y contratistas, y la realización de auditorías periódicas de sus propias prácticas y de las de sus subcontratistas. La categoría también recoge cómo las empresas garantizan la salud física y mental de los trabajadores a través de la tecnología, la formación, la cultura corporativa, el cumplimiento de la normativa, la supervisión y las pruebas, y los equipos de protección personal.None -
Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos
La categoría aborda la incorporación de consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza en las características de los productos y servicios proporcionados o vendidos por la empresa. Incluye, entre otras cosas, la gestión de los impactos del ciclo de vida de los productos y servicios, como los relacionados con el envasado, la distribución, la intensidad de los recursos en la fase de uso y otras externalidades medioambientales y sociales que pueden producirse durante su fase de uso o al final de su vida. Esta categoría refleja la capacidad de una empresa para responder a la demanda de los clientes y de la sociedad de productos y servicios más sostenibles, así como para cumplir la normativa medioambiental y social en evolución. No aborda las repercusiones medioambientales o sociales directas de las operaciones de la empresa ni los riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores derivados del uso de los productos, que se tratan en otras categorías.None -
Gestión de la cadena de suministro
Esta categoría aborda la gestión de los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza dentro de la cadena de suministro de una empresa. Aborda las cuestiones relacionadas con las externalidades medioambientales y sociales creadas por los proveedores a través de sus actividades operativas. Estas cuestiones incluyen, entre otras, la responsabilidad medioambiental, los derechos humanos, las prácticas laborales y la ética y la corrupción. La gestión puede implicar el cribado, la selección, el seguimiento y el compromiso con los proveedores sobre sus impactos ambientales y sociales. Esta categoría no aborda las repercusiones de los factores externos, tales como el cambio climático y otros factores medioambientales y sociales, en las operaciones de los proveedores y/o en la disponibilidad y el precio de los recursos clave, que se tratan en una categoría aparte.-
Gestión de los impactos ambientales y sociales en la cadena de suministro
Los minoristas y distribuidores de alimentos disponen de una amplia variedad de proveedores que se enfrentan a un sinfín de desafíos en materia de sostenibilidad, como la conservación de recursos, la escasez de agua, el bienestar animal, las prácticas laborales justas o el cambio climático. Si se gestionan de forma deficiente, estos problemas pueden afectar al precio y a la disponibilidad de alimentos. Además, los consumidores están cada vez más preocupados por los métodos de producción, los orígenes y las externalidades asociadas a los alimentos que compran, lo que puede afectar a la reputación de una empresa. Los minoristas y distribuidores de alimentos también pueden colaborar con los proveedores en el diseño del embalaje para ahorrar en los costes de transporte, mejorar la reputación de la marca y reducir el impacto ambiental. Las empresas que puedan hacer frente a los riesgos de abastecimiento mediante la evaluación y el compromiso con los proveedores, la aplicación de directrices de abastecimiento sostenible y el aumento de la transparencia en la cadena de suministro, probablemente estarán mejor posicionadas para fortalecer la cadena de suministro, mitigar los riesgos de reputación y aumentar la demanda de los consumidores o captar nuevas oportunidades de mercado.
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Ética empresarial
Esta categoría aborda el enfoque de la empresa para gestionar los riesgos y las oportunidades que rodean la conducta ética en los negocios, incluido el fraude, la corrupción, el soborno y los pagos de facilitación, las responsabilidades fiduciarias y otros comportamientos que pueden tener un componente ético. Esto incluye la sensibilidad a las normas y estándares empresariales, ya que cambian con el tiempo, la jurisdicción y la cultura. Aborda la capacidad de la empresa para prestar servicios que satisfagan las normas profesionales y éticas más estrictas del sector, lo que significa evitar los conflictos de intereses, la tergiversación, la parcialidad y la negligencia mediante la formación adecuada de los empleados y la aplicación de políticas y procedimientos que garanticen que los empleados prestan servicios libres de prejuicios y errores.None
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Categoría de cuestiones generales
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Servicios de ingeniería y construcción
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Minoristas y distribuidores de alimentos
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Emisiones de GEI
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Gestión del combustible de la flota
Las empresas del sector de minoristas y distribuidores de alimentos poseen y operan flotas de vehículos para transportar los productos desde el punto de distribución al de venta al por menor. El consumo de combustible de dichas flotas supone un gasto importante, tanto en términos de costes operativos como de gastos de capital. El consumo de combustibles fósiles puede provocar impactos ambientales, como el cambio climático y la contaminación. Esos impactos ambientales pueden exponer a minoristas y distribuidores de alimentos al riesgo de las regulaciones. La eficiencia lograda por el uso de combustibles puede reducir los costes, mitigar la exposición a la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles y limitar la huella de carbono asociada al almacenamiento y el transporte. A largo plazo, el ahorro operativo y la menor exposición a los riesgos regulatorios pueden compensar los gastos de capital invertidos a corto plazo en flotas de bajo consumo de combustible y en tecnologías más eficientes desde el punto de vista energético. -
Emisiones atmosféricas por la refrigeración
Las emisiones de las sustancias químicas de refrigeración de los equipos utilizados para almacenar y exhibir alimentos perecederos plantean riesgos regulatorios exclusivos para el sector de los minoristas y distribuidores de alimentos. Las regulaciones internacionales sobre los hidroclorofluorocarbonos (HCFC) tienen por objeto mitigar el daño que causan a la capa de ozono. Además, muchos de los HCFC e hidrofluorocarbonos (HFC) comunes son gases de efecto invernadero (GEI) muy potentes, lo que aumenta la exposición del sector a las regulaciones relacionadas con el cambio climático. Los reguladores pueden considerar la imposición de sanciones a empresas que infrinjan la normativa sobre emisiones y obligarlas a actualizar o sustituir los equipos, lo que supone gastos de capital para reducir sus emisiones o sustituir los refrigerantes existentes con alternativas posiblemente más caras, pero menos perjudiciales para el medioambiente.
Gestión de la energía
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Gestión de la energía
Las instalaciones de venta minorista y distribución de alimentos suelen consumir más energía que otros tipos de espacios comerciales. La energía se utiliza sobre todo para la refrigeración, la calefacción, la ventilación y el aire acondicionado (HVAC), así como para la iluminación. Las empresas del sector suelen comprar la mayor parte de la electricidad que consumen, aunque algunas están empezando a generar energía propia o añadir energía renovable a su combinación energética. La producción y el consumo de energía tienen impactos ambientales, como el cambio climático y la contaminación, que pueden repercutir indirecta, pero sustancialmente, en las operaciones de los minoristas y distribuidores de alimentos. Las empresas que gestionan su uso general de energía aumentando la eficiencia y el uso de fuentes de energía alternativas pueden aumentar su rentabilidad reduciendo los gastos y disminuyendo el riesgo.
Gestión de residuos y materiales peligrosos
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Gestión de residuos alimentarios
El sector de minoristas y distribuidores de alimentos genera residuos alimentarios en diversas etapas de su actividad. Entre esos residuos están los alimentos comestibles o útiles que no llegan a los consumidores, así como los que se estropean o se dañan durante el transporte o el almacenamiento o en los estantes de las tiendas. La pérdida de alimentos y los residuos alimentarios representan una derroche de mercancías vendibles para las empresas del sector y, en términos más generales, de los recursos utilizados para la producción, como la tierra, el agua, la mano de obra, la energía y las sustancias químicas agrícolas, aparte de contribuir a la inseguridad alimentaria. Además, los residuos de alimentos pueden generar emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) durante su descomposición en los vertederos. La gestión eficaz de los residuos de alimentos puede representar una oportunidad financiera para reducir los costes asociados a la pérdida de existencias, así como ayudar a mejorar la seguridad alimentaria desviando con mayor eficacia los recursos alimentarios hacia fines benéficos.
Impactos ecológicos
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Efectos ambientales del desarrollo de proyectos
Los proyectos de construcción de infraestructuras contribuyen a mejorar el desarrollo económico y social; sin embargo, también pueden plantear riesgos para el medioambiente local y las comunidades circundantes. Las actividades del sector pueden alterar los ecosistemas locales debido a los efectos sobre la biodiversidad, las emisiones a la atmósfera, los vertidos al agua, el consumo de recursos naturales, la generación de residuos y el uso de sustancias químicas peligrosas. En particular, las empresas de construcción realizan actividades de limpieza, nivelación y excavación y pueden generar residuos nocivos durante la construcción de los proyectos. Una evaluación eficaz de los efectos ambientales antes de la construcción puede ayudar a mitigar los problemas imprevistos que pueden incrementar los costes operativos y de capital. En algunos casos, las preocupaciones ambientales o las reticencias de la comunidad local pueden ocasionar retrasos en el proyecto y, en el peor de los casos, si cancelación, lo que a su vez puede repercutir en la rentabilidad y las oportunidades de crecimiento de una empresa. El incumplimiento de las regulaciones ambientales durante la construcción puede dar lugar a multas y gastos de reparación altos, y también puede dañar la reputación de una empresa. Las evaluaciones del impacto ambiental pueden proporcionar información sobre los posibles efectos ambientales de un proyecto y las actividades de mitigación que puedan ser necesarias antes de que comience. Del mismo modo, una gestión adecuada de los riesgos ambientales durante la construcción de un proyecto puede paliar la supervisión reglamentaria o las reticencias de la comunidad. Si evalúan las consideraciones ambientales anticipadamente y continúan evaluándolas durante el desarrollo del proyecto, las empresas de ingeniería y construcción pueden estar mejor preparadas para atenuar los posibles problemas ambientales y los riesgos financieros que puedan surgir, al tiempo que establecen una ventaja competitiva para obtener nuevos contratos con posibles clientes.
Seguridad de los datos
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Seguridad de los datos
Mediante las transacciones de pago electrónico y el intercambio de datos financieros personales, los minoristas de alimentos establecen una relación de confianza con los consumidores. Se pueden producir filtraciones de datos mediante infracciones en la tecnología de pago físico, denominadas infracciones de los puntos de venta, o mediante ataques a la ciberseguridad. Las filtraciones de datos que ocasionan el robo o la pérdida de los datos privados de los clientes pueden socavar su confianza en la capacidad de una empresa para gestionar con seguridad su información privada. Esta pérdida de confianza podría dar lugar a una reducción del número de visitas de clientes, de ingresos y del valor de la marca. Los minoristas que cuentan con sistemas tecnológicos y de gestión sólidos para evitar o responder a las filtraciones de datos pueden posicionarse favorablemente respecto a los clientes y reducir los posibles litigios y costes consiguientes.
Calidad y seguridad de los productos
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Integridad estructural y seguridad
Presten servicios de ingeniería, diseño, arquitectura, consultoría, inspección, construcción o mantenimiento, las empresas de este sector tienen la responsabilidad profesional de garantizar la seguridad e integridad de su trabajo. La existencia de errores o una calidad inadecuada en la fase de diseño del proyecto y la construcción de edificios o infraestructuras pueden causar importantes daños personales, pérdida del valor de la propiedad y daños económicos. Por consiguiente, las empresas que actúan de forma negligente en cuanto a la integridad y la seguridad de las estructuras pueden tener que hacer frente a costes potencialmente elevados debido a los trabajos de rediseño o reparación y a las responsabilidades legales, así como a daños a la reputación que podrían menoscabar las perspectivas de crecimiento. Además, al diseñar y construir edificios o infraestructuras, las empresas del sector deben tener cada vez más presentes los posibles efectos del cambio climático, que pueden afectar a la integridad estructural de los proyectos y a la seguridad del público general. En determinadas circunstancias, el cumplimiento de los códigos y estándares mínimos aplicables puede resultar insuficiente para mantener e incrementar la reputación (o incluso mitigar las responsabilidades legales), especialmente si la frecuencia y la gravedad de los acontecimientos relacionados con el cambio climático aumentan tal y como cabe esperar. El cumplimiento o la superación de los nuevos estándares de calidad de la industria y el establecimiento de procedimientos de control interno para abordar posibles problemas de diseño, incluidos los derivados de los riesgos climáticos, son prácticas que pueden ayudar a las empresas a reducir estos riesgos.
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Seguridad alimentaria
Mantener la calidad y la seguridad de los productos es crucial para el sector de la venta de minoristas y distribuidores de alimentos, ya que la contaminación por agentes patógenos, sustancias peligrosas o el deterioro, puede suponer riesgos para la salud humana. La contaminación puede suceder en cualquier etapa de la cadena de valor de los alimentos, como la producción, el procesamiento, el transporte, la distribución y la venta al por menor. Aunque es posible que las empresas de venta de alimentos al por menor no sean directamente responsables de todos los incidentes relacionados con la seguridad alimentaria y la retirada de productos, participan en el proceso y pueden sufrir ramificaciones financieras, daños al valor de la marca, reducción de ingresos y aumento de costes por retiradas de productos, pérdidas de existencias o litigios. Las medidas para evitar el deterioro y la contaminación incluyen el control de la temperatura, la inspección frecuente de los alimentos y la selección de proveedores.
Bienestar del cliente
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Salud y nutrición de los productos
La mayor concienciación de los consumidores sobre el contenido y valor nutricional de alimentos y su posible impacto en la salud está conformando el panorama competitivo del sector de minoristas y distribuidores de alimentos. La demanda de productos alimenticios que se elaboran con ingredientes naturales o que están certificados como ecológicos, con bajo contenido en grasa y azúcar, o elaborados sin organismos genéticamente modificados (OGM), ha impulsado el crecimiento del sector en los últimos años. Aunque los vínculos entre la salud de los consumidores y ciertos alimentos no están bien establecidos, los consumidores muestran preferencia por categorías de alimentos que perciben como más saludables. Los minoristas de alimentos que reconocen los riesgos y oportunidades que representa este cambio en las preferencias y se adaptan a la demanda están en mejores condiciones de aprovechar la oportunidad de obtener ingresos y cuotas de mercado adicionales.
Prácticas de venta y etiquetado de productos
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Etiquetado y marketing de productos
La comunicación con los consumidores mediante el etiquetado y el marketing de los productos es una faceta importante de la venta al por menor de alimentos. La exactitud y minuciosidad de la información presentada en el etiquetado de los alimentos cada vez tiene más importancia tanto para los compradores como para los reguladores. Sobre todo para la venta de productos de marca propia fabricados para minoristas de alimentos, habida cuenta de las repercusiones directas en la reputación de la marca. Para fundamentar las decisiones de compra, los consumidores buscan hoy en día información adicional sobre los ingredientes de los productos, como el contenido de organismos genéticamente modificados (OGM) y las repercusiones en la salud y la nutrición. Estas cuestiones pueden afectar al panorama competitivo del sector, ya que las empresas pueden enfrentarse a litigios o críticas por formular con declaraciones engañosas o no adaptarse a la exigencia de los consumidores de una mayor transparencia en el etiquetado. Estos factores pueden repercutir en el valor de la marca y el crecimiento de los ingresos de los minoristas. Además, las regulaciones sobre al etiquetado preciso de los productos y sus ingredientes suponen un riesgo de sanciones o litigios para las empresas de venta de alimentos al por menor.
Prácticas laborales
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Prácticas laborales
El sector de minoristas y distribuidores de alimentos tiene muchos empleados que trabajan por horas. Los bajos salarios medios del sector, que ayudan a las empresas a mantener bajos los precios de los productos, pueden ocasionar riesgos laborales. La insatisfacción de los trabajadores respecto a los salarios y ventajas, junto con las altas tasas de sindicalización, han provocado huelgas en las principales empresas de venta de alimentos al por menor, lo que ocasiona interrupciones del negocio y daños a la reputación. Además, las empresas se han visto involucradas en casos de discriminación racial y de género, lo que a veces ha dado lugar a costosos acuerdos financieros. Las empresas pueden beneficiarse de la adopción de una perspectiva a largo plazo en la gestión de los trabajadores, incluida su remuneración y prestaciones, para proteger así los derechos de los trabajadores y aumentar su productividad, al tiempo que fortalecen su reputación y su valor de marca.
Salud y seguridad de los empleados
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Salud y seguridad de la fuerza laboral
La construcción, el mantenimiento y los servicios de reparación, así como otras actividades in situ, requieren una cantidad significativa de trabajo manual. En comparación con los de otros sectores, los índices de lesiones y fallecimientos del sector de servicios de ingeniería y construcción son altos como resultado de la exposición de la fuerza laboral a accidentes relacionados con el transporte motorizado de cargas o con la maquinaria pesada, caídas, exposición a sustancias químicas peligrosas y otras situaciones imprevistas y potencialmente comprometidas. Además, los trabajadores temporales pueden correr un mayor riesgo a causa de la falta de formación o de experiencia en la industria. El hecho de no proteger la salud y la seguridad de los trabajadores puede dar lugar a multas y sanciones; los incidentes graves pueden provocar grandes gastos extraordinarios iniciales y responsabilidades contingentes derivadas de las medidas legales o reglamentarias. Por otro lado, los incidentes relacionados con la salud y la seguridad pueden ocasionar retrasos y períodos de inactividad en los proyectos, lo que eleva los costes y reduce la rentabilidad de los mismos. Las empresas que procuran formar adecuadamente a sus empleados, tanto fijos como temporales, y crear una sólida cultura de la seguridad podrían reducir su perfil de riesgo y, al mismo tiempo, obtener una ventaja competitiva en las licitaciones y propuestas de nuevos proyectos gracias los historiales de salud y seguridad de su fuerza laboral.
Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos
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Efectos del ciclo de vida de los edificios e infraestructuras
Los proyectos de construcción de edificios y grandes infraestructuras figuran entre los mayores consumidores de recursos naturales de la economía: entre los materiales utilizados durante la construcción se incluyen productos de hierro y acero, cemento, hormigón, ladrillos, paneles de yeso, tableros para tabiques, vidrio, aislamiento, accesorios, puertas y carpintería, entre otros. Una vez terminados, y durante su uso diario, estos proyectos suelen consumir cantidades significativas de recursos en forma de energía y agua (para un análisis de los efectos ambientales directos de la construcción de proyectos, véase el tema Efectos ambientales del desarrollo de proyectos). Por lo tanto, el abastecimiento de materiales de construcción y el uso cotidiano de edificios e infraestructuras puede contribuir a las emisiones directas e indirectas de gases de efecto invernadero (GEI), a las limitaciones de recursos mundiales o locales, al estrés hídrico y a que se produzcan resultados negativos para la salud humana. Las presiones de los clientes y de las normativas para desarrollar entornos construidos sostenibles están propiciando el crecimiento de los mercados cuyo objeto es reducir los efectos del ciclo de vida de los edificios y los proyectos de infraestructura. En respuesta a ello, se han elaborado diversos planes internacionales de certificación de edificios e infraestructuras sostenibles para evaluar, entre otros aspectos, la eficiencia energética e hídrica en la fase de utilización de un proyecto, los efectos en la salud humana y el uso de materiales de construcción y edificación sostenibles. Como resultado, se están creando múltiples oportunidades para las industrias de la cadena de valor, desde los proveedores que pueden proporcionar dichos materiales hasta las empresas del sector de servicios de ingeniería y construcción que pueden prestar servicios de diseño, consultoría y construcción de proyectos orientados a la sostenibilidad. A medida que aumente la demanda de proyectos sostenibles rentables por parte de los clientes y evolucionen las correspondientes regulaciones, este tipo de servicios podrán brindar una ventaja competitiva y oportunidades para incrementar los ingresos . A largo plazo, las empresas que no integren eficazmente esas consideraciones en sus servicios se exponen a perder cuota de mercado. -
Efectos climáticos de la combinación de negocios
El sector de servicios de ingeniería y construcción trabaja con clientes que están expuestos a normativas climáticas potencialmente conflictivas y también con otros clientes desempeñan un papel en las medidas relacionadas con el cambio climático. Ciertos tipos de proyectos de construcción contribuyen de manera significativa al cambio climático debido a los gases de efecto invernadero (GEI) emitidos durante su fase de uso. Entre los proyectos que probablemente contribuyan a las emisiones globales de GEI se incluyen aquellos relacionados con el petróleo, el gas y otras industrias extractivas, así como las grandes edificaciones. Si bien algunos proyectos de infraestructura, como los de las energías renovables, están diseñados para reducir las emisiones de GEI, muchos tipos de proyectos presentan compensaciones. Los sistemas de transporte público, por ejemplo, pueden contribuir de forma directa a las emisiones de GEI y, al mismo, tiempo reducir las emisiones netas una vez que se tienen en cuenta los beneficios que ofrecen. Los ingresos y los beneficios de numerosas empresas del sector provienen de clientes pertenecientes a industrias que producen grandes emisiones de carbono y cuyas futuras inversiones de capital pueden verse en riesgo a causa de la evolución de las normativas medioambientales. Los riesgos de impacto negativo pueden manifestarse a través de retrasos en los proyectos, cancelaciones y disminución de las oportunidades de crecimiento de los ingresos a largo plazo. Por otra parte, si continúan centrándose en estos mercados en crecimiento, las empresas que se especialicen en proyectos de infraestructura que contribuyan a la mitigación de los GEI podrían desarrollar ventajas competitivas. Dado que el sector y sus clientes siguen operando en un entorno empresarial incierto y se enfrentan a requisitos ambientales y normativos cada vez más estrictos, la evaluación y comunicación de los riesgos y oportunidades derivados del cambio climático incorporados en la cartera de pedidos de una empresa y las perspectivas de negocio futuras pueden resultar útiles para los inversores a la hora de determinar el impacto general del cambio climático en el negocio.
Gestión de la cadena de suministro
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Gestión de los impactos ambientales y sociales en la cadena de suministro
Los minoristas y distribuidores de alimentos disponen de una amplia variedad de proveedores que se enfrentan a un sinfín de desafíos en materia de sostenibilidad, como la conservación de recursos, la escasez de agua, el bienestar animal, las prácticas laborales justas o el cambio climático. Si se gestionan de forma deficiente, estos problemas pueden afectar al precio y a la disponibilidad de alimentos. Además, los consumidores están cada vez más preocupados por los métodos de producción, los orígenes y las externalidades asociadas a los alimentos que compran, lo que puede afectar a la reputación de una empresa. Los minoristas y distribuidores de alimentos también pueden colaborar con los proveedores en el diseño del embalaje para ahorrar en los costes de transporte, mejorar la reputación de la marca y reducir el impacto ambiental. Las empresas que puedan hacer frente a los riesgos de abastecimiento mediante la evaluación y el compromiso con los proveedores, la aplicación de directrices de abastecimiento sostenible y el aumento de la transparencia en la cadena de suministro, probablemente estarán mejor posicionadas para fortalecer la cadena de suministro, mitigar los riesgos de reputación y aumentar la demanda de los consumidores o captar nuevas oportunidades de mercado.
Ética empresarial
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Ética empresarial
Las empresas del sector se enfrentan a riesgos relacionados con los sobornos, la corrupción y las prácticas de competencia desleal. Esto se debe a varios factores, entre los que figuran la naturaleza mundial de las operaciones de muchas empresas, la necesidad de gestionar múltiples agentes y subcontratistas locales, la complejidad de la financiación y la concesión de permisos para los proyectos, la magnitud de los contratos de construcción de grandes proyectos de infraestructura y el proceso competitivo necesario para lograr contratos con entidades privadas y públicas. Las infracciones de carácter ético pueden dar lugar a investigaciones por parte de las autoridades, así como a grandes multas, costes de liquidación y daños a la reputación. Dichas infracciones pueden incluir violaciones de las leyes contra el soborno, como el pago a funcionarios públicos para obtener contratos de proyectos. También pueden comprender prácticas de licitación poco éticas, como las licitaciones complementarias (por ejemplo, presentar una oferta artificialmente alta o inaceptable para un contrato que el licitador no tiene intención de ganar) y la puesta en común de licitaciones (por ejemplo, coordinarse para dividir los contratos y garantizar que a cada licitador se le adjudique una cierta cantidad de trabajo). Además, a las empresas con un historial negativo se les puede impedir trabajar en proyectos futuros, lo que se traduce en una pérdida de ingresos. El desarrollo de una cultura ética mediante la formación de los empleados, estructuras de gestión eficaces y controles internos resulta fundamental para que las empresas puedan mitigar los riesgos relacionados con la ética empresarial.