Comparación de industrias

Está viendo información sobre las siguientes industrias:

  • Desarrolladores de proyectos y tecnología solar La industria de desarrolladores de proyectos y tecnología solar comprende empresas que fabrican equipos de energía solar, incluidos módulos solares fotovoltaicos (FV), materia prima de polisilicio, sistemas de generación de electricidad a partir de energía solar térmica, inversores solares y otros componentes relacionados. Las empresas también pueden desarrollar, construir y gestionar proyectos de energía solar y ofrecer servicios de financiación o mantenimiento a los clientes. En la industria se utilizan dos tecnologías principales: la energía solar fotovoltaica y la energía solar concentrada (CSP). Dentro de la energía solar fotovoltaica, hay dos tecnologías principales: la solar a base de silicio cristalino y la solar de película delgada, que incluye paneles fabricados con seleniuro de cobre, indio y galio y teluro de cadmio. Los principales mercados para los paneles solares son los proyectos residenciales, los no residenciales (comerciales e industriales) y los proyectos a escala de servicios públicos. Las empresas del sector operan a nivel mundial.
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  • Bienes inmuebles El sector inmobiliario está compuesto por compañías que poseen, desarrollan y generalmente manejan activos inmobiliarios que generan ingresos. Las compañías de este sector suelen estructurarse como fondos de inversión inmobiliaria (FII) y operan en una amplia gama de segmentos dentro del sector inmobiliario, que incluyen viviendas, comercios, oficinas, centros sanitarios, industrias y hoteles. Los FII se centran normalmente en la propiedad directa de los activos inmobiliarios, proporcionando así a los inversores la oportunidad de obtener una exposición inmobiliaria sin tener la propiedad de los activos ni gestionarlos directamente. Aunque los FII suelen concentrarse en un segmento del sector inmobiliario, muchos FII se diversifican invirtiendo en varios tipos de inmueble.
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Cuestiones relevantes para ambos Industrias (7 de 26)

¿Por qué algunas cuestiones se muestran atenuadas? Las normas SASB varían según la industria, en función de los diferentes riesgos y oportunidades de sostenibilidad de cada industria. Las cuestiones atenuadas no se identificaron durante el proceso de elaboración de normas como aquellas que pueden afectar al valor de la empresa con mayor probabilidad, por lo que no se incluyen en la norma. Con el tiempo, a medida que el Consejo de Normas SASB siga recibiendo las opiniones del mercado, es posible que se añadan o eliminen algunas cuestiones de la norma. Cada empresa determina por sí misma si una cuestión de sostenibilidad puede afectar a su capacidad de crear valor empresarial. La norma está diseñada para la empresa típica de una industria, pero las empresas individuales pueden optar por informar sobre diferentes cuestiones de sostenibilidad en función de su modelo de negocio único.

Temas de divulgación

¿Cuál es la relación entre la categoría de cuestiones generales y los temas de divulgación? La categoría de cuestiones generales es una versión independiente de la industria de los temas de divulgación que aparecen en cada norma del SASB. Los temas de divulgación representan los impactos específicos de la industria en las categorías de cuestiones generales. Los temas de divulgación específicos de la industria garantizan que cada norma del SASB se adapte a la industria, mientras que las categorías de cuestiones generales permiten la comparación entre industrias. Por ejemplo, Salud y nutrición es un tema de divulgación en la industria de las bebidas sin alcohol, que representa una medida específica de la industria de la cuestión general Bienestar del cliente. Sin embargo, la cuestión Bienestar del cliente se manifiesta como el tema de la divulgación Medicamentos falsificados en la industria Biotecnología y productos farmacéuticos.
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    • Gestión de la energía La categoría aborda los impactos ambientales asociados al consumo de energía. Aborda la gestión de la energía por parte de la empresa en la fabricación y/o para el suministro de productos y servicios derivados de proveedores de servicios públicos (red eléctrica) que no son propiedad de la empresa ni están controlados por ella. Más concretamente, incluye la gestión de la eficiencia e intensidad energética, la combinación de energías y la dependencia de la red. El uso de la energía en las fases anteriores (por ejemplo, los proveedores) y posteriores (por ejemplo, el uso de los productos) no está incluido en el ámbito de aplicación.
      • Gestión de la energía en la fabricación La fabricación de paneles solares por lo general utiliza energía eléctrica comprada de la red. La energía puede representar una parte considerable del coste total de producción. A la luz del aumento de los costes de la energía y de la incertidumbre normativa que rodea al futuro de la energía de origen fósil, las empresas que diversifican sus fuentes de energía pueden estar en mejores condiciones de gestionar los riesgos asociados y mantener un suministro de energía fiable. Las empresas que minimizan su uso de energía mediante una gestión eficaz de la energía pueden reducir los costes y obtener una ventaja competitiva mediante la eficiencia operativa y la fijación de precios competitivos de los productos. Esto es particularmente importante dada la intensa competencia de precios dentro de la industria de la tecnología solar.
    • Gestión del agua y las aguas residuales Esta categoría aborda el uso del agua por parte de la empresa, el consumo de agua, la generación de aguas residuales y otros efectos de las operaciones en los recursos hídricos, que pueden verse influidos por las diferencias regionales en la disponibilidad y calidad de los recursos hídricos y la competencia por ellos. Más concretamente, aborda estrategias de gestión que incluyen, entre otras, la eficiencia, la intensidad y el reciclaje del agua. Por último, la categoría también aborda la gestión del tratamiento y el vertido de las aguas residuales, incluida la contaminación de las aguas subterráneas y los acuíferos.
      • Gestión del agua en la fabricación La fabricación de paneles fotovoltaicos solares puede requerir un elevado consumo de agua, y el agua ultrapura es un insumo crítico en algunos procesos. El proceso de fabricación también puede generar aguas residuales, que deben ser tratadas antes de su eliminación o reutilización y que, por lo tanto, pueden generar costes operativos y gastos de capital adicionales. Además, dependiendo de cuál sea su ubicación, las instalaciones de fabricación de equipos solares pueden estar expuestas al riesgo de una menor disponibilidad de agua (escasez) y a los aumentos de costes relacionados o a interrupciones de las operaciones. La utilización de los recursos hídricos locales es un riesgo que puede generar tensiones con los usuarios locales que consumen ese mismo agua, lo que puede perturbar las operaciones de fabricación y afectar negativamente al valor de la marca. Para mitigar los riesgos de abastecimiento y tratamiento de agua, las empresas pueden adoptar diversas estrategias, tal como el reciclado del agua de los procesos, la mejora de las técnicas de producción para reducir la intensidad del agua y la mejora de los sistemas de tratamiento del agua.
    • Gestión de residuos y materiales peligrosos Esta categoría se ocupa de las cuestiones medioambientales relacionadas con los residuos peligrosos y no peligrosos generados por las empresas. Aborda la gestión de los residuos sólidos de una empresa en la fabricación, la agricultura y otros procesos industriales. Abarca el tratamiento, la manipulación, el almacenamiento, la eliminación y el cumplimiento de la normativa. Esta categoría no incluye las emisiones a la atmósfera ni a las aguas residuales, ni tampoco los residuos del final de la vida útil de los productos, que se tratan en categorías distintas.
      • Gestión de residuos peligrosos La fabricación de paneles solares puede implicar el uso de sustancias peligrosas que pueden causar efectos adversos para la salud y el medioambiente si no se gestionan de forma adecuada. En las tecnologías comunes de película delgada se pueden utilizar materiales como el cadmio, el arseniuro de galio y el cobre, el indio, el galio y el (di)seleniuro, que requieren una manipulación cuidadosa durante el proceso de fabricación y durante su eliminación. La manipulación y la eliminación de los residuos peligrosos producidos durante la fabricación pueden dar lugar a costes de explotación, gastos de capital y, en algunos casos, a costes reglamentarios. Así pues, la gestión eficaz de los materiales peligrosos, incluso mediante la reducción, reutilización, reciclado, almacenamiento y eliminación seguros, puede reducir los costes de explotación y mitigar las posibles sanciones reglamentarias o los daños a la reputación.
    • Impactos ecológicos Esta categoría aborda la gestión de los impactos de la empresa en los ecosistemas y la biodiversidad a través de actividades que incluyen, entre otras, el uso de la tierra para la exploración, la extracción de recursos naturales y el cultivo, así como el desarrollo, la construcción y el emplazamiento de proyectos. Los impactos incluyen, entre otros, la pérdida de biodiversidad, la destrucción de hábitats y la deforestación en todas las fases: planificación, adquisición de terrenos, obtención de permisos, desarrollo, operaciones y rehabilitación de emplazamientos. La categoría no cubre los impactos del cambio climático en los ecosistemas y la biodiversidad.
      • Efectos ecológicos del desarrollo de proyectos Muchas grandes empresas de tecnología solar que cotizan en bolsa participan en el desarrollo de proyectos, incluida la evaluación y adquisición de derechos sobre la tierra, la concesión de permisos de emplazamiento y la interacción con los grupos de interés. El éxito del desarrollo depende de que se obtenga la aprobación de los permisos ambientales y el permiso de los gobiernos y comunidades locales. La ubicación de instalaciones solares medianas o grandes en zonas ecológicamente sensibles, incluidos hábitats de especies en peligro de extinción, puede hacer que la obtención de permisos ambientales sea más difícil y costosa. El desarrollo de los proyectos también puede verse afectado por las leyes locales de utilización de la tierra y la oposición de la comunidad a los proyectos debido a su huella en la tierra o a la preocupación por los efectos que puedan provocar en los recursos hídricos locales. Estos factores pueden ralentizar o perturbar el proceso de desarrollo, lo que puede dar lugar a costes más elevados, pérdida de ingresos o retrasos en los proyectos. Las empresas que cuentan con estrategias sólidas de evaluación y mitigación del efecto ambiental pueden reducir el riesgo de que se produzcan retrasos en los proyectos, lo que aumenta la probabilidad de que se completen a tiempo.
    • Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos La categoría aborda la incorporación de consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza en las características de los productos y servicios proporcionados o vendidos por la empresa. Incluye, entre otras cosas, la gestión de los impactos del ciclo de vida de los productos y servicios, como los relacionados con el envasado, la distribución, la intensidad de los recursos en la fase de uso y otras externalidades medioambientales y sociales que pueden producirse durante su fase de uso o al final de su vida. Esta categoría refleja la capacidad de una empresa para responder a la demanda de los clientes y de la sociedad de productos y servicios más sostenibles, así como para cumplir la normativa medioambiental y social en evolución. No aborda las repercusiones medioambientales o sociales directas de las operaciones de la empresa ni los riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores derivados del uso de los productos, que se tratan en otras categorías.
      • Gestión de la integración de la infraestructura energética y normativas relacionadas Las empresas del sector han tenido dificultades para establecer la energía solar como un medio de producción de energía y de reducción de los GEI que sea competitivo en cuanto a costes y, por lo tanto, han tenido dificultades para captar una mayor proporción de la generación de energía a nivel mundial. A fin de promover una mayor adopción de la energía solar, la industria puede beneficiarse previniendo las interrupciones sistémicas de la infraestructura energética existente y los servicios energéticos esenciales. Las empresas están innovando para superar los desafíos técnicos de aumentar la integración de la energía solar con la red. También están colaborando con los organismos reguladores y los responsables de formular políticas para reducir los obstáculos normativos a la adopción de la energía solar, muchos de los cuales surgen debido a la preocupación por el aumento de los costes generales de la red eléctrica y las interrupciones de la misma. Las empresas solares están invirtiendo en tecnologías innovadoras para reducir los costes de hardware e instalación, y están trabajando en la innovación de su modelo de negocio para reducir el coste de capital y facilitar la adquisición de sistemas de energía solar. Las empresas de tecnología solar pueden mejorar su competitividad mediante la implementación exitosa de una o más de estas estrategias para garantizar su capacidad de ampliación a largo plazo.
      • Gestión del final de la vida útil del producto Los paneles solares pueden contener sustancias peligrosas, así como materiales reutilizables de alto valor económico. Dada la rápida expansión de la energía solar en todo el mundo, se espera que los crecientes volúmenes de paneles solares lleguen al final de su vida útil a medio plazo. En algunas regiones, incluidas algunas zonas de la Unión Europea, los fabricantes están obligados por ley a asumir la responsabilidad financiera de sus productos en la etapa final de su vida útil, incluida su recogida y reciclado. La recogida, el reciclado y la eliminación de los productos puede dar lugar a mayores inversiones iniciales o gastos de capital para los operadores de la industria. No obstante, a medida que más módulos llegan al final de su vida útil y esta cuestión reciba más atención legislativa, las empresas podrán diferenciarse ofreciendo servicios de recogida y reciclado de productos. Esto podría aumentar sus ingresos, así como dar lugar a una reducción de los costes a largo plazo mediante la reutilización de los materiales recuperados en los procesos de fabricación.
    • Abastecimiento y eficiencia de los materiales Esta categoría aborda cuestiones relacionadas con la resistencia de las cadenas de suministro de materiales a los impactos del cambio climático y otros factores ambientales y sociales externos. Plasma las repercusiones de estos factores externos en la actividad operativa de los proveedores, que pueden afectar además a la disponibilidad y el precio de los recursos clave. Aborda la capacidad de una empresa para gestionar estos riesgos a través del diseño, la fabricación y la gestión del final de la vida útil del producto, por ejemplo, mediante el uso de materiales reciclados y renovables, la reducción del uso de materiales clave (desmaterialización), la maximización de la eficiencia de los recursos en la fabricación y la realización de inversiones en I+D en materiales sustitutivos. Además, las empresas pueden gestionar estas cuestiones mediante la selección, el seguimiento y el compromiso con los proveedores para garantizar su resistencia a los riesgos externos. No aborda las cuestiones relacionadas con las externalidades medioambientales y sociales creadas por la actividad operativa de los proveedores individuales, que se tratan en una categoría aparte.
      • Suministro de materiales Las empresas de tecnología solar suelen abastecerse de numerosos materiales, tales como polisilicio, metales, vidrio y componentes eléctricos. Las empresas utilizan además determinados materiales que son críticos para la fabricación de paneles y módulos solares. Los limitados recursos mundiales de estos materiales críticos, así como su concentración en países que pueden tener estructuras de gestión y reglamentarias relativamente limitadas o que están sujetos a tensiones geopolíticas, exponen a las empresas al riesgo de experimentar interrupciones en la cadena de suministro y al aumento o volatilidad de los precios de los insumos Las empresas pueden mitigar estos riesgos asegurando la transparencia de sus cadenas de suministro, trabajando de forma activa para obtener materiales de proveedores fiables o de regiones que tengan un mínimo de riesgos ambientales o sociales, y proporcionando apoyo a la investigación para descubrir insumos alternativos.
    • Impactos físicos del cambio climático Esta categoría aborda la capacidad de la empresa para gestionar los riesgos y las oportunidades asociados a la exposición directa de los activos y operaciones que posee o controla a los impactos físicos reales o potenciales del cambio climático. Recoge los problemas medioambientales y sociales que pueden surgir de las interrupciones operativas debidas a los impactos físicos del cambio climático. Además, recoge los problemas socioeconómicos derivados de que las empresas no incorporen la consideración del cambio climático en los productos y servicios que venden, como el caso de las pólizas de seguros y las hipotecas. Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para adaptarse a la mayor frecuencia y gravedad de los fenómenos meteorológicos extremos, los cambios climáticos, el riesgo del nivel del mar y otros impactos físicos previstos del cambio climático. La gestión puede implicar la mejora de la resiliencia de los activos físicos y/o de las infraestructuras circundantes, así como la incorporación de consideraciones relacionadas con el cambio climático en las principales actividades empresariales (por ejemplo, la suscripción de hipotecas y seguros, la planificación y el desarrollo de proyectos inmobiliarios).
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    • Gestión de la energía La categoría aborda los impactos ambientales asociados al consumo de energía. Aborda la gestión de la energía por parte de la empresa en la fabricación y/o para el suministro de productos y servicios derivados de proveedores de servicios públicos (red eléctrica) que no son propiedad de la empresa ni están controlados por ella. Más concretamente, incluye la gestión de la eficiencia e intensidad energética, la combinación de energías y la dependencia de la red. El uso de la energía en las fases anteriores (por ejemplo, los proveedores) y posteriores (por ejemplo, el uso de los productos) no está incluido en el ámbito de aplicación.
      • Gestión de la energía Los activos inmobiliarios consumen cantidades notables de energía, principalmente por el calentamiento de espacios, la ventilación, el aire acondicionado, el calentamiento del agua, la iluminación y el uso de maquinaria y aparatos. El tipo de energía utilizada, la magnitud del consumo y las estrategias de gestión energética dependen, en gran medida, de la clase de activo inmobiliario, entre otros factores. En general, el consumo de electricidad de la red es la forma predominante de energía consumida, aunque la quema de combustible in situ y la producción de energía renovable también cumplen una función importante. Los costes energéticos pueden ser sufragados por las compañías del sector o los ocupantes de los inmuebles; en cualquier caso, la gestión energética es una cuestión importante para el sector. En la medida en que el propietario del inmueble asume la responsabilidad directa de los costes energéticos, esos costes suelen representar importantes gastos operativos, lo que indica intrínsecamente la importancia de la gestión energética. La volatilidad de los precios de la energía y la tendencia general al aumento de los precios de la electricidad, las reglamentaciones relacionadas con la energía, las amplias variaciones de la eficiencia energética de los edificios existentes y las oportunidades de mejorar la eficiencia mediante inversiones de capital económicamente atractivas son otros tantos indicios de la importancia de la gestión energética. No obstante, es probable que los costes energéticos asumidos por los ocupantes, ya sea en su totalidad o en parte, tengan una repercusión significativa sobre las compañías del sector, aunque a través de canales diferentes. La eficiencia energética de los edificios es un motor notable de la demanda de alquileres, ya que les permite controlar los costes de explotación, mitigar los efectos medioambientales de las actividades y, a menudo igualmente importante, mantener la reputación de conservar los recursos. Además, los propietarios de bienes inmuebles podrían exponerse a reglamentos relacionados con la energía, incluso cuando los costes energéticos fueran responsabilidad de los ocupantes. En general, las compañías del sector que gestionen eficazmente la eficiencia energética de sus inmuebles podrán ver reducidos los costes de explotación y los riesgos de incumplimiento normativo, así como aumentar la demanda de alquileres, los precios de los alquileres y las tasas de ocupación, todo lo cual impulsará la apreciación de los ingresos y el valor de los inmuebles. La mejora de la eficiencia energética de los inmuebles depende en gran medida del tipo de inmueble y de su ubicación, el mercado del alquiler al que se destina, los códigos de construcción locales, las oportunidades físicas y jurídicas para instalar energía renovable distribuida, la capacidad de medir el consumo y la eficiencia del parque de edificios existentes, entre otros factores.
    • Gestión del agua y las aguas residuales Esta categoría aborda el uso del agua por parte de la empresa, el consumo de agua, la generación de aguas residuales y otros efectos de las operaciones en los recursos hídricos, que pueden verse influidos por las diferencias regionales en la disponibilidad y calidad de los recursos hídricos y la competencia por ellos. Más concretamente, aborda estrategias de gestión que incluyen, entre otras, la eficiencia, la intensidad y el reciclaje del agua. Por último, la categoría también aborda la gestión del tratamiento y el vertido de las aguas residuales, incluida la contaminación de las aguas subterráneas y los acuíferos.
      • Gestión del agua Los edificios consumen cantidades importantes de agua en sus servicios, a través de las instalaciones de agua, la maquinaria de construcción, los electrodomésticos y el riego. Los gastos de explotación resultantes del consumo de agua pueden representar costes notables en función del tipo de inmueble, los usos de los arrendatarios, la ubicación geográfica y otros factores. Las compañías del sector pueden ser responsables de los costes de agua de un edificio o de los costes de agua de las zonas comunes, aunque es habitual asignar la totalidad o una parte de esos costes a los ocupantes. En estos acuerdos, la gestión de los recursos hídricos sigue desempeñando un papel importante a través de la demanda de alquileres y la exposición a las reglamentaciones. Los arrendatarios pueden evaluar la eficiencia del uso del agua de los activos inmobiliarios en un esfuerzo por controlar los costes operativos, mitigar los efectos medioambientales de los usos y, a menudo igualmente importante, mantener la reputación de conservar los recursos. Además, los propietarios de los inmuebles pueden estar expuestos a los reglamentos relacionados con el agua incluso cuando los costes del agua sean responsabilidad de los ocupantes. En general, las compañías del sector que gestionan eficazmente la eficiencia del uso del agua de los inmuebles, incluso cuando no están expuestas directamente a los costes del agua, podrán ver reducidos los costes de explotación y la exposición a las reglamentaciones, así como el aumento de la demanda de alquileres, los precios de los alquileres y las tasas de ocupación, todo lo cual impulsará la apreciación de los ingresos y el valor de los inmuebles. Los aumentos históricos a largo plazo de los costes del agua (y las expectativas de que sigan aumentando debido al consumo excesivo y a la limitación de los suministros como consecuencia del crecimiento y los desplazamientos de la población, la contaminación y el cambio climático) indican la elevada importancia de la gestión de los recursos hídricos. La capacidad de mejorar la eficiencia de los recursos hídricos depende, en gran medida, del tipo de inmueble, la disponibilidad de agua en la zona, el mercado del alquiler al que se destina, los códigos de construcción locales, la capacidad de medir el consumo y el nivel de eficiencia actual de los edificios existentes, entre otros factores.
    • Gestión de residuos y materiales peligrosos Esta categoría se ocupa de las cuestiones medioambientales relacionadas con los residuos peligrosos y no peligrosos generados por las empresas. Aborda la gestión de los residuos sólidos de una empresa en la fabricación, la agricultura y otros procesos industriales. Abarca el tratamiento, la manipulación, el almacenamiento, la eliminación y el cumplimiento de la normativa. Esta categoría no incluye las emisiones a la atmósfera ni a las aguas residuales, ni tampoco los residuos del final de la vida útil de los productos, que se tratan en categorías distintas.
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    • Impactos ecológicos Esta categoría aborda la gestión de los impactos de la empresa en los ecosistemas y la biodiversidad a través de actividades que incluyen, entre otras, el uso de la tierra para la exploración, la extracción de recursos naturales y el cultivo, así como el desarrollo, la construcción y el emplazamiento de proyectos. Los impactos incluyen, entre otros, la pérdida de biodiversidad, la destrucción de hábitats y la deforestación en todas las fases: planificación, adquisición de terrenos, obtención de permisos, desarrollo, operaciones y rehabilitación de emplazamientos. La categoría no cubre los impactos del cambio climático en los ecosistemas y la biodiversidad.
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    • Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos La categoría aborda la incorporación de consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza en las características de los productos y servicios proporcionados o vendidos por la empresa. Incluye, entre otras cosas, la gestión de los impactos del ciclo de vida de los productos y servicios, como los relacionados con el envasado, la distribución, la intensidad de los recursos en la fase de uso y otras externalidades medioambientales y sociales que pueden producirse durante su fase de uso o al final de su vida. Esta categoría refleja la capacidad de una empresa para responder a la demanda de los clientes y de la sociedad de productos y servicios más sostenibles, así como para cumplir la normativa medioambiental y social en evolución. No aborda las repercusiones medioambientales o sociales directas de las operaciones de la empresa ni los riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores derivados del uso de los productos, que se tratan en otras categorías.
      • Gestión de los efectos de los arrendatarios sobre la sostenibilidad Los activos inmobiliarios generan importantes efectos sobre la sostenibilidad, incluido el consumo de los recursos, es decir, la generación de residuos energéticos e hídricos, y los efectos sobre la salud de los ocupantes a través de la calidad del medioambiente en el interior del inmueble. Si bien las compañías del sector son propietarias de activos inmobiliarios, son las operaciones de arrendamiento de esos inmuebles las que constituyen el motor dominante de los efectos sobre la sostenibilidad producidos por el entorno construido. Los arrendatarios pueden diseñar y construir espacios arrendados de acuerdo con sus necesidades de uso. A su vez, este uso consume importantes cantidades de energía y agua, genera residuos y afecta a la salud de quienes viven, trabajan, compran o visitan los inmuebles. Si bien esos efectos sobre la sostenibilidad suelen generarse por el uso y las actividades de los arrendatarios, los propietarios de los inmuebles tienen un papel importante en la influencia de los efectos sobre la sostenibilidad por parte de los arrendatarios. La manera en que las compañías del sector estructuren sus acuerdos, contratos y relaciones con los arrendatarios será decisiva para gestionar eficazmente los efectos sobre la sostenibilidad por parte de sus arrendatarios y, en última instancia, los impactos de sus inmuebles. La gestión de los efectos sobre la sostenibilidad por parte de los arrendatarios podría incluir la mitigación del problema de los incentivos en pugna mediante la armonización de los intereses financieros de ambas partes con los resultados de la sostenibilidad, el establecimiento de una medición y comunicación sistemáticas de los datos sobre el consumo de recursos, la creación de objetivos de eficiencia compartidos y el establecimiento de requisitos mínimos de eficiencia o diseño de la sostenibilidad, entre otras estrategias. La gestión eficaz de las repercusiones sobre la sostenibilidad por parte de los arrendatarios, en particular, en lo que respecta a la energía, el agua y la calidad medioambiental en el interior del inmueble, podría impulsar la apreciación del valor de los inmuebles, aumentar la demanda de alquileres y la satisfacción de los arrendatarios, reducir los costes directos de explotación o disminuir los riesgos relacionados con los códigos y reglamentos de construcción.
    • Abastecimiento y eficiencia de los materiales Esta categoría aborda cuestiones relacionadas con la resistencia de las cadenas de suministro de materiales a los impactos del cambio climático y otros factores ambientales y sociales externos. Plasma las repercusiones de estos factores externos en la actividad operativa de los proveedores, que pueden afectar además a la disponibilidad y el precio de los recursos clave. Aborda la capacidad de una empresa para gestionar estos riesgos a través del diseño, la fabricación y la gestión del final de la vida útil del producto, por ejemplo, mediante el uso de materiales reciclados y renovables, la reducción del uso de materiales clave (desmaterialización), la maximización de la eficiencia de los recursos en la fabricación y la realización de inversiones en I+D en materiales sustitutivos. Además, las empresas pueden gestionar estas cuestiones mediante la selección, el seguimiento y el compromiso con los proveedores para garantizar su resistencia a los riesgos externos. No aborda las cuestiones relacionadas con las externalidades medioambientales y sociales creadas por la actividad operativa de los proveedores individuales, que se tratan en una categoría aparte.
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    • Impactos físicos del cambio climático Esta categoría aborda la capacidad de la empresa para gestionar los riesgos y las oportunidades asociados a la exposición directa de los activos y operaciones que posee o controla a los impactos físicos reales o potenciales del cambio climático. Recoge los problemas medioambientales y sociales que pueden surgir de las interrupciones operativas debidas a los impactos físicos del cambio climático. Además, recoge los problemas socioeconómicos derivados de que las empresas no incorporen la consideración del cambio climático en los productos y servicios que venden, como el caso de las pólizas de seguros y las hipotecas. Esta categoría se refiere a la capacidad de la empresa para adaptarse a la mayor frecuencia y gravedad de los fenómenos meteorológicos extremos, los cambios climáticos, el riesgo del nivel del mar y otros impactos físicos previstos del cambio climático. La gestión puede implicar la mejora de la resiliencia de los activos físicos y/o de las infraestructuras circundantes, así como la incorporación de consideraciones relacionadas con el cambio climático en las principales actividades empresariales (por ejemplo, la suscripción de hipotecas y seguros, la planificación y el desarrollo de proyectos inmobiliarios).
      • Adaptación al cambio climático El cambio climático afecta a las compañías del sector a través de fenómenos meteorológicos extremos frecuentes o de gran impacto y de la modificación de los patrones climáticos. Es probable que la manera en que el modelo comercial de una compañía se estructure para incorporar evaluaciones continuas de los riesgos del cambio climático, y la adaptación a esos riesgos, esté cada vez más relacionada con el valor de la compañía a largo plazo. Más concretamente, las estrategias de inversión en inmuebles situados en llanuras inundables y regiones costeras expuestas a las inclemencias del tiempo pueden tener mayores necesidades en cuanto a la mitigación de los riesgos y la adaptación del modelo empresarial al cambio climático a largo plazo. Estas estrategias son especialmente importantes a la luz de los desafíos a largo plazo asociados a las tarifas de seguro de inundación, la estabilidad financiera de los programas de seguros contra inundaciones subvencionados por el gobierno y las estipulaciones de financiación u otras inquietudes de los acreedores. Además de los seguros, otras medidas de mitigación de los riesgos incluyen las mejoras de la resistencia física de los inmuebles y de las condiciones de arrendamiento que transfieren el riesgo a los arrendatarios, aunque estas medidas pueden crear sus propios costes y riesgos para las compañías inmobiliarias. Para garantizar el crecimiento a largo plazo y la protección del valor accionarial, las compañías deberán aplicar estrategias de adaptación al cambio climático que sean integrales, tengan en cuenta las compensaciones entre las diversas estrategias de mitigación de los riesgos e incluyan la ponderación de todos los costes y beneficios proyectados a largo plazo.

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