Comparación de industrias
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Está viendo información sobre las siguientes industrias:
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Biocombustibles
El sector de los biocombustibles está formado por empresas que producen biocombustibles y procesan materias primas para la producción. Los biocombustibles se fabrican con materias primas orgánicas y se utilizan principalmente como combustible para el transporte. Las empresas suelen obtener las materias primas, como alimentos, cultivos oleaginosos y productos animales, de los distribuidores de productos agrícolas. El etanol y el biodiésel son los biocombustibles más producidos, también existen otros como el biogás, el biohidrógeno y los biocombustibles sintéticos que se producen a partir de diversas materias primas orgánicas. Los clientes de las empresas de biocombustibles son principalmente empresas de mezcla y suministro de combustible, entre ellas importantes petroleras integradas. Se producen biocombustibles en todo el mundo, pero las empresas del sector que cotizan en bolsa operan principalmente en Estados Unidos, aunque algunas tienen operaciones menores en el extranjero, en particular en la India, Brasil y Corea del Sur. Las regulaciones gubernamentales relacionadas con el uso de combustible renovable suponen un fuerte impulso para la demanda en el sector. -
Seguro
El sector de los seguros ofrece productos relacionados con los seguros tradicionales y no tradicionales. Las líneas de póliza tradicionales son las de propiedad, de vida, de accidentes y de reaseguro. Los productos no tradicionales incluyen rentas vitalicias, transferencias alternativas de riesgos y garantías financieras. Las empresas del sector de los seguros también realizan inversiones en valores. Suelen operar dentro de un solo segmento del sector, por ejemplo, el de propiedad y accidentes, aunque hay algunas compañías grandes con operaciones diversificadas. Del mismo modo, las empresas pueden variar en función del nivel de su segmentación geográfica. Mientras las grandes empresas pueden suscribir primas en numerosos países, las más pequeñas suelen operar a nivel nacional o incluso local. Los ingresos del sector provienen de las primas, los ingresos por suscripciones y los ingresos por inversiones, mientras que los gastos más importantes se deben al pago de las reclamaciones, que también es una fuente de incertidumbre para los beneficios. Las empresas aseguradoras proporcionan productos y servicios que permiten transferir, agrupar y repartir los riesgos necesarios para el buen funcionamiento de la economía. Mediante sus productos, también pueden crear una forma de riesgo moral, reduciendo los incentivos para mejorar las conductas y rendimientos subyacentes y contribuyendo así a los impactos en la sostenibilidad. Al igual que otras instituciones financieras, las empresas aseguradoras se enfrentan a los riesgos asociados a los mercados crediticios y financieros. Dentro del sector, las empresas que realizan actividades no tradicionales o no relacionadas con los seguros, como los canjes contra el impago de deuda (CDS) y los seguros de títulos de deuda, han sido identificadas por los reguladores como más vulnerables ante la evolución de los mercados financieros y, por consiguiente, más propensas a amplificar o contribuir al riesgo sistémico. En consecuencia, esa clase de aseguradoras se enfrentan a la posibilidad de ser designadas como instituciones financieras de importancia sistémica, lo que las expone a una mayor regulación y supervisión.
Cuestiones relevantes para ambos Industrias (9 de 26)
¿Por qué algunas cuestiones se muestran atenuadas?
Las normas SASB varían según la industria, en función de los diferentes riesgos y oportunidades de sostenibilidad de cada industria. Las cuestiones atenuadas no se identificaron durante el proceso de elaboración de normas como aquellas que pueden afectar al valor de la empresa con mayor probabilidad, por lo que no se incluyen en la norma. Con el tiempo, a medida que el Consejo de Normas SASB siga recibiendo las opiniones del mercado, es posible que se añadan o eliminen algunas cuestiones de la norma. Cada empresa determina por sí misma si una cuestión de sostenibilidad puede afectar a su capacidad de crear valor empresarial. La norma está diseñada para la empresa típica de una industria, pero las empresas individuales pueden optar por informar sobre diferentes cuestiones de sostenibilidad en función de su modelo de negocio único.-
Medio ambiente
- Emisiones de GEI
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Calidad del aire
Esta categoría aborda la gestión de los efectos en la calidad del aire resultantes de fuentes fijas (por ejemplo, fábricas, centrales eléctricas) y móviles (por ejemplo, camiones, vehículos de reparto, aviones), así como de las emisiones industriales. Los contaminantes atmosféricos relevantes incluyen, entre otros, los óxidos de nitrógeno (NOx), los óxidos de azufre (SOx), los compuestos orgánicos volátiles (COV), los metales pesados, las partículas y los clorofluorocarbonos. La categoría no incluye las emisiones de GEI, que se abordan en una categoría independiente. - Gestión de la energía
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Gestión del agua y las aguas residuales
Esta categoría aborda el uso del agua por parte de la empresa, el consumo de agua, la generación de aguas residuales y otros efectos de las operaciones en los recursos hídricos, que pueden verse influidos por las diferencias regionales en la disponibilidad y calidad de los recursos hídricos y la competencia por ellos. Más concretamente, aborda estrategias de gestión que incluyen, entre otras, la eficiencia, la intensidad y el reciclaje del agua. Por último, la categoría también aborda la gestión del tratamiento y el vertido de las aguas residuales, incluida la contaminación de las aguas subterráneas y los acuíferos. - Gestión de residuos y materiales peligrosos
- Impactos ecológicos
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Capital social
- Derechos humanos y relaciones comunitarias
- Privacidad del cliente
- Seguridad de los datos
- Acceso y asequibilidad
- Calidad y seguridad de los productos
- Bienestar del cliente
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Prácticas de venta y etiquetado de productos
Esta categoría aborda los problemas sociales que pueden surgir por no gestionar la transparencia, la exactitud y la comprensibilidad de las declaraciones de marketing, la publicidad y el etiquetado de los productos y servicios. Incluye, por ejemplo, las normas y reglamentos de publicidad, las prácticas de marketing éticas y responsables, el etiquetado engañoso o confuso, así como las prácticas de venta y préstamo discriminatorias o predatorias. Esto puede incluir prácticas de venta engañosas o agresivas en las que las estructuras de incentivos para los empleados podrían fomentar la venta de productos o servicios que no son del interés de los clientes.
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Capital humano
- Prácticas laborales
- Salud y seguridad de los empleados
- Compromiso de los empleados, diversidad e inclusión
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Modelo de negocio e innovación
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Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos
La categoría aborda la incorporación de consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza en las características de los productos y servicios proporcionados o vendidos por la empresa. Incluye, entre otras cosas, la gestión de los impactos del ciclo de vida de los productos y servicios, como los relacionados con el envasado, la distribución, la intensidad de los recursos en la fase de uso y otras externalidades medioambientales y sociales que pueden producirse durante su fase de uso o al final de su vida. Esta categoría refleja la capacidad de una empresa para responder a la demanda de los clientes y de la sociedad de productos y servicios más sostenibles, así como para cumplir la normativa medioambiental y social en evolución. No aborda las repercusiones medioambientales o sociales directas de las operaciones de la empresa ni los riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores derivados del uso de los productos, que se tratan en otras categorías. - Resiliencia del modelo de negocio
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Gestión de la cadena de suministro
Esta categoría aborda la gestión de los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza dentro de la cadena de suministro de una empresa. Aborda las cuestiones relacionadas con las externalidades medioambientales y sociales creadas por los proveedores a través de sus actividades operativas. Estas cuestiones incluyen, entre otras, la responsabilidad medioambiental, los derechos humanos, las prácticas laborales y la ética y la corrupción. La gestión puede implicar el cribado, la selección, el seguimiento y el compromiso con los proveedores sobre sus impactos ambientales y sociales. Esta categoría no aborda las repercusiones de los factores externos, tales como el cambio climático y otros factores medioambientales y sociales, en las operaciones de los proveedores y/o en la disponibilidad y el precio de los recursos clave, que se tratan en una categoría aparte. - Abastecimiento y eficiencia de los materiales
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Impactos físicos del cambio climático
Esta categoría aborda la capacidad de la empresa para gestionar los riesgos y las oportunidades asociados a la exposición directa de los activos y operaciones que posee o controla a los impactos físicos reales o potenciales del cambio climático. Recoge los problemas medioambientales y sociales que pueden surgir de las interrupciones operativas debidas a los impactos físicos del cambio climático. Además, recoge los problemas socioeconómicos derivados de que las empresas no incorporen la consideración del cambio climático en los productos y servicios que venden, como el caso de las pólizas de seguros y las hipotecas. Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para adaptarse a la mayor frecuencia y gravedad de los fenómenos meteorológicos extremos, los cambios climáticos, el riesgo del nivel del mar y otros impactos físicos previstos del cambio climático. La gestión puede implicar la mejora de la resiliencia de los activos físicos y/o de las infraestructuras circundantes, así como la incorporación de consideraciones relacionadas con el cambio climático en las principales actividades empresariales (por ejemplo, la suscripción de hipotecas y seguros, la planificación y el desarrollo de proyectos inmobiliarios).
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Liderazgo y gobernanza
- Ética empresarial
- Comportamiento competitivo
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Gestión del entorno jurídico y reglamentario
Esta categoría aborda el enfoque de una empresa para relacionarse con los reguladores en los casos en los que los intereses corporativos y públicos en conflicto pueden tener un potencial impacto medioambiental y social adverso a largo plazo, directo o indirecto. La categoría aborda el nivel de dependencia de una empresa de la política reguladora o de los incentivos económicos (como las subvenciones y los impuestos), las acciones para influir en la política del sector (como a través de los grupos de presión), la dependencia general de un entorno regulador favorable para la competitividad de la empresa y la capacidad para cumplir la normativa pertinente. Puede estar relacionado con la alineación de los puntos de vista de la dirección y de los inversores sobre el compromiso normativo y el cumplimiento en general. -
Gestión del riesgo de incidentes críticos
Esta categoría se refiere a la utilización por parte de la empresa de sistemas de gestión y planificación de escenarios para identificar, comprender y prevenir o minimizar la ocurrencia de accidentes y emergencias de baja probabilidad y alto impacto con potenciales externalidades ambientales y sociales significativas. Se refiere a la cultura de seguridad de una empresa, a sus sistemas de gestión de la seguridad y controles tecnológicos pertinentes, a las posibles implicaciones humanas, medioambientales y sociales de la ocurrencia de estos sucesos y a los efectos a largo plazo para una organización, sus trabajadores y la sociedad en caso de que se produzcan. -
Gestión del riesgo sistémico
Esta categoría aborda las contribuciones de la empresa a los riesgos sistémicos, o su gestión, resultantes del debilitamiento o el colapso a gran escala de los sistemas de los que dependen la economía y la sociedad. Esto incluye los sistemas financieros, los sistemas de recursos naturales y los sistemas tecnológicos. Aborda los mecanismos que tiene una empresa para reducir sus contribuciones a los riesgos sistémicos y para mejorar las salvaguardas que pueden mitigar los impactos del fracaso sistémico. En el caso de las instituciones financieras, la categoría también capta la capacidad de la empresa para absorber las perturbaciones derivadas de las tensiones financieras y económicas y cumplir los requisitos reglamentarios más estrictos relacionados con la complejidad y la interconexión de las empresas del sector.
Temas de divulgación
¿Cuál es la relación entre la categoría de cuestiones generales y los temas de divulgación?
La categoría de cuestiones generales es una versión independiente de la industria de los temas de divulgación que aparecen en cada norma del SASB. Los temas de divulgación representan los impactos específicos de la industria en las categorías de cuestiones generales. Los temas de divulgación específicos de la industria garantizan que cada norma del SASB se adapte a la industria, mientras que las categorías de cuestiones generales permiten la comparación entre industrias. Por ejemplo, Salud y nutrición es un tema de divulgación en la industria de las bebidas sin alcohol, que representa una medida específica de la industria de la cuestión general Bienestar del cliente. Sin embargo, la cuestión Bienestar del cliente se manifiesta como el tema de la divulgación Medicamentos falsificados en la industria Biotecnología y productos farmacéuticos.-
Access Standard
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Calidad del aire
Esta categoría aborda la gestión de los efectos en la calidad del aire resultantes de fuentes fijas (por ejemplo, fábricas, centrales eléctricas) y móviles (por ejemplo, camiones, vehículos de reparto, aviones), así como de las emisiones industriales. Los contaminantes atmosféricos relevantes incluyen, entre otros, los óxidos de nitrógeno (NOx), los óxidos de azufre (SOx), los compuestos orgánicos volátiles (COV), los metales pesados, las partículas y los clorofluorocarbonos. La categoría no incluye las emisiones de GEI, que se abordan en una categoría independiente.-
Calidad del aire
Las refinerías de biocombustibles generan emisiones atmosféricas que pueden incluir contaminantes del aire peligrosos o definidos y compuestos orgánicos volátiles. Las emisiones son generadas por el equipo de manejo de grano, las calderas, el tratamiento de aguas residuales y las unidades de enfriamiento, secado, destilación y fermentación. En la mayoría de las regiones, esas emisiones suelen estar sometidas a regulaciones regionales y estatales que tratan de contener las emisiones bajo determinados umbrales. En consecuencia, las emisiones atmosféricas a menudo están sujetas a permisos de emisiones y reducirlas puede ocasionar costes operativos o gastos de capital. También pueden aumentar los costes por la obligación de cumplir la normativa y por sanciones, así como por restricciones o retrasos en la concesión de permisos por parte de los organismos estatales y locales si las instalaciones incumplen la normativa.
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Gestión del agua y las aguas residuales
Esta categoría aborda el uso del agua por parte de la empresa, el consumo de agua, la generación de aguas residuales y otros efectos de las operaciones en los recursos hídricos, que pueden verse influidos por las diferencias regionales en la disponibilidad y calidad de los recursos hídricos y la competencia por ellos. Más concretamente, aborda estrategias de gestión que incluyen, entre otras, la eficiencia, la intensidad y el reciclaje del agua. Por último, la categoría también aborda la gestión del tratamiento y el vertido de las aguas residuales, incluida la contaminación de las aguas subterráneas y los acuíferos.-
Gestión del agua en la fabricación
El refinado de biocombustibles suele consumir mucha agua. Las biorrefinerías requieren agua para el procesamiento, la fermentación, la destilación y el enfriamiento de la materia prima. Aunque el uso de agua en las biorrefinerías es modesto comparado con las cantidades consumidas en los cultivos de materias primas, está concentrado y, por tanto, puede tener repercusiones en los recursos hídricos locales. Las instalaciones también pueden generar aguas residuales que contienen sales, compuestos orgánicos, sólidos disueltos, fósforo y otras sustancias, lo que requiere un tratamiento. Las refinerías de biocombustible también pueden estar expuestas al riesgo de una reducción en la disponibilidad de agua con el consiguiente aumento del coste o la interrupción de las operaciones. La extracción de agua de ciertas zonas para las operaciones de refinado, así como la contaminación de los suministros de agua que generan dichas operaciones, también podrían generar riesgos regulatorios y tensiones con las comunidades locales. Por tanto, la eficiencia en el uso del agua en las operaciones y el tratamiento adecuado de los efluentes son factores importantes para el desempeño de las empresas de biocombustibles.
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Prácticas de venta y etiquetado de productos
Esta categoría aborda los problemas sociales que pueden surgir por no gestionar la transparencia, la exactitud y la comprensibilidad de las declaraciones de marketing, la publicidad y el etiquetado de los productos y servicios. Incluye, por ejemplo, las normas y reglamentos de publicidad, las prácticas de marketing éticas y responsables, el etiquetado engañoso o confuso, así como las prácticas de venta y préstamo discriminatorias o predatorias. Esto puede incluir prácticas de venta engañosas o agresivas en las que las estructuras de incentivos para los empleados podrían fomentar la venta de productos o servicios que no son del interés de los clientes.None -
Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos
La categoría aborda la incorporación de consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza en las características de los productos y servicios proporcionados o vendidos por la empresa. Incluye, entre otras cosas, la gestión de los impactos del ciclo de vida de los productos y servicios, como los relacionados con el envasado, la distribución, la intensidad de los recursos en la fase de uso y otras externalidades medioambientales y sociales que pueden producirse durante su fase de uso o al final de su vida. Esta categoría refleja la capacidad de una empresa para responder a la demanda de los clientes y de la sociedad de productos y servicios más sostenibles, así como para cumplir la normativa medioambiental y social en evolución. No aborda las repercusiones medioambientales o sociales directas de las operaciones de la empresa ni los riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores derivados del uso de los productos, que se tratan en otras categorías.-
Balance de emisiones durante el ciclo de vida
El rápido crecimiento de la producción mundial de biocombustibles se debe en gran parte a las políticas energéticas oficiales que tratan de reducir las emisiones netas de GEI de los combustibles para el transporte y la dependencia de los combustibles fósiles. La mayoría de las políticas sobre combustibles renovables de todo el mundo exigen que los biocombustibles reduzcan las emisiones de GEI durante el ciclo de vida en relación con los combustibles fósiles de referencia para ajustarse a los umbrales obligatorios de combustibles renovables. El cálculo de las emisiones durante el ciclo de vida de los biocombustibles puede incluir las emisiones directas e indirectas de la producción de cultivos de materias primas y del uso del suelo, el refinado del combustible, el transporte del combustible y las materias primas y las emisiones de gases de escape de los vehículos. Los productores de biocombustibles pueden influir directamente en las emisiones netas durante el proceso de refinado mediante la gestión de la energía (uso de combustible), las innovaciones en los procesos y el uso de materias primas con perfiles de emisión más bajos. Los productos de combustible que logran reducir las emisiones netas pueden calificarse como biocombustibles avanzados que, dada la normativa existente en los Estados Unidos y Europa, pueden tener mayor demanda en el futuro. Las empresas de biocombustibles que reducen de manera rentable las emisiones netas de carbono de sus productos pueden obtener una ventaja competitiva, lo que aumentaría sus ingresos y su cuota de mercado.
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Gestión de la cadena de suministro
Esta categoría aborda la gestión de los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza dentro de la cadena de suministro de una empresa. Aborda las cuestiones relacionadas con las externalidades medioambientales y sociales creadas por los proveedores a través de sus actividades operativas. Estas cuestiones incluyen, entre otras, la responsabilidad medioambiental, los derechos humanos, las prácticas laborales y la ética y la corrupción. La gestión puede implicar el cribado, la selección, el seguimiento y el compromiso con los proveedores sobre sus impactos ambientales y sociales. Esta categoría no aborda las repercusiones de los factores externos, tales como el cambio climático y otros factores medioambientales y sociales, en las operaciones de los proveedores y/o en la disponibilidad y el precio de los recursos clave, que se tratan en una categoría aparte.-
Suministro e impactos ambientales de la producción de materias primas
El sector de los biocombustibles utiliza diversas materias primas vegetales para la producción. La mayoría de las empresas adquieren las materias primas a productores y distribuidores agrícolas. Cada vez aumenta más la proporción de tierra cultivable en el mundo ocupada por cultivos para biocombustibles. Las prácticas de cultivo no sostenibles pueden causar externalidades ambientales negativas, como la deforestación y la pérdida de biodiversidad, la degradación del suelo y la contaminación del agua. Estos factores podrían afectar negativamente al rendimiento de los cultivos de materias primas a corto y largo plazo, lo que a su vez podría influir en el precio y la disponibilidad de dichas materias primas para los productores de biocombustibles. Por tanto, es importante que los productores analicen la sostenibilidad de las cadenas de suministro, por ejemplo mediante certificaciones o el compromiso con los proveedores.
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Impactos físicos del cambio climático
Esta categoría aborda la capacidad de la empresa para gestionar los riesgos y las oportunidades asociados a la exposición directa de los activos y operaciones que posee o controla a los impactos físicos reales o potenciales del cambio climático. Recoge los problemas medioambientales y sociales que pueden surgir de las interrupciones operativas debidas a los impactos físicos del cambio climático. Además, recoge los problemas socioeconómicos derivados de que las empresas no incorporen la consideración del cambio climático en los productos y servicios que venden, como el caso de las pólizas de seguros y las hipotecas. Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para adaptarse a la mayor frecuencia y gravedad de los fenómenos meteorológicos extremos, los cambios climáticos, el riesgo del nivel del mar y otros impactos físicos previstos del cambio climático. La gestión puede implicar la mejora de la resiliencia de los activos físicos y/o de las infraestructuras circundantes, así como la incorporación de consideraciones relacionadas con el cambio climático en las principales actividades empresariales (por ejemplo, la suscripción de hipotecas y seguros, la planificación y el desarrollo de proyectos inmobiliarios).None -
Gestión del entorno jurídico y reglamentario
Esta categoría aborda el enfoque de una empresa para relacionarse con los reguladores en los casos en los que los intereses corporativos y públicos en conflicto pueden tener un potencial impacto medioambiental y social adverso a largo plazo, directo o indirecto. La categoría aborda el nivel de dependencia de una empresa de la política reguladora o de los incentivos económicos (como las subvenciones y los impuestos), las acciones para influir en la política del sector (como a través de los grupos de presión), la dependencia general de un entorno regulador favorable para la competitividad de la empresa y la capacidad para cumplir la normativa pertinente. Puede estar relacionado con la alineación de los puntos de vista de la dirección y de los inversores sobre el compromiso normativo y el cumplimiento en general.-
Gestión del entorno jurídico y reglamentario
El sector de los biocombustibles depende en gran medida de las políticas y regulaciones oficiales, que generan demanda e incentivan la oferta con exenciones fiscales y otras ayudas a la producción de materias primas. Por ello, el sector apoya ciertas regulaciones y políticas relacionadas con los combustibles renovables, los créditos fiscales a la producción y la producción de materias primas. Aunque el apoyo regulatorio puede generar beneficios a corto plazo, los posibles efectos ambientales adversos a largo plazo de la producción de materias primas y biocombustibles pueden ocasionar un retroceso en las políticas que les benefician, lo que crearía un entorno normativo más incierto. Por consiguiente, las empresas de biocombustibles podrían sacar partido de la elaboración de una estrategia clara de colaboración con los reguladores que esté en consonancia con los resultados comerciales sostenibles a largo plazo y que tenga en cuenta las externalidades ambientales.
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Gestión del riesgo de incidentes críticos
Esta categoría se refiere a la utilización por parte de la empresa de sistemas de gestión y planificación de escenarios para identificar, comprender y prevenir o minimizar la ocurrencia de accidentes y emergencias de baja probabilidad y alto impacto con potenciales externalidades ambientales y sociales significativas. Se refiere a la cultura de seguridad de una empresa, a sus sistemas de gestión de la seguridad y controles tecnológicos pertinentes, a las posibles implicaciones humanas, medioambientales y sociales de la ocurrencia de estos sucesos y a los efectos a largo plazo para una organización, sus trabajadores y la sociedad en caso de que se produzcan.-
Seguridad operativa, preparación y respuesta ante emergencias
La producción de biocombustibles presenta riesgos de seguridad operativa debido a la presencia de sustancias inflamables y explosivas, a las altas temperaturas y al equipo presurizado. Los incidentes en la seguridad de procesos pueden dañar las instalaciones, causar lesiones a los trabajadores y afectar al medioambiente y a las comunidades locales. Aunque la frecuencia de accidentes en el sector es relativamente baja, cuando se producen, los resultados pueden ser graves y tener importantes repercusiones en los resultados financieros. Las instalaciones dañadas pueden quedar inutilizadas durante períodos prolongados, con la consiguiente pérdida de ingresos y el aumento de gastos de capital para reparaciones. Las empresas consideradas como más expuestas a incidentes relacionados con la seguridad de procesos pueden tener un coste de capital más elevado, mientras que las lesiones de los empleados pueden dar lugar a litigios y sanciones reglamentarias. Y a la inversa, las empresas con una sólida cultura de seguridad y una supervisión de la seguridad operativa pueden detectar y responder más eficazmente a esos incidentes, mitigando los posibles riesgos financieros y mejorando la eficiencia operativa.
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Gestión del riesgo sistémico
Esta categoría aborda las contribuciones de la empresa a los riesgos sistémicos, o su gestión, resultantes del debilitamiento o el colapso a gran escala de los sistemas de los que dependen la economía y la sociedad. Esto incluye los sistemas financieros, los sistemas de recursos naturales y los sistemas tecnológicos. Aborda los mecanismos que tiene una empresa para reducir sus contribuciones a los riesgos sistémicos y para mejorar las salvaguardas que pueden mitigar los impactos del fracaso sistémico. En el caso de las instituciones financieras, la categoría también capta la capacidad de la empresa para absorber las perturbaciones derivadas de las tensiones financieras y económicas y cumplir los requisitos reglamentarios más estrictos relacionados con la complejidad y la interconexión de las empresas del sector.None
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Access Standard
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Calidad del aire
Esta categoría aborda la gestión de los efectos en la calidad del aire resultantes de fuentes fijas (por ejemplo, fábricas, centrales eléctricas) y móviles (por ejemplo, camiones, vehículos de reparto, aviones), así como de las emisiones industriales. Los contaminantes atmosféricos relevantes incluyen, entre otros, los óxidos de nitrógeno (NOx), los óxidos de azufre (SOx), los compuestos orgánicos volátiles (COV), los metales pesados, las partículas y los clorofluorocarbonos. La categoría no incluye las emisiones de GEI, que se abordan en una categoría independiente.None -
Gestión del agua y las aguas residuales
Esta categoría aborda el uso del agua por parte de la empresa, el consumo de agua, la generación de aguas residuales y otros efectos de las operaciones en los recursos hídricos, que pueden verse influidos por las diferencias regionales en la disponibilidad y calidad de los recursos hídricos y la competencia por ellos. Más concretamente, aborda estrategias de gestión que incluyen, entre otras, la eficiencia, la intensidad y el reciclaje del agua. Por último, la categoría también aborda la gestión del tratamiento y el vertido de las aguas residuales, incluida la contaminación de las aguas subterráneas y los acuíferos.None -
Prácticas de venta y etiquetado de productos
Esta categoría aborda los problemas sociales que pueden surgir por no gestionar la transparencia, la exactitud y la comprensibilidad de las declaraciones de marketing, la publicidad y el etiquetado de los productos y servicios. Incluye, por ejemplo, las normas y reglamentos de publicidad, las prácticas de marketing éticas y responsables, el etiquetado engañoso o confuso, así como las prácticas de venta y préstamo discriminatorias o predatorias. Esto puede incluir prácticas de venta engañosas o agresivas en las que las estructuras de incentivos para los empleados podrían fomentar la venta de productos o servicios que no son del interés de los clientes.-
Información transparente y asesoramiento justo para los clientes
Los productos de seguro cumplen una función social importante para mitigar el impacto de las crisis económicas imprevistas, permitiendo a los titulares de las pólizas reducir al mínimo las repercusiones financieras de acontecimientos como enfermedades, accidentes y muertes. Sin embargo, los riesgos que implican las pólizas de seguro poco claras, los términos ambiguos de los productos y las tácticas de venta potencialmente engañosas, pueden erosionar la reputación de la marca, generar disputas legales y reducir el número de servicios y productos ofrecidos. Ello ocurre sobre todo si los reguladores consideran que ciertas pólizas son demasiado complejas e inadecuadas para los clientes. Además, las empresas aseguradoras compiten sobre la base de la solidez financiera, el precio, la reputación de la marca, los servicios ofrecidos y las relaciones con los clientes. La insatisfacción de los clientes puede reducir la suscripción de seguros, lo que puede dar lugar a resultados financieros extremadamente negativos para las personas y las familias, como quiebras personales. Dada la preocupación constante de los reguladores financieros por la responsabilidad y la protección al consumidor, las empresas que mantengan la transparencia en los términos de las pólizas y ofrezcan a los clientes los productos que mejor se adapten a ellos, estarán mejor posicionadas para mantener su reputación de marca, evitar el escrutinio regulador y proteger el valor para los accionistas. Si no se informa a los clientes sobre los productos de manera clara y transparente, puede aumentar el número de quejas, la rotación de clientes y, en algunos casos, las sanciones regulatorias y la necesidad de acuerdos.
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Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos
La categoría aborda la incorporación de consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza en las características de los productos y servicios proporcionados o vendidos por la empresa. Incluye, entre otras cosas, la gestión de los impactos del ciclo de vida de los productos y servicios, como los relacionados con el envasado, la distribución, la intensidad de los recursos en la fase de uso y otras externalidades medioambientales y sociales que pueden producirse durante su fase de uso o al final de su vida. Esta categoría refleja la capacidad de una empresa para responder a la demanda de los clientes y de la sociedad de productos y servicios más sostenibles, así como para cumplir la normativa medioambiental y social en evolución. No aborda las repercusiones medioambientales o sociales directas de las operaciones de la empresa ni los riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores derivados del uso de los productos, que se tratan en otras categorías.-
Incorporación de factores ambientales, sociales y de gestión en la gestión de inversiones
Las empresas aseguradoras deben invertir capital para mantener los ingresos por primas a la altura de los pagos previstos por siniestros y deben ser capaces de mantener esta paridad de activos y pasivos a largo plazo. Como cada vez está más demostrado el impacto sustancial de los factores ambientales, sociales y de gestión (ESG) en el rendimiento de las empresas y otros activos, las empresas aseguradoras necesitan incorporarlos en la gestión de sus inversiones. De lo contrario, podrían ver una disminución en el rendimiento de sus carteras ajustadas al riesgo y una limitación de su capacidad para pagar las reclamaciones. Por tanto, las empresas deben divulgar mejor su forma de incorporar los factores ESG, incluidos el cambio climático y las limitaciones de recursos naturales, a la inversión de las primas de las pólizas y cómo afectan al riesgo de su cartera. -
Políticas diseñadas para incentivar la conducta responsable
Los avances tecnológicos y el desarrollo de nuevas pólizas han permitido a las aseguradoras limitar el pago por siniestros y fomentar un comportamiento responsable. El sector está, por tanto, en una posición ideal para generar externalidades sociales y ambientales positivas. Las aseguradoras tienen la capacidad de incentivar estilos de vida saludables y conductas seguras, así como de desarrollar proyectos y tecnologías relacionados con la sostenibilidad, como los orientados a la energía renovable, la eficiencia energética y la captación de carbono. Con el crecimiento del sector de las energías renovables, las aseguradoras pueden buscar oportunidades de crecimiento en ese campo mediante la suscripción de seguros. Además, las cláusulas de pólizas que ofrecen incentivos mediante la incorporación de factores ambientales, sociales y de gestión (ESG), pueden utilizarse como herramientas para mitigar el riesgo general de la cartera de pólizas, lo que puede reducir los pagos a largo plazo. Por tanto, la divulgación de las primas suscritas que tienen relación con la eficiencia energética y la tecnología de baja emisión de carbono, así como el análisis sobre el modo en que la empresa incentiva las acciones o conductas responsables en materia de salud, seguridad y medioambiente, permitiría a los inversores evaluar el tipo de gestión que hace la aseguradora en este campo. -
Emisiones financiadas
Las entidades que participan en actividades de seguros enfrentan riesgos y oportunidades relacionados con las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con esas actividades. Las contrapartes, los prestatarios o los inversores con mayores emisiones pueden ser más susceptibles a los riesgos asociados con los cambios tecnológicos, los cambios en la oferta y la demanda y el cambio de políticas que, a su vez, pueden afectar las perspectivas de una institución financiera que brinda servicios financieros a estas entidades. Estos riesgos y oportunidades pueden surgir en forma de riesgo de crédito, riesgo de mercado, riesgo de reputación y otros riesgos financieros y operativos. Por ejemplo, el riesgo crediticio podría surgir en relación con el financiamiento de clientes afectados por impuestos al carbono, regulaciones de eficiencia de combustible u otras políticas cada vez más estrictas; el riesgo crediticio también podría surgir a través de cambios tecnológicos relacionados. El riesgo reputacional puede surgir del financiamiento de proyectos de combustibles fósiles. Las entidades que participan en actividades de seguros controlan y gestionan cada vez más dichos riesgos midiendo sus emisiones financiadas. Esta medición sirve como indicador de la exposición de una entidad a los riesgos y oportunidades relacionados con el clima y cómo podría necesitar adaptar sus actividades financieras a lo largo del tiempo.
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Gestión de la cadena de suministro
Esta categoría aborda la gestión de los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza dentro de la cadena de suministro de una empresa. Aborda las cuestiones relacionadas con las externalidades medioambientales y sociales creadas por los proveedores a través de sus actividades operativas. Estas cuestiones incluyen, entre otras, la responsabilidad medioambiental, los derechos humanos, las prácticas laborales y la ética y la corrupción. La gestión puede implicar el cribado, la selección, el seguimiento y el compromiso con los proveedores sobre sus impactos ambientales y sociales. Esta categoría no aborda las repercusiones de los factores externos, tales como el cambio climático y otros factores medioambientales y sociales, en las operaciones de los proveedores y/o en la disponibilidad y el precio de los recursos clave, que se tratan en una categoría aparte.None -
Impactos físicos del cambio climático
Esta categoría aborda la capacidad de la empresa para gestionar los riesgos y las oportunidades asociados a la exposición directa de los activos y operaciones que posee o controla a los impactos físicos reales o potenciales del cambio climático. Recoge los problemas medioambientales y sociales que pueden surgir de las interrupciones operativas debidas a los impactos físicos del cambio climático. Además, recoge los problemas socioeconómicos derivados de que las empresas no incorporen la consideración del cambio climático en los productos y servicios que venden, como el caso de las pólizas de seguros y las hipotecas. Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para adaptarse a la mayor frecuencia y gravedad de los fenómenos meteorológicos extremos, los cambios climáticos, el riesgo del nivel del mar y otros impactos físicos previstos del cambio climático. La gestión puede implicar la mejora de la resiliencia de los activos físicos y/o de las infraestructuras circundantes, así como la incorporación de consideraciones relacionadas con el cambio climático en las principales actividades empresariales (por ejemplo, la suscripción de hipotecas y seguros, la planificación y el desarrollo de proyectos inmobiliarios).-
Exposición al riesgo ambiental
Las pérdidas catastróficas asociadas a fenómenos meteorológicos extremos seguirán teniendo un impacto adverso sustancial en el sector de los seguros. Es probable que el alcance de este impacto evolucione a medida que el cambio climático aumente la frecuencia y gravedad de las catástrofes naturales modelizadas y no modelizadas, como los huracanes, las inundaciones y las sequías. Si no se comprenden bien los riesgos ambientales y no se incluyen en la suscripción de productos de seguro suscritos, los siniestros pueden superar las previsiones. Por tanto, las empresas aseguradoras que incorporen consideraciones relativas al cambio climático en su proceso de suscripción de contratos individuales y en la gestión de los riesgos a nivel de empresa y la adecuación del capital, estarán en mejores condiciones de proteger el valor para los accionistas. Una mayor divulgación del enfoque de la empresa sobre la incorporación de estos factores, junto con datos cuantitativos como la pérdida máxima probable y las pérdidas totales atribuibles a los pagos por reclamaciones, proporcionará a los inversores la información necesaria para evaluar los resultados actuales y futuros en este aspecto.
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Gestión del entorno jurídico y reglamentario
Esta categoría aborda el enfoque de una empresa para relacionarse con los reguladores en los casos en los que los intereses corporativos y públicos en conflicto pueden tener un potencial impacto medioambiental y social adverso a largo plazo, directo o indirecto. La categoría aborda el nivel de dependencia de una empresa de la política reguladora o de los incentivos económicos (como las subvenciones y los impuestos), las acciones para influir en la política del sector (como a través de los grupos de presión), la dependencia general de un entorno regulador favorable para la competitividad de la empresa y la capacidad para cumplir la normativa pertinente. Puede estar relacionado con la alineación de los puntos de vista de la dirección y de los inversores sobre el compromiso normativo y el cumplimiento en general.None -
Gestión del riesgo de incidentes críticos
Esta categoría se refiere a la utilización por parte de la empresa de sistemas de gestión y planificación de escenarios para identificar, comprender y prevenir o minimizar la ocurrencia de accidentes y emergencias de baja probabilidad y alto impacto con potenciales externalidades ambientales y sociales significativas. Se refiere a la cultura de seguridad de una empresa, a sus sistemas de gestión de la seguridad y controles tecnológicos pertinentes, a las posibles implicaciones humanas, medioambientales y sociales de la ocurrencia de estos sucesos y a los efectos a largo plazo para una organización, sus trabajadores y la sociedad en caso de que se produzcan.None -
Gestión del riesgo sistémico
Esta categoría aborda las contribuciones de la empresa a los riesgos sistémicos, o su gestión, resultantes del debilitamiento o el colapso a gran escala de los sistemas de los que dependen la economía y la sociedad. Esto incluye los sistemas financieros, los sistemas de recursos naturales y los sistemas tecnológicos. Aborda los mecanismos que tiene una empresa para reducir sus contribuciones a los riesgos sistémicos y para mejorar las salvaguardas que pueden mitigar los impactos del fracaso sistémico. En el caso de las instituciones financieras, la categoría también capta la capacidad de la empresa para absorber las perturbaciones derivadas de las tensiones financieras y económicas y cumplir los requisitos reglamentarios más estrictos relacionados con la complejidad y la interconexión de las empresas del sector.-
Gestión del riesgo sistémico
Las empresas aseguradoras tienen el potencial de generar, amplificar o transmitir amenazas al sistema financiero. El tamaño, la interconexión y la complejidad de las aseguradoras son factores que ponen de relieve la exposición al riesgo sistémico del sector. Los organismos reguladores han determinado que las aseguradoras que realizan actividades no tradicionales o no relacionadas con los seguros son más vulnerables a la evolución de los mercados financieros y, por tanto, tienen más probabilidad de amplificar o contribuir al riesgo sistémico. En consecuencia, se enfrentan a la posibilidad de ser designadas como instituciones financieras de importancia sistémica. Estas empresas están sujetas a una supervisión y unos estándares de prudencia más estrictas por parte de los sistemas bancarios centrales de diversas jurisdicciones. Concretamente, es probable que sufran limitaciones relacionadas con el capital basado en el riesgo, el apalancamiento, la liquidez y la exposición crediticia. También se les exigirá que tengan un plan para una disolución rápida y ordenada en caso de dificultades financieras. El cumplimiento de las regulaciones puede ser muy costoso, y el incumplimiento de los umbrales cualitativos y cuantitativos regulatorios de rendimiento podría dar lugar a sanciones importantes. Para mostrar cómo gestionan esos riesgos, las empresas aseguradoras deben mejorar su divulgación de los aspectos fundamentales de la gestión del riesgo sistémico y su capacidad para cumplir requisitos regulatorios más estrictos.
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Categoría de cuestiones generales
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Biocombustibles
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Seguro
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Calidad del aire
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Calidad del aire
Las refinerías de biocombustibles generan emisiones atmosféricas que pueden incluir contaminantes del aire peligrosos o definidos y compuestos orgánicos volátiles. Las emisiones son generadas por el equipo de manejo de grano, las calderas, el tratamiento de aguas residuales y las unidades de enfriamiento, secado, destilación y fermentación. En la mayoría de las regiones, esas emisiones suelen estar sometidas a regulaciones regionales y estatales que tratan de contener las emisiones bajo determinados umbrales. En consecuencia, las emisiones atmosféricas a menudo están sujetas a permisos de emisiones y reducirlas puede ocasionar costes operativos o gastos de capital. También pueden aumentar los costes por la obligación de cumplir la normativa y por sanciones, así como por restricciones o retrasos en la concesión de permisos por parte de los organismos estatales y locales si las instalaciones incumplen la normativa.
Gestión del agua y las aguas residuales
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Gestión del agua en la fabricación
El refinado de biocombustibles suele consumir mucha agua. Las biorrefinerías requieren agua para el procesamiento, la fermentación, la destilación y el enfriamiento de la materia prima. Aunque el uso de agua en las biorrefinerías es modesto comparado con las cantidades consumidas en los cultivos de materias primas, está concentrado y, por tanto, puede tener repercusiones en los recursos hídricos locales. Las instalaciones también pueden generar aguas residuales que contienen sales, compuestos orgánicos, sólidos disueltos, fósforo y otras sustancias, lo que requiere un tratamiento. Las refinerías de biocombustible también pueden estar expuestas al riesgo de una reducción en la disponibilidad de agua con el consiguiente aumento del coste o la interrupción de las operaciones. La extracción de agua de ciertas zonas para las operaciones de refinado, así como la contaminación de los suministros de agua que generan dichas operaciones, también podrían generar riesgos regulatorios y tensiones con las comunidades locales. Por tanto, la eficiencia en el uso del agua en las operaciones y el tratamiento adecuado de los efluentes son factores importantes para el desempeño de las empresas de biocombustibles.
Prácticas de venta y etiquetado de productos
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Información transparente y asesoramiento justo para los clientes
Los productos de seguro cumplen una función social importante para mitigar el impacto de las crisis económicas imprevistas, permitiendo a los titulares de las pólizas reducir al mínimo las repercusiones financieras de acontecimientos como enfermedades, accidentes y muertes. Sin embargo, los riesgos que implican las pólizas de seguro poco claras, los términos ambiguos de los productos y las tácticas de venta potencialmente engañosas, pueden erosionar la reputación de la marca, generar disputas legales y reducir el número de servicios y productos ofrecidos. Ello ocurre sobre todo si los reguladores consideran que ciertas pólizas son demasiado complejas e inadecuadas para los clientes. Además, las empresas aseguradoras compiten sobre la base de la solidez financiera, el precio, la reputación de la marca, los servicios ofrecidos y las relaciones con los clientes. La insatisfacción de los clientes puede reducir la suscripción de seguros, lo que puede dar lugar a resultados financieros extremadamente negativos para las personas y las familias, como quiebras personales. Dada la preocupación constante de los reguladores financieros por la responsabilidad y la protección al consumidor, las empresas que mantengan la transparencia en los términos de las pólizas y ofrezcan a los clientes los productos que mejor se adapten a ellos, estarán mejor posicionadas para mantener su reputación de marca, evitar el escrutinio regulador y proteger el valor para los accionistas. Si no se informa a los clientes sobre los productos de manera clara y transparente, puede aumentar el número de quejas, la rotación de clientes y, en algunos casos, las sanciones regulatorias y la necesidad de acuerdos.
Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos
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Balance de emisiones durante el ciclo de vida
El rápido crecimiento de la producción mundial de biocombustibles se debe en gran parte a las políticas energéticas oficiales que tratan de reducir las emisiones netas de GEI de los combustibles para el transporte y la dependencia de los combustibles fósiles. La mayoría de las políticas sobre combustibles renovables de todo el mundo exigen que los biocombustibles reduzcan las emisiones de GEI durante el ciclo de vida en relación con los combustibles fósiles de referencia para ajustarse a los umbrales obligatorios de combustibles renovables. El cálculo de las emisiones durante el ciclo de vida de los biocombustibles puede incluir las emisiones directas e indirectas de la producción de cultivos de materias primas y del uso del suelo, el refinado del combustible, el transporte del combustible y las materias primas y las emisiones de gases de escape de los vehículos. Los productores de biocombustibles pueden influir directamente en las emisiones netas durante el proceso de refinado mediante la gestión de la energía (uso de combustible), las innovaciones en los procesos y el uso de materias primas con perfiles de emisión más bajos. Los productos de combustible que logran reducir las emisiones netas pueden calificarse como biocombustibles avanzados que, dada la normativa existente en los Estados Unidos y Europa, pueden tener mayor demanda en el futuro. Las empresas de biocombustibles que reducen de manera rentable las emisiones netas de carbono de sus productos pueden obtener una ventaja competitiva, lo que aumentaría sus ingresos y su cuota de mercado.
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Incorporación de factores ambientales, sociales y de gestión en la gestión de inversiones
Las empresas aseguradoras deben invertir capital para mantener los ingresos por primas a la altura de los pagos previstos por siniestros y deben ser capaces de mantener esta paridad de activos y pasivos a largo plazo. Como cada vez está más demostrado el impacto sustancial de los factores ambientales, sociales y de gestión (ESG) en el rendimiento de las empresas y otros activos, las empresas aseguradoras necesitan incorporarlos en la gestión de sus inversiones. De lo contrario, podrían ver una disminución en el rendimiento de sus carteras ajustadas al riesgo y una limitación de su capacidad para pagar las reclamaciones. Por tanto, las empresas deben divulgar mejor su forma de incorporar los factores ESG, incluidos el cambio climático y las limitaciones de recursos naturales, a la inversión de las primas de las pólizas y cómo afectan al riesgo de su cartera. -
Políticas diseñadas para incentivar la conducta responsable
Los avances tecnológicos y el desarrollo de nuevas pólizas han permitido a las aseguradoras limitar el pago por siniestros y fomentar un comportamiento responsable. El sector está, por tanto, en una posición ideal para generar externalidades sociales y ambientales positivas. Las aseguradoras tienen la capacidad de incentivar estilos de vida saludables y conductas seguras, así como de desarrollar proyectos y tecnologías relacionados con la sostenibilidad, como los orientados a la energía renovable, la eficiencia energética y la captación de carbono. Con el crecimiento del sector de las energías renovables, las aseguradoras pueden buscar oportunidades de crecimiento en ese campo mediante la suscripción de seguros. Además, las cláusulas de pólizas que ofrecen incentivos mediante la incorporación de factores ambientales, sociales y de gestión (ESG), pueden utilizarse como herramientas para mitigar el riesgo general de la cartera de pólizas, lo que puede reducir los pagos a largo plazo. Por tanto, la divulgación de las primas suscritas que tienen relación con la eficiencia energética y la tecnología de baja emisión de carbono, así como el análisis sobre el modo en que la empresa incentiva las acciones o conductas responsables en materia de salud, seguridad y medioambiente, permitiría a los inversores evaluar el tipo de gestión que hace la aseguradora en este campo. -
Emisiones financiadas
Las entidades que participan en actividades de seguros enfrentan riesgos y oportunidades relacionados con las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con esas actividades. Las contrapartes, los prestatarios o los inversores con mayores emisiones pueden ser más susceptibles a los riesgos asociados con los cambios tecnológicos, los cambios en la oferta y la demanda y el cambio de políticas que, a su vez, pueden afectar las perspectivas de una institución financiera que brinda servicios financieros a estas entidades. Estos riesgos y oportunidades pueden surgir en forma de riesgo de crédito, riesgo de mercado, riesgo de reputación y otros riesgos financieros y operativos. Por ejemplo, el riesgo crediticio podría surgir en relación con el financiamiento de clientes afectados por impuestos al carbono, regulaciones de eficiencia de combustible u otras políticas cada vez más estrictas; el riesgo crediticio también podría surgir a través de cambios tecnológicos relacionados. El riesgo reputacional puede surgir del financiamiento de proyectos de combustibles fósiles. Las entidades que participan en actividades de seguros controlan y gestionan cada vez más dichos riesgos midiendo sus emisiones financiadas. Esta medición sirve como indicador de la exposición de una entidad a los riesgos y oportunidades relacionados con el clima y cómo podría necesitar adaptar sus actividades financieras a lo largo del tiempo.
Gestión de la cadena de suministro
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Suministro e impactos ambientales de la producción de materias primas
El sector de los biocombustibles utiliza diversas materias primas vegetales para la producción. La mayoría de las empresas adquieren las materias primas a productores y distribuidores agrícolas. Cada vez aumenta más la proporción de tierra cultivable en el mundo ocupada por cultivos para biocombustibles. Las prácticas de cultivo no sostenibles pueden causar externalidades ambientales negativas, como la deforestación y la pérdida de biodiversidad, la degradación del suelo y la contaminación del agua. Estos factores podrían afectar negativamente al rendimiento de los cultivos de materias primas a corto y largo plazo, lo que a su vez podría influir en el precio y la disponibilidad de dichas materias primas para los productores de biocombustibles. Por tanto, es importante que los productores analicen la sostenibilidad de las cadenas de suministro, por ejemplo mediante certificaciones o el compromiso con los proveedores.
Impactos físicos del cambio climático
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Exposición al riesgo ambiental
Las pérdidas catastróficas asociadas a fenómenos meteorológicos extremos seguirán teniendo un impacto adverso sustancial en el sector de los seguros. Es probable que el alcance de este impacto evolucione a medida que el cambio climático aumente la frecuencia y gravedad de las catástrofes naturales modelizadas y no modelizadas, como los huracanes, las inundaciones y las sequías. Si no se comprenden bien los riesgos ambientales y no se incluyen en la suscripción de productos de seguro suscritos, los siniestros pueden superar las previsiones. Por tanto, las empresas aseguradoras que incorporen consideraciones relativas al cambio climático en su proceso de suscripción de contratos individuales y en la gestión de los riesgos a nivel de empresa y la adecuación del capital, estarán en mejores condiciones de proteger el valor para los accionistas. Una mayor divulgación del enfoque de la empresa sobre la incorporación de estos factores, junto con datos cuantitativos como la pérdida máxima probable y las pérdidas totales atribuibles a los pagos por reclamaciones, proporcionará a los inversores la información necesaria para evaluar los resultados actuales y futuros en este aspecto.
Gestión del entorno jurídico y reglamentario
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Gestión del entorno jurídico y reglamentario
El sector de los biocombustibles depende en gran medida de las políticas y regulaciones oficiales, que generan demanda e incentivan la oferta con exenciones fiscales y otras ayudas a la producción de materias primas. Por ello, el sector apoya ciertas regulaciones y políticas relacionadas con los combustibles renovables, los créditos fiscales a la producción y la producción de materias primas. Aunque el apoyo regulatorio puede generar beneficios a corto plazo, los posibles efectos ambientales adversos a largo plazo de la producción de materias primas y biocombustibles pueden ocasionar un retroceso en las políticas que les benefician, lo que crearía un entorno normativo más incierto. Por consiguiente, las empresas de biocombustibles podrían sacar partido de la elaboración de una estrategia clara de colaboración con los reguladores que esté en consonancia con los resultados comerciales sostenibles a largo plazo y que tenga en cuenta las externalidades ambientales.
Gestión del riesgo de incidentes críticos
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Seguridad operativa, preparación y respuesta ante emergencias
La producción de biocombustibles presenta riesgos de seguridad operativa debido a la presencia de sustancias inflamables y explosivas, a las altas temperaturas y al equipo presurizado. Los incidentes en la seguridad de procesos pueden dañar las instalaciones, causar lesiones a los trabajadores y afectar al medioambiente y a las comunidades locales. Aunque la frecuencia de accidentes en el sector es relativamente baja, cuando se producen, los resultados pueden ser graves y tener importantes repercusiones en los resultados financieros. Las instalaciones dañadas pueden quedar inutilizadas durante períodos prolongados, con la consiguiente pérdida de ingresos y el aumento de gastos de capital para reparaciones. Las empresas consideradas como más expuestas a incidentes relacionados con la seguridad de procesos pueden tener un coste de capital más elevado, mientras que las lesiones de los empleados pueden dar lugar a litigios y sanciones reglamentarias. Y a la inversa, las empresas con una sólida cultura de seguridad y una supervisión de la seguridad operativa pueden detectar y responder más eficazmente a esos incidentes, mitigando los posibles riesgos financieros y mejorando la eficiencia operativa.
Gestión del riesgo sistémico
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Gestión del riesgo sistémico
Las empresas aseguradoras tienen el potencial de generar, amplificar o transmitir amenazas al sistema financiero. El tamaño, la interconexión y la complejidad de las aseguradoras son factores que ponen de relieve la exposición al riesgo sistémico del sector. Los organismos reguladores han determinado que las aseguradoras que realizan actividades no tradicionales o no relacionadas con los seguros son más vulnerables a la evolución de los mercados financieros y, por tanto, tienen más probabilidad de amplificar o contribuir al riesgo sistémico. En consecuencia, se enfrentan a la posibilidad de ser designadas como instituciones financieras de importancia sistémica. Estas empresas están sujetas a una supervisión y unos estándares de prudencia más estrictas por parte de los sistemas bancarios centrales de diversas jurisdicciones. Concretamente, es probable que sufran limitaciones relacionadas con el capital basado en el riesgo, el apalancamiento, la liquidez y la exposición crediticia. También se les exigirá que tengan un plan para una disolución rápida y ordenada en caso de dificultades financieras. El cumplimiento de las regulaciones puede ser muy costoso, y el incumplimiento de los umbrales cualitativos y cuantitativos regulatorios de rendimiento podría dar lugar a sanciones importantes. Para mostrar cómo gestionan esos riesgos, las empresas aseguradoras deben mejorar su divulgación de los aspectos fundamentales de la gestión del riesgo sistémico y su capacidad para cumplir requisitos regulatorios más estrictos.