Comparación de industrias

Está viendo información sobre las siguientes industrias:

  • Transporte por carretera El sector del transporte por carretera incluye empresas que prestan servicios de transporte de carga en camiones de corta y larga distancia. Entre sus principales actividades está el envío de carga en contenedores y a granel, incluidos bienes de consumo y una amplia variedad de productos básicos. El sector se suele dividir en dos categorías: de carga completa (los vehículos transportan mercancías de un solo cliente) y de carga consolidada (los vehículos transportan mercancías de varios clientes). Los propietarios/operadores constituyen la gran mayoría del sector, debido a la relativa facilidad de entrada, mientras que unos pocos grandes operadores mantienen la cuota de mercado mediante contratos con los principales transportistas. Las grandes empresas suelen subcontratar a los propietarios/operadores para complementar su flota propia.
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  • Piezas de automóvil Las empresas del sector de piezas de automóvil suministran piezas y accesorios de vehículos a los fabricantes de equipo original (OEM). Las empresas de piezas de vehículos se suelen especializar en la fabricación y ensamblaje de ciertas piezas o accesorios, como sistemas de escape del motor, transmisiones alternativas, sistemas híbridos, convertidores catalíticos, llantas de aluminio, neumáticos, espejos retrovisores o equipos eléctricos y electrónicos. Aunque la industria automotriz en general incluye varios niveles de proveedores que suministran piezas y materias primas utilizadas para ensamblar vehículos de motor, el alcance del sector de piezas de automóvil para SASB solo incluye a los proveedores de nivel 1, que suministran piezas directamente a los fabricantes de equipo original. No incluye a los proveedores cautivos, como las instalaciones de motores y estampado, que pertenecen y están gestionadas por los OEM. De igual modo, tampoco incluye a los proveedores de nivel 2, que abastecen al sector de piezas de automóvil.
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Cuestiones relevantes para ambos Industrias (10 de 26)

¿Por qué algunas cuestiones se muestran atenuadas? Las normas SASB varían según la industria, en función de los diferentes riesgos y oportunidades de sostenibilidad de cada industria. Las cuestiones atenuadas no se identificaron durante el proceso de elaboración de normas como aquellas que pueden afectar al valor de la empresa con mayor probabilidad, por lo que no se incluyen en la norma. Con el tiempo, a medida que el Consejo de Normas SASB siga recibiendo las opiniones del mercado, es posible que se añadan o eliminen algunas cuestiones de la norma. Cada empresa determina por sí misma si una cuestión de sostenibilidad puede afectar a su capacidad de crear valor empresarial. La norma está diseñada para la empresa típica de una industria, pero las empresas individuales pueden optar por informar sobre diferentes cuestiones de sostenibilidad en función de su modelo de negocio único.

Temas de divulgación

¿Cuál es la relación entre la categoría de cuestiones generales y los temas de divulgación? La categoría de cuestiones generales es una versión independiente de la industria de los temas de divulgación que aparecen en cada norma del SASB. Los temas de divulgación representan los impactos específicos de la industria en las categorías de cuestiones generales. Los temas de divulgación específicos de la industria garantizan que cada norma del SASB se adapte a la industria, mientras que las categorías de cuestiones generales permiten la comparación entre industrias. Por ejemplo, Salud y nutrición es un tema de divulgación en la industria de las bebidas sin alcohol, que representa una medida específica de la industria de la cuestión general Bienestar del cliente. Sin embargo, la cuestión Bienestar del cliente se manifiesta como el tema de la divulgación Medicamentos falsificados en la industria Biotecnología y productos farmacéuticos.
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    • Emisiones de GEI Esta categoría se refiere a las emisiones directas (alcance 1) de gases de efecto invernadero (GEI) que una empresa genera a través de sus operaciones. Esto incluye las emisiones de GEI procedentes de fuentes estacionarias (por ejemplo, fábricas, centrales eléctricas) y móviles (por ejemplo, camiones, vehículos de reparto, aviones), bien sea como resultado de la combustión de combustible o de liberaciones directas sin combustión durante actividades como la extracción de recursos naturales, la generación de energía, el uso de la tierra o los procesos biogénicos. La categoría incluye además la gestión de los riesgos normativos, el cumplimiento de la normativa medioambiental y los riesgos y oportunidades para la reputación, ya que están relacionados con las emisiones directas de GEI. Los siete GEI contemplados en el Protocolo de Kioto están incluidos en esta categoría: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC), hexafluoruro de azufre (SF6) y trifluoruro de nitrógeno (NF3).
      • Emisión de gases de efecto invernadero El sector del transporte por carretera genera emisiones principalmente a través de la combustión de diésel y otros combustibles en los motores de los camiones. Los gases de efecto invernadero (GEI), incluido el dióxido de carbono (CO2), revisten una especial importancia para los reguladores gubernamentales preocupados por el cambio climático y para los consumidores que exigen soluciones de transporte con bajo contenido en carbono o sin él. Dado que las emisiones de GEI de los camiones constituyen una parte significativa de las emisiones relacionadas con el transporte, el sector está en el punto de mira de las regulaciones para limitar las emisiones de GEI. Los cambios operativos que aumentan la eficiencia del combustible son eficaces para que las empresas reduzcan el gasto de combustible y, al mismo tiempo, limiten la volatilidad de los precios del combustible, los costes regulatorios y otras consecuencias de las emisiones de GEI. Si bien los camiones más modernos son más eficientes en cuanto al consumo de combustible, se pueden adoptar medidas para mejorar la eficiencia y reducir las emisiones en las flotas existentes.
    • Calidad del aire Esta categoría aborda la gestión de los efectos en la calidad del aire resultantes de fuentes fijas (por ejemplo, fábricas, centrales eléctricas) y móviles (por ejemplo, camiones, vehículos de reparto, aviones), así como de las emisiones industriales. Los contaminantes atmosféricos relevantes incluyen, entre otros, los óxidos de nitrógeno (NOx), los óxidos de azufre (SOx), los compuestos orgánicos volátiles (COV), los metales pesados, las partículas y los clorofluorocarbonos. La categoría no incluye las emisiones de GEI, que se abordan en una categoría independiente.
      • Calidad del aire En comparación con otros medios de transporte, el transporte de mercancías por carretera tiene un efecto negativo más localizado sobre la calidad del aire debido a sus emisiones de óxido de azufre (SOx), óxido de nitrógeno (NOx) y material particulado (MP). La gran dependencia del combustible diésel es motivo de especial preocupación; aunque los motores diésel tienen un mayor rendimiento por km que los de gasolina, generan más contaminantes nocivos del aire. El uso de combustibles alternativos y el filtrado previo de las emisiones puede ayudar a las empresas a cumplir con las regulaciones de calidad del aire y evitar el aumento de la polución en ciudades y centros de población densos, lo que podría afectar a su licencia social para operar.
    • Gestión de la energía La categoría aborda los impactos ambientales asociados al consumo de energía. Aborda la gestión de la energía por parte de la empresa en la fabricación y/o para el suministro de productos y servicios derivados de proveedores de servicios públicos (red eléctrica) que no son propiedad de la empresa ni están controlados por ella. Más concretamente, incluye la gestión de la eficiencia e intensidad energética, la combinación de energías y la dependencia de la red. El uso de la energía en las fases anteriores (por ejemplo, los proveedores) y posteriores (por ejemplo, el uso de los productos) no está incluido en el ámbito de aplicación.
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    • Gestión de residuos y materiales peligrosos Esta categoría se ocupa de las cuestiones medioambientales relacionadas con los residuos peligrosos y no peligrosos generados por las empresas. Aborda la gestión de los residuos sólidos de una empresa en la fabricación, la agricultura y otros procesos industriales. Abarca el tratamiento, la manipulación, el almacenamiento, la eliminación y el cumplimiento de la normativa. Esta categoría no incluye las emisiones a la atmósfera ni a las aguas residuales, ni tampoco los residuos del final de la vida útil de los productos, que se tratan en categorías distintas.
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    • Calidad y seguridad de los productos Esta categoría aborda cuestiones relacionadas con las características no deseadas de los productos vendidos o los servicios prestados que pueden crear riesgos para la salud o la seguridad de los usuarios finales. Se refiere a la capacidad de una empresa para ofrecer productos y/o servicios manufacturados que cumplan las expectativas de los clientes con respecto a sus características de salud y seguridad. Incluye, entre otras, cuestiones relacionadas con la responsabilidad, la gestión de las retiradas del mercado, las pruebas de los productos y la gestión de las sustancias químicas/contenidos/ingredientes de los productos.
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    • Salud y seguridad de los empleados Esta categoría se refiere a la capacidad de una empresa para crear y mantener un entorno de trabajo seguro y saludable, libre de lesiones, muertes y enfermedades (tanto crónicas como graves). Tradicionalmente se consigue mediante la aplicación de planes de gestión de la seguridad, el desarrollo de requisitos de formación para empleados y contratistas, y la realización de auditorías periódicas de sus propias prácticas y de las de sus subcontratistas. La categoría también recoge cómo las empresas garantizan la salud física y mental de los trabajadores a través de la tecnología, la formación, la cultura corporativa, el cumplimiento de la normativa, la supervisión y las pruebas, y los equipos de protección personal.
      • Condiciones de trabajo del conductor El sector del transporte por carretera debe hacer frente al problema de la contratación y retención de conductores. La creciente escasez de mano de obra, debida en parte a las pobres condiciones de trabajo del sector y a las regulaciones que limitan las horas de trabajo, puede elevar los costes laborales y reducir los ingresos. Las entregas donde el tiempo es un factor crítico exigen mucho a los conductores, que pueden pasar largas horas al volante, a menudo en horario nocturno, largos períodos fuera de casa, y experimentar falta de sueño y sentimiento de aislamiento. Estos factores, en combinación con las altas tasas de lesiones y enfermedades en gran parte debidas a accidentes, dificultan la contratación de nuevos conductores y la retención del personal existente. Las empresas que ofrecen mejores condiciones de trabajo a los conductores presentan menor tasa de rotación, mayor productividad y capacidad de contratación de personal adicional para ampliar las operaciones y aumentar los ingresos.
    • Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos La categoría aborda la incorporación de consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza en las características de los productos y servicios proporcionados o vendidos por la empresa. Incluye, entre otras cosas, la gestión de los impactos del ciclo de vida de los productos y servicios, como los relacionados con el envasado, la distribución, la intensidad de los recursos en la fase de uso y otras externalidades medioambientales y sociales que pueden producirse durante su fase de uso o al final de su vida. Esta categoría refleja la capacidad de una empresa para responder a la demanda de los clientes y de la sociedad de productos y servicios más sostenibles, así como para cumplir la normativa medioambiental y social en evolución. No aborda las repercusiones medioambientales o sociales directas de las operaciones de la empresa ni los riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores derivados del uso de los productos, que se tratan en otras categorías.
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    • Abastecimiento y eficiencia de los materiales Esta categoría aborda cuestiones relacionadas con la resistencia de las cadenas de suministro de materiales a los impactos del cambio climático y otros factores ambientales y sociales externos. Plasma las repercusiones de estos factores externos en la actividad operativa de los proveedores, que pueden afectar además a la disponibilidad y el precio de los recursos clave. Aborda la capacidad de una empresa para gestionar estos riesgos a través del diseño, la fabricación y la gestión del final de la vida útil del producto, por ejemplo, mediante el uso de materiales reciclados y renovables, la reducción del uso de materiales clave (desmaterialización), la maximización de la eficiencia de los recursos en la fabricación y la realización de inversiones en I+D en materiales sustitutivos. Además, las empresas pueden gestionar estas cuestiones mediante la selección, el seguimiento y el compromiso con los proveedores para garantizar su resistencia a los riesgos externos. No aborda las cuestiones relacionadas con las externalidades medioambientales y sociales creadas por la actividad operativa de los proveedores individuales, que se tratan en una categoría aparte.
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    • Comportamiento competitivo Esta categoría abarca los problemas sociales asociados a la existencia de monopolios, que pueden incluir, entre otros, precios excesivos, mala calidad del servicio e ineficiencias. Aborda la gestión de una empresa de las expectativas legales y sociales en torno a las prácticas monopolísticas y anticompetitivas, incluidas las cuestiones relacionadas con el poder de negociación, la colusión, la fijación o manipulación de precios y la protección de las patentes y la propiedad intelectual.
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    • Gestión del riesgo de incidentes críticos Esta categoría se refiere a la utilización por parte de la empresa de sistemas de gestión y planificación de escenarios para identificar, comprender y prevenir o minimizar la ocurrencia de accidentes y emergencias de baja probabilidad y alto impacto con potenciales externalidades ambientales y sociales significativas. Se refiere a la cultura de seguridad de una empresa, a sus sistemas de gestión de la seguridad y controles tecnológicos pertinentes, a las posibles implicaciones humanas, medioambientales y sociales de la ocurrencia de estos sucesos y a los efectos a largo plazo para una organización, sus trabajadores y la sociedad en caso de que se produzcan.
      • Gestión de accidentes y seguridad El transporte por carretera conlleva peligros inherentes, incluidos los accidentes debidos a fallos mecánicos o errores humanos. Las empresas del sector toman medidas para formar a los conductores y al personal de mantenimiento y reducir al mínimo los accidentes. La evidencia de las tasas de lesiones y mortalidad, los costes asociados y la inversión en tecnologías de seguridad respaldan la importancia de esta cuestión. Las empresas que gestionan mejor la seguridad mejoran la eficiencia operativa, retienen a los conductores, reducen los retrasos y evitan los costes asociados a los accidentes graves. En cambio, las que presentan una gestión deficiente de la seguridad, pueden sufrir sanciones reglamentarias, primas de seguro más elevadas e interrupciones del servicio que reduzcan los ingresos y el valor de la marca.
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    • Emisiones de GEI Esta categoría se refiere a las emisiones directas (alcance 1) de gases de efecto invernadero (GEI) que una empresa genera a través de sus operaciones. Esto incluye las emisiones de GEI procedentes de fuentes estacionarias (por ejemplo, fábricas, centrales eléctricas) y móviles (por ejemplo, camiones, vehículos de reparto, aviones), bien sea como resultado de la combustión de combustible o de liberaciones directas sin combustión durante actividades como la extracción de recursos naturales, la generación de energía, el uso de la tierra o los procesos biogénicos. La categoría incluye además la gestión de los riesgos normativos, el cumplimiento de la normativa medioambiental y los riesgos y oportunidades para la reputación, ya que están relacionados con las emisiones directas de GEI. Los siete GEI contemplados en el Protocolo de Kioto están incluidos en esta categoría: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC), hexafluoruro de azufre (SF6) y trifluoruro de nitrógeno (NF3).
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    • Calidad del aire Esta categoría aborda la gestión de los efectos en la calidad del aire resultantes de fuentes fijas (por ejemplo, fábricas, centrales eléctricas) y móviles (por ejemplo, camiones, vehículos de reparto, aviones), así como de las emisiones industriales. Los contaminantes atmosféricos relevantes incluyen, entre otros, los óxidos de nitrógeno (NOx), los óxidos de azufre (SOx), los compuestos orgánicos volátiles (COV), los metales pesados, las partículas y los clorofluorocarbonos. La categoría no incluye las emisiones de GEI, que se abordan en una categoría independiente.
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    • Gestión de la energía La categoría aborda los impactos ambientales asociados al consumo de energía. Aborda la gestión de la energía por parte de la empresa en la fabricación y/o para el suministro de productos y servicios derivados de proveedores de servicios públicos (red eléctrica) que no son propiedad de la empresa ni están controlados por ella. Más concretamente, incluye la gestión de la eficiencia e intensidad energética, la combinación de energías y la dependencia de la red. El uso de la energía en las fases anteriores (por ejemplo, los proveedores) y posteriores (por ejemplo, el uso de los productos) no está incluido en el ámbito de aplicación.
      • Gestión de la energía La mayor parte del consumo de energía durante el proceso de fabricación de automóviles se produce en la cadena de suministro. El uso de electricidad y combustibles fósiles por parte de los fabricantes de piezas de automóvil genera emisiones directas e indirectas de gases de efecto invernadero (GEI). La electricidad que se compra representa una parte importante de la energía utilizada en el sector de las piezas de automóvil. Las iniciativas de sostenibilidad, como los incentivos para la eficiencia energética y la energía renovable, están haciendo que las fuentes alternativas de energía sean más competitivas en cuanto a costes. Los reguladores y consumidores también están presionando al sector para que reduzca las emisiones de GEI. Por tanto, cada vez es más importante que las empresas de sectores con uso intensivo de energía gestionen los riesgos de costes y fiabilidad asociados a su eficiencia energética general, su dependencia de diferentes tipos de energía y su acceso a fuentes alternativas de energía.
    • Gestión de residuos y materiales peligrosos Esta categoría se ocupa de las cuestiones medioambientales relacionadas con los residuos peligrosos y no peligrosos generados por las empresas. Aborda la gestión de los residuos sólidos de una empresa en la fabricación, la agricultura y otros procesos industriales. Abarca el tratamiento, la manipulación, el almacenamiento, la eliminación y el cumplimiento de la normativa. Esta categoría no incluye las emisiones a la atmósfera ni a las aguas residuales, ni tampoco los residuos del final de la vida útil de los productos, que se tratan en categorías distintas.
      • Gestión de residuos La fabricación de piezas de automóviles implica el uso de cantidades importantes de materiales (como acero, hierro, aluminio y plásticos, entre otros). Los tipos de residuos generados por la industria incluyen lubricantes y refrigerantes de máquinas, sistemas de limpieza con agua y disolventes, pintura y chatarra de metales y plásticos. Una parte importante de los ingresos de los fabricantes de piezas de automóviles se gasta en el coste de los materiales. Por tanto, es probable que las empresas que puedan gestionar sus insumos de fabricación mediante la reducción y el reciclaje de los residuos estén mejor protegidas contra la volatilidad de los precios y el riesgo de interrupciones en el suministro. Además, los fabricantes de piezas de automóviles pueden ahorrar y mejorar la eficiencia operativa aumentando la cantidad de residuos que se reciclan. Por otro lado, es probable que los fabricantes de piezas de automóviles que provoquen impactos ambientales negativos mediante sus prácticas de gestión de residuos se enfrenten a una supervisión reglamentaria. Las infracciones de las regulaciones medioambientales probablemente generarán gastos jurídicos, así como gastos de capital para instalaciones de control de la contaminación y proyectos de salud y seguridad ocupacional.
    • Calidad y seguridad de los productos Esta categoría aborda cuestiones relacionadas con las características no deseadas de los productos vendidos o los servicios prestados que pueden crear riesgos para la salud o la seguridad de los usuarios finales. Se refiere a la capacidad de una empresa para ofrecer productos y/o servicios manufacturados que cumplan las expectativas de los clientes con respecto a sus características de salud y seguridad. Incluye, entre otras, cuestiones relacionadas con la responsabilidad, la gestión de las retiradas del mercado, las pruebas de los productos y la gestión de las sustancias químicas/contenidos/ingredientes de los productos.
      • Seguridad de los productos Conducir es una actividad de riesgo, ya que la distracción al volante, el exceso de velocidad, la conducción en estado de embriaguez y las condiciones meteorológicas adversas, entre otros factores, pueden provocar accidentes que exponen a los conductores, pasajeros y transeúntes a posibles lesiones y muertes. También se pueden producir accidentes por piezas defectuosas en los vehículos, y el hecho de no detectar los defectos antes de venderlos puede tener importantes repercusiones financieras tanto para los fabricantes de automóviles como para los de piezas. Garantizar la seguridad de los vehículos y actuar a tiempo cuando se detecten defectos puede proteger a las empresas de piezas de automóviles ante medidas regulatorias o demandas de los clientes que, de otro modo, podrían conllevar costes considerables. También puede ayudarles a mantener sus relaciones con los fabricantes de equipo original (OEM), que a menudo seleccionan proveedores de nivel 1 en función de su rendimiento en materia de seguridad y fiabilidad. Con el aumento de automóviles que incorporan tecnologías electrónicas y de otros tipos más sofisticadas, los riesgos relacionados con la retiradas de productos pueden aumentar. Mediante una gestión eficaz de la seguridad de los productos, las empresas de piezas de automóviles pueden mejorar su reputación y aumentar las ventas a largo plazo.
    • Salud y seguridad de los empleados Esta categoría se refiere a la capacidad de una empresa para crear y mantener un entorno de trabajo seguro y saludable, libre de lesiones, muertes y enfermedades (tanto crónicas como graves). Tradicionalmente se consigue mediante la aplicación de planes de gestión de la seguridad, el desarrollo de requisitos de formación para empleados y contratistas, y la realización de auditorías periódicas de sus propias prácticas y de las de sus subcontratistas. La categoría también recoge cómo las empresas garantizan la salud física y mental de los trabajadores a través de la tecnología, la formación, la cultura corporativa, el cumplimiento de la normativa, la supervisión y las pruebas, y los equipos de protección personal.
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    • Gestión del diseño y el ciclo de vida de los productos La categoría aborda la incorporación de consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza en las características de los productos y servicios proporcionados o vendidos por la empresa. Incluye, entre otras cosas, la gestión de los impactos del ciclo de vida de los productos y servicios, como los relacionados con el envasado, la distribución, la intensidad de los recursos en la fase de uso y otras externalidades medioambientales y sociales que pueden producirse durante su fase de uso o al final de su vida. Esta categoría refleja la capacidad de una empresa para responder a la demanda de los clientes y de la sociedad de productos y servicios más sostenibles, así como para cumplir la normativa medioambiental y social en evolución. No aborda las repercusiones medioambientales o sociales directas de las operaciones de la empresa ni los riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores derivados del uso de los productos, que se tratan en otras categorías.
      • Diseño para el rendimiento del combustible Los fabricantes de automóviles solicitan cada vez más piezas y componentes de automóviles que ayuden a reducir el consumo de combustible en los vehículos que venden. Los componentes y piezas con bajo consumo de combustible juegan un papel fundamental en la reducción de las emisiones del tubo de escape, gracias al aumento de la eficiencia energética y la reducción del peso, entre otros factores. Las empresas de repuestos piezas de automóvil que puedan diseñar y fabricar esas piezas estarán mejor situadas para aumentar las ventas a los fabricantes de automóviles, que deben hacer frente a regulaciones ambientales más estrictas y a las preferencias de los clientes por automóviles más respetuosos con el medioambiente.
    • Abastecimiento y eficiencia de los materiales Esta categoría aborda cuestiones relacionadas con la resistencia de las cadenas de suministro de materiales a los impactos del cambio climático y otros factores ambientales y sociales externos. Plasma las repercusiones de estos factores externos en la actividad operativa de los proveedores, que pueden afectar además a la disponibilidad y el precio de los recursos clave. Aborda la capacidad de una empresa para gestionar estos riesgos a través del diseño, la fabricación y la gestión del final de la vida útil del producto, por ejemplo, mediante el uso de materiales reciclados y renovables, la reducción del uso de materiales clave (desmaterialización), la maximización de la eficiencia de los recursos en la fabricación y la realización de inversiones en I+D en materiales sustitutivos. Además, las empresas pueden gestionar estas cuestiones mediante la selección, el seguimiento y el compromiso con los proveedores para garantizar su resistencia a los riesgos externos. No aborda las cuestiones relacionadas con las externalidades medioambientales y sociales creadas por la actividad operativa de los proveedores individuales, que se tratan en una categoría aparte.
      • Suministro de materiales Las empresas del sector de piezas de automóvil suelen utilizar metales de tierras raras y otros materiales críticos como insumos fundamentales para los productos acabados. Muchos de esos insumos tienen pocos o ningún sustitutivo, y suelen proceder de depósitos concentrados en pocos países, muchos de ellos sujetos a incertidumbres geopolíticas. Otros efectos en la sostenibilidad relacionados con el cambio climático, el uso del suelo y la escasez de recursos, así como los conflictos en las regiones donde se encuentran las cadenas de suministro, también están conformando la capacidad del sector paran obtener materiales. Además, el aumento de la competencia por esos materiales debido a la creciente demanda global de otros sectores puede ocasionar un aumento de los precios y riesgos para el suministro. Estos materiales juegan un papel crucial en las tecnologías de energía limpia, como los vehículos eléctricos e híbridos. Dado el objetivo de los reguladores de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y el aumento de la demanda de vehículos más eficientes en cuanto al consumo de combustible por parte de los consumidores, es probable que la proporción de vehículos híbridos y de emisiones cero (ZEV) producidos por la industria automovilística siga aumentando en el futuro. Las empresas capaces de limitar el uso de materiales críticos, asegurar su abastecimiento y desarrollar alternativas, estarán protegidas frente a interrupciones de suministro y a la volatilidad de los precios de los insumos, lo que podría repercutir en sus márgenes, su perfil de riesgo y su coste de capital.
      • Eficiencia de los materiales Millones de vehículos de todo el mundo llegan al final de su vida útil cada año. Al mismo tiempo, el índice de vehículos en propiedad se expande a nivel global, lo que aumenta el número de vehículos usados. Para reducir el impacto del ciclo de vida de los vehículos, los fabricantes de piezas de automóvil pueden diseñar sus piezas de modo que sean fácilmente reciclables y reutilizables y aplicar los principios de modularidad al diseño de los productos. También pueden crear programas de recuperación para garantizar la eliminación segura y la reutilización de los productos. Dada la volatilidad de los precios de los insumos y las limitaciones de recursos, las empresas de piezas de automóvil que gestionan la eficiencia de los materiales probablemente mejorarán su eficiencia operativa a largo plazo y reforzarán su perfil de riesgo. Además, posiblemente puedan reducir sus costes de fabricación utilizando menos materiales o reciclándolos, lo que mejorará los márgenes.
    • Comportamiento competitivo Esta categoría abarca los problemas sociales asociados a la existencia de monopolios, que pueden incluir, entre otros, precios excesivos, mala calidad del servicio e ineficiencias. Aborda la gestión de una empresa de las expectativas legales y sociales en torno a las prácticas monopolísticas y anticompetitivas, incluidas las cuestiones relacionadas con el poder de negociación, la colusión, la fijación o manipulación de precios y la protección de las patentes y la propiedad intelectual.
      • Comportamiento competitivo Las prácticas comerciales competitivas son una cuestión importante de gobernanza para las empresas del sector de piezas de automóvil. Aunque en el sector hay baja concentración, existe una amplia variedad de piezas y puede que la competencia en cada categoría no sea sólida. Así pues, los principales productores de una pieza concreta pueden ejercer un poder sustancial en el mercado en ese segmento, lo que crea problemas de competencia. La colusión y la fijación de precios por parte de los fabricantes de piezas de automóvil conduce en última instancia a que los costes se trasladen a los consumidores mediante el aumento de los precios de los vehículos. Si se descubre la participación en esas actividades, las sanciones impuestas y los daños a la reputación pueden tener un grave impacto en la valoración y el balance de una empresa.
    • Gestión del riesgo de incidentes críticos Esta categoría se refiere a la utilización por parte de la empresa de sistemas de gestión y planificación de escenarios para identificar, comprender y prevenir o minimizar la ocurrencia de accidentes y emergencias de baja probabilidad y alto impacto con potenciales externalidades ambientales y sociales significativas. Se refiere a la cultura de seguridad de una empresa, a sus sistemas de gestión de la seguridad y controles tecnológicos pertinentes, a las posibles implicaciones humanas, medioambientales y sociales de la ocurrencia de estos sucesos y a los efectos a largo plazo para una organización, sus trabajadores y la sociedad en caso de que se produzcan.
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